* El Gobierno quiere que los inmigrantes cobren de golpe el paro para que regresen
* Los sindicatos piden que se les devuelvan las cotizaciones a la Seguridad Social
* La OIM acompaña el retorno con microcréditos para que monten negocios en sus países
Volver a empezar es caro. Muchos inmigrantes ya han visto asomarse las orejas de la crisis económica a sus bolsillos y se plantean regresar a su país, pero: ¿se puede comenzar una nueva vida con 5.400 euros en el bolsillo?
El Ministerio de Trabajo ha ideado una nueva fórmula para facilitar el retorno de los extranjeros y, de paso, disminuir la lista de parados: que los inmigrantes puedan acumular las prestaciones de desempleo y cobrarlas de golpe, en lugar de recibirlas mes a mes.
La propuesta ha sido recibida con cautela por sindicatos y ONG, que la consideran insuficiente si no va acompañada de un programa asistido o de ayudas extra para que los inmigrantes puedan invertir ese dinero en pequeños negocios en sus países.
Según los cálculos de las centrales sindicales, los extranjeros podrán cobrar una media de seis meses de desempleo, así que, poniéndonos en el mejor de los casos, un empleado que cobre de paro unos 900 euros al mes durante medio año podrá juntar 5.400 euros.
Entre la economía regular y la sumergida
Los inmigrantes, debido a su alta tasa de temporalidad, tienen derecho a una escasa capitalización y, por tanto, podrán acumular poco dinero, según asegura Lola Liceras, secretaria de Empleo de Comisiones Obreras. "Son trabajadores que han rotado mucho entre la economía regular y la sumergida y su capitalización va a ser pequeña. Además, los extranjeros que reciben prestaciones de desempleo son los que llevan más tiempo en España y han hecho un mayor esfuerzo por integrarse", explica Liceras.
El Gobierno tiene previsto aprobar el documento con el fin de facilitar el retorno de los inmigrantes en el mes de julio. Para poner en marcha la propuesta del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, es necesario modificar la normativa.
En la actualidad, sólo se permite acumular las prestaciones de desempleo a los trabajadores para que constituyan cooperativas o se den de alta como autónomos. El INEM concede a los parados el 40% de su prestación en efectivo y otro 60% se lo paga a la Seguridad Social en concepto de sus cotizaciones como autónomos.
Para el secretario de Inmigración de UGT en Cataluña, Abdelkader Aslimani, la propuesta del Ejecutivo es insuficiente, puesto que sólo se está dando a los inmigrantes el dinero que les corresponde, sin ninguna ayuda extra: "No es una medida eficaz y no va a influir en el retorno de los inmigrantes. Si les dan el dinero de golpe, los inmigrantes van a volver al cabo de un mes", afirma Aslimani.
Este dirigente sindical considera que el Ejecutivo también debería devolver a los inmigrantes las cotizaciones a la Seguridad Social, puesto que si se marchan a sus países ya no tendrían derecho a cobrar la jubilación.
Ante la crisis económica, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) está recibiendo una gran avalancha de peticiones de inmigrantes que desean volver a sus países, pero muchas de ellas no las pueden atender por falta de financiación.
Desde que este organismo comenzó a trabajar en España en el año 2003, un total de 2.844 extranjeros han retornado a sus países bajo su paraguas. La OIM tiene firmados convenios con el Ministerio de Trabajo, la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Valencia y la Comunidad de Madrid y para este año cuenta con 815 plazas.
Los inmigrantes pueden optar a dos programas: uno básico, que les proporciona un billete de vuelta, más 450 euros en el bolsillo, y otro más ambicioso, que además del pasaje, les facilita 1.500 euros para que monten empresas en sus países.
Este dinero no se concede directamente al inmigrante sino que lo gestionan las oficinas de la OIM en los países de origen, que supervisan la marcha de los negocios (locutorios, taxis, locales de comida o viveros). De esta forma, tienen una nueva oportunidad para empezar de cero en el país que les vio nacer.
Fuente: elmundo
Yo creo que es una buena iniciativa, creo recordar que en una encuesta realizada recientemente el 70% de los extranjeros en España trabajan en la construcción y en su mayoría proceden de América Latina y que los inmigrantes que cobran del paro ya han aumentado a 56% este año 2008.
Aprovechando que en España se habla español, que la economía iba muy bien y había mucho trabajo en la construcción y n ohacía falta tener estudios para poder trabajar en esto, pues se produjo un boom masivo de inmigrantes dispuestos a trabajar para ahorrar dinero y en muchos casos hasta se compraron una vivienda hipotecandola a 20, 30 ó 40 años y ahora que hay tanto paro y se ha producido una crisis económica en España, hay un problemon de los gordos.
