"Viaje en las leyendas"

Como algunos sabreis estoy ultimamente con la cabeza en las novelas que estoy desarollando pero unas noches de insonmio y una idea que llevaba tiempo queriendo desarollar me hicieron escribir este relato.

Espero que sea de vuestro agrado [estoy abierto a toda clase de criticas]:
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Con la siceante y agitada respiracion de las bestias como fondo, la caravana se detuvo frente a la baja plataforma de madera emnegrecida donde solo un pasajero esperaba sentado sobre un pequeño baul tacheado y cubierto por jirones de antiguos tapizados que habian desaparecido con el pasar de los años.

La pequeña aldea nacida por la nesecidad de prestar servicio a la ruta de caravanas se mantenia en el sopor de la noche recien abandonada y solo unos pocos atendieron a la caravana para repostar sus depositos de agua y alimentos para los corceles de una forma mecanica fruto de años de repeticion.

Del primer caruaje descendio un joven escualido con los colores y la insignia de la compañía de transportes bordada en la solapa de su maltrecha camisa. Se acerco al hombre que esperaba impavido y le pidio su pasaje, tras una rapida comprobacion el joven contesto extrañado.

-Parece estar en orden...- dijo mientras le devolvia el resguardo correspondiente- Pero esta caravana va por la ruta del norte que bordea el bosque de Namnsos, ¿no prefiere esperar dos dias a la proxima caravana?, seguro que incluso llegaria antes a traves del paso de Pantelus-

-Podria... - musito el hombre levantando su baul y colgandoselo a su espalda- pero entonces me perderia el paisaje-

-Como quiera, por favor tome un asiento en el segundo vagon y acomodese, partiremos en poco tiempo- musito indicando la direccion, la caravana estaba formada por cuatro vagones enganchados uno tras otro tirados por dos robustos animales-

-¿Los mercenarios forman parte de la caravana?-dijo indicando con el gesto a tres fornidos jinetes vestidos con capas pardas y pesadas que caian alrededor de sus cuerpos hasta cubrir parte de sus pequeñas pero robustas monturas que se asemejaban a reptiles que se erguian sobre sus desarolladas extremidades anteriores-

-Nunca se es poco precavido -el joven torcio el gesto digustado- pero son la escolta privada del ocupante del tercer vagon -contesto el joven dando la vuelta y dirigiendose a paso rapido hacia los encargados del abastecimiento-

Estos hombres rellenaban gracias a un sistema de cañerias varios contenedores que colgaban de los lomos de los enormes corceles sarlacianos cuya presencia y fama sanguinaria hacian correr al hombre mas valiente, pero no era el caso de dos ejemplares que tiraban de la caravana, de piel grisasea sobre sus peludos ocicos llevaban las mascaras que les aplicaba el fuerte narcotico que les hacia tan dociles y manejables. Con un gesto de desprecio el hombre se volvio hacia el segundo vagon y abrio la puerta para encontrarse con tres asientos dobles, dos de cuales ya estaba ocupados.

-Hey belleza, parece que tendras que soportar a otro macho aquí- musito el orondo hombre palmeando la tela de sus piernas antes de levantarse y saludar efusivamente al recien llegado- Tome asiento, me llamo Medardo el constructor de maravillas -musito no sin cierto orgullo en las palabras- ahi detras -dijo señalando con la cabeza a una delgada figura que se ocultaba encapuchada en el fondo del vagon- esta la viajera sin nombre y su mascota, no se preocupe por ella -comento mientras se sacudia la mano-, simplemente no le gustan los hombres-

-Solo, porqué usted no me guste no debe sacar esas concluciones...- contesto su voz ligera pero fuerte desde el interior de la capucha- Algunos hombres merecen la pena, sobre todo cuando estan castrados y amordazados- el brillo de una mirada le llego con fuerza al recien llegado-

-¡señora! -musito una voz chillona que se alzo de su asiento para permitir que se le viese- Por favor disculpenla, esta siendo un viaje muy largo- contesto el diminuto troll que vestia un chillon traje verde y un gorrito dorado y tenia las facciones de un niño-

El hombre deposito su baul bajo el asiento libre y con un suave gesto se quito la pesada chaqueta que cubria su cuerpo, revelandose este marcado por las cicatrices y heridas de otro tiempo pero que aun no habia perdido la fuerza y el vigor de antaño.

-Encantado de conocerles- indico mientras hacia un gesto con la mano- Llamadme Salomon- dijo mientras se dejaba caer en el asiento de madera gastado por los años dirigiendo una sincera sonrisa a sus compañeros- solo soy un viajero que desea ver nuevas tierras- musito sonriente-

-¿un simple viajero que pertenece a la orden de Izmir?- pregunto jocosa la mujer-

-Solo es el recuerdo de alguien...- Salomon llevo su mano hacia el collar de piel trenzada que rodeaba su cuello y desde el que prendia el intrincado anillo formado por los hilos de tres metales preciosos que se trenzaban en espiral, acaricio el anillo y lo devolvio a su lugar bajo la camisa- Todos tenemos derecho a nuestros recuerdos -musito a la vez que el mugido de los corceles anunciaba la puesta en marcha de la caravana, bajo la mirada y la dirigio a la figura menuda que le miraba desde atrás del asiento cono ojos curiosos, su cuerpo era escualido y esquelito, de piel negrusca y acartonada, sus ojos rojos miraban como los de un niño- ¿Como te llamas pequeño?- le pregunto al menudo troll-

-¿yo señor? -dijo este sorprendido por que alguien se interesase por el- Me llamo Tolakie señor- contesto efusivo-

-Y dinos Salomon- le llamo menardo desde el asiento de atrás mientras la caravana comenzana a alejarse poco a poco de la pequeña aldea- ¿a que se dedica?-

-Solo voy de una ciudad a otra para veer mundo -musito el con un deje en la voz y una mirada perdida hacia la ventanilla que mostraba el pasaje yermo en que se aventraban, sacudio la cabeza despejandose y volvio la vista hacia el orondo acompañante- y digame ¿Que maravillas construye?-

Los ojos del hombre brillaron intensos y sus manos corrieron a la manga de su camisa extrayendo un objeto ovalado, parecia tallado en una piedra de azabache negro estando la talla ribeteada en oro.

