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La sentencia establece que este martes 5 un pelotón de fusilamiento ejecute a seis de los condenados y que el supuesto líder de la banda sea crucificado. Aministía Internaciona denuncia irregularidades en el procedimiento judicial, los jóvenes pudieron ser torturados hasta la confesión del delito.
Siete jóvenes de Arabia Saudí serán ejecutados el próximo martes 5 de marzo, acusados de robar con fuerza algunas joyerías del país, según informa Amnistía Internacional.
Amnistía Internacional señala que los siete habían sido detenidos a principios de 2006, cuando apenas tenían 13 años y afirman que, durante su interrogatorio en el Departamento de Investigaciones Criminales de Abha, les propinaron fuertes palizas, les negaron la comida y el agua, les impidieron dormir, los tuvieron 14 horas seguidas de pie y los obligaron a firmar "confesiones". Estuvieron tres años y medio recluidos en la prisión general de Abha antes de ser juzgados.
Si nada lo remedia, los jóvenes serán ejecutados ya que el rey de Arabia Saudí ratificó la sentencia en el mes de febrero. La sentencia establece que un pelotón de fusilamiento ejecute a seis de los condenados mientras que el supuesto líder de la banda será sometido a la crucifixión.
Sin embargo, activistas pro derechos humanos denuncian las circunstancias en torno al juicio de estos jóvenes que podrían haber sido torturados hasta la confesión del delito. Así Mohammad Al-Qahtani, miembro fundador y director de la Asociación por los Derechos Civiles y Políticos en Arabia Saudí, denuncia a través de twitter estas irregularidades.
El Tribunal General Abha condenó a pena de muerte a los siete jóvenes por robo a mano armada en agosto de 2009. El juicio duró pocas horas y se les negó cualquier representación legal o apelación. Los oficiales de seguridad que estuvieron presentes en el juicio fueron advirtidos de que si ellos retiraban sus "confesiones", los jóvenes serían torturado de nuevo y los miembros de sus familias serían encarcelados y torturado frente a ellos.
Arabia Saudita tiene una de las tasas más altas de ejecución en el mundo; habrían ejecutado a almenos 1.938 personas entre 1985 y 2012. En lo que va de año, al menos 17 personas han recibido esta pena. Las autoridades saudíes aplican la pena de muerte por una amplia variedad de delitos que no cumplen con los estándares internacionales mínimos para la pena capital; incluyen robo a mano armada, tráfico de drogas, así como la apostasía (no penalizada por las normas internacionales) .
Arabia Saudí continúa condenando a muerte y ejecutando a personas por delitos cometidos cuando eran menores de 18 años, en violación del derecho internacional. Los que se ejecutan normalmente son decapitados, a menudo en público. En ocasiones, el cuerpo del fallecido se crucifica separado de la cabeza en un poste en una plaza pública para que constituya un ejemplo disuasorio del delito en cuestión.
MikeFg escribió:Ellos deciden como hacer sus leyes, la opinión de alguien con dos dedos de frente supongo que es de aberración absoluta, pero es lo que hay en paises así.
katxan escribió:¿Y si luego resulta que son inocentes? Recuerdo perfectamente que Dolores Vázquez sufrió durante años el mismo linchamiento mediático que todos estos que has nombrado y luego resultó que no tenía nada que ver en la muerte de Rocío Wanninckof (o como se escriba). Tardaron años en descubrir al auténtico asesino y mientras tanto a esta mujer le jodieron totalmente la vida. Ni te cuento ya si llega a haber pena de muerte.
@ntuan escribió:Es el otro extremo de españa, aqui puedes robar miles de millones de pesetas que ni pisas la carcel, (eso si, teniendo un buen "curriculum").
No entiendo sus leyes, lo de la apostasia da hasta miedo.
katxan escribió:@ntuan escribió:Es el otro extremo de españa, aqui puedes robar miles de millones de pesetas que ni pisas la carcel, (eso si, teniendo un buen "curriculum").
No entiendo sus leyes, lo de la apostasia da hasta miedo.
Pues sus leyes son exactamente las mismas que en todo el mundo: el rico siempre se libra y al pobre lo crujen. ¿Qué te apuestas a que ninguno de ellos es de familia pudiente?
kiriku escribió:Alli echaba yo a todos los rumanos y demas gentuza que los detienen estando mas de 30 veces ya fichados por la policia y los sueltan al momento.
Arestame escribió:Ojalá las leyes de ahí estuvieran aquí, los ladrones de verdad se pensarán seriamente el traspaso de contenidos mediante sobres.
GR SteveSteve escribió:Pero si hiciésemos eso aquí con gente como El Rafita, Tomás Bretón o los asesinos de Marta del Castillo, otro gallo cantaría...
katxan escribió:¿Y si luego resulta que son inocentes? Recuerdo perfectamente que Dolores Vázquez sufrió durante años el mismo linchamiento mediático que todos estos que has nombrado y luego resultó que no tenía nada que ver en la muerte de Rocío Wanninckof (o como se escriba). Tardaron años en descubrir al auténtico asesino y mientras tanto a esta mujer le jodieron totalmente la vida. Ni te cuento ya si llega a haber pena de muerte.
Clockman escribió:kiriku escribió:Alli echaba yo a todos los rumanos y demas gentuza que los detienen estando mas de 30 veces ya fichados por la policia y los sueltan al momento.
+1Arestame escribió:Ojalá las leyes de ahí estuvieran aquí, los ladrones de verdad se pensarán seriamente el traspaso de contenidos mediante sobres.
+2GR SteveSteve escribió:Pero si hiciésemos eso aquí con gente como El Rafita, Tomás Bretón o los asesinos de Marta del Castillo, otro gallo cantaría...
+3katxan escribió:¿Y si luego resulta que son inocentes? Recuerdo perfectamente que Dolores Vázquez sufrió durante años el mismo linchamiento mediático que todos estos que has nombrado y luego resultó que no tenía nada que ver en la muerte de Rocío Wanninckof (o como se escriba). Tardaron años en descubrir al auténtico asesino y mientras tanto a esta mujer le jodieron totalmente la vida. Ni te cuento ya si llega a haber pena de muerte.
Efectivamente, para eso habría que disponer de un sistema que permita asegurarse sin lugar a dudas de que los acusados son culpables. Y por supuesto es algo que le corresponde a la policía, no a los fantoches que se hacen llamar jueces, abogados, etc. Algo como el CSI, con medios suficientes y gente competente para resolver cualquier caso que se presente.
vicodina escribió:Si supieras la cantidad de gente que se han llevado por delante en EEUU (por poner un ejemplo) y que luego se ha demostrado que eran inocentes...
guarmar escribió:Aministía Internaciona denuncia irregularidades en el procedimiento judicial, los jóvenes pudieron ser torturados hasta la confesión del delito.
vicodina escribió:...
Knos escribió:vicodina escribió:Si supieras la cantidad de gente que se han llevado por delante en EEUU (por poner un ejemplo) y que luego se ha demostrado que eran inocentes...
Cuantos?
Introducción
En este post se presenta la historia de personas inocentes que fueron sentenciadas a pena de muerte. Las historias que se relatan corresponden a EEUU porque de los países con pena capital, es el que tiene mayor cantidad de información disponible.
La información sobre los diferentes casos que se describen a continuación es una reproducción literal de pasajes de las páginas de donde los obtuve (salvo pequeñas modificaciones para mantener la coherencia interna del texto al ser resumido). Debido a que un poco mas de la mitad de las páginas consultadas están en inglés, lo que aparece en el post sobre esos casos son traducciones hechas por mí. Al final de cada nombre aparece una letra entre corchetes que indica la fuente del artículo original; la que pueden ir a ver en la sección del post “páginas consultadas” (al final del post) y profundizar en el caso que les interese. Esta forma de citar las fuentes se mantiene también para las gráficas, tablas, y otros datos presentados.
El post tiene la siguiente estructura: en primer lugar se presentan casos de personas inocentes sentenciadas a pena de muerte que fueron liberados luego de estar en prisión (ordenados según el tiempo de reclusión de menor a mayor); a continuación aparecen casos de personas inocentes que fueron ejecutadas; por último hay algunos datos sobre el tema.
Liberados
(ordenados según el tiempo que estuvieron en prisión)
Gary Gauger
Un día de 1993, Gary Gauger llamó al 911 para denunciar que había encontrado a su padre muerto y cubierto de sangre. Cuando llegó la policía a la granja de Illinois encontraron que la madre de Gary también estaba muerta, ambos degollados.
Gary Gauger (40 años) se convirtió rápidamente en el mayor sospechoso. El dijo que había estado durmiendo a unos 30 pies de donde lo hacían sus padres. No había signos de una entrada forzada, lucha, robo, etc.