La mayoría de extranjeros llegaron a España para mejorar su calidad de vida y resulta que ahora viven peor que cuando vivían en su país, que hay que decir, que muchos tenían trabajo en su país y lo dejaron todo para venir a España. *
Yo creo que a partir de ahora deberían de venir extranjeros si, pero gente con estudios y realmente preparada profesionalmente que hiciera falta en diversos campos u oficios. Tal y como hace EEUU y otros paises, que cogen gente de todo el mundo sin importar su nacionalidad o color de piel pero que realmente son muy buenos en lo suyo. Gente con carrera y varios idiomas y que realmente ayudan a potenciar las empresas y por tanto al país. De esta manera se beneficiaría España.
Partiendo de que todo el mundo es un ser humano y todo el mundo tiene derecho a trabajar, ¿qué opináis vosotros al respecto?
Que os veo venir...

* añado a la noticia esto que viene a cuento con lo que comentaba.
Dos de cada tres extranjeros que llegaron a España en los últimos años trabajaban en su país y decidieron emigrar para tener mejor calidad de vida, según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgada hoy.
El sondeo precisa que el 64,9 por ciento de los inmigrantes estaba trabajando en su país de origen antes de venir a España, de los cuales el 53,7 por ciento era asalariado y el 11,2 por ciento era autónomo o empresario antes de viajar.
La Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI) de 2007 aborda esta cuestión por primera vez y apunta también como aspecto destacado que actualmente hay 2,16 millones de hogares en los que al menos uno de sus miembros de 16 o más años ha nacido fuera de España.
Otro hecho que da una idea de la transformación social que ha supuesto la inmigración en los últimos 15 años en España, un país históricamente de emigrantes, es que 1 de cada 4 extranjeros que se han casado en España lo ha hecho con un ciudadano español.
El objetivo de la encuesta, explicó el INE en un comunicado, es "establecer una primera amplia panorámica de los inmigrantes residentes, sin distinción de colectivos de origen", y no persigue estimar su número actual, sino "sus estructuras y comportamientos".
España ha experimentado un intenso incremento de la inmigración en los últimos años, debido en parte a la pujanza económica del país y los lazos geográficos e históricos con regiones del mundo en crisis, como el Magreb y América Latina.
En 1995 vivían en España 39,2 millones de personas, de las cuales sólo 500.000 eran extranjeras (algo más del 1 por ciento).
Actualmente, según el avance del Padrón Municipal publicado en junio de 2007 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población en España es de 45,1 millones personas, de las cuales el 4,48 millones son extranjeras (rozando el 10 por ciento).
La imagen de la inmigración ha sido en buena parte las frágiles embarcaciones que llegaban a las costas del sur de la península Ibérica y de las islas Canarias cargadas de ciudadanos africanos.
Pero el informe publicado hoy por el INE certifica que esa vía de entrada al "sueño europeo" sólo representa el 1 por ciento del total, frente a los cientos de miles de extranjeros, sobre todo latinoamericanos, que han llegado en avión (un 62,7 por ciento).
Otra característica significativa de los emigrantes que eligen España como destino es que no han pasado por otros Estados en el proceso, ya que casi 9 de cada 10 inmigrantes que han llegado al territorio español iniciaron el viaje en su país de origen.
Del impacto de la inmigración dio cuenta también este miércoles una encuesta de la patronal de las compañías de seguros (UNESPA), que expone que el 70 por ciento de los inmigrantes latinoamericanos que residen en España tiene la intención de quedarse en el país.
El sondeo, realizado entre extranjeros con más de dos años de residencia en la región de Madrid (con una alta tasa de población extranjera), revela también que este deseo de permanencia se topa con obstáculos como el desempleo o los ingresos.
Casi uno de cada cinco encuestados no tiene trabajo y casi la mitad asegura ganar menos de 1.000 euros al mes (unos 1.570 dólares al cambio actual), lo cual no impide que la misma proporción envíe dinero a sus familias en sus países de procedencia.
El 44% de los encuestados ocupa un puesto fijo de trabajo, el 26% tiene un empleo temporal (un tercio en el caso de los latinoamericanos) y el 11% es autónomo, un porcentaje que casi se triplica en el caso de los inmigrantes asiáticos.
Como muestra del deseo de permanencia, el 37,2% de los extranjeros está ahorrando para la jubilación, un porcentaje superior al de los españoles, entre los que los latinoamericanos figuran como los más previsores.