-!yo quiero yo quiero!- exclamo juviloso el troll acercandose al hombre y extendiendo las manos-

-!Tolki calmate! ya te lo dejare despues, ahora dejame enseñarselo al señor -dijo el hombre tendiendole el huevo negro- adelante-

Salomon tomo el huevo, lo sintio calido en su mano, observo la precisa manofactura de la talla que formaban caprichosos dibujos simetricos sobre su superficie, iba a alabar la fina artesania cuando sintio una luz nacer del interior de la piedra que se volvia traslucida en su mano, observo la luz y vio una figura menuda que jugaba junto a un lago. La luz estallo en su mano cegandole, cuando abrio los ojos se vio junto al estanque de aguas diafanas y limpias, miro sus manos, eran pequeñas y suaves como las de un niño, a su lado llego el sonido de una risa que desperto su alegria, se giro y vio a una niña de cabellos rojos como el fuego que con un vestido blanco corria sonriente a su alrededor, Salomon grito mientras corria hacia ella y se fundian en un abrazo para caer rondando sobre la hierba, quedo el sobre la joven a la que aparto los cabellos para veer su claro rostro, su voz le llego como si viniera de un sueño, lejana y apagada.

-¿Nate moa icte?- le pregunto ella-

-fare ni taleri- Contesto Salomon mientras contemplaba el rostro sonriente de la niña-

Su mano cubrió el huevo en un violento gesto terminando con la luz y devolviendole al retiqueteante vagon. Comtemplo su mano, volvia a ver su piel ajada y su dorso ligeramente velludo surcado por cicatrices.

-¿que tal ha sido volver a la felicidad?- preguntó sonriente Menardo mientras alargaba la mano para recoger el huevo de los dedos entumecidos de Salomon- La primera vez es siempre la mas fuerte, cuando se vive la experiencia con mas intensidad-

-!Por favor Menardo! -gimio tolakie a sus pies-

-Bueno, pero ten cuidado ¿vale?-dijo mientras le tendia la piedra, la menuda figura sonrio y tras coger el huevo en sus callosas manos corrio hacia el final del vagon, el orondo hombre devolvio su atencion a Salomon que se recuperaba de la impresion- digame, ¿regreso a la infancia, al lecho de un amor perdido?, siempre es diferente para cada persona, la primera vez es involuntario pero con la practica puedes bucear en tus recuerdos- asintio orgulloso por su creacion-

-Volvi a un tiempo que ya no existe -musito Salomon mientras abria y cerraba sus manos- Creia que la magia mentaica habia sido prohibida en el concilio de Elverum- dijo con voz fria y cortante- Aunque he de admitir tu habilidad para integrar un conjuro en esa roca es sobresaliente-

-¿magia mentaica? -pregunto con un asombro bien fingido alzando las manos en gesto de inocencia- !jamas me atreveria!, ni siquiera soy un mago titulado, es solo una inofensiva ilusion, incluso tome la precaucion de que se desvaneciera pasados unos minutos para que nadie se perdiese en la ilusion-

-Quien vive de sus recuerdos merece perderse en ellos para siempre- contesto la voz suave pero energica de la mujer-

- ¿como puedo dirigirme a vos? -pregunto Salomon mirando fijamente a la oscuridad que se creaba bajo la capucha y apenas permitia deslucir los suaves rasgos de su rostro- Por que aquí todos nos hemos presentado y me es incomodo dirigirme a alguien de quien desconosco su nombre-

-La señora se llama... -el pequeño troll se detuvo al sentir la mano de la mujer sobre su cabeza-

-Crisul -musito ella mientras acariciaba la pequeña cabeza- puedes llamarme asi-

-¿Crisul? -pregunto jocoso Menardo- vaya nombre para una mujer-

-Todo lo contrario, es un nombre de lo mas indicado- contesto Salomon sonriendo- ¿sabeis quien viaja en el tercer vagon?- pregunto indicando con un gesto de cabeza-

-Un clerigo de Hat Yai, el misericordioso Zefat, o asi le llama todo el mundo -contesto Menardo levantando los hombros- Subio ayer en el pueblo de Galdakao, llego con esa reptiliana escolta -dijo señalando por la ventana a los jinetes draconianos-y unas extrañas cajas, creo que es mejor ignorarle, incluso su escolta nos puede venir bien cuando atravesemos el paso del bosque de Namnsos-

-!ayer me llamo engendro!- grito tolakie antes de razonar- No se que significa, !pero suena mu mal!-

-Seguro que lleva el tributo robado al pueblo para enriquecer su templo en la gran ciudad- comento Crisul friamente- y conociendo a los de su clase seguro que mas de un bandido los ha sobornado para conocer este transporte y prepar una emboscada- bajo su capa brillo durante un instante un largo filo dando a entender que estaba preparada para la contingencia-

-Sea como sea no se puede hacer gran cosa ahora- sentencio Salomon mientras la caravana se detenia con un largo chirrido-

Tras unos minutos el escualido asistente de la caravana que respondia al nombre de Geldern subio al vagon con una caja donde un pequeño caldero humeaba con el olor de un guiso sensillo, habia varias escudillas ceramicas y una bandeja con carne seca aderezada con especias y datiles dulces.

-haremos una parada de una hora para recalibrar un eje, pueden salir bajo su resposabilidad pero por favor no se alejen- dijo con vos apagada-

-¿no vamos a descanzar durante la noche? -pregunto Salomon-

-Señor esta caravana debe llegar lo antes posible a la ciudad -informo- seguro que podeis desncansar aquí- señalo los asientos dobles-

-!Pero los corceles nesecitan descansar!- dijo airado Salomon levantandose-

-Le informo que nuestros corceles sarlacianos estan bien adiestratados y preparados para aguantar incluso cinco dias seguidos a buen ritmo -dijo no sin un tono de orgullo en su voz- Empleamos el mejor polvo de estrella que se puede comprar, los mantiene vigorosos y fuertes asi que por favor si tiene alguna queja puede dirigirse al jefe de caravana -tras haber terminado dio la vuelta y desaparecio en las sombras del crepuspulo.

-no te preocupes Salomon -dijo Menardo palmeando los asientos- se duerme bien aquí pese al traqueteo, incluso este me recuerda a ciertos serivicios que ofrecen en las casa de placer de Tartasos- musito con una picara mirada-

-¿por que te preocupan esos yonkis?- pregunto con un deje de extrañesa Crisul- Son felices respirando ese polvo, si quisieran tendrian fuerza para romper sus ataduras y volver a la libertad pero prefieren servir a los humanos y recibir su dosis-

El hombre la miro durante unos instantes pero no dijo nada. Abrio la puerta y salio al exterior escuchando la vos de Menardo pidiendole de nuevo el huevo a Tolakie. La noche se presentaba fresca ya en el ocaso. En el cielo la tercera luna habia llegado a su cenit rodeada de un halo carmesi propio de los malos augirios. La senda que recorria la caravana estaba despejada por los frecientes transitos, desde su limites se abria una fuerte llanura salpicada por lagunas de arboles aislados.