Gary fue arrestado, enjuiciado y condenado a pena de muerte. Los detectives le dijeron, después de 18 horas de interrogatorios sin interrupciones, que tenían mucha evidencia en su contra. Ellos mentían, pero ¿cómo iba a saberlo un simple granjero? Probablemente nunca se le había ocurrido que la policía mintiera para obtener un convicto. Gary, un ex-alcohólico, pensó que posiblemente había perdido la conciencia temporalmente como solía hacerlo, y había cometido los asesinatos sin saberlo. En respuesta al interrogatorio, el admitió que “podría” haberlo hecho; y se fue convenciendo de que “debió” haber sido él el asesino.
En los diez días en los que la policía reviso la granja no pudieron encontrar evidencia alguna contra Gary.
Gauger fue liberado luego de ocho meses en prisión cuando agentes del FBI escucharon a una banda de motociclistas hablar de los asesinatos. Dos miembros fueron acusados, pero un juez federal desecho los cargos.
Walter Macmillian
Un hombre negro, Walter MacMillian, fue acusado de matar a una mujer blanca; fue juzgado en un día y medio y fue condenado a muerte. Doce personas negras testificaron que vieron a MacMillian en una iglesia a la hora de que el asesinato fue cometido. Sin embargo, eligieron creerle a tres testigos de la fiscalía, uno de los cuales era un condenado por homicidio. MacMillian estuvo preso por 5 años.
Steve Manning
Steve Manning fue sobreseído en Illinois, cuando la fiscalía anunció que levantaba todos los cargos en su contra y que no pensaba iniciar un nuevo juicio por el asesinato por el cual había sido condenado (se convirtió en el decimotercer prisionero del caso). Durante este mismo periodo de tiempo, otros 12 prisioneros fueron ejecutados a raíz de la exculpación de S. Manning, que obtuvo su libertad luego de 7 años de prisión.
Cruz- Hernandez
Rolando Cruz Hernandez paso 10 años sentenciado a pena de muerte en Illinois luego de haber sido condenado por la violación y el asesinato de Melissa Nicarico (de10 años). La niña fue bajada de su bicicleta, violada, sodomizada y asesinada. La condena de Cruz estuvo basada fundamentalmente en el testimonio de una “experta en huellas de pisadas,” que aseguraba que podía leer estas huellas suficientemente bien como para determinar la clase social y raza de una persona.
Brian Dugan finalmente confesó el asesinato, dando detalles que no habían sido publicados antes. Pero los fiscales se rehusaron a reconsiderarlos, incluso luego de que la evidencia del ADN mostraba que Dugan era el asesino. Cruz atravesó un segundo y tercer juicio, durante el cual un policía confesó que el había mentido cuando dijo que Cruz había confesado.
Ray Krone
Ray Krone se desvaneció por dos años con una condena a muerte en Arizona antes de ser exonerado. El fue el interno numero 100 en ser liberado en toda la nación, y el segundo en ser liberado por una prueba de ADN desde que la pena de muerte fue reinstaurada en 1976.
Ray Krone fue acusado y condenado por la muerte de Kim Ancona en 1991. Permaneció con la condena a muerte por 10 años antes de que la revelación de evidencia sospechosa lo liberara. Fue re-juzgado y nuevamente encontrado culpable y sentenciado a muerte. Nuevamente, un test de ADN finalmente lo exonero en 1995.
Ronald Jones
Un hombre condenado a muerte en el Estado de Illinois fue exonerado de la pena capital después que análisis de ADN demostraron que fue injustamente acusado de violación y asesinato. Ronald Jones es el preso número 64 en los Estados Unidos que logra zafar del verdugo, gracias a la utilización de técnicas genéticas que no existían cuando fueron sentenciados. El caso de Jones es inquietante, porque se demostró que, después de una terrible paliza, fue obligado a firmar una confesión de un asesinato que no cometió. El hombre fue sentenciado a muerte en 1989 por el crimen de Debra Smith, de 28 años, ocurrido cuatro años antes. En su juicio declaró que los policías lo golpearon en la cabeza y el estómago, para que firmara la confesión del asesinato de Smith. No pude aguantar más, dijo en el estrado, pero el jurado no le creyó. Sin vacilar, fue condenado a la pena capital.
El expediente de Jones estuvo rondando por largo tiempo de corte en corte, hasta que en 1994 sus abogados presentaron una moción para que el semen encontrado en el cadáver de Smith fuera re-examinado mediante nuevas técnicas genéticas, pero el juez John Morrisey se negó al pedido.
Eventualmente, la Corte Suprema de Illinois concedió el permiso para revaluar las pruebas, lo que terminó demostrando la inocencia del condenado. Jones pasó 12 años en prisión.
Hobley, Patterson, Howard, y Orange.
El 10 de enero de 2003, el Gobernador de Illinois George Ryan perdonó a cuatro prisioneros del corredor de la muerte: Madison Hobley, Aaron Patterson, Stanley Howard y LeRoy Orange. Estos hombres fueron condenados con la pena de muerte en base a "confesiones" conseguidas a través del uso de torturas por el Comandante de Policía de Chicago Jon Burge junto con otro policía del área 2 de Chicago. Hobley pasó 16 años en prisión, Patterson 17, Howard 16, y Orange 19 años.
Earl Washington
En octubre de 2000, Earl Washington fue indultado tras hacerse una prueba de ADN que demostró su inocencia con respecto a un cargo de violación y asesinato, por el que pasó 17 años en una prisión de Virginia. Washington, que sufre de problemas de retraso mental, estuvo a una semana de ser ejecutado en 1985. En 1993, su sentencia de muerte fue conmutada a prisión perpetua. En febrero del 2001 ha sido finalmente liberado.
El caso de los Ford Heights Four.
Dennis Williams y Verneal Jimerson pasaron 18 años en prisión sentenciados a muerte en el estado de Illinois. Por un crimen que ellos no cometieron.
Si no fuera por los esfuerzos de los prisioneros para investigar de forma independiente y por la ayuda de abogados, estudiantes y periodistas, incluyendo al periodista de investigación y profesor de la Universidad de Norhwestern, David Protess; ellos probablemente estuvieran muertos. Williams, Jimerson, Willie Raines y Kenny Adams –conocidos como los Ford Heights Four- fueron condenados por doble asesinato y violación de una pareja de personas blancas en una estación de servicio en los 70´s, a pesar del hecho de que no había evidencia física que los vinculase con el crimen. En una oleada de recrudecimiento del crimen, los políticos pusieron presión sobre la policía para que pusiera a alguien tras las rejas por los homicidios, entonces rápidamente cuatro hombres negros del barrio pobre de Ford Heights del sur de Chicago fueron arrestados.
Poco tiempo después del arresto la policía recibió información sobre la identidad de los verdaderos asesinos. Esta información permaneció enterrada en un archivo policial hasta que fue descubierta por Protess y tres de sus estudiantes en el año 1995. Esto llevó a nuevos exámenes de AND, que terminaron exonerando a los condenados. Finalmente fueron liberados tras pasar 18 años en prisión condenados a pena de muerte.
Protess apunta que el caso de los Ford Heights Four evidencia que el sistema judicial no se corrige a sí mismo y que personas inocentes fueron y serán ejecutados si ellos son demasiado pobres como para pagar un abogado privado, como lo es el 90% de los procesados con pena de muerte. Según Protess este caso sirve para demostrar el carácter clasista y racista de la pena de muerte.
Curtis Edward McCarthy [ B]
Pasó 21 años en prisión y de ellos 16 en el corredor de la muerte por un asesinato que no cometió. Un análisis forense erróneo le llevaba directo a la muerte. Afortunadamente, una segunda revisión de las pruebas comprobó su inocencia y logró salvarle la vida.
[Tras esta espera, los que consiguen salvar la vida que jamás tuvieron que intentar arrebatarles son compensados económicamente. 50.000 dólares (unos 37.000 euros) por cada año que han estado en prisión es lo que reciben las víctimas de las negligencias judiciales].
Laurence Adams
Laurence Adams dejó la prisión de Massachussets 30 años después de su condena de 1972 por robo y asesinato de un trabajador del tránsito en Boston. El juez de la Corte Superior Robert Milligan revocó la culpabilidad de Adams en 2004 porque la policía había ocultado evidencia importante. Los cargos contra Adams fueron formalmente desechados el 7 de junio de 2004. Adams fue declarado culpable a los 19 años por el testimonio de dos testigos, ambos con cargos en su contra (no relacionados) descartados luego de dar su testimonio. Adams fue condenado a muerte en 1974, pero la Suprema Corte de Massachussets redujo su sentencia a prisión perpetua luego de declarar inconstitucional la pena. Adams siempre mantuvo su inocencia. Mientras estuvo en prisión se graduó en sociología.
