Empezamos con la historia de Tempest Rising, que transporta a los jugadores a un 1997 alternativo donde la Crisis de los Misiles de Cuba derivó en una catástrofe nuclear global. Tras la devastación aparece una una extraña enredadera roja conocida como Tempest que se extiende por todo el mundo, cambiando el curso de la historia y despertando a los Veti, una antigua raza que yacía aletargada. La campaña de Tempest Rising se vivirá al frente de dos facciones enfrentadas: las Global Defense Forces (GDF) y la Tempest Dynasty (DYN), cada una de las cuales tiene su propia campaña, economía y estilo de juego propio.
La música original corre a cargo del compositor Frank Klepacki (Command & Conquer).
Las Global Defense Forces son el resultado de la unión entre Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental, y se trata de una facción que destaca por unas avanzadas fuerzas con tecnología punta y gran movilidad, así como por la guerra de la información y un enfoque táctico. Su rival, la Tempest Dynasty, es una facción formada por países de Europa del Este y Asia que se especializa en el control de los mapas y una estrategia de riesgo-recompensa. La Tempest Dynasty no duda en recibir un golpe si esto le permite devolver dos a sus enemigos.
En el momento del lanzamiento Tempest Rising tendrá como facciones jugables a las GDF y la DYN, y el compromiso es añadir una tercera más adelante. El objetivo de todos los implicados en el conflicto pasa por controlar el Tempest y dominar el mundo. Cada facción tiene una campaña con 11 misiones y también pueden participar de los modos multijugador competitivos o escaramuzas contra la IA. El multijugador suma un total de 9 mapas diferentes donde hasta cuatro jugadores pueden formar equipos o enfrentarse entre ellos.
La clave para conseguir la victoria en Tempest Rising pasa por la capacidad que tenga el jugador de gestionar y controlar el Tempest. También hay que crear un ejército y defender la base inicial. La expansión de ambos dependerá de los recursos que se puedan reunir, lo que terminará llevando a un conflicto para controlar el mapa. Cada facción se juega de forma asimétrica y además de un estilo propio cuentan con varios especialistas.
