Tal y como cuentan los responsables de la investigación, compraron una Xbox 360 refurbished a un distribuidor autorizado y usando herramientas convencionales consiguieron acceder a archivos y carpetas hasta llegar a identificar el anterior propietario de la consola, consiguiendo incluso el numero de su tarjeta de crédito. Según ellos sustraer esta información sería fácil para modders y hackers.
Microsoft ya se ha puesto en contacto con estos investigadores para conocer de cerca el caso, aunque Jim Alkove, General Manager of Security of Interactive Entertainment Business, duda del método utilizado para sacar la información puesto que según el Xbox 360 no está diseñada para almacenar de forma local los datos de la tarjeta de crédito.