Giro su rostro y observo el tercer vagon, los jinetes habian descendido de sus monturas y las alimentaban con grandes sacos de cereales mesclados con pequeños tropicones oscuros. Salomon pudo ahora observarles mejor descubriendo en sus cuellos el tatuaje caracteristico de los guerreros draconianos. Entre las las telas de su capa se veian coleciones completas de dagas arrojadizas. El vagon de igual tipo que en el que viajaba llevaba las ventanas cubiertas por barrotes para la ocasión y tras estos una tupida cortina solo permitia saber que en interior varias luces ya se habian encendido.

- ¿husmeando?- dijo una voz a su espalda, al girarse vio a uno de los mercenarios que volvia de dar una ronda de inspeccion- No te habia visto antes, debes ser el que subio en el ultimo pueblo, ¿tanto te interesa el vagon?- pregunto alzando ligeremente la larga ballesta que llebaba en las manos- ¿quien eres y a donde te diriges?- pregunto con la voz de autoridad que solo se consigue tras haber matado sin remordientos-

-¿que autoridad esgrimes para exigirmelo? - pregunto Salomon encarandolo con la mirada-

-La que me da el poder quitarte la vida -respondio el mercenario alzando la ballesta apuntando al pecho-

-!un momento!-grito una voz desde la puerta del vagon, de el descendio un engalanado hombre vestido con la toga carmesi y luciendo el primoroso razurado caracteristico de su rango- ¿que ha hecho este hombre?-

-Eminencia Zefat -dijo el mercenario cuadrandose ante el- Es un viajero sospechoso que subio en el ultimo pueblo mi señor, por favor vuelva al interior mientras compruebo sus credenciales-

-¿desde cuando nesecita la iglesia recurrir a mercernarios? -pregunto Salomon dirigiendo una mirada intencionada al religioso- ¿donde esta vuestra santa protección de la que os vanglorais?-

-”el que sea juicioso esperara lo inesperado pues son inescutrables los designios del señor”- respondio el religioso con una laconica sonrisa- asi reza el libro de Tournai el enviado-

-”aquel que siga al señor fundira sus adornos y alimentara al hambriento, regalara sus tierras a los nesecitados y entregara su corazon al mundo”-Replico Salomon- creo que tambien lo dijo ese enviado vuestro, ¿cuantos hambrientos podria alimentar solo con ese colgante? -pregunto con una voz helada y directa- ¿con que cita puedes excusar faltar a tu propia religion?-

-Como te atreves... -musito el religioso con una mueca de indignacion mal contenida- Todos mis actos son para mayor gloria del señor y de su palabra, un inculto como tu no puede entender que a veces se debe realizar sacrificios en pos de un bien mayor, si no tuvieramos un estatus el clero no podria hacer nada por el pueblo- recito como si lo hubera recitado en otras ocaciones-

-¿aunque vayais en contra de todo lo que predicais?- respondio Salomon con furia en su voz-

El clerigo iva a responder cuando una voz de alto le hizo detenerse. Una herculea figura caminaba desde el primer vagon, cubria su cuerpo con un grueso peto de cuero y un enorme latigo descansaba en su costado. En sus brazos desnudos decenas de cicatrices dejaban claro que el hombre habia pasado gran parte de su vida junto a corceles sarlacianos, detras de el caminaba Geldern armado con una pequeña espada y a su lado un musculoso hombre que vestia con las insignias del la empresa de transporte dando a entender que pertenecia a la verdadera escolta, cargaba con una pesada maza y sendas ballestas a su espalda.

-Si tiene algun problema con los demas pasajeros os ruego que me lo comunique a mi Zefat– dijo con una voz acostumbrada a dar ordenes de mando sin ser cuestionadas pero que se obligo a cierta deferencia- Permiti que llevase su propia escolta si asi se sentia mas seguro -dijo refiriendose sin duda a los draconianos que se levantaron atentos- pero no permitire que esta interrogue a mis pasajeros, esta sigue siendo mi caravana y aquí pongo yo las normas e impongo ley-

-Por supuesto, mis disculpas por el comportamiento de mis hombres–a un gesto del clerigo el draconiano retrocedio junto a sus compañeros que se habian acercado y esperaban junto al vagon- Pero comprenda señor Urriel la importancia de mi mision para mi orden-

-Me queda patente esa importancia -afirmo Urriel con evidente ironia antes de dirijirse a todos- Nos pondremos en marcha inmediatamente, mañana llegaremos a un refugio donde descansaremos– mientras todos se alejaban a sus asientos o monturas Urriel se acerco a Salomon para murmurarle- No se que asuntos te traen por aquí, pero te aconsejo que te mantengas alejado de ellos, tu orden es siempre bienvenida en mis caravanas y son infinitos los favores que os debo -al terminar se alejo a paso rapido hacia el primer vagon-

-Has tenido pelotas Salomon -musito la voz de Menardo que se habia asomado por la ventana y parecia guarderse un objeto alargado en el vestido- Has tenido suerte de que Urriel y sus muchachos intervinieran, los Draconianos son duros conbatientes-

-Lastima, habria sido divertido... Este viaje esta resultando demasiado aburrido - dijo Crisul recostandose en el asiento, a sus pies tolakie dormia profundamente ajeno a todo-

Siguiendo su ejemplo los dos hombres se rescotaron en sus asientos y se dejaron caer en la inconsconcia del sueño entre los usuales baches del camino y la caravana comenzaba aventrarse en terrenos cada ves mas arbolados y frondosos.

Salomon se desperto con el ruido de un cajon al caerse y desparramar parte de su contenido. Al levantarse llevaba en su mano una pequeña daga, tras veer que solo era Menardo buscando entre sus baules guardo el arma en su manga y se acerco al hombre, a traves de las ventanas reinaba la mas completa oscuridad, el interior del vagon estaba debilmente iluminado por una piedra de de luz sujeta al techo, a la que se sumaba la que tenia Menardo en la mano y con la que se ayudaba para buscar entre sus baules.

