Esto se lo escribi a la chica que mas he querido en mi vida, el dia que hicimos un año juntos, por cosas de la vida cada uno sigue su camino por separado. Estaba mirando mis viejos escritos, y con ellos tantos recuerdos... jeje.
Una mañana de primavera como otra cualquiera, los rayos del sol entraron por mi ventana, impidiéndome continuar soñando un instante mas, feliz a la vez que un poco triste me desperté, pues era el sueño mas precioso que se puede imaginar, en el aparecía la mas bella chica que jamas hubiese visto, ella estaba conmigo, para mi, su misión parecía hacerme feliz.
Y en mi sueño ella me cuidaba, me daba mimos, cocinaba para mi, jugaba conmigo, acariciaba mi piel, me abrazaba, yo me sonrojaba, ella sonreía, y tímidamente me miraba.
Su sonrisa era perfecta, yo estaba deseando beber de sus labios, eran tan suaves, tan apetecibles, su mirada era de niña picara a la vez que buena, me hacia querer saber mas de ella, pero no habían palabras y solo nos mirábamos el uno al otro, era como si me conociera, como si supiera todo lo que me gusta, poco a poco me seducía, era tierna, era dulce, era tan delicada, tan frágil como un hada y era extremadamente preciosa, yo no tenia palabras.
Le gustaba jugar con mi pelo a la vez que acariciaba mi espalda, que me miraba a los ojos, y a la vez que me enamoraba, la verdad es que no hacían falta palabras, estábamos solos ella y yo, y todo lo demás sobraba, sus finas y pequeñas manos buscaban las mías y cuando las encontraba yo las apretaba fuerte como impidiendo que nos separaran, sin hacerle daño, pero con seguridad, ella se sentía protegida y parecía que le gustaba.
Así pasamos horas y horas, luego corrimos por el campo, nos hicimos cosquillas, la cogía en brazos aunque ella no quería. paseábamos juntos de la mano, todo era perfecto, pero llego un momento que no podíamos mas, tanto caminar, saltar, reír y jugar, nos había dejado sin fuerzas, estábamos agotados, en medio del campo bajo un árbol descansábamos un rato, de pronto ella vio dos pájaros muy bonitos que jugaban juntos al igual que nosotros, parecían una pareja, ella decía que eramos nosotros dos, y sin saber como ocurrió en ese mismo momento cruzamos nuestras miradas, que dieron paso a lo que fue un gran beso de enamorados, muchos besos le siguieron, para luego terminar jurándonos amor eterno.
Y los rayos del sol entraron por mi ventana, impidiéndome continuar soñando un instante mas. Ahora ya en el mundo real y dejando de soñar, cual es mi sorpresa al ver anonadado que la chica de mi sueño, yace a mi lado, comparte mi cama, reposa en mi pecho, comparte mi alma, y encima aparece en mis sueños.