The Chinese Room vuelve a ser una compañía independiente después de cortar amarras con Sumo Group, que adquirió el estudio británico en 2018. El nuevo dueño de The Chinese Room es el equipo directivo actual con el apoyo de Hiro Capital, un fondo de capital riesgo centrado en los videojuegos. Se desconoce el montante de la operación. Sí ha trascendido que la compañía tiene entre manos dos nuevas propiedades intelectuales que se suman al desarrollo de Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2.
Posiblemente The Chinese Room haya abandonado Sumo Group para sobrevivir. Cuando en 2021 Tencent compró Sumo Group por 1.270 millones de dólares, la compañía tenía más de 40 proyectos en marcha y todo parecía ir muy bien, pero en 2024 la cosa se empezó a torcer con una reestructuración que se llevó por delante a unos 250 empleados, el 15 % de la plantilla. El pasado febrero Sumo Group anunció un cambio de estrategia que consiste en dejar de desarrollar propiedades intelectuales propias para trabajar exclusivamente en proyectos de terceros. The Chinese Room no encaja en esta planificación.
The Chinese Room es una compañía conocida por sacar adelante muchas propiedades intelectuales nuevas y propias, incluyendo Dear Esther, Everybody's Gone to the Rapture, Little Orpheus y Still Wakes the Deep. En su currículum solo hay dos secuelas, Amnesia: A Machine for Pigs y Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2, pero en ambos casos trabajaron para un tercero y no participaron en la primera entrega. Hablando de Bloodlines 2, el equipo de desarrollo ha comentado hoy mismo que su lanzamiento sigue previsto para octubre.
Actualmente The Chinese Room sigue trabajando en Bloodlines 2 para Paradox Interactive y en dos nuevas propiedades intelectuales que aún deben ser presentadas. Como compañía independiente la misión es seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, que no es otra cosa que desarrollar juegos propios y asociarse con un tercero si el proyecto se ajusta a su visión. Con este movimiento The Chinese Room se convierte en un estudio más que gana su independencia a través de un fondo de capital riesgo. En la misma lista tenemos a Relic Entertainment (Company of Heroes, Dawn of War) y Jagex (RuneScape).
Posiblemente The Chinese Room haya abandonado Sumo Group para sobrevivir. Cuando en 2021 Tencent compró Sumo Group por 1.270 millones de dólares, la compañía tenía más de 40 proyectos en marcha y todo parecía ir muy bien, pero en 2024 la cosa se empezó a torcer con una reestructuración que se llevó por delante a unos 250 empleados, el 15 % de la plantilla. El pasado febrero Sumo Group anunció un cambio de estrategia que consiste en dejar de desarrollar propiedades intelectuales propias para trabajar exclusivamente en proyectos de terceros. The Chinese Room no encaja en esta planificación.
The Chinese Room es una compañía conocida por sacar adelante muchas propiedades intelectuales nuevas y propias, incluyendo Dear Esther, Everybody's Gone to the Rapture, Little Orpheus y Still Wakes the Deep. En su currículum solo hay dos secuelas, Amnesia: A Machine for Pigs y Vampire: The Masquerade – Bloodlines 2, pero en ambos casos trabajaron para un tercero y no participaron en la primera entrega. Hablando de Bloodlines 2, el equipo de desarrollo ha comentado hoy mismo que su lanzamiento sigue previsto para octubre.
Actualmente The Chinese Room sigue trabajando en Bloodlines 2 para Paradox Interactive y en dos nuevas propiedades intelectuales que aún deben ser presentadas. Como compañía independiente la misión es seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, que no es otra cosa que desarrollar juegos propios y asociarse con un tercero si el proyecto se ajusta a su visión. Con este movimiento The Chinese Room se convierte en un estudio más que gana su independencia a través de un fondo de capital riesgo. En la misma lista tenemos a Relic Entertainment (Company of Heroes, Dawn of War) y Jagex (RuneScape).
El DLC lo tengo pendiente pero igual en pasar el verano me lo compro.
Conviene recordar que The Chinese Room no es el estudio que empezó a desarrollar Bloodlines 2. Si están ahora con el juego es porque acudieron a la llamada de auxilio de Paradox para intentar arreglar un juego que, en palabras del CEO de Paradox, estuvo al borde de la cancelación. De todas formas, no sé qué se espera a estas alturas de un juego que ha pasado por penurias durante no sé cuántos años de desarrollo. Con que el juegue funcione bien y sea disfrutable yo creo que ya estaría bien (vamos, como pasó con Dead Island 2).
Porque llevamos una racha de marrones tremenda...