Revistas hay un montón en los kioskos, todas mostrando casas megahorteras de gente con muchísima pasta y escasísimo gusto para la decoración (debe ser algo directamente proporcional).
Mi consejo: ahorrate la pasta y patéate tiendas y exposiciones de muebles, hay muchas donde tienen montados pisos enteros tal y como quedarían. Es más barato que una revista, puedes preguntar lo que quieras a cualquier dependiente y ves cómo son realmente, algo no siempre posible a través de una fotografía hecha por un profesional que siempre va a buscar que quede de puta madre aunque sean dos chapas de okumen grapadas.