Era otra noche de carnaval, en el caluroso febrero de las islas canarias, tras estar unas cuantas horas de fiesta con mis amigos en el pueblo y tener un problema con una chica me alejaba del lugar en busca de respuesta.
Sacaba mi ipod de los pantalones y me disponia a escuchar a Oasis, durante los dos kilometros de trayecto desde la fiesta hasta la playa y el paseo no vi a ninguna persona.
Llegue a la playa me postré en la orilla, solo y sin nadie a mi alrededor. De fondo se podia oir la verbena y los coches tunning pasando por la avenida, miraba a las estrellas me preguntaba si alguien en ese mismo instante estaria haciendo lo mismo en algun lugar, alguien que sintiera lo mismo yo, aunque eso daba igual. Que un ser a miles de años luz estuviera mirando las estrellas no me aliviaba, yo queria que esa persona estuviera alli.
Cogí mi libreta de la mochila y me puse a escribir todo lo que sentia en ese triste momento iluminandome con la luna llena.
Tras un rapido chapuzon invernal me duché y me sequé. Iba a poner camino a mi casa cuando subiendo las escaleras a la avenida me encontré con ella. Su piel blanca reflejaba con la luz de la luna llena, podria tener 15, 16 años, ojos verdes y pelo moreno.
Estaba llorando y hablando en una lengua que no comprendia, posiblemente en aleman o alguna lengua nordica. Le pregunte si hablaba mi idioma y me dijo que un poquito.
En ese momento me decidi a usar mi ingles autodidactico que habia aprendido viendo peliculas y series de television subtituladas.
Ella era de Dinamarca, solo llevaba dos semanas en la isla, se encontraba sola y conseguia adaptarse al lugar y al idioma.
En ese momento le hable un poco de mi, esperando que pudiera comprender algo que lo que dijera.
Bajamos a la orilla del mar, no es que hiciera justamente calor, solo habian 17 grados porque era de noche. En ese momento en que nos recostamos en mi toalla de Star Wars un poco mojada por mi chapuzon invernal.
En ese momento le expliqué lo que estaba haciendo, el porque de porque cuando me encontraba triste me iba a ese lugar y la razon.
Tras dos minutos acostados mirando las estrellas en un impulso le cogí la mano y la miré. En ese momento algo tuvo que suceder, algo que nunca me habia pasado antes...
solo se que esos cinco segundos de cielo me resultaron los cinco segundos mas tediosos....
CONTINUARÁ