-¿pasa algo Menardo? -pregunto Salomon-

-No esta... - contesto mientras rebuscaba- Creo que alguien ha abierto en mi baul y se ha llevado uno de mis huevos, cuando me despertó un bache hace unos momentos vi que habian removido el cerrojo de mi baul, !y falta ese huevo presisamente!- su voz se volvio lagrimosa y nerviosa- TENIA QUE SER ESE-

-¿que tiene de especial?- pregunto el otro intentando calmarle- ¿no es solo una creador de ilusiones?-

-¡Si! Pero... –quedo interrumpido por la voz de Crisul que llegaba desde atrás-

-!tolakie! -exclamo la mujer que se habia despertado por el ruido de los hombres y se habia encontrado al joven troll hecho un ovillo en el suelo- !¿Que te pasa?! - grito con una voz que sorprendio a los dos hombres por una preocupacion que no habian visto en esa mujer antes-

Los dos hombres se acercaron a la pequeña figura que temblaba hecha un ovillo en el suelo agarrando algo con fuerza. Crisul tomo su cuerpo en sus brazos y trato de mirar el objeto que agarraba. La capucha de la mujer se habia caido a su espalda desvelando un delicado rostro enmarcardo en una cabellera purpura. Una cien una elaborada cinta mantenia una dimunta piedra azul sobre su angustiada mirada.

-¡Es uno de tus huevos Menardo! -le grito furiosa mientras trataba de quitarselo de las manos del troll-

-!DETENTE! -grito el orondo hombre evitando que las manos de la mujer le quitasen al troll el huevo- !le mataras si lo haces!- la mujer le miro y sus ojos reflejaron odio y miedo pero sus manos se aparataron del huevo y se posaron en su espada-

-Dijiste que eran seguros gracias a que se apagaban con el tiempo-musito Salomon acercandose a la pequeña figura- ¿por que entonces no se ha detenido el hechizo?-

-ese... ese huevo era un experimento que llevaba para enseñarselo a un colega en la ciudad -contesto nervioso- Jamas lo habia usado, era solo para probar un nuevo hechizo muy poderoso y para no interferir no le añadi el segundo hechizo de seguridad-

-¿y por que no podemos quitarselo simplemente? -pregunto nerviosa Crisul- Al fin y al cabo es solo una ilusion ¿no es asi Menardo?- pregunto teminado la respuesta que ya comenzaba a imaginarse-

-yo... no...-Menardo se desplomó en el asiento tratando de no mirar el pequeño cuerpo que temblaba a sus pies- El alma esta... en la piedra- Crisul ahogo un gemido-

-Magia Mentaica de alto nivel... -razono Salomon agitando la cabeza- supongo que no sabes como invertirla-

-!Yo no soy mago! -se defendio Menardo y finalmente cedio- pague a un anciano para que me enseñase lo basico para construir los huevos y artilugios parecidos, no se nada mas...-

-¡estupido engreido! ¡como se te ocurrio jugar con la magia solo para ganar dinero!- le espeto Crisul cuyo rostro reflejaba infinito odio, su mano agarraba con fuerza la sencilla empuñadora de su espada y amenzaba con desenvainarla en cualquier momento-

-¡Guardad silencio!- exclamo Salomon antes de que Menardo pudiese replicarle a la mujer- Creo que puedo hacer algo pero nesecito silencio- los otros dos se callaron y observaron como este se se quitaba del cuello el colgante y lo enrollaba en su mano derecha quedando el emblema sobre su dorso-

Tras una profunda inspiracion poso su mano en la frente del troll para verse sumido en la oscuridad completa. “Deseo veer”, penso, la estancia en la que estaba se aclaro y pudo veer a dos enormes figuras que jugaban con una pequeña criatura que apenas llegaba al tamaño de sus manos. En el rostro del niño Salomon reconocio a un tolakie apenas recien nacido, pero sabia que los trolls tomaban rapido conciencia de si mismos tras ser engendrado entre los dos progenitores y no le sorprendio veer al pequeño balbucear sus primeras palabras frente a las miradas petricas pero sonrientes de sus padres. Este era el recuerdo que tanto ansiaba Tolakie y el que habia buscado en el huevo magico penso Salomon sientiendo la felicidad que se respiraba en el ambiente y el sentimiento de proteccion y amor que embargaba al pequeño troll.

La imagen cambio y Salomon se vio en un campo devastado por el fuego, los padres de Tolakie parecian ahora rezumar fuego por cada grieta de su cuerpo mientras se defendian de ataques magicos de un grupo de magos humanos vestidos con capas blancas. Estos se vieron sorprendidos por los ataques de fuego de la pareja pero contratacaron con varias ventiscas de hielo y poderosos hechizos que practicamente congelaron a la pareja, uno de ellos consiguio liberarse de las cadenas heladas y corrio hacia la cueva cercana donde el pequeño Tolakie dormia pero un mago se habia adelantado y le ataco siendo abatido junto a la entrada con la mano extendida hacia el pequeño troll.

La figura se acerco a su cuerpo para comprobar su muerte y descubrio el llanto del pequeño tolkadie que miraba lloroso el cuerpo de su madre. La maga a al que ahora Salomon pudo reconocer como Crisul se arodillo y tomo al pequeño entre sus manos. La escena se desvanecio en la oscuridad.

-¿quien eres tu? -la aguda voz parecia rebotar a su alrededor-

-Pequeño, debes volver...-dijo Salomon buscando a su alrededor hasta que vislumbro una pequeña figura que representaba un troll abrazado a si mismo flotando frente a el-

-¿volver? -la estatua brillo un instante para apagarse lentamente- no tengo donde volver... lo has visto... no tengo a donde volver...- su voz sonaba sin emocion, en una resignacion absoluta- no familia, no hogar-

-¿y crisul? -pregunto Salomon, pero no recibio respuesta, comprendio que ese nombre debia ser falso e intento otra cosa, “muestrame su rostro” penso, frente a el el rostro de la mujer se matarializo hermosa y sonriente como aun no la habia visto pero no le costaba en asboluto imaginarselo- ¿no la reconoces pequeño?-

-Señora... -la estatua comenzo a brillar debilmente- Elenanora...-

A su alrededor la escena comenzo a cambiar con cada brillo en la estatua. En un momento estaban en una enorme habitacion donde Crisul abrazaba a tolakie con fuerza mientras un coro de hombres vestidos con ropas cargadas de simbolos magicos trataba de convencerla para entregarlo. En otra imagen la mujer caminaba por una populosa ciudad seguida del pequeño troll al que le costaba seguir su ritmo, tras veer unas toscas telas verdes en un puesto callejero se detuvo pues el color era identico al de los ojos de su madre, pese a que el recuerda de esta comenzaba a difuminarse en su memoria, la mujer volvio junto a el enfadada pero al veer la tela se acerco al puesto y encargo al tendero la tela con la que le confecciono su primer vestido.

