Sin duda alguna, el mundo se esta volviendo loco. La sociedad, con la estupidez, el sectarismo y el "dimequepensar" de la mano, comienza a odiarse.
Y para colmo, en vez de leer condenas de la gente a la que se presupone seria sobre ciertos temas, se les rien las gracias por ser 3 o 4, o por ser de izquierdas, o por ser de derechas, o por ser nacionalistas. Por ser de nuestro bando, vamos.
Porque ya me contaran ustedes que diablos hace La Vanguardia, poniendo en una pagina par y con una sucia y rastrera columna, el boicot de ciertos anormales, sin duda añorantes de un pasado violento y no conciliador, a Albert Boadella, impidiendole su libre derecho (el de el y el de otros 100 asistentes) a reunirse y expresarse libremente. Mientras tanto, los Mossos de Esquadra, de paisano, negocian que se retiren, previo canto de Els segadors puño en alto. La policia pacta con los agresores y los asaltados callan y no cantan. Y quien dice La Vanguardia, dice El Pais.
Tambien tenemos la patochada (porque no tiene otro nombre) de arrancar hojas de la Constitucion, de alegrarse de que otro territorio no se lleve los JJOO, o de llamar acomplejados y decir que "El PSOE esta acojonado y por eso no aprueba el Estatut".
Tenemos, del otro lado, pero en la linea de la oligofrenia mas acusable, a toda esa masa docil defensora de la "democracia organica" y del inmovilismo constitucional, promoviendo boicots, siguiendolos, insultando, mandando a "su pais" a todos aquellos oligofrenicos del otro bando que vienen al nuestro a hacer de las suyas.
La sociedad se polariza, se crean dos bandos claramente diferentes, la mayoria se posiciona en uno o en otro y algunos nos encontramos, como de costumbre, desamparados, sin representantes (o con escasos, en el mejor de los casos) y sin voz ni voto. Pues mired ustedes, yo ya estoy cansado.
No dejen ustedes de ver
ciertas cosas.
