Luego de que han llegado todos, han empezado a jugar, usando Halo en modo mutiplayer, lo que ha durado casi tres horas, ganando la partida Arima luego de un gran combate contra Ranma...ganando la posición de avanzada; luego Keitaro preguntó como pasar una etapa en Splinter Cell y llegaron a las últimas, y finalmente han terminado jugando KOF 2000 tanto en DC como en PS2 hasta altas horas de la noche...
-Ha sido una gran velada, no?
-Chiii!
-Claro!
-Formidable!
-Otra, otra, otra!
Y en eso suena el teléfono:
-Alo, con quién hablo?-Preguntó Keitaro
-Estará Ranma?-Era una voz de mujer...
-Sí, soy yo. Akane? Hola, como están todos por allá?-No puedo dejar de saludarles, más que mal viví casi cinco años allá-QUE QUÉÉÉÉÉÉÉ???!!! No...puede ser...Kuno ha...?
-Sí, murió de un ataque al corazón mientras practicaba...Habrá que despedirse...
-Claro, no faltaba más...
Y así llegó ese día. Kodachi lloraba amargamente sobre el féretro de su hermano vestida con un traje negro de seda, mientras todos ellos les llegaban a dar las condolencias...era un día gris, las nubes declaraban el estado de lluvia en cualquier momento, mientras ella depositaba flores negras en el lugar de descanso definitivo para su hermano...pareciá que todo se iba a detener en esa coloración sepia mientras los árboles parecen estar rezando al cielo para que esa alma se vaya en paz...
-Bueno, me marcho. -Decía Ranma a una desesperada Akane, llorando ante esta situación. Tú sabes que Ukyo me espera, así que no quiero dilatar más este asunto, y dile a tu papá que el Dojo queda a buenas manos contigo, que no necesitas de nadie...
-Me duele que te vayas, no quiero! Te amo! Eso ya no significa nada para tí?
-No, ya no ya. Si hubiese sido antes de que acabase todo cuando nos escapamos, seguro que sí, pero...ya no hay marcha atrás...y ya no tengo mi problema, así que puedo hacer feliz a cualquiera que me ame, y de la que esté enamorado, que es Ukyo. Pasé tantas cosas aquí, pero ya es hora de que siga mi camino, pero vendré a visitar las tumbas de Kuno y de mi padre, que aunque haya sido como fuera como padre, era lo único que tenía como tal. Padre mío...y en eso, Ranma se fue, llorando amargamente, recordando a Genma, su padre, quien lo mira desde el cielo, y le dice:...no fue lo que quería, pero espero que seas feliz, hijo. sólo eso...
Al otro día, en la Residencia Hinata...
-Te gustó o no? Preguntaba desenfadadamente Arima a Motoko, ruborizada por completo.
-Pues claro que sí! Y eso significa que me he curado de mi fobia a los hombres, con lo que puedo estar contigo, no?
-Vaya, vaya! No esperaba eso de tí, Motoko. Ya no lo eres...-Hablaba Naru en tono burlesco...
-No, pero estoy con él. Te amo! Y le dio un beso enorme en los labios, sellando así un pacto de amor...
-Eso! Que vale la pena luchar por él. Aunque, qué diría tu hermana si...
-No lo sé. Pero me siento capacitada para pelear contra ella si fuese el caso, así que sería directa. Nada de líos!
-Eso es lo que me gusta de tí, y el hecho de que haya sentido todo tu cuerpo me dan ganas de nuevo...
-Bueno, lo intentamos?
-Ejem...mejor os dejo solitos...Y ambos se sonrojaron al decir esas palabras, que luego, con los cisnes que vuelan en esa cama, verían su deseo hecho realidad...
-Ah! te llegó carta, es de Kioto.
-Motoko la lee y exclama: No puede ser!! Mi hermana quiere visitarme! Qué hago??
Arima exclama: Bien!!! Comienza mi plan...
Continuará...