-Ella te espera...- musito Salomon- ¿quieres dejarla sola como tu estuviste?-

-Yo...- la estatua se movio irguiendo su rostro de entre las rodillas y sus ojos brillantes comtemplaron a salomon- ella es familia-

-entonces vuelve junto a ella- dijo Salomon tendiendole la mano, la estatua comenzo a crecer y ganar detalles para convertirse en tolakie que alargo su mano y tomo la de salomon- volvamos juntos-


El pequeño troll abrio los ojos y se movio lentamente, estaba en el regazo de Crisul que le miraba con ojos humecidos. La piedra ovalada resbalo entre sus dedos y fue tomada al vuelo por Menardo provisto de un extraño guante, este se giro y con gran cuidado la devolvio al cofre asegurandose de dejarlo bien cerrado. Cuando regreso ayudo a Salomon que se levantaba pesadamente y miraba a traves de la ventana donde ya habia amanecido.

-Estuvieron insconcientes varias horas -explico Menardo- Estamos en un refugio natural en la lindes mismas del bosque de Namnsos -señalo la masa de arboles que nacia en los bordes del camino y parecia extenderse hasta el horizonte-

-Veo que ya se ha despertado- dijo Geldern que entraba con una tetera humeante que deposito sobre el asiento- me habian dicho que se habia encontrado mal en la noche y que debia descansar, de todos modos ha elegido un buen lugar para hacerlo, estaremos aquí hasta el anochecer, los hombres nesecitan descansar- explico mientras abandonaba el vagon, para asomar la cabeza un instante despues- Lo olvidaba, señor Salomon, el Jefe Urriel desea verle cuando se encuentre mejor-

Salomon asintio y miro al pequeño troll que parecia dormir ahora placidamente.

-Crisul ¿me acompañas un momento? -pregunto suavemente, la mujer le miro, en su rostro aun quedaban los rastros de las lagrimas, asintio y se levanto dejando al tolakie apoyado contra el regazo del asiento- Menardo cuida del pequeño por favor- lo pronuncio como una peticion pero Menardo reacciono como si se lo hubiera ordenado, la mujer habia estado a punto de matarle durante la noche y no se le olvidaba-

La mujer intento protestar al dejar al troll a su cuidado, pero Salomon le indico con un gesto que todo estaba bien. Juntos salieron al exterior. El sol comenzaba a despuntar en el horizonte y la segunda luna pronto despareceria en las montañas. El terreno donde se habia detenido parecia un refugio natural excavado en una pequeña colina al pie del bosque. Junto al tercer vagon los mercernarios Draconianos asaban en una gran hoguera un conejolobo ya desollado.

Caminaron durante varios minutos hasta llegar a las lindes del bosque donde se sentaron en dos tocones de viejos arboles.

-¿quieres que te agradesca haber salvado a mi sirviente? -pregunto ella mientras se quitaba la tunica y dejaba veer un traje de cuero curtido de una sola pieza decorado con emblemas y tensado con algunas correas, una avertura en el cuero permitia veer la suave piel de sus senos. Un par de dagas descansaban en sus muslos igual que una pequeña ballesta dorada en su cinto- por que sino me trairias a un lugar donde no nos vea nadie, tranquilo sabre complacerte- dijo ella con una falsa sonrisa llevando su mano a las correas de su pecho para empezar a liberarlos-

-Eleanora es un bello nombre... -musito Salomon que se habia mantenido imperito ante el comportamiento de la mujer- Pero prefieriste llamarte Crisul, “quien no puede ser perdonada”- La mujer detuvo su mano y tras suspirar se sento en el arbol caido para cambiar miradas con salomon- el pequeño vio un pasado que habia olvidado... -

-¿lo ha recordado? -dijo ella aunque su tonto era mas el de una afirmacion que el de un pregunta- Sabe que ocurrio...- musito con un asomo de tristeza en su rostro-

-Lo sabe, pero fue tu recuerdo fue el que le salvo -dijo Salomon- eres su familia, su unica familia- musito salomon levantandose y cubriendola con la tunica que habia dejado caer minutos antes- ¿abandonaste la orden para protegerlo?, no me imagino que habrian hecho con el... quizas sea el ultimo troll de fuego, jamas pense que aun existieran esas fantasitcas criaturas- musito el haciendole recordar las leyendas donde los trolls de fuego capaces de controlar este destructor elemento habia protaginazo las guerras primigenias-

-Tuve otros motivos pero ese fue el detonante, cuando lo tuve en mis brazos no pude concebir la idea de que lo usaran como un arma -la mujer se levanto y camino hacia el bosque para perder la mirada en el- ¿Por que abandonaste tu la orden?-

-nunca perteneci a ella- musito llevando su mano al colgante y apretandolo con fuerza- este colgante pertencio a alguien a quien ame profundamente y no deseo olvidar, no requiero de el para hablar con los espiritus- le contesto antes de que ella formulase la pregunta-

-Eres un mago de la antigua tradicion... -sus ojos se abrieron sorprendidos- pensaba que todos habiais fallecido-

-Supongo que eso es cierto si me descuentas a mi, soy igual que tolakie, los dos quizas seamos los ultimos de nuestras razas- Salomon guardo silencio durante unos instantes- hay algo que me gustaria que hicieras por el pequeño- Eleanora le miro extrañada pero asintio- es algo que se jamas te pediria pues teme perderte si lo hace, quiere que por una ves le llames hijo, pues el cree que tu piensas que no es digno de ello, aunque es lo que mas desea en este mundo- Eleanora gimio y apoyo su rostro en el pecho de Salomon para llorar, el hombre la dejo descargar sus sentimientos hasta que se calmo- vamos, quizas ya este despierto- musito el mientras acariciaba sus cabellos-

La mujer retrocedio y limpio sus lagrimas recuperando el porte de dignidad y seriedad. Pero el hombre sabia que un profundo cambio se habia operado en su interior. Juntos iniciaron el regreso hacia la caravana pero se detuvieron en seco cuando vieron un movimiento entre los arboles,.