Kenneth Foster[ B]
Una ley que se cubre de gloria en EEUU es la que permite condenar a la pena capital a testigos de un delito que no hicieron nada por evitarlo. Es el caso de Kenneth Foster, "uno de los más preocupantes de los últimos años". Foster ha sido condenado a muerte por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Viajaba en coche con tres personas, cuando una de ellas bajó del vehículo y se dirigió violentamente a un joven. A 20 metros, Foster presenció los hechos: su compañero hería de muerte al joven.
Cuando se celebró el juicio, el autor del crimen fue sentenciado a muerte. Por su parte, los otros dos compañeros que viajaban en el coche ese día salieron absueltos.
Hasta donde yo pude averiguar, la pena de Kenneth Foster fue conmutada de pena de muerte a prisión perpetua a pocas horas de ser ejecutado. Foster actualmente tiene 31 años y fue encarcelado a los 19; en el año 2037 puede ser elegible para obtener la libertad condicional.
Inocentes ejecutados
John Ray Conner [ B]
J.R. Conner es un joven de raza negra y 32 años, que fue acusado del asesinato de Kathyanna Nguyen, empleada de una tienda de comestibles, durante un atraco en 1998. Varios testigos lo identificaron como responsable de la muerte de la joven. Desde su detención, Conner ha esperado más de diez años en el "corredor de la muerte" a la espera de la sentencia que le aventurara su futuro.
Éste parece un "caso normal" dentro la lógica judicial estadounidense: un ciudadano que comete un delito "atroz" debe ser castigado de la misma forma. Pero el caso de Conner tiene algo de especial. Y es que este joven, al que testigos juran haber visto salir "corriendo raudo y veloz" tras cometer el asesinato, es cojo y le cuesta moverse con facilidad. Incluso la Unión Europea se ha implicado en este asunto, enviando una carta al gobernador Rick Perry donde pedía su perdón. Como respuesta: "los tejanos decidimos hace mucho tiempo que la pena de muerte es un castigo justo y nos apañamos muy bien solos gobernando Tejas". De esta forma, Conner se convertía en la víctima tejana número 400, víctima no sólo de la inyección letal que le llevó a la muerte en ocho interminables segundos, sino víctima también de un error judicial.
Odell Barnes, Jr
En el año 2000 Odell Barnes fue ejecutado por un crimen que aparentemente no cometió: asesinato. Los fiscales dependían principalmente en un punto de sangre de su ropa que coincidía con la sangre de la victima. Fue preso y sentenciado a muerte.
Posteriormente los abogados apelantes examinaron la sangre en forma más minuciosa, y encontraron que la sangre estaba contaminada por un preservativo, levantando suspicacias acerca de que la muestra era sospechosa y que pudiera haber sido puesta en Barnes para obtener un convicto. Otra evidencia que apuntaba a la culpabilidad de Barnes fue descubierta, pero las cortes, la junta de perdones (board of pardons) e incluso el gobernador, la ignoraron. Barnes fue ejecutado por un crimen que aparentemente no cometió.
Leonel Herrera
Leonel Herrera fue ejecutado con una inyección letal en Texas a pesar del hecho de que otro hombre había confesado ser el autor del asesinato. Su caso llegó a la corte suprema, que sugirió que se recurriera al gobernador. Pero, en forma creciente en estos días, los gobernadores ven la clemencia como un suicidio político, y son reacios a otorgarla.
Algunos datos sobre inocencia y pena de muerte.
* En primer lugar recomiendo que vean la “List of innocence” de DPIC (sigla en ingles de Centro de información de Penas de Muerte) actualizada al 18/9/2008, donde figuran los inocentes liberados en EEUU desde 1973 y el tiempo que estuvieron prisioneros.
*Desde 1973, más de 125 personas alrededor del país (EEUU) han sido exoneradas de la pena capital después de presentarse evidencia demostrando que fueron condenadas por error. Solamente en el 2003, 10 acusados fueron liberados de su condena de muerte.
*Una investigación realizada, en Septiembre de 2000, por el New York Times encontró que en los últimos 20 años el índice de homicidios en los Estados con pena de muerte es 48 a 101 por ciento más alto que en los Estados sin la pena capital (Estados abolicionistas).
*Muchas de las condenas erróneas estuvieron basadas en evidencia modificada por la policía, falta de conducta de los fiscales, falsas confesiones, errores de testigos, y “ciencia chatarra” (junk science, en el original). [ I]
*Desde 1977, la fecha en la que la Corte Suprema restableció la condena capital en los Estados Unidos, doce presos fueron eximidos en Illinois de la pena de muerte, lo que equivale al mismo número de ejecutados en ese lapso. En Illinois tampoco es una novedad que la policía fabrique una confesión para el acusado de un crimen.
*DPIC estima que el tiempo promedio de espera para los condenados con pena capital antes de ser exonerados es 9.3 años, pero de 15 a 30 años no es inusual.
*Por cada siete ejecuciones, un condenado a pena de muerte ha sido exonerado.
*Un juez federal ha sentenciado a muerte a un acusado en una jurisdicción que no tenía pena capital desde que ésta fue reinstaurada en 1988. El caso fue en el año 2002 en Michigan.
baronluigi escribió:Introducción
En este post se presenta la historia de personas inocentes que fueron sentenciadas a pena de muerte. Las historias que se relatan corresponden a EEUU porque de los países con pena capital, es el que tiene mayor cantidad de información disponible.
La información sobre los diferentes casos que se describen a continuación es una reproducción literal de pasajes de las páginas de donde los obtuve (salvo pequeñas modificaciones para mantener la coherencia interna del texto al ser resumido). Debido a que un poco mas de la mitad de las páginas consultadas están en inglés, lo que aparece en el post sobre esos casos son traducciones hechas por mí. Al final de cada nombre aparece una letra entre corchetes que indica la fuente del artículo original; la que pueden ir a ver en la sección del post “páginas consultadas” (al final del post) y profundizar en el caso que les interese. Esta forma de citar las fuentes se mantiene también para las gráficas, tablas, y otros datos presentados.
El post tiene la siguiente estructura: en primer lugar se presentan casos de personas inocentes sentenciadas a pena de muerte que fueron liberados luego de estar en prisión (ordenados según el tiempo de reclusión de menor a mayor); a continuación aparecen casos de personas inocentes que fueron ejecutadas; por último hay algunos datos sobre el tema.
Liberados
(ordenados según el tiempo que estuvieron en prisión)
Gary Gauger
Un día de 1993, Gary Gauger llamó al 911 para denunciar que había encontrado a su padre muerto y cubierto de sangre. Cuando llegó la policía a la granja de Illinois encontraron que la madre de Gary también estaba muerta, ambos degollados.
Gary Gauger (40 años) se convirtió rápidamente en el mayor sospechoso. El dijo que había estado durmiendo a unos 30 pies de donde lo hacían sus padres. No había signos de una entrada forzada, lucha, robo, etc.
Gary fue arrestado, enjuiciado y condenado a pena de muerte. Los detectives le dijeron, después de 18 horas de interrogatorios sin interrupciones, que tenían mucha evidencia en su contra. Ellos mentían, pero ¿cómo iba a saberlo un simple granjero? Probablemente nunca se le había ocurrido que la policía mintiera para obtener un convicto. Gary, un ex-alcohólico, pensó que posiblemente había perdido la conciencia temporalmente como solía hacerlo, y había cometido los asesinatos sin saberlo. En respuesta al interrogatorio, el admitió que “podría” haberlo hecho; y se fue convenciendo de que “debió” haber sido él el asesino.
En los diez días en los que la policía reviso la granja no pudieron encontrar evidencia alguna contra Gary.
Gauger fue liberado luego de ocho meses en prisión cuando agentes del FBI escucharon a una banda de motociclistas hablar de los asesinatos. Dos miembros fueron acusados, pero un juez federal desecho los cargos.
Walter Macmillian
Un hombre negro, Walter MacMillian, fue acusado de matar a una mujer blanca; fue juzgado en un día y medio y fue condenado a muerte. Doce personas negras testificaron que vieron a MacMillian en una iglesia a la hora de que el asesinato fue cometido. Sin embargo, eligieron creerle a tres testigos de la fiscalía, uno de los cuales era un condenado por homicidio. MacMillian estuvo preso por 5 años.
Steve Manning
Steve Manning fue sobreseído en Illinois, cuando la fiscalía anunció que levantaba todos los cargos en su contra y que no pensaba iniciar un nuevo juicio por el asesinato por el cual había sido condenado (se convirtió en el decimotercer prisionero del caso). Durante este mismo periodo de tiempo, otros 12 prisioneros fueron ejecutados a raíz de la exculpación de S. Manning, que obtuvo su libertad luego de 7 años de prisión.
