La SGAE no es la única en querer pillar cacho de los cd-r, esta vez ha sido Philips la que ha denunciado a varias compañías taiwanesas por producir y exportar cd-r sin pagarles las patentes requeridas. Ya han ganado un juicio contra Princo en la que el juez dictaminó que esta compañía está produciendo y vendiendo ilegalmente sus discos, y ahora están de nuevo con juicios en USA. Probablemente continuen también por el resto de paises, lo que no sabemos es si Princo tendrá que detener su exportación, pagar una multa, o en cambio seguirá como hasta ahora pasando de todo (incluido de los controles mínimos de calidad

).