-¿Un explorador? -musito la mujer agazapandose tras un arbol, llevaba la ballesta dorada en una mano y en la otra una diadema con el simbolo de la orden- Pueden estar preparando una emboscada para la noche-

-no- Salomon cerro los ojos y parecio absorto en si mismo unos instantes- esta solo, va en busca de algo-

-Las leyendas eran ciertas, eres empatico – Musito la mujer asombrada- Cuanto potencial tiene tu linaje...-

-¿es una propocion indecente? - contestó salomon comico, cuyo rostro gano una sonrisa al veer un rastro de rubor en ella- De todas formas creo que sera mejor preguntarle directamente-

La pareja se acerco paso a paso a un pequeño claro en las lindes del bosque. Alli la mujer se detuvo y miro en varias direcciones.

-¡Estaba aquí! -la mujer miro a su alrededor y alzo su mano izquierda donde llebaba el simbolo- VI NIVERITA – su mano refulgio con un halito dorado durante un instante- Siento a alguien cerca... pero no puedo presisar donde-

-Es logico... ¿debo recordarte donde nos encontramos?- le pregunto Salomon abarcando el bosque con su mano-

-El bosque de Namnsos...-la mujer comprendio- según la leyenda este bosque nacio por un hechizo errado en la guerra de los dies magos, por ello la magia no funciona correctamente aquí, pensaba que era una leyenda- cayo unos segundos y miro a Salomon que le sonreia- no lo digas... supongo que debo empezar a creer mas en las leyendas-

-Ese es el problema de los magos de hoy en dia... recurris a la magia con demasiada frecuencia olvidando su verdadero origen -El hombre miro a su alrededor y eligio un enorme tocon sin apenas hierba ni musgo para sentarse- Para buscar algo primero tienes que observar tu entorno... ¿no ves nada raro aquí?-

-¿sin usar la magia?- la mujer pregunto desconfiada y dio una vuelta sobre si misma mirando cada rama, cada sombra de su alrededor hasta detenerse en Salomon que señalaba hacia el tocon donde estaba sentado y parecio comprender- es extraño... ¿por que no tiene musgo ese arbol tan viejo?-

-¿por que no se lo preguntamos? - Salomon golpeo con los nudillos la vieja madera- Toc Toc, ha sido divertido chico pero sera mejor que salgas ya antes de que nos pongamos serios -la madera se desvanecio y en su lugar quedo un musculoso joven de piel verde y ojos negros, que tapaba solo sus partes con ramas aun verdes trenzadas alrededor de su cintura, en su enrostijado cabello marron parecian crecer algunas hierbitas sin importarle- Definitivamente hoy no es un dia para no creer en leyendas ¿verdad eleanora?-

-Me habeis descubierto... lo siento - el joven se irguio en toda su estatura y de sus manos brotaron largas garras de madera con las que trato de atacar a Salomon que simpelemente dio un paso atrás esquivandole, tras esto se giro para atacar a la mujer pero se encontro con que esta le apuntaba al corazon con su ballesta, el joven viendo su accion suicida cayo de rodillas jadeante- he fallado, matadme-

-Que chico tan impetuoso...- rio Salomon acercandose a el y ofreciendole la mano para que se levantase- No somos tus enemigos joven GreenBloth, ahora cuentanos que haces tan lejos de tu bosque-

-Segun habia oido tu raza solo vivia en el bosque de Elikasi -dijo la mujer extrañada mientras guardaba la ballesta- Mi orden creia que teniais un juramento que os impedia salir del bosque azul de Elikasi-

-Y asi es humana, pero yo lo he roto por que ya no tenia sentido – contesto el joven que se sentó agotado en una piedra- He recorrido muchas llanuras y bosques siguiendo esa caravana, desde que nos fue robado-

-¿robado? - salomon enarcó una ceja y medito sobre que podia hacer que uno de su raza violase el juramento- ¿ no te referiras al corazon sagrado de Elikasi?- el joven reacciono sorprendido-

-Si, ha pasado dos lunas de Imon desde entonces -contesto el- segui su rastro hasta la ciudad humana, alli casi lo perdi pero logre recuperarlo para seguir al ladron que monto en esa caravana-

-Zefat... -musito Salomon con furia- Olia que ocultaba algo pero hacer algo asi... !es abominable incluso para un clerigo! - exclamo con ocio antes de dirigir su mirada al joven- ¿cuanto podreis aguantar?-

-No mucho ya, cuatros pasos mas de la luna de Imon antes de que los ancianos se marchiten para siempre- contesto el joven cuya mirada se ensombrecio- aun en la distancia puedo sentir la sabia de mi pueblo secarse-

-... pero ¿que es ese corazon?-pregunto Eleanora-

- es el alma de mi pueblo humana, nuestro objeto mas sagrado que nos da vida- respondio ceremoniosamentre, Eleanora parecia querer saber mas pero un gesto de Salomon le dio a entender que no seria corecto-

-¿tienes algun plan?- pregunto salomon- o pensabas sacar esas garras y atacar a cautro mercenarios draconianos- el joven bajo la cabeza apretando los puños dandole a entender que ese era realmente su plan- Escondete en este bosque y descansa, por la noche nos reunieremos aquí y decidiremos que hacer-

-Confiare en ti -contesto el dandose la vuelta y perdiendose en un abrir y cerrar de ojos en la espesura del bosque-

-¿me lo vas a explicar? - pregunto Eleanora- Odio sentirme ignorante-

-Es algo que no podias saber -musito Salomon caminando hacia la caravana- Durante la guerra se emplearon toda clase de armas, se crearon y destruyeron especies cuyo unico cometido era la lucha, esa raza fue creada despues de la guerra por un poderoso mago de mi ascendencia, su unica mision era repoblar el mundo destruido, al terminar desaparecerian como todas las razas creadas por el hombre, pero cuando tras varios siglos terminaron la tarea encomendada, mi ancestro se sintio tan agradecido a ellos que les otorgaron una joya magica que les daria vida incluso cuando el mago que los creara muriese... a cambio se les pidio que no abandonaran el bosque de Elikasi y que perdonasen la vida de quienes alli se perdian-

-Si ha sido capaz de mantener viva a una raza durante quinientos años debe ser un artefacto muy poderoso -razono Eleanora- comprendo que el clero de Hat Yai la desee tanto-

-Dudo que el resto del clero conosca las maquinaciones de Zefat, la mayoria aun conservan algo de buen juicio -observo- hay poderes que el ser humano jamas deberia manejar... pero parece que no terminamos de aprender esa leccion, me he cansado de observarlo una y otra vez...- la voz de Salomon se volvio triste por primera vez, Elenaora se detuvo y le obligo a detenerse a su lado y a mirarla-

-Salomon... ¿que edad tienes? -pregunto con una mirada que deseaba saber la respuesta por dolorosa que fuese-

-Llevo mucho vagando por el mundo... pero si quieres saberlo, yo creci junto a la que llamasteis Izmir, aunque en aquellos dias yo simplemente la llame hermana -su mano volvio al colgante que colgaba de su cuello- estoy seguro que de poder se alegraria al ver que su doctrina sigue viva en una joven como tu- Eleanora quedo muda y esquivo su mirada durante un largo rato hasta que se detuvo y se acerco a el hasta tenerlo frente a frente, la noticia la habia conmocionado pero ya parecia recuperada y con otro tema en mente .

