Hoy a habido un momento en que lo odiaba, en el que he deseado no estar con él, en el que he pensado en como dejarlo, pero es como las drogas siempre vuelves a caer y cada vez que caes es mejor, mejor que la anterior, más intensa, más maravillosa pero, una vez que, el efecto de esa maravilla, acaba vuelves al dolor, al sufrimiento, a los remordimientos, las dudas y a esos come-come de cabeza y a pensar que solo eres un juguete más para alguien que usa sin pensar, que tal vez te hiera, te duela y te haga llorar.
Los días son los hechos, las andanzas continuas, que parecen repetirse cada amanecer, pero con una variación para poder enmendar el error de ayer, aun que sin darte cuenta vuelves a caer, y repites las andanzas del pasado más cercano, en el que la tentación llamó al trono de la debilidad, que nadie conoce, pero vive dentro de ti.
Las noches son las ideas, remordimientos y pensamientos, palabras y complementos, de un día sin fin. Son cuando escribes el mañana que quisieras poder vivir, analizo los errores que hoy cometí.
Pero cada noche se repite la misma conclusión, una respuesta sin sentido, que nunca comprendí, ni quiero comprenderla, porque no quiero estar sin ti.
Te miras al espejo y te tienes asco, si a ti, cada vez va empeorando lo que siempre viste así.
¿ En qué te has convertido? me preguntas hoy a mi.
Soy el recuerdo de una niña feliz que, ahora asustada, llora por el fin; porque es así, después de amenazas conferidas desde ti, es la hora del termino, de su fin.
No querías admitirlo y estoy segura de que no lo harás, pero poco a poco has cavado tu confín, en el que enterraran tus restos sin llorar nada, con tu recuerdo en vil.
Te mirabas al espejo y no te veías a ti, comías en exceso, para luego en el oscuro concéntrico del infinito y moribundo castigo del peso volver al proceso de querer morir.
Dejaste los estudios por querer vivir y abandonaste a tu cerebro en el escondite de un cojín.
Te enamoraste sin quererlo de alguien que no te amaba a ti y dejaste al corazón navegar, sin rumbo alguno, tan solo con un recuerdo de cuando se es feliz. Te dejabas utilizar, una y otra vez más y en tu interior pensabas que bien todo iba así, porque de laguna manera él estaba junto a ti. Ahora escribes esto para despedirte, al fin, de todos tus seres queridos, los que son para ti parte de tu familia a quienes quieres sin rencor, sin dudas en el alma, ni en el corazón.
Nadie sabe en que piensas ahora que todo acabo y tu, cuchillo en mano, firmas esta declaración:
" A mis amigas, mis hermanas, a las que llevo en el corazón, a esos chicos a los que amo, aun que a otro desnuda entregué mi cuerpo y mi pasión, a esas chicas, mis favoritas, ellas saben quienes son, que sepáis, que aun con todo el dolor de mi cuerpo ensangrentado, en estos minutos pienso en vosotras con todo mi amor; a ese chico inconfesable al que llevo en el corazón, después de todo el daño aun te amo, amor, y aun que no solo por ti tomo esta decisión, el solo hecho de no tener tu cariño funde mi corazón, lo parte en mil pedazos y expande mi sensación. A mi familia, por darme tanto amor, por enseñarme que hay que ser valiente ante todo, y que esa es la misión.
Me despido de vosotros, con amor y aflicción, pues, quiero acabar mi vida de un modo cobarde y traidor, no deseo, sin embargo, que os sintáis culpables o llenos de rencor, pues, lo hago con todo el gusto de acabar mi flagelación, aquí os dejo escritos los últimos párrafos de amor, dolor y castigo que mi vida a de tener, pues, ahora con el filo del cuchillo en mi muñeca despido al desdén en el que sometía mi vida, mañana y tarde al caer, os quiero con toda mi alma; Firma sin saber.
Despedida un poco corta para el amor que había en ti, la imagen espantosa se presenta así:
un gran charco de sangre te rodea, a ti, y en tu cara la última lagrima se conserva para si, por que en ella queda escrito que esto va a ser así, no hoy, ni mañana, pero tu ya lo ves venir, tu sabes que en la vida no puedo seguir, y despido este momento con esto que es para ti; tu sabes que es verdad, que esto ocurrirá, que no tardara y por ello mírame a los ojos, quiero ver que has entendido lo que te digo aquí, quiero que con tus lágrimas me digas que si, que mientras que no lo haga tu estarás hay, que me quieres como a nada porque así te quiero yo a ti.