Por un lado una soberna estupidez. Se debería valorar la capacidad y no el sexo. Pero por otro, hay que reconocer que esto no es siempre asi y que en muchas empresas ser hombre suma puntos (desconozco si las hay en las que ser mujer también lo sumo). Lo lamentable, al fin y al cabo, es que se tengan que poner leyes asi de estupidas para paliar la estupidez de muchos.