""El Gobierno agrupa en Andalucía a interlocutores de presos de ETA ante una posible negociación
Los interlocutores tendrían que transmitir a la dirección de la banda terrorista que es «condición imprescindible» el abandono definitivo de las armas
N. VILLANUEVA / J. PAGOLA/
MADRID. El Gobierno está reagrupando en varias cárceles de Andalucía a presos considerados interlocutores de ETA con vistas a una posible negociación con la banda. Paralelamente, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero prepara un plan para dar una salida a los reclusos etarras que tendría varias fases, desde la excarcelación de aquellos que han cumplido las tres cuartas partes de su condena o padecen enfermedades graves hasta el reagrupamiento en el País Vasco de los que tienen que purgar aún penas por asesinatos, pasando por la figura del indulto-extrañamiento o la deportación a terceros países.
Según ha podido saber ABC de fuentes solventes, los traslados de estos posibles interlocutores a dos o tres centros penitenciarios de Andalucía comenzaron hace varios días y podrían proseguir en próximas fechas hasta reagrupar a un mayor número de reclusos etarras. La intención del Ejecutivo de Zapatero sería tantear la posibilidad de abrir ya un proceso de negociación como tal. El mensaje es nítido en el sentido de que los presos interlocutores tienen que transmitir a la dirección de la banda que es condición imprescindible el abandono definitivo del terrorismo. A cambio, se buscará una salida «todo lo generosa que el Estado de Derecho permita» al colectivo de presos.
«Txikierdi» y Egües
ETA tiene actualmente un grupo de interlocución en las cárceles integrado por el histórico Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, «Txikierdi» y la ex concejal de Batasuna Anabel Egües, detenida cuando dirigía el «comando Madrid», ambos en cárceles españolas, así como por Daniel Derguy y Argi Perurena, recluidos en Francia. Su cometido es intentar beneficios para el colectivo de los presos.
Pero además, el Ejecutivo considera que hay otros presos etarras que en caso de un proceso de negociación alcanzarían el rango de interlocutor de la banda. Entre éstos se incluye a Francisco Múgica Garmendia, «Pakito»; José Antonio López Ruiz, «Kubati»; Jesús Zabarte Arregui, «Carnicero de Mondragón», e Isidro Garalde, «Mamarru», en España; así como Miguel Albizu Iriarte, «Mikel Antza»; José Javier Arizcuren Ruiz, «Kantauri», y José Antonio Olarra Guridi, en Francia.
Ante una posible negociación, un equipo de expertos prepara un plan gradual que establecería varias fases. La primera, de rápida ejecución, supondría la excarcelación de aquellos presos que padecen enfermedades graves y de quienes han cumplido ya las tres cuartas partes de su condena. En este grupo se encuentran actualmente 85 reclusos, entre ellos Inés del Río, Ignacio Erro Zazu. Aitor Ibarguren, Antonio López Ruiz («Kubati»), Inmaculada Noble Goicoechea, los hermanos Domingo y Antonio Troitiño, Jesús María Zabarte Arregui o José Félix Zabarte Jainaga. Asimismo, algunos presos podrían verse beneficiados por la progresión al tercer grado, es decir, al régimen abierto.
La segunda fase, algo más complicada, incluiría medidas como la del extrañamiento o la deportación de etarras con delitos graves, pero sin asesinatos, a terceros países con los que se tendría que llegar a algún tipo de acuerdo. La figura del extrañamiento-indulto se aplicó ya en la Transición, con un rotundo fracaso. En mayo de 1977 un grupo de cinco etarras fue repatriado a Bélgica, cada uno de ellos con un millón de pesetas en el bolsillo donados por el Estado. En junio siguiente, otros cinco etarras fueron extrañados a Dinamarca, cinco más a Noruega y dos a Austria. Pocos días después, sin embargo, todos ellos acabaron regresando a España. Países de Centroamérica e Iberoamérica se presentarían, en principio, como los más receptivos para acoger a los etarras en el caso de que prosperara la negociación. Pasado un tiempo equivalente a sus condenas, podrían regresar a España.
Los más sanguinarios, al País Vasco
Según el plan, aquellos etarras condenados por asesinatos y que están aún lejos de cumplir sus condenas serían reagrupados en cárceles del País Vasco y Navarra. Se intentaría con ellos la aplicación «más generosa» de redenciones de condena por méritos previstos en la legislación.
Las fuentes consultadas no alcanzan a precisar si en Francia se puede llevar a cabo un proceso similar. No obstante, tal y como ya adelantó en su día ABC, las autoridades de París ya han sido informadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero de su estrategia negociadora.""