Una manzana podrida

Hoy hace justo treinta años que llegué a esta ciudad, trás un largo viaje en barco desde Inglaterra. Fueron días duros pero los recuerdo con cariño hoy que no puedo ni casi articular palabra. Llegué a Nueva York con veinte años y demasiadas ilusiones, soñaba llegar más alto que los rascacielos. Pero el sueño americano no siempre es un sueño, a veces se torna en pesadilla. Hoy duermo en una esquina de una de las impersonales calles de la gran ciudad que me vio renacer de mis cenizas, en un tiempo en el que mi país, España, pasaba una de las pesadillas más óscuras. Lo único que hoy me queda en esta ciudad es un puñado de cartones donde resguardarme cuando el gélido frío de Manhattan me acaricía con su mortal mano. Sé que no me queda mucho tiempo, y que lo que me queda son recuerdos de una familia que deje atrás, una vida que deje atrás, un yo que dejé atrás. Ahora que estoy en el nuevo mundo echo de menos el viejo mundo porque allí estoy yo. Muchos hablan de la gran manzana pero para mi es una manzana podrida......
Muy bonito mano, espresa todo lo que puede llegar a ser la vida de alguien que busca algo mejor pero encuentra algo peor.
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