321 Studios, compañía norteamericana que desarrollaba y vendía varios programas para la realización de copias de seguridad de DVD-Video, ha
tirado la toalla en su lucha legal contra Hollywood. Tras varias decisiones judiciales en su contra y un acoso constante de la industria cinematrográfica, se ha visto forzada a cesar todas sus actividades y eliminar sus productos del mercado. Quizá sus programas no fueran los mejores, pero su valentía en la defensa del uso legal de este tipo de software era admirable.