En septiembre del año pasado Intel desveló sus
procesadores Core de octava generación con el debut de la gama Coffee Lake, una nueva hornada de chips caracterizada por el uso de núcleos de CPU Skylake con núcleos de GPU Kaby Lake. Estos chips no marcan un punto y aparte en la evolución de la familia Core, aunque llamaron la atención por incorporar cuatro cores en el relativamente prosaico i3, reforzando de forma muy efectiva la gama baja del fabricante. El mayor cambio llegó para los usuarios de una placa anterior. Tal y como ya se filtró antes de la presentación oficial, los procesadores…