En Australia están empezando a instalar en algunas tiendas máquinas copiadoras de cds, las cuales permiten a cualquier persona duplicar sus cds simplemente introduciéndolos en la máquina y metiendo el dinero correspondiente. En 10 minutos la copia está lista, y según dicen es capaz de evitar las últimas protecciones anticopia, ¿llevará instalado el CloneCD?
Como era de esperar la industria musical ha protestado enérgicamente, afirmando que es
moralmente reprensible y devastador para la industria discográfica, pero lo cierto es que estas máquinas se amparan en la misma legislación que las fotocopiadoras públicas, donde toda la responsabilidad por posibles infracciones de copyright recae sobre el usuario.