Towerborne se ambienta en la Tierra salvaje, un mundo hostil donde el último símbolo de esperanza y seguridad tanto para lo que queda de la humanidad como para la Ciudad de los Números es el Campanario de Belfry. Más allá de las fronteras de la torre solo hay monstruos. Para enfrentarse a los desafíos de la Tierra salvaje los jugadores se pondrán en la piel de un As, un personaje que tras regresar del reino de los espíritus cuenta con la determinación y las habilidades necesarias para defender a los habitantes de Belfry.
Solo o en compañía, los jugadores de otros dos Ases, los jugadores deben explorar los alrededores del Campanario de Belfry con el objetivo de desterrar a los monstruos que acechan la torre. En Towerborne nunca se lucha solo. Los Ases pueden reclutar hasta acompañantes Umbra para que se unan a ellos en la batalla y así acceder a mejoras de habilidades y talentos únicos asociados a cada espíritu. Una vez completada la misión, toca regresar a Belfry para mejorar el equipo y entregar misiones.
"Towerborne está diseñado pensando en las elecciones de los jugadores. Crea tu As con opciones para personalizar tu apariencia, equipo y armas", explica Stoic. "Cambia tu experiencia de juego general en cualquier momento al cambiar tu nivel de peligro conforme te aventures en la Tierra salvaje". Los jugadores se encontrarán con un arsenal compuesto por armas con movimientos especiales que se dividen en cuatro estilos: garrotes de guerra, guanteletes, dagas dobles y espadas con escudos. La combinación corre al gusto de cada uno. Se trata de un título muy rejugable y mucho más colorido que Banner Saga.
El mapa del mundo de Towerborne promete estar en constante evolución y expansión gracias a las temporadas. Las temporadas siguen la historia del Campanario de Belfry, añadiendo nuevos enemigos, regiones y habilidades.