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-Pesadilla (Nightmare)
Sueño que el viento me da en el rostro en un día maravilloso mientras surco el mar en un gran velero asta llegar a una cala particular. Atraco el velero y me bajo en el muelle. Pienso en que yo no tengo ni idea de manejar un velero y me quedo observando el velero. El cual amarrado como esta, parece seguir surcando el mar. Me fijo en el nombre del velero “EVA”. Hay me doy cuenta de que estoy soñando. Avanzo por el muelle asta unas escaleras talladas en la piedra de un precipicio que suben asta una casa. Me encuentro al lado de una cerca y de frente de una linda casita la cual tiene unas tejas de color ocre. Abro la verja de la cerca y veo como un enorme pastor alemán se me acerca a grandes zancadas. En un principio me asusto, pero me doy cuenta que no tiene malas intenciones. Le acaricio mientras salta a mi alrededor y como por arte de magia me viene a la cabeza su nombre “Erbi”. Cuando le digo su nombre se alegra mas y me salta encima lamiéndome el rostro. Le lanzo un palo para deshacerme de el y me acerco a la casa. Mientras voy andando por el césped cortado de manera perfecta, mis dotes de prestidigitador van en aumento. En mi mano derecha de la nada aparece una llave y del suelo empiezan a surgir cientos de aspersores que empiezan a soltar agua que a la vez que riegan el césped, me riegan a mi. Corro hacia la casa mientras me rió para mis adentros por lo absurdo de la situación y con la llave aparecida de la nada, supongo dentro de la lógica de los sueños, que abre la puerta de la casa. Entro en la casa. Me hallo ante un enorme recibidor. La escalera y la puerta mas cercana parecen estar a cien metros de distancia la una de la otra. Esto me extraña pues la casa no me parece una mansión y menos un castillo vista desde afuera. Salgo a mirar la casa para cerciorarme de mi primera impresión no es la correcta. Un ruido de coche me desvía mi atención. Un cuatro por cuatro se acerca asta la casa. Al volante esta Eva. Que sueño mas perfecto pienso “la chica de mis sueños en mi sueño”. Para el coche al lado de mi, a la vez que se baja Eva, de las puertas traseras bajan “dos niños” supongo que serán nuestros hijos, todo no puede ser perfecto.
-¿Qué tal Sebastián?- me pregunta Eva mientras saca las bolsas de compra del maletero.
-¿Cómo que Sebastián?- le digo contrariado pues yo no me llamo Sebastián.
-¿ Sebastián pero que estas diciendo? Ya estas diciendo tonterías.- Me mira con seriedad mi mujer. No me preguntéis como pero de repente se que estamos casados.
-Tonterías las tuyas. ya esta bien, ¡Que yo no me llamo Sebastián!.- le repito. Mis hijos entran en la casa. Mientras ella lleva las bolsas de la compra dentro de la casa y me dice dándose la vuelta.
- Sebastián, deja de hacer el imbecil y coge las bolsas de la compra que quedan el coche.-mientras entra en la casa la oigo por lo bajo decir “me tuve que casar con un subnormal”.
Me callo y me dispongo a coger las bolsas de la compra del maletero cuando me fijo en mi reflejo proyectado sobre las ventanas del coche. Entonces agacho la cabeza y en el espejo retrovisor del coche puedo ver mi rostro de manera nítida y clara.
-¡Dios santo soy el gilipollas de Sebastián!- acto seguido despierto.
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by #41