Mi padre dice que este tipo es anormal. Siempre que voy a su casa y sale por la tele, lo dice. Me lo estoy empezando a creer, en serio.
Controlar y dirigir a estúpidos es mucho más fácil que a idealistas o personas inteligentes. Estos últimos pueden salir por cualquier parte, son imprevisibles. Les puede entrar hasta conciencia social o cosas peores, humanidad. Qué menos que tener dirigiendo el país una persona completamente corrupta, un tonto útil, que hará siempre lo que diga el partido y quienes lo financian con sobres.
¿Este personaje con quién se reúne todas las semanas? Con grandes empresarios, con empresas extranjeras que quieren hacer negocio en el país, con grandes empresas españolas que quieren hacer negocio en el extranjero, con benefactores del partido político, con sus cargos subordinados, en todo momento con sus asesores. Este tipo vive en una nube, su nube. Únicamente concede entrevistas a medios afines o prensa extranjera con preguntas que hasta el más tonto podría contestar. En serio, cualquiera de nosotros por un muy mal día que tengamos, podríamos hacer lo mismo que hace este tipo. Solamente hay que oírle hablar durante varios minutos para saber que ilustrado e intelectual no vienen en su diccionario. Los cara a cara con otros líderes se los preparan concienzudamente sus asesores en las campañas. Puede estar cualquier ahí. Cualquiera que quiera vivir bien obedeciendo a las élites.
Después uno mira a Julio Anguita o al mismo Pablo Iglesias, y sabe que uno nunca fue presidente porque era demasiado inteligente y honesto, y el otro nunca lo será porque es un peligroso hijo de puta con coleta para las élites. Se puede estar deacuerdo o en contra de muchas de sus políticas o propuestas, pero uno sabe que son personas honradas y que quieren lo mejor para todos, no para unos pocos. Por eso los medios de comunicación generalistas los ponen a