Lucen y lucen...
los destellos
del alma perdida
en la oscuridad.
Y despiertan
oníricas lágrimas,
vanas miradas,
colores sin nombre.
Mentiras disfrazadas
de versos de canción,
sin viento quietas,
el sosiego.
Lucen y lucen
en la oscuridad
los destellos
del alma perdida...
Y borran las
líneas cóncavas
de su alegre cara
de dulce muñeca.
Verdades vestidas,
de frases sinceras,
como ellas mismas puras,
al desnudo.
No se puede renacer,
ni volver a empezar,
sólo queda esperar
el fin...
De un destello intermitente,
en la oscura eternidad.