Alejo I escribió:Haced todas las chuflas que queráis, pero después de la animalada del 11S todos los gobiernos están que no cagan con el tema de los aviones. Mejor prevenir que curar.
Pues qué quieres que te diga... Lo de las prevenciones no le veo excesivo sentido por una sencilla razón: hay mil y una maneras de provocar un atentado. Es tan sencillo como echarle un pelín de imaginación. Bombas nucleares "sucias" de fabricación casera, ataques con gas venenoso en las estaciones de metro... las posibilidades son infinitas. Estados Unidos debería preocuparse más de no seguir provocando por ahí, en vez de creerse que tiene derecho a hacer lo que le dé la gana, y luego creerse invulnerables o aferrarse desesperadamente a ciertas "medidas de seguridad" que luego se revelan completamente ineficaces. Por ejemplo: cuando se extendió la psicosis de un ataque bacteriológico, en la época del ántrax, se advirtió en vano que no servía para nada comprarse máscaras antigas. La prevención de la que hablas debería empezar por no hacer más provocaciones como la guerra de Irak, y luego debería continuar por estudios serios sobre cómo y dónde pueden atacar los terroristas. Y en esos temas, EEUU ha demostrado que no tiene ni idea.
Por ejemplo: tras el 11-S, EEUU reclamó a España más mano dura contra los islamistas que había por aquí. Las detenciones aumentaron, pero eso tuvo una consecuencia funesta: los espías se quedaron ciegos, sin hilos de los que tirar. Eso fue uno de los factores que más adelante llevaron al fregado que tuvimos aquí.
Regresando al tema de los aviones: poco después del 11-S, el Ministerio de Defensa encargó un estudio sobre cómo prevenir un posible ataque con aviones a la Torre Picasso, el edificio más alto de Madrid (por hacer una analogía con el 11-S). Las conclusiones eran contundentes: la única forma de impedir dicho ataque era manteniendo las 24 horas del día un par de cazas en vuelo. Sin pausas.
Despues de todo, quizá no sea tan mala idea echarse unas risas sobre estos temas... porque eso no es incompatible con pensar con la cabeza a la hora de atajar el problema del terrorismo.