Buenos días a todos y todas
Quería expresaros los resultados de un pequeño análisis sociológico. Sin querer en ningún momento hacer apología a ningún tipo de drogas, he aquí los resultados de mis observaciones. Que conste que este texto es meramente analítico.
THC y conductas primitivas
Escenario: Sábado o viernes noche, un grupo de amigos en el que me incluyo salimos como cada fin de semana con el objetivo de “
pasarlo bien”. Hacemos el archipopular botellón. Dependiendo de la economía puntual este se sustenta a base de “
Negrita” o “
Cacique” y en raras ocasiones “
Legendario” o “
Pampero”. Al principio el comportamiento es cuerdo con tendencia pesimista. A medida que el alcohol incide en nuestro organismo la noche se va calentando, es entonces, cuando alguien descubre su sorpresa. Tiene “
porros”.
Esa persona recibe repentinamente un torrente de atención de carácter gratificante y acto seguido se decide en común quien lo liará. En esta frase aun prima el interés del grupo y en general se seleccionará al sujeto con mayor habilidad en el liado. El elegido, raramente se quejará, ya que hay una ley no escrita que dice que aquel que lo lía tiene derecho a las primeras caladas.
Las conductas en esta fase son extraordinarias. De repente, el circulo de personas medianamente abierto se cierra alrededor del sujeto liador. Estos tienden a hacer intentos de mantener conversaciones ajenas al “
porro”, buscando un puesto de preferencia en la lista que a continuación se debatirá.
Algunos no aguantan mucho, y enseguida dejan ver sus verdaderos propósitos. Empieza la asignación cronológica. “
Yo voy segundo que he puesto el papel”, “
no tio, yo voy segundo”… al final, y ante las expectativas, tienden a decir, “
bueno, que él decida”.
La conducta primitiva ya es patente, buscar el favoritismo y conversación de la persona portadora es solo un intento de imponerse a los demás. Pero el paso más claro viene a continuación.
Es a la hora de pasar el “
porro” cuando el grupo de personas entran en conducta animal. He observado exactamente el mismo comportamiento en las gaviotas de la película “
Buscando a Nemo”:
[img]http://www.labutaca.net/51sansebastian/buscando/nemo17.jpg"[/img]
todos abren los ojos como platos y dicen sistemáticamente “
mio, mio, mio, mio, mio” o “
para mi, eh eh eh”, “
yo, yo, yo, yo”.
El coro hace mutis una vez abandonada la posesión de la obra. En este punto el interés general pasa al nuevo portador. A la gente ahora, le importa un pepino lo que el liador pueda decir, su atención está plenamente centrada en su sucesor.
Finalmente, el “
chustero” (el que se fuma la chusta babeada por el resto y en general, ultimo en el peldaño social del grupo) acaba con el cilindro no sin antes preguntar “
¿lo tiro ya?”
Empieza la fase más primitiva de todas. La escasa comida se convierte ahora en el bien más preciado. He observado los siguientes patrones:
Sujeto callado y alejado del grupo:
En general, guardan comida, y están comiéndosela a “cara perro” intentando llamar lo menos posible la atención. Suelen ocultarse detrás de coches cercanos o sentarse en sentido contrario al resto del grupo.
Sujeto violento:
Estos no ocultan la posesión de comida, pero reaccionan de manera violenta ante cualquier acercamiento. Si les prometes que no les vas a pedir, puedes intentar una aproximación, pero no es recomendable, ya que le podemos producir algún tipo de complicación digestiva al estar sometiéndolos a cierta presión presencial.
Sujeto amistoso:
De manera extraña, algunos comparten “parte” de su comida. Pero la fracción es tan nimia que pese a sus intenciones benévolas no podemos evitar sentir odio hacia él.
En esta fase las personas evitan la comunicación, en comparación con el medio natural, podemos aludir a una manada de leones en la sabana. Todos yacen esparcidos por el lugar de encuentro, con la atención puesta en sus comidas, sin importante nada de lo que le rodea.
Mi pregunta es, ¿os ocurre lo mismo o es que mis colegas son especialmente animales?
Nota: Si alguien considera inoportuno el post avise a un moderador para su pertinente chapado.
Un saludo.