Cruz- Hernandez
Rolando Cruz Hernandez paso 10 años sentenciado a pena de muerte en Illinois luego de haber sido condenado por la violación y el asesinato de Melissa Nicarico (de10 años). La niña fue bajada de su bicicleta, violada, sodomizada y asesinada. La condena de Cruz estuvo basada fundamentalmente en el testimonio de una “experta en huellas de pisadas,” que aseguraba que podía leer estas huellas suficientemente bien como para determinar la clase social y raza de una persona.
Brian Dugan finalmente confesó el asesinato, dando detalles que no habían sido publicados antes. Pero los fiscales se rehusaron a reconsiderarlos, incluso luego de que la evidencia del ADN mostraba que Dugan era el asesino. Cruz atravesó un segundo y tercer juicio, durante el cual un policía confesó que el había mentido cuando dijo que Cruz había confesado.
Ray Krone
Ray Krone se desvaneció por dos años con una condena a muerte en Arizona antes de ser exonerado. El fue el interno numero 100 en ser liberado en toda la nación, y el segundo en ser liberado por una prueba de ADN desde que la pena de muerte fue reinstaurada en 1976.
Ray Krone fue acusado y condenado por la muerte de Kim Ancona en 1991. Permaneció con la condena a muerte por 10 años antes de que la revelación de evidencia sospechosa lo liberara. Fue re-juzgado y nuevamente encontrado culpable y sentenciado a muerte. Nuevamente, un test de ADN finalmente lo exonero en 1995.
Ronald Jones
Un hombre condenado a muerte en el Estado de Illinois fue exonerado de la pena capital después que análisis de ADN demostraron que fue injustamente acusado de violación y asesinato. Ronald Jones es el preso número 64 en los Estados Unidos que logra zafar del verdugo, gracias a la utilización de técnicas genéticas que no existían cuando fueron sentenciados. El caso de Jones es inquietante, porque se demostró que, después de una terrible paliza, fue obligado a firmar una confesión de un asesinato que no cometió. El hombre fue sentenciado a muerte en 1989 por el crimen de Debra Smith, de 28 años, ocurrido cuatro años antes. En su juicio declaró que los policías lo golpearon en la cabeza y el estómago, para que firmara la confesión del asesinato de Smith. No pude aguantar más, dijo en el estrado, pero el jurado no le creyó. Sin vacilar, fue condenado a la pena capital.
El expediente de Jones estuvo rondando por largo tiempo de corte en corte, hasta que en 1994 sus abogados presentaron una moción para que el semen encontrado en el cadáver de Smith fuera re-examinado mediante nuevas técnicas genéticas, pero el juez John Morrisey se negó al pedido.
Eventualmente, la Corte Suprema de Illinois concedió el permiso para revaluar las pruebas, lo que terminó demostrando la inocencia del condenado. Jones pasó 12 años en prisión.
Hobley, Patterson, Howard, y Orange.
El 10 de enero de 2003, el Gobernador de Illinois George Ryan perdonó a cuatro prisioneros del corredor de la muerte: Madison Hobley, Aaron Patterson, Stanley Howard y LeRoy Orange. Estos hombres fueron condenados con la pena de muerte en base a "confesiones" conseguidas a través del uso de torturas por el Comandante de Policía de Chicago Jon Burge junto con otro policía del área 2 de Chicago. Hobley pasó 16 años en prisión, Patterson 17, Howard 16, y Orange 19 años.
Earl Washington
En octubre de 2000, Earl Washington fue indultado tras hacerse una prueba de ADN que demostró su inocencia con respecto a un cargo de violación y asesinato, por el que pasó 17 años en una prisión de Virginia. Washington, que sufre de problemas de retraso mental, estuvo a una semana de ser ejecutado en 1985. En 1993, su sentencia de muerte fue conmutada a prisión perpetua. En febrero del 2001 ha sido finalmente liberado.
El caso de los Ford Heights Four.
Dennis Williams y Verneal Jimerson pasaron 18 años en prisión sentenciados a muerte en el estado de Illinois. Por un crimen que ellos no cometieron.
Si no fuera por los esfuerzos de los prisioneros para investigar de forma independiente y por la ayuda de abogados, estudiantes y periodistas, incluyendo al periodista de investigación y profesor de la Universidad de Norhwestern, David Protess; ellos probablemente estuvieran muertos. Williams, Jimerson, Willie Raines y Kenny Adams –conocidos como los Ford Heights Four- fueron condenados por doble asesinato y violación de una pareja de personas blancas en una estación de servicio en los 70´s, a pesar del hecho de que no había evidencia física que los vinculase con el crimen. En una oleada de recrudecimiento del crimen, los políticos pusieron presión sobre la policía para que pusiera a alguien tras las rejas por los homicidios, entonces rápidamente cuatro hombres negros del barrio pobre de Ford Heights del sur de Chicago fueron arrestados.
Poco tiempo después del arresto la policía recibió información sobre la identidad de los verdaderos asesinos. Esta información permaneció enterrada en un archivo policial hasta que fue descubierta por Protess y tres de sus estudiantes en el año 1995. Esto llevó a nuevos exámenes de AND, que terminaron exonerando a los condenados. Finalmente fueron liberados tras pasar 18 años en prisión condenados a pena de muerte.
Protess apunta que el caso de los Ford Heights Four evidencia que el sistema judicial no se corrige a sí mismo y que personas inocentes fueron y serán ejecutados si ellos son demasiado pobres como para pagar un abogado privado, como lo es el 90% de los procesados con pena de muerte. Según Protess este caso sirve para demostrar el carácter clasista y racista de la pena de muerte.
Curtis Edward McCarthy [ B]
Pasó 21 años en prisión y de ellos 16 en el corredor de la muerte por un asesinato que no cometió. Un análisis forense erróneo le llevaba directo a la muerte. Afortunadamente, una segunda revisión de las pruebas comprobó su inocencia y logró salvarle la vida.
[Tras esta espera, los que consiguen salvar la vida que jamás tuvieron que intentar arrebatarles son compensados económicamente. 50.000 dólares (unos 37.000 euros) por cada año que han estado en prisión es lo que reciben las víctimas de las negligencias judiciales].
Laurence Adams
Laurence Adams dejó la prisión de Massachussets 30 años después de su condena de 1972 por robo y asesinato de un trabajador del tránsito en Boston. El juez de la Corte Superior Robert Milligan revocó la culpabilidad de Adams en 2004 porque la policía había ocultado evidencia importante. Los cargos contra Adams fueron formalmente desechados el 7 de junio de 2004. Adams fue declarado culpable a los 19 años por el testimonio de dos testigos, ambos con cargos en su contra (no relacionados) descartados luego de dar su testimonio. Adams fue condenado a muerte en 1974, pero la Suprema Corte de Massachussets redujo su sentencia a prisión perpetua luego de declarar inconstitucional la pena. Adams siempre mantuvo su inocencia. Mientras estuvo en prisión se graduó en sociología.
Kenneth Foster[ B]
Una ley que se cubre de gloria en EEUU es la que permite condenar a la pena capital a testigos de un delito que no hicieron nada por evitarlo. Es el caso de Kenneth Foster, "uno de los más preocupantes de los últimos años". Foster ha sido condenado a muerte por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Viajaba en coche con tres personas, cuando una de ellas bajó del vehículo y se dirigió violentamente a un joven. A 20 metros, Foster presenció los hechos: su compañero hería de muerte al joven.
Cuando se celebró el juicio, el autor del crimen fue sentenciado a muerte. Por su parte, los otros dos compañeros que viajaban en el coche ese día salieron absueltos.
Hasta donde yo pude averiguar, la pena de Kenneth Foster fue conmutada de pena de muerte a prisión perpetua a pocas horas de ser ejecutado. Foster actualmente tiene 31 años y fue encarcelado a los 19; en el año 2037 puede ser elegible para obtener la libertad condicional.
Inocentes ejecutados
John Ray Conner [ B]
J.R. Conner es un joven de raza negra y 32 años, que fue acusado del asesinato de Kathyanna Nguyen, empleada de una tienda de comestibles, durante un atraco en 1998. Varios testigos lo identificaron como responsable de la muerte de la joven. Desde su detención, Conner ha esperado más de diez años en el "corredor de la muerte" a la espera de la sentencia que le aventurara su futuro.
