EL LADO PERVERSO (Una lección de pérfida moral)
Sí, dicese de aquello que toda persona posee como una pequeña semilla dentro de su corazón, y que depende de como la vida le pague, crece más, crece menos, desaparece o pide venganza, salir al exterior.
Es una espesa neblina de un lúgubre color púrpura que emana sus ténues rayitos de luz desde la caja torácica. ¡Sí! ¡Excato! Esos pinchacillos que te dan entre pecho y pecho cuando algo te hace daño, cuando te tragas el orgullo (con ese amargo regusto que te deja) y te callas aquello que deberías haber hecho/dicho, cuando dejas que te pisen, cuando te usan o te hacen una mala jugada, cuando la decepción pica a la puerta de tu casa, te abofetea un rato y te dice "desengáñate, respecto a la vida, respecto a la gente, respecto al ser humano...".
En esos momentos es cuando el lado perverso intenta salir, mientras la vocecilla interior de la parte macabra de tu mente te dice "déjame salir, pártele la boca a ese inútil/no te lo calles/devuélvele la pelota/(*pon aquí la frase que quieras), porque, aunque ahora no me dejes salir, me dejarás vengarme tarde o temprano, cuando crezca demasiado dentro tuyo y sea incontrolable para tí ^^".
Así pues, el lado perverso es como un embrión de un Mr. Hyde que todo doctor Jeckyll lleva dentro, y que si este doctor Jeckyll es demasiado benévolo, va reprimiendo dentro suyo al son de la frase "soy una persona buena, dejemos correr las aguas...Hay gente imbécil en el mundo (demasiada)...Ya se darán cuenta por ellos mismos", haciéndose el ciego ante la realidad de la vida (hasta que un día la venda de los ojos se le cae...Pero esa explicación llegará unas líneas más abajo, no se me impacienten...).
Dicho embrión crece a medida que el individuo gana inteligencia, y por tanto se va dando cuenta de que el día a día es una secuencia infinita de sandeces; el individuo que abre la puerta que tiene cerrada en medio de su frente ve como el mundo se pudre, y con él la gente. Ve la hipocresía del humano, el interés, la envidia, la competitividad entre ellos (como niños de parvulario hablando sobre cuál de sus papás tiene el coche más brillante y caro del barrio), la mala fe que éste tiene. Ve que el humano no valora nada y es capaz de pisar hasta a su madre para conseguir sus fines.
El individuo camina incesantemente, no creyendo lo que ve, buscando otros prototipos de individuo a parte de las gacelas y los leones, a parte de los encefalogramas planos...Mas se sienta en un banco (situación hipotética) y ve decepcionado como la frase que le dijo la decepción mientras le abofeteaba era cierta.
Cuando el embrión perverso crece del todo, y rompe las barreras represivas que su benévolo huésped le ha ido poniendo a lo largo de su gestación, un día el fino cristal que hay ante sus ojos y que distorsiona lo que ve se quiebra, y el individuo se vuelve borde, reacio, sarcástico, vengativo y, alimentado por el odio se autoborra poco a poco de lo lugares y de los círculos sociales que fecuenta (los cuales le han producido una profunda sensación de desengaño y no le llenan en absoluto), o simplemnte visita estos lugares o circulos por inercia y en determinadas cantidades de horas al final de las cuales el individuo acaba agobiándose/"rayándose" de estar ahí; en definitiva, el sujeto se vuelve misántropo por una cadena de hechos y razones, y de golpe detesta el trato con la mayoría de la gente., mientras piensa: "¿Y confiar de nuevo para girarme y encontrar otro floretazo en mi espalda? ¡Y una meirda!".
Aunque por otra parte, ese lado perverso puede controlarse y vivir en harmonía con el lado benévolo, como si de un "ying-yang" se tratase, y así poder convivir con la lluvia de basura que cada día la vida lanza desde el cielo...con paraguas y catiuscas, eso sí... Y convivir mejor con la masa divergente para evitar roces, venazos de mala ost...esto...mala baba, y así evitar decirles sin tapujo alguno lo que realmente son, evitando también su propio desengaño, para que puedan seguir viviendo felizmente sus vacías vidas.
Pero todo a su tiempo... Primero, hay que dejar que el lado perverso se de cuenta de que sin los atributos de su versión benévola no es más que una parte de un conjunto que conforma un carácter individual, que es consciente de que existe y de que la vida es una basura x'D.
Así pues, las dos partes se mezclan como si de café con leche se tratara, mientras el individuo se toma la taza de este metaforeado brevaje (que en este caso no es otra cosa que un sorbo de moralidad) mientras piensa y saca una conclusión:
Aquellos individuos que ignoran la realidad de la vida, que no han abierto la puerta de su frente, y que actúan por puro impulso, por moda, por estereotipos varios, y con una agilidad cognitiva que les funciona a menos de medio gas, viven la vida felices, ignorando cuanta basura les tira encima la vida. El individuo con un agudizado lado perverso, ve todo tal como es, más allá del lienzo que la vida le pinta ante las narices.
Tras ésta conclusión, el individuo se dice a sí mismo:
"Ahora conozco mi lado bueno y mi lado malo. Tan sólo debo aceptar a los dos por igual y dar uso de ellos en las situaciones que a cada uno les convenga. Ahora que he roto el lienzo que la vida me pintaba, el día a día será quizá más amargo, tortuoso, monótono, gris, asqueroso...Más de lo que ya lo era antes, pero menos de lo que lo era cuando sólo escuchaba a mi lado perverso.
¿Debía romper el lienzo...o no lo debería haber hecho? Si no lo hubiera roto...Viviría ignorando lo que se esconde tras él, tan sólo viendo una pradera con ponys y ositos amorosos dando volteretas al rededor de arbolitos de color rosa.
Quizá debería pegarme un sartenazo en medio de la frente y volver a ser un idiota, un ignorante, y volver a vivir sin preocupaciones ni dolor. ¿Pero, realmente viven felices, los ignorantes? ¿Vale la pena vivir como uno de ellos? Debe ser penoso...
Ver todo tal y como es tiene sus ventajas y sus inconvenientes...Sus cosas buenas y sus cosas malas..De algunas se ocupa el lado bueno, para otras es el lado perverso quien toma el relevo.
Así pues, no me arrepiento de romper el lienzo y freno mi mano antes de pegarme el sartenazo en la frente. Acepto el reto, le meteré una patada en el culo, a esta mierda de vida".
____________________________________
En fin, disertaciones filosófico-literarias a las 3 de la mañana...Si no lo entendéis...no hagáis caso, serán cosas mías ...