-¿soy descendiente tuya?- pregunto decidida-

-mmm... no, creo que no – como toda respuesta la mujer le abrazo y acerco sus labios que se fundieron en un largo beso, cuando se separaron sin aliento el hombre musito- ¿No te importa mi edad?-pregunto el sonriente entrecerrando los ojos-

-Mientras aun puedas satisfacer a una mujer...-contesto ella antes de verse interumpidos por un tosesita inportuna-

- Asi que erais vosotros -dijo el escualido Geldern que se acercaba a ellos a trote ligero- los corceles estaban nerviosos, algo les asustaba, pero parece que es una falsa alarma pero terminare la ronda por si acaso- antes de marcharse se acerco y le recordo el mensaje que le habia dado antes- Señor Salomon, Urriel le reclama si lo habia olvidado- Salomon y Eleanora intercambiaron una mirada de complicidad-

- Por supuesto alla nos dirigiamos- contesto Salomon caminando hacia la caravana y acercando a su cuerpo el de Eleanora que lejos de rechazar tal gesto coloco su mano sobre la suya-

-Que suerte tienen los viejos... - musito para si mismo Geldern mientra seguia hacia el bosque- con ese royito de tener un par de años y un par de cicatrices se ligan a todas las que quiern- enfadado golpeo una piedra que resulto ser el nudo la raiz de un antiguo arbol, sus maldiciones se escucharon por toda la zona.

El Jefe de la caravana les esperaba junto al vagon de tiro donde los corceles se removian inquietos. Coceaban el suelo con sus dobles pezuñas mientras rezumaban a traves de las mascaras.

-Señor Salomon... ¿es usted tambien mienbro de la orden? -dijo al fijarse en el emblema de Eleanora que llevaba la la capa suelta y ya no oscultaba su rostro ni la diadema de su frente- Disculpeme señorita, le habria dado un trato especial de haberlo sabido... pero tener a dos mienbros de la orden aquí es un don del cielo- musito sonriente-

-¿Cual es el problema amigo Urriel?- pregunto Salomón manteniendo la compostura y la serenidad que se esperaba de un mienbro de la orden- en que podemos ayudarle-

-hablemos en privado por favor- musito el indicandoles el interior del primer vagon y dirigiendo una furtiva mirada a los draconianos que daban vueltas alrededor de la caravana-

Una ves en el interior del pequeño vagon donde se almacenaban el pienso de corceles y un camastro servia para las guardias junto a una pequeña estufa sujeta a la pared donde se calentanran la comida pues la cocina estaba en el cuarto vagon y en plena travesia era problemático recorrer la caravana.

-hace muchos años, en uno de mis primeros viajes un anciano a punto de juvilarse de este duro trabajo me hizo entrega de un regalo – el fornido hombre se llevo la mano a una gruesa cadena que rodeaba su cuello y extrajo un cilindro dorado con una linea transparente, relleno de un liquido azul donde flotaba una pequeña pelota blanca que parecia oscilar de un lado a otro- Me confeso que este era un indicador de actividad magica y a fe mia que durante años he podido confirmarlo. Pero jamas se habia comportado asi, hasta los corceles lo notan, pasa desde hace dias -tomo el cilindro y devolvio a su lugar entre sus ropas- me gustaria saber si vosotros habeis sentido algo, temo que la caravana este en peligro, ya hemos visto algunos seres entre las sombras asechando nuestro rastro-

-¿sabeis cual es la carga que transporta el honorable Zefat? -pregunto Salomón ante la lo cual Urriel enarco las cejas-

-El honorable Zefat me ha jurado que su cargamento se limita a documentos del clero- insistio Urriel-

-Comprendo... entonces debe haber otra causa- dijo para sorpresa de Eleanora que le siguio el juego asintiendo- Pero mientras investigo puedo ayudarle con los corceles-

-¿puede conjurarles para que se tranquilicen? -le pregunto interesado- hemos doblado la cantidad de droga pero siguen nerviosos-

-algo parecido -contesto Salomon indicandole que le siguiera hacia el exterior donde llegaron junto a los enormes corceles que cabritaron contra las correas- Quitadles las mascaras -ordeno a Geldern que esperaba junto a Urriel-

-Pero si lo hacemos y la droga se disipa de su sangre, escaparan y tendremos suerte si no nos matan antes- musito nervioso Geldern-

-!Has lo que te dice Geldern!- dijo Urriel, el experimentado caravanero habia decidio confiar en el mago-

Pese a las protestas de Geldern, entre el y Eleanora quitaron las mascaras de gas a los corceles y desataron de sus costados los pesados tanques del polvo de estrella. Cuando quito la ultima correa el joven se alejo varios pasos. Los animales abrieron sus ojos y respiraron con fuerza, sus enormes pechos se tomaron una y otra vez aire puro sin la droga que tantos años habian tomado. Sus ojos ambarinos recobraban poco a poco el brillo de antaño. La fuerza volvio a sus musculos y pisotearon la hierba pletoricos.

Salomon alargo las manos y murmuro una suave letania, las mandibulas de los corceles centellearon a escasos centimetros de su rostro. Sin inmutarse continuo con la letania que he hizo mas ritmica y profunda. Las bestias se detuvieron poco a poco y se postraron ante Salomon sobre sus patas delanteras, sus largas lenguas lamieron el rostro de Salomon que con un gesto indico al asombrado Urriel que se acercase. Cuando estuvo a su lado las bestias le miraron con furia y chasquearon sus mandibulas pero Salomon las hizo callar con una caricia. Se giro hacia Urriel y le pedio que extiende la palma de la mano donde con una pequeña daga le realizo un corte que comenzo a sangrar. Tomo la mano sangrante y la acerco al rosto de los corceles reptilianos, estos olieron la sangre y la lamieron delicadamente. Parecieron saborearla mientras el mago les recitaba una ultima plegaria en forma de susurro.

