pan
La luz del sol se filtraba tenuemente a través de los edificios de la gran ciudad, los pocos árboles que franqueaban las aceras pedían en muda angustia una drástica poda. Caminaba por la calzada esquivando a duras penas a las niños en patinete que como locos corrían por la cera pensando quizás que les correspondía como adelantada herencia.
Un labrado letrero de madera me detuvo, una pequeña pastelería se asomaba tímidamente a la concurrida avenida. Sabiéndome con algo de tiempo antes de partir, franqueé la entrada y recibí como un golpe fisico el fuerte ambiente que me embargo, era la típica pastelería alemana con tres mesitas de madera, paredes de ladrillo y un aroma presencial de pan recién hecho irresistible para los sentidos. Me acerque al mostrador, la dependienta, de espaldas a mí. Colocaba en una bandeja algunas brochetas, la tienda estaba vacía, solo yo y la joven tras el mostrador. Tamborilee un par de dedos sobre el cristal para llamar la atención de la chica que parecía absorta colocando las dulces La chica giro de inmediato, con tan ímpetu que sus gafas se le cayeron.
-“Ho dios mío”- musite para mi mismo, su rostro era de belleza delicada, la pude observar mientras se reclinaba para coger sus gafas constatando un físico que no tenia nada que envidiar al de muchas.
Puestas las gafas me miro, y… nos quedemos sin palabras, no sabría ni aun hoy como explicarlo… vi un rostro angelical coronado por unos cabellos dorados que escapaban rebeldes tras la cofia, su tez brillante como la plata y aquellos ojos verdes, verdes como el aguamarina, sin poder evitarlo pero sin temerlo me sumergí en aquellos ojos… una calidez me invadió y me sentí en otro mundo… nuestras miradas se habían cruzado un instante pero había sido una eternidad.
-Schade… – consiguió decir la chica en cuyo rostro el rubor buscaba poco a poco venver a alas numerosas pecas en batalla - ¿wie neüeglish?- me preguntó-
-Ja.. - musite dándome cuenta de que había estado paralizado unos segundos, debí de parecer un estupido- Nerë Rasse - musite mirando de reojo las pequeñas barras de pan aun caliente-
-Jetzt- Desapareció un segundo tras el mostrador para aparecer con la pieza ya exquisitamente envuelta-
-Danke- susurre depositando en su palma las dos monedas cobrizas y sintiendo el toque de su piel por un leve instante que electrizó mi columna.
Tras apartarme me encamine hacia la puerta, pero antes de cruzar el umbral me detuve, me di la vuelta y abrí la boca para decirle algo, lo que fuera, pero en ese instante dos parlanchinas ancianas entraron en la tienda y ocuparon con sus estridentes voces la tienda, rompiendo toda la magia. Con un suspiro atravesé la puerta para perderme en la ciudad.
Sentando en el avión, esperando el despegue un presentimiento me recorrió, lo sentí tan descorazonador como cierto, sabia que si me marchaba jamás podría volver a verla… su recuerdo se desvanecería poco a poco en mi… quise correr, quise saltar pero finalmente el gran avión atravesó los cielos con mi cuerpo sentado en aquella anodina butuca.
Por que mi alma, sabía bien, estaría durante todo el trayecto en aquella pastelería alemana de cuyo ángel ni siquiera conocí su nombre…
![[Ooooo]](/images/smilies/nuevos/sorprendido_ani1.gif "Oooooo")
![[+risas]](/images/smilies/nuevos/risa_ani3.gif "más risas")
[o eso me dijo ella... a saber que dice de verdad] ![[boing]](/images/smilies/nuevos/pelota_ani1.gif "pelota")
