Maravilloso artículo sobre la Ley Orgánica de Igualdad

Otro maravilloso artículo de Félix Bayón publicado en Europasur sobre este tema, y con el contenido del cuál estoy completamente de acuerdo, ¿qué opináis ustedes?:

"EL ministro de Trabajo, Jesús Caldera, anunciaba el domingo una revolución social. Que no cunda el pánico: la hará sin abandonar su despacho y sin bajar del coche oficial. Con galantería impropia, el Gobierno ha dado a conocer en vísperas del Día de la Mujer Trabajadora, que se celebra hoy, el anteproyecto de Ley Orgánica de Igualdad entre Mujeres y Hombres.
El anteproyecto tiene de entrada tres pegas. Una es la confusión intencionada entre igualdad y paridad. La igualdad es un principio que nadie discute. La paridad, en cambio, es una fórmula discutible y de efectos inciertos que la socialdemocracia ha incorporado como ideología de recambio ante el agotamiento de su discurso tradicional.

La segunda pega es que el anteproyecto actúa casi exclusivamente sobre los síntomas y no sobre las causas. A la hora de conciliar vida familiar y profesional se olvida lo más obvio: la necesidad de una amplia y asequible red de guarderías. No es sorprendente: inaugurar guarderías da poco lustre, y, sin embargo, construirlas y mantenerlas cuesta mucho dinero. Sin embargo, el papel del BOE es casi gratis y este tipo de leyes –sea cuales sean sus efectos, si es que los tienen y son positivos– dan para muchísimos minutos de telediario.

La tercera pega tiene que ver con la manía que le ha dado últimamente al PSOE de entrometerse en las decisiones personales. El ejemplo extremo lo ha dado recientemente la Consejería andaluza de Educación, anunciando generosísimas subvenciones de 200 euros para los que decidan estudiar oficios impropios de su sexo. Es innegable que casi no hay hombres dedicados a la manicura, ni mujeres que manejen maquinaria pesada. Pero, ¿qué tiene de malo? Los que eligen estos oficios lo hacen libremente. Es la misma libertad que lleva a no pocas mujeres, en algún momento de su vida, a optar por la crianza de los hijos anteponiéndola a su carrera profesional, lo que conlleva, por cierto, que sus parejas tengan que trabajar más para mantener a la familia. Se puede estar de acuerdo o no con esta opción, pero nadie debe entrometerse.

Quizá se necesiten medidas de acción positiva para limar desigualdades, pero antes habría que estudiarlas para evitar efectos indeseados, sin dejarse empujar por los prejuicios ideológicos. El escaso número de mujeres en los círculos de poder puede deberse al afán de cooptación masculina, pero también a la aún reciente incorporación de mujeres al mundo del trabajo.

La tendencia, en cualquier caso, es positiva: hay más mujeres que hombres estudiando en las universidades y también son más las que se incorporan a las grandes carreras de la Administración. Este fenómeno es producto de esfuerzos individuales. No le deben nada a nadie: ni a Caldera, ni a Chaves, ni a Zapatero, ni al secretario de organización de ningún partido. Y así debe ser: son mujeres, no deficientes".
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