-Hecho -concluyo Salomon mirando a Urriel mientras palmeaba el cuello de uno de los reptiles- Ahora sois hermanos -exclamo ante la cara atonita de Urriel, tomo su mano y la llevo al cuello del corcel ante su asombro- te obedecera hasta la muerte, pero has hecho un pacto de sangre con el, por tu honor debes jurar que jamas les abandonaras ni maltraras-

-¡Lo juro por mi honor y por mi sangre!- exclamó Urriel llevandose la mano ensagrentada a su frente, el mago le sonrio y le palmeo el hombro dejandolo con solo con los reptiles que comenzaron a lamerle el rostro juguetones-

-No has hecho magia... al menos ninguna que haya podido sentir-le susurro Elanora cuando llego a su lado- ¿les has hablado y convencido?-

-Realmente no... - juntos caminaron hacia el segundo vagon- solo les he susurrado una cancion de cuna para calmarles y luego he simulado el rito de su especie por el cual el macho dominante impone su ley ante los mas debiles, este vinculo dura de por vida y les queda marcado en la mente, nuestras dos especies convivieron durante muchos años y se respetaban pero el uso de esa maldita droga libero a los humanos de su juramento que cayo en el olvido...-

-Sientes predileccion por esas criaturas...- musito Elenaora- ¿o es que te sientes protector de toda criatura viviente?- por toda respuesta el le guiño un ojo- como quieras... -sentencio ella comprendiendo que por mucho que le preguntara no obtendria una respuesta clara- ¿pero que vamos a hacer con lo importante?, ¿como le robaremos la joya a Zefat?-

-No se la robaremos, nos lo entregara el mismo – sentencio con una sonrisa-

-!Señora! -grito el pequeño tolakie mientras saltaba del vagon y corria hacia Eleanora que lo recbio con los brazos abiertos y lo abrazo con fuerzas- Señora cuidado me aplasta-

-Tonto tonto -musito ella abrazandolo con fuerza- como vuelvas a jugar con cosas raras me enfadaré muchisimo- con un gemido pronuncio las palabras que sentia pero que se habia negado a decir durante tanto tiempo- Hijo mio...- El pequeño troll sonrio de la forma mas intensa que recordaba y se abrazo a ella gimiendo como el niño que realmente era-

-¿y este cambio?-musito Medardo que se asomaba desde el vagon, dirigio su atencion a Salomon que habia subido junto a el- ¿ha pasado algo?-

-Ya habra tiempo para explicacion, nesecito tu ayuda Medardo- dijo en el tono de voz que no admite discuciones-

Horas mas tarde, el dia estaba cercano a su final. Menardo se rasco los ojos preocupado y volvio a exponer sus dudas. A su lado Salomon parecia meditar cada parte del plan y la mujer que ahora sabia que realmente se llamana Eleanora acariaba el pelo ensortisado del pequeño troll dormido en una de los ansientos.

-No creo que salga bien- musito acariciandose su sienes- ¿estais seguros de querer llevarlo a cabo?-

-A mi me parece un plan fantastico -exclamo Eleanora- va a salir bien-

-entonces... ¡vamos alla!- dijo resgignado- salgo o no salga bien nos vamos divertir-


El ruido del exterios saco de sus pensamientos al clerigo que acariciaba la dorada caja con ojos abiertos. Soñando con todo el poder que consiguiria gracias a el. El ruido se hizo mas intenso y se unieron a el lastimeros grito atrajo su atencion corriendo la cortina para veer que pasaba. Comtempló aterrorizado como las bestias de tiro se habian soltado y atacaban a sus mercenariso derribandolos de sus monturas. Corrio a un baul de la habitacion y tomo dos ballestas, una en cada mano para enfrentarse al peligro. Pero una vez que abrio la puerta se encontro el paramo desierto, no podia veer nada alrededor de su vagon, tomo la caja dorada y huyo con ella atraves del bosque buscando refugio, temiendo que las bestias volvieran a por el, tras correr durante horas se vio en callejón sin salida, del mismo bosque surjio la figura de un fornido GreenBloth.

-Devuelve el corazon sagrado o sufriras mi ira... - dijo el joven alargando sus garras para cogerlo-

El sacerdote trato de huir pero el fornido GreenBloth le atratapaba con sus garras alla donde huyese. Con un espantoso grito desperto en el lecho de su vagon. Asustado y sudorozo. Se levanto y comprobo que la caja permanacia en su poder. Pero ya no era segura, lo sabia... ¿donde podria esconderla?, comenzo a pensar a darle vueltas y hayo la solucion. Llamo a un mercenario y juntos aprovecharon los ultimos momentos antes de la partida de la caravana para adentrarse unos metros en el bosque y esconder alli la caja. Orgulloso por su ingenio volvio a la caravana y se tumbo en su lecho. Sabiendo que aunque le registrasen no podrian encontrar la caja, y el volveria en la proxima caravana y lo recogeria.

-Ya esta... - exclamo menardo agotado sentandose junto a tolakie que con ojos brillantes saltaba de alegria- quien iva a pensar que caria en una trampa tan tonta-

-Fuiste muy habil para crear esa ilusion en tan poco tiempo -reconocio Eleanora palmeando el hombro del hombre-

-Pero el merito sin duda fue de este pequeño diablillo- contesto Menardo acariciando el cabello de Tolakie- te colaste por el techo mientras Eleanora y Salomon distraian a los guardia drogando sus monturas con polvo de entrella, poniendo la piedra en el pomo de la puerta, cuando fue abrirla por el escandolo el hechizo se activo y todo fue coser y cantar-

-¿lo ha recogido ya?- le pregunto Eleanora a Salomon que estaba asomado a la ventana escuchando el viento, se giro y asintio con una sonrisa-

-Ya marcha hacia su hogar donde repondra la joya en su lugar original- musito Salomon sentandose junto a los demas- hemos sido un buen equipo-

-Si pero aun me ha me ha quedado una pregunta sin respuesta-musito Eleanora mirando a Salomon de una forma muy comprensible-

-Tolki, ¿te apetece ir junto a Urriel y los corceles?- le susurro Menardo antes de cogerle por la cintura y llevarselo al vagon delantero con un guiño hacia sus dos compañeros que se quedaron solos en el vagon-

-Y dime... ¿que te quedaba por descubrir? - pregunto jugueton Salomon mientras le quitaba uno a uno los cierres de su traje y se embarcaban en un abrazo que no terminaria hasta el amanecer donde la mujer ya habria resuelto gran parte de sus dudas e imaginado muchas mas.
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