Éste parece un "caso normal" dentro la lógica judicial estadounidense: un ciudadano que comete un delito "atroz" debe ser castigado de la misma forma. Pero el caso de Conner tiene algo de especial. Y es que este joven, al que testigos juran haber visto salir "corriendo raudo y veloz" tras cometer el asesinato, es cojo y le cuesta moverse con facilidad. Incluso la Unión Europea se ha implicado en este asunto, enviando una carta al gobernador Rick Perry donde pedía su perdón. Como respuesta: "los tejanos decidimos hace mucho tiempo que la pena de muerte es un castigo justo y nos apañamos muy bien solos gobernando Tejas". De esta forma, Conner se convertía en la víctima tejana número 400, víctima no sólo de la inyección letal que le llevó a la muerte en ocho interminables segundos, sino víctima también de un error judicial.
Odell Barnes, Jr
En el año 2000 Odell Barnes fue ejecutado por un crimen que aparentemente no cometió: asesinato. Los fiscales dependían principalmente en un punto de sangre de su ropa que coincidía con la sangre de la victima. Fue preso y sentenciado a muerte.
Posteriormente los abogados apelantes examinaron la sangre en forma más minuciosa, y encontraron que la sangre estaba contaminada por un preservativo, levantando suspicacias acerca de que la muestra era sospechosa y que pudiera haber sido puesta en Barnes para obtener un convicto. Otra evidencia que apuntaba a la culpabilidad de Barnes fue descubierta, pero las cortes, la junta de perdones (board of pardons) e incluso el gobernador, la ignoraron. Barnes fue ejecutado por un crimen que aparentemente no cometió.
Leonel Herrera
Leonel Herrera fue ejecutado con una inyección letal en Texas a pesar del hecho de que otro hombre había confesado ser el autor del asesinato. Su caso llegó a la corte suprema, que sugirió que se recurriera al gobernador. Pero, en forma creciente en estos días, los gobernadores ven la clemencia como un suicidio político, y son reacios a otorgarla.
Algunos datos sobre inocencia y pena de muerte.
* En primer lugar recomiendo que vean la “List of innocence” de DPIC (sigla en ingles de Centro de información de Penas de Muerte) actualizada al 18/9/2008, donde figuran los inocentes liberados en EEUU desde 1973 y el tiempo que estuvieron prisioneros.
*Desde 1973, más de 125 personas alrededor del país (EEUU) han sido exoneradas de la pena capital después de presentarse evidencia demostrando que fueron condenadas por error. Solamente en el 2003, 10 acusados fueron liberados de su condena de muerte.
*Una investigación realizada, en Septiembre de 2000, por el New York Times encontró que en los últimos 20 años el índice de homicidios en los Estados con pena de muerte es 48 a 101 por ciento más alto que en los Estados sin la pena capital (Estados abolicionistas).
*Muchas de las condenas erróneas estuvieron basadas en evidencia modificada por la policía, falta de conducta de los fiscales, falsas confesiones, errores de testigos, y “ciencia chatarra” (junk science, en el original). [ I]
*Desde 1977, la fecha en la que la Corte Suprema restableció la condena capital en los Estados Unidos, doce presos fueron eximidos en Illinois de la pena de muerte, lo que equivale al mismo número de ejecutados en ese lapso. En Illinois tampoco es una novedad que la policía fabrique una confesión para el acusado de un crimen.
*DPIC estima que el tiempo promedio de espera para los condenados con pena capital antes de ser exonerados es 9.3 años, pero de 15 a 30 años no es inusual.
*Por cada siete ejecuciones, un condenado a pena de muerte ha sido exonerado.
*Un juez federal ha sentenciado a muerte a un acusado en una jurisdicción que no tenía pena capital desde que ésta fue reinstaurada en 1988. El caso fue en el año 2002 en Michigan.
Knos escribió:baronluigi escribió:Introducción
En este post se presenta la historia de personas inocentes que fueron sentenciadas a pena de muerte. Las historias que se relatan corresponden a EEUU porque de los países con pena capital, es el que tiene mayor cantidad de información disponible.
La información sobre los diferentes casos que se describen a continuación es una reproducción literal de pasajes de las páginas de donde los obtuve (salvo pequeñas modificaciones para mantener la coherencia interna del texto al ser resumido). Debido a que un poco mas de la mitad de las páginas consultadas están en inglés, lo que aparece en el post sobre esos casos son traducciones hechas por mí. Al final de cada nombre aparece una letra entre corchetes que indica la fuente del artículo original; la que pueden ir a ver en la sección del post “páginas consultadas” (al final del post) y profundizar en el caso que les interese. Esta forma de citar las fuentes se mantiene también para las gráficas, tablas, y otros datos presentados.
El post tiene la siguiente estructura: en primer lugar se presentan casos de personas inocentes sentenciadas a pena de muerte que fueron liberados luego de estar en prisión (ordenados según el tiempo de reclusión de menor a mayor); a continuación aparecen casos de personas inocentes que fueron ejecutadas; por último hay algunos datos sobre el tema.
Liberados
(ordenados según el tiempo que estuvieron en prisión)
Gary Gauger
Un día de 1993, Gary Gauger llamó al 911 para denunciar que había encontrado a su padre muerto y cubierto de sangre. Cuando llegó la policía a la granja de Illinois encontraron que la madre de Gary también estaba muerta, ambos degollados.
Gary Gauger (40 años) se convirtió rápidamente en el mayor sospechoso. El dijo que había estado durmiendo a unos 30 pies de donde lo hacían sus padres. No había signos de una entrada forzada, lucha, robo, etc.
Gary fue arrestado, enjuiciado y condenado a pena de muerte. Los detectives le dijeron, después de 18 horas de interrogatorios sin interrupciones, que tenían mucha evidencia en su contra. Ellos mentían, pero ¿cómo iba a saberlo un simple granjero? Probablemente nunca se le había ocurrido que la policía mintiera para obtener un convicto. Gary, un ex-alcohólico, pensó que posiblemente había perdido la conciencia temporalmente como solía hacerlo, y había cometido los asesinatos sin saberlo. En respuesta al interrogatorio, el admitió que “podría” haberlo hecho; y se fue convenciendo de que “debió” haber sido él el asesino.
En los diez días en los que la policía reviso la granja no pudieron encontrar evidencia alguna contra Gary.
Gauger fue liberado luego de ocho meses en prisión cuando agentes del FBI escucharon a una banda de motociclistas hablar de los asesinatos. Dos miembros fueron acusados, pero un juez federal desecho los cargos.
Walter Macmillian
Un hombre negro, Walter MacMillian, fue acusado de matar a una mujer blanca; fue juzgado en un día y medio y fue condenado a muerte. Doce personas negras testificaron que vieron a MacMillian en una iglesia a la hora de que el asesinato fue cometido. Sin embargo, eligieron creerle a tres testigos de la fiscalía, uno de los cuales era un condenado por homicidio. MacMillian estuvo preso por 5 años.
Steve Manning
Steve Manning fue sobreseído en Illinois, cuando la fiscalía anunció que levantaba todos los cargos en su contra y que no pensaba iniciar un nuevo juicio por el asesinato por el cual había sido condenado (se convirtió en el decimotercer prisionero del caso). Durante este mismo periodo de tiempo, otros 12 prisioneros fueron ejecutados a raíz de la exculpación de S. Manning, que obtuvo su libertad luego de 7 años de prisión.
Cruz- Hernandez
Rolando Cruz Hernandez paso 10 años sentenciado a pena de muerte en Illinois luego de haber sido condenado por la violación y el asesinato de Melissa Nicarico (de10 años). La niña fue bajada de su bicicleta, violada, sodomizada y asesinada. La condena de Cruz estuvo basada fundamentalmente en el testimonio de una “experta en huellas de pisadas,” que aseguraba que podía leer estas huellas suficientemente bien como para determinar la clase social y raza de una persona.
Brian Dugan finalmente confesó el asesinato, dando detalles que no habían sido publicados antes. Pero los fiscales se rehusaron a reconsiderarlos, incluso luego de que la evidencia del ADN mostraba que Dugan era el asesino. Cruz atravesó un segundo y tercer juicio, durante el cual un policía confesó que el había mentido cuando dijo que Cruz había confesado.
Ray Krone
Ray Krone se desvaneció por dos años con una condena a muerte en Arizona antes de ser exonerado. El fue el interno numero 100 en ser liberado en toda la nación, y el segundo en ser liberado por una prueba de ADN desde que la pena de muerte fue reinstaurada en 1976.
Ray Krone fue acusado y condenado por la muerte de Kim Ancona en 1991. Permaneció con la condena a muerte por 10 años antes de que la revelación de evidencia sospechosa lo liberara. Fue re-juzgado y nuevamente encontrado culpable y sentenciado a muerte. Nuevamente, un test de ADN finalmente lo exonero en 1995.
Ronald Jones
Un hombre condenado a muerte en el Estado de Illinois fue exonerado de la pena capital después que análisis de ADN demostraron que fue injustamente acusado de violación y asesinato. Ronald Jones es el preso número 64 en los Estados Unidos que logra zafar del verdugo, gracias a la utilización de técnicas genéticas que no existían cuando fueron sentenciados. El caso de Jones es inquietante, porque se demostró que, después de una terrible paliza, fue obligado a firmar una confesión de un asesinato que no cometió. El hombre fue sentenciado a muerte en 1989 por el crimen de Debra Smith, de 28 años, ocurrido cuatro años antes. En su juicio declaró que los policías lo golpearon en la cabeza y el estómago, para que firmara la confesión del asesinato de Smith. No pude aguantar más, dijo en el estrado, pero el jurado no le creyó. Sin vacilar, fue condenado a la pena capital.
El expediente de Jones estuvo rondando por largo tiempo de corte en corte, hasta que en 1994 sus abogados presentaron una moción para que el semen encontrado en el cadáver de Smith fuera re-examinado mediante nuevas técnicas genéticas, pero el juez John Morrisey se negó al pedido.
Eventualmente, la Corte Suprema de Illinois concedió el permiso para revaluar las pruebas, lo que terminó demostrando la inocencia del condenado. Jones pasó 12 años en prisión.
Hobley, Patterson, Howard, y Orange.
El 10 de enero de 2003, el Gobernador de Illinois George Ryan perdonó a cuatro prisioneros del corredor de la muerte: Madison Hobley, Aaron Patterson, Stanley Howard y LeRoy Orange. Estos hombres fueron condenados con la pena de muerte en base a "confesiones" conseguidas a través del uso de torturas por el Comandante de Policía de Chicago Jon Burge junto con otro policía del área 2 de Chicago. Hobley pasó 16 años en prisión, Patterson 17, Howard 16, y Orange 19 años.
Earl Washington
En octubre de 2000, Earl Washington fue indultado tras hacerse una prueba de ADN que demostró su inocencia con respecto a un cargo de violación y asesinato, por el que pasó 17 años en una prisión de Virginia. Washington, que sufre de problemas de retraso mental, estuvo a una semana de ser ejecutado en 1985. En 1993, su sentencia de muerte fue conmutada a prisión perpetua. En febrero del 2001 ha sido finalmente liberado.
El caso de los Ford Heights Four.
Dennis Williams y Verneal Jimerson pasaron 18 años en prisión sentenciados a muerte en el estado de Illinois. Por un crimen que ellos no cometieron.
Si no fuera por los esfuerzos de los prisioneros para investigar de forma independiente y por la ayuda de abogados, estudiantes y periodistas, incluyendo al periodista de investigación y profesor de la Universidad de Norhwestern, David Protess; ellos probablemente estuvieran muertos. Williams, Jimerson, Willie Raines y Kenny Adams –conocidos como los Ford Heights Four- fueron condenados por doble asesinato y violación de una pareja de personas blancas en una estación de servicio en los 70´s, a pesar del hecho de que no había evidencia física que los vinculase con el crimen. En una oleada de recrudecimiento del crimen, los políticos pusieron presión sobre la policía para que pusiera a alguien tras las rejas por los homicidios, entonces rápidamente cuatro hombres negros del barrio pobre de Ford Heights del sur de Chicago fueron arrestados.
Poco tiempo después del arresto la policía recibió información sobre la identidad de los verdaderos asesinos. Esta información permaneció enterrada en un archivo policial hasta que fue descubierta por Protess y tres de sus estudiantes en el año 1995. Esto llevó a nuevos exámenes de AND, que terminaron exonerando a los condenados. Finalmente fueron liberados tras pasar 18 años en prisión condenados a pena de muerte.
Protess apunta que el caso de los Ford Heights Four evidencia que el sistema judicial no se corrige a sí mismo y que personas inocentes fueron y serán ejecutados si ellos son demasiado pobres como para pagar un abogado privado, como lo es el 90% de los procesados con pena de muerte. Según Protess este caso sirve para demostrar el carácter clasista y racista de la pena de muerte.
Curtis Edward McCarthy [ B]
Pasó 21 años en prisión y de ellos 16 en el corredor de la muerte por un asesinato que no cometió. Un análisis forense erróneo le llevaba directo a la muerte. Afortunadamente, una segunda revisión de las pruebas comprobó su inocencia y logró salvarle la vida.
[Tras esta espera, los que consiguen salvar la vida que jamás tuvieron que intentar arrebatarles son compensados económicamente. 50.000 dólares (unos 37.000 euros) por cada año que han estado en prisión es lo que reciben las víctimas de las negligencias judiciales].
Laurence Adams
Laurence Adams dejó la prisión de Massachussets 30 años después de su condena de 1972 por robo y asesinato de un trabajador del tránsito en Boston. El juez de la Corte Superior Robert Milligan revocó la culpabilidad de Adams en 2004 porque la policía había ocultado evidencia importante. Los cargos contra Adams fueron formalmente desechados el 7 de junio de 2004. Adams fue declarado culpable a los 19 años por el testimonio de dos testigos, ambos con cargos en su contra (no relacionados) descartados luego de dar su testimonio. Adams fue condenado a muerte en 1974, pero la Suprema Corte de Massachussets redujo su sentencia a prisión perpetua luego de declarar inconstitucional la pena. Adams siempre mantuvo su inocencia. Mientras estuvo en prisión se graduó en sociología.
Kenneth Foster[ B]
Una ley que se cubre de gloria en EEUU es la que permite condenar a la pena capital a testigos de un delito que no hicieron nada por evitarlo. Es el caso de Kenneth Foster, "uno de los más preocupantes de los últimos años". Foster ha sido condenado a muerte por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Viajaba en coche con tres personas, cuando una de ellas bajó del vehículo y se dirigió violentamente a un joven. A 20 metros, Foster presenció los hechos: su compañero hería de muerte al joven.
Cuando se celebró el juicio, el autor del crimen fue sentenciado a muerte. Por su parte, los otros dos compañeros que viajaban en el coche ese día salieron absueltos.
Hasta donde yo pude averiguar, la pena de Kenneth Foster fue conmutada de pena de muerte a prisión perpetua a pocas horas de ser ejecutado. Foster actualmente tiene 31 años y fue encarcelado a los 19; en el año 2037 puede ser elegible para obtener la libertad condicional.
Inocentes ejecutados
John Ray Conner [ B]
J.R. Conner es un joven de raza negra y 32 años, que fue acusado del asesinato de Kathyanna Nguyen, empleada de una tienda de comestibles, durante un atraco en 1998. Varios testigos lo identificaron como responsable de la muerte de la joven. Desde su detención, Conner ha esperado más de diez años en el "corredor de la muerte" a la espera de la sentencia que le aventurara su futuro.
Éste parece un "caso normal" dentro la lógica judicial estadounidense: un ciudadano que comete un delito "atroz" debe ser castigado de la misma forma. Pero el caso de Conner tiene algo de especial. Y es que este joven, al que testigos juran haber visto salir "corriendo raudo y veloz" tras cometer el asesinato, es cojo y le cuesta moverse con facilidad. Incluso la Unión Europea se ha implicado en este asunto, enviando una carta al gobernador Rick Perry donde pedía su perdón. Como respuesta: "los tejanos decidimos hace mucho tiempo que la pena de muerte es un castigo justo y nos apañamos muy bien solos gobernando Tejas". De esta forma, Conner se convertía en la víctima tejana número 400, víctima no sólo de la inyección letal que le llevó a la muerte en ocho interminables segundos, sino víctima también de un error judicial.
Odell Barnes, Jr
En el año 2000 Odell Barnes fue ejecutado por un crimen que aparentemente no cometió: asesinato. Los fiscales dependían principalmente en un punto de sangre de su ropa que coincidía con la sangre de la victima. Fue preso y sentenciado a muerte.
Posteriormente los abogados apelantes examinaron la sangre en forma más minuciosa, y encontraron que la sangre estaba contaminada por un preservativo, levantando suspicacias acerca de que la muestra era sospechosa y que pudiera haber sido puesta en Barnes para obtener un convicto. Otra evidencia que apuntaba a la culpabilidad de Barnes fue descubierta, pero las cortes, la junta de perdones (board of pardons) e incluso el gobernador, la ignoraron. Barnes fue ejecutado por un crimen que aparentemente no cometió.
Leonel Herrera
Leonel Herrera fue ejecutado con una inyección letal en Texas a pesar del hecho de que otro hombre había confesado ser el autor del asesinato. Su caso llegó a la corte suprema, que sugirió que se recurriera al gobernador. Pero, en forma creciente en estos días, los gobernadores ven la clemencia como un suicidio político, y son reacios a otorgarla.
Algunos datos sobre inocencia y pena de muerte.
* En primer lugar recomiendo que vean la “List of innocence” de DPIC (sigla en ingles de Centro de información de Penas de Muerte) actualizada al 18/9/2008, donde figuran los inocentes liberados en EEUU desde 1973 y el tiempo que estuvieron prisioneros.
*Desde 1973, más de 125 personas alrededor del país (EEUU) han sido exoneradas de la pena capital después de presentarse evidencia demostrando que fueron condenadas por error. Solamente en el 2003, 10 acusados fueron liberados de su condena de muerte.
*Una investigación realizada, en Septiembre de 2000, por el New York Times encontró que en los últimos 20 años el índice de homicidios en los Estados con pena de muerte es 48 a 101 por ciento más alto que en los Estados sin la pena capital (Estados abolicionistas).
*Muchas de las condenas erróneas estuvieron basadas en evidencia modificada por la policía, falta de conducta de los fiscales, falsas confesiones, errores de testigos, y “ciencia chatarra” (junk science, en el original). [ I]
*Desde 1977, la fecha en la que la Corte Suprema restableció la condena capital en los Estados Unidos, doce presos fueron eximidos en Illinois de la pena de muerte, lo que equivale al mismo número de ejecutados en ese lapso. En Illinois tampoco es una novedad que la policía fabrique una confesión para el acusado de un crimen.
*DPIC estima que el tiempo promedio de espera para los condenados con pena capital antes de ser exonerados es 9.3 años, pero de 15 a 30 años no es inusual.
*Por cada siete ejecuciones, un condenado a pena de muerte ha sido exonerado.
*Un juez federal ha sentenciado a muerte a un acusado en una jurisdicción que no tenía pena capital desde que ésta fue reinstaurada en 1988. El caso fue en el año 2002 en Michigan.
Fuente?
Knos escribió:baronluigi escribió:Introducción
En este post se presenta la historia de personas inocentes que fueron sentenciadas a pena de muerte. Las historias que se relatan corresponden a EEUU porque de los países con pena capital, es el que tiene mayor cantidad de información disponible.
La información sobre los diferentes casos que se describen a continuación es una reproducción literal de pasajes de las páginas de donde los obtuve (salvo pequeñas modificaciones para mantener la coherencia interna del texto al ser resumido). Debido a que un poco mas de la mitad de las páginas consultadas están en inglés, lo que aparece en el post sobre esos casos son traducciones hechas por mí. Al final de cada nombre aparece una letra entre corchetes que indica la fuente del artículo original; la que pueden ir a ver en la sección del post “páginas consultadas” (al final del post) y profundizar en el caso que les interese. Esta forma de citar las fuentes se mantiene también para las gráficas, tablas, y otros datos presentados.
El post tiene la siguiente estructura: en primer lugar se presentan casos de personas inocentes sentenciadas a pena de muerte que fueron liberados luego de estar en prisión (ordenados según el tiempo de reclusión de menor a mayor); a continuación aparecen casos de personas inocentes que fueron ejecutadas; por último hay algunos datos sobre el tema.
Liberados
(ordenados según el tiempo que estuvieron en prisión)
Gary Gauger
Un día de 1993, Gary Gauger llamó al 911 para denunciar que había encontrado a su padre muerto y cubierto de sangre. Cuando llegó la policía a la granja de Illinois encontraron que la madre de Gary también estaba muerta, ambos degollados.
Gary Gauger (40 años) se convirtió rápidamente en el mayor sospechoso. El dijo que había estado durmiendo a unos 30 pies de donde lo hacían sus padres. No había signos de una entrada forzada, lucha, robo, etc.
Gary fue arrestado, enjuiciado y condenado a pena de muerte. Los detectives le dijeron, después de 18 horas de interrogatorios sin interrupciones, que tenían mucha evidencia en su contra. Ellos mentían, pero ¿cómo iba a saberlo un simple granjero? Probablemente nunca se le había ocurrido que la policía mintiera para obtener un convicto. Gary, un ex-alcohólico, pensó que posiblemente había perdido la conciencia temporalmente como solía hacerlo, y había cometido los asesinatos sin saberlo. En respuesta al interrogatorio, el admitió que “podría” haberlo hecho; y se fue convenciendo de que “debió” haber sido él el asesino.
En los diez días en los que la policía reviso la granja no pudieron encontrar evidencia alguna contra Gary.
Gauger fue liberado luego de ocho meses en prisión cuando agentes del FBI escucharon a una banda de motociclistas hablar de los asesinatos. Dos miembros fueron acusados, pero un juez federal desecho los cargos.
Walter Macmillian
Un hombre negro, Walter MacMillian, fue acusado de matar a una mujer blanca; fue juzgado en un día y medio y fue condenado a muerte. Doce personas negras testificaron que vieron a MacMillian en una iglesia a la hora de que el asesinato fue cometido. Sin embargo, eligieron creerle a tres testigos de la fiscalía, uno de los cuales era un condenado por homicidio. MacMillian estuvo preso por 5 años.
Steve Manning
Steve Manning fue sobreseído en Illinois, cuando la fiscalía anunció que levantaba todos los cargos en su contra y que no pensaba iniciar un nuevo juicio por el asesinato por el cual había sido condenado (se convirtió en el decimotercer prisionero del caso). Durante este mismo periodo de tiempo, otros 12 prisioneros fueron ejecutados a raíz de la exculpación de S. Manning, que obtuvo su libertad luego de 7 años de prisión.
Cruz- Hernandez
Rolando Cruz Hernandez paso 10 años sentenciado a pena de muerte en Illinois luego de haber sido condenado por la violación y el asesinato de Melissa Nicarico (de10 años). La niña fue bajada de su bicicleta, violada, sodomizada y asesinada. La condena de Cruz estuvo basada fundamentalmente en el testimonio de una “experta en huellas de pisadas,” que aseguraba que podía leer estas huellas suficientemente bien como para determinar la clase social y raza de una persona.
Brian Dugan finalmente confesó el asesinato, dando detalles que no habían sido publicados antes. Pero los fiscales se rehusaron a reconsiderarlos, incluso luego de que la evidencia del ADN mostraba que Dugan era el asesino. Cruz atravesó un segundo y tercer juicio, durante el cual un policía confesó que el había mentido cuando dijo que Cruz había confesado.
Ray Krone
Ray Krone se desvaneció por dos años con una condena a muerte en Arizona antes de ser exonerado. El fue el interno numero 100 en ser liberado en toda la nación, y el segundo en ser liberado por una prueba de ADN desde que la pena de muerte fue reinstaurada en 1976.
Ray Krone fue acusado y condenado por la muerte de Kim Ancona en 1991. Permaneció con la condena a muerte por 10 años antes de que la revelación de evidencia sospechosa lo liberara. Fue re-juzgado y nuevamente encontrado culpable y sentenciado a muerte. Nuevamente, un test de ADN finalmente lo exonero en 1995.
Ronald Jones
Un hombre condenado a muerte en el Estado de Illinois fue exonerado de la pena capital después que análisis de ADN demostraron que fue injustamente acusado de violación y asesinato. Ronald Jones es el preso número 64 en los Estados Unidos que logra zafar del verdugo, gracias a la utilización de técnicas genéticas que no existían cuando fueron sentenciados. El caso de Jones es inquietante, porque se demostró que, después de una terrible paliza, fue obligado a firmar una confesión de un asesinato que no cometió. El hombre fue sentenciado a muerte en 1989 por el crimen de Debra Smith, de 28 años, ocurrido cuatro años antes. En su juicio declaró que los policías lo golpearon en la cabeza y el estómago, para que firmara la confesión del asesinato de Smith. No pude aguantar más, dijo en el estrado, pero el jurado no le creyó. Sin vacilar, fue condenado a la pena capital.
El expediente de Jones estuvo rondando por largo tiempo de corte en corte, hasta que en 1994 sus abogados presentaron una moción para que el semen encontrado en el cadáver de Smith fuera re-examinado mediante nuevas técnicas genéticas, pero el juez John Morrisey se negó al pedido.
Eventualmente, la Corte Suprema de Illinois concedió el permiso para revaluar las pruebas, lo que terminó demostrando la inocencia del condenado. Jones pasó 12 años en prisión.
Hobley, Patterson, Howard, y Orange.
El 10 de enero de 2003, el Gobernador de Illinois George Ryan perdonó a cuatro prisioneros del corredor de la muerte: Madison Hobley, Aaron Patterson, Stanley Howard y LeRoy Orange. Estos hombres fueron condenados con la pena de muerte en base a "confesiones" conseguidas a través del uso de torturas por el Comandante de Policía de Chicago Jon Burge junto con otro policía del área 2 de Chicago. Hobley pasó 16 años en prisión, Patterson 17, Howard 16, y Orange 19 años.
Earl Washington
En octubre de 2000, Earl Washington fue indultado tras hacerse una prueba de ADN que demostró su inocencia con respecto a un cargo de violación y asesinato, por el que pasó 17 años en una prisión de Virginia. Washington, que sufre de problemas de retraso mental, estuvo a una semana de ser ejecutado en 1985. En 1993, su sentencia de muerte fue conmutada a prisión perpetua. En febrero del 2001 ha sido finalmente liberado.
El caso de los Ford Heights Four.
Dennis Williams y Verneal Jimerson pasaron 18 años en prisión sentenciados a muerte en el estado de Illinois. Por un crimen que ellos no cometieron.
Si no fuera por los esfuerzos de los prisioneros para investigar de forma independiente y por la ayuda de abogados, estudiantes y periodistas, incluyendo al periodista de investigación y profesor de la Universidad de Norhwestern, David Protess; ellos probablemente estuvieran muertos. Williams, Jimerson, Willie Raines y Kenny Adams –conocidos como los Ford Heights Four- fueron condenados por doble asesinato y violación de una pareja de personas blancas en una estación de servicio en los 70´s, a pesar del hecho de que no había evidencia física que los vinculase con el crimen. En una oleada de recrudecimiento del crimen, los políticos pusieron presión sobre la policía para que pusiera a alguien tras las rejas por los homicidios, entonces rápidamente cuatro hombres negros del barrio pobre de Ford Heights del sur de Chicago fueron arrestados.
Poco tiempo después del arresto la policía recibió información sobre la identidad de los verdaderos asesinos. Esta información permaneció enterrada en un archivo policial hasta que fue descubierta por Protess y tres de sus estudiantes en el año 1995. Esto llevó a nuevos exámenes de AND, que terminaron exonerando a los condenados. Finalmente fueron liberados tras pasar 18 años en prisión condenados a pena de muerte.
Protess apunta que el caso de los Ford Heights Four evidencia que el sistema judicial no se corrige a sí mismo y que personas inocentes fueron y serán ejecutados si ellos son demasiado pobres como para pagar un abogado privado, como lo es el 90% de los procesados con pena de muerte. Según Protess este caso sirve para demostrar el carácter clasista y racista de la pena de muerte.
Curtis Edward McCarthy [ B]
Pasó 21 años en prisión y de ellos 16 en el corredor de la muerte por un asesinato que no cometió. Un análisis forense erróneo le llevaba directo a la muerte. Afortunadamente, una segunda revisión de las pruebas comprobó su inocencia y logró salvarle la vida.
[Tras esta espera, los que consiguen salvar la vida que jamás tuvieron que intentar arrebatarles son compensados económicamente. 50.000 dólares (unos 37.000 euros) por cada año que han estado en prisión es lo que reciben las víctimas de las negligencias judiciales].
Laurence Adams
Laurence Adams dejó la prisión de Massachussets 30 años después de su condena de 1972 por robo y asesinato de un trabajador del tránsito en Boston. El juez de la Corte Superior Robert Milligan revocó la culpabilidad de Adams en 2004 porque la policía había ocultado evidencia importante. Los cargos contra Adams fueron formalmente desechados el 7 de junio de 2004. Adams fue declarado culpable a los 19 años por el testimonio de dos testigos, ambos con cargos en su contra (no relacionados) descartados luego de dar su testimonio. Adams fue condenado a muerte en 1974, pero la Suprema Corte de Massachussets redujo su sentencia a prisión perpetua luego de declarar inconstitucional la pena. Adams siempre mantuvo su inocencia. Mientras estuvo en prisión se graduó en sociología.
Kenneth Foster[ B]
Una ley que se cubre de gloria en EEUU es la que permite condenar a la pena capital a testigos de un delito que no hicieron nada por evitarlo. Es el caso de Kenneth Foster, "uno de los más preocupantes de los últimos años". Foster ha sido condenado a muerte por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Viajaba en coche con tres personas, cuando una de ellas bajó del vehículo y se dirigió violentamente a un joven. A 20 metros, Foster presenció los hechos: su compañero hería de muerte al joven.
Cuando se celebró el juicio, el autor del crimen fue sentenciado a muerte. Por su parte, los otros dos compañeros que viajaban en el coche ese día salieron absueltos.
Hasta donde yo pude averiguar, la pena de Kenneth Foster fue conmutada de pena de muerte a prisión perpetua a pocas horas de ser ejecutado. Foster actualmente tiene 31 años y fue encarcelado a los 19; en el año 2037 puede ser elegible para obtener la libertad condicional.
Inocentes ejecutados
John Ray Conner [ B]
J.R. Conner es un joven de raza negra y 32 años, que fue acusado del asesinato de Kathyanna Nguyen, empleada de una tienda de comestibles, durante un atraco en 1998. Varios testigos lo identificaron como responsable de la muerte de la joven. Desde su detención, Conner ha esperado más de diez años en el "corredor de la muerte" a la espera de la sentencia que le aventurara su futuro.
Éste parece un "caso normal" dentro la lógica judicial estadounidense: un ciudadano que comete un delito "atroz" debe ser castigado de la misma forma. Pero el caso de Conner tiene algo de especial. Y es que este joven, al que testigos juran haber visto salir "corriendo raudo y veloz" tras cometer el asesinato, es cojo y le cuesta moverse con facilidad. Incluso la Unión Europea se ha implicado en este asunto, enviando una carta al gobernador Rick Perry donde pedía su perdón. Como respuesta: "los tejanos decidimos hace mucho tiempo que la pena de muerte es un castigo justo y nos apañamos muy bien solos gobernando Tejas". De esta forma, Conner se convertía en la víctima tejana número 400, víctima no sólo de la inyección letal que le llevó a la muerte en ocho interminables segundos, sino víctima también de un error judicial.
Odell Barnes, Jr
En el año 2000 Odell Barnes fue ejecutado por un crimen que aparentemente no cometió: asesinato. Los fiscales dependían principalmente en un punto de sangre de su ropa que coincidía con la sangre de la victima. Fue preso y sentenciado a muerte.
Posteriormente los abogados apelantes examinaron la sangre en forma más minuciosa, y encontraron que la sangre estaba contaminada por un preservativo, levantando suspicacias acerca de que la muestra era sospechosa y que pudiera haber sido puesta en Barnes para obtener un convicto. Otra evidencia que apuntaba a la culpabilidad de Barnes fue descubierta, pero las cortes, la junta de perdones (board of pardons) e incluso el gobernador, la ignoraron. Barnes fue ejecutado por un crimen que aparentemente no cometió.
Leonel Herrera
Leonel Herrera fue ejecutado con una inyección letal en Texas a pesar del hecho de que otro hombre había confesado ser el autor del asesinato. Su caso llegó a la corte suprema, que sugirió que se recurriera al gobernador. Pero, en forma creciente en estos días, los gobernadores ven la clemencia como un suicidio político, y son reacios a otorgarla.
Algunos datos sobre inocencia y pena de muerte.
* En primer lugar recomiendo que vean la “List of innocence” de DPIC (sigla en ingles de Centro de información de Penas de Muerte) actualizada al 18/9/2008, donde figuran los inocentes liberados en EEUU desde 1973 y el tiempo que estuvieron prisioneros.
*Desde 1973, más de 125 personas alrededor del país (EEUU) han sido exoneradas de la pena capital después de presentarse evidencia demostrando que fueron condenadas por error. Solamente en el 2003, 10 acusados fueron liberados de su condena de muerte.
*Una investigación realizada, en Septiembre de 2000, por el New York Times encontró que en los últimos 20 años el índice de homicidios en los Estados con pena de muerte es 48 a 101 por ciento más alto que en los Estados sin la pena capital (Estados abolicionistas).
*Muchas de las condenas erróneas estuvieron basadas en evidencia modificada por la policía, falta de conducta de los fiscales, falsas confesiones, errores de testigos, y “ciencia chatarra” (junk science, en el original). [ I]
*Desde 1977, la fecha en la que la Corte Suprema restableció la condena capital en los Estados Unidos, doce presos fueron eximidos en Illinois de la pena de muerte, lo que equivale al mismo número de ejecutados en ese lapso. En Illinois tampoco es una novedad que la policía fabrique una confesión para el acusado de un crimen.
*DPIC estima que el tiempo promedio de espera para los condenados con pena capital antes de ser exonerados es 9.3 años, pero de 15 a 30 años no es inusual.
*Por cada siete ejecuciones, un condenado a pena de muerte ha sido exonerado.
*Un juez federal ha sentenciado a muerte a un acusado en una jurisdicción que no tenía pena capital desde que ésta fue reinstaurada en 1988. El caso fue en el año 2002 en Michigan.
Fuente?
titanioberilio escribió:Es su cultura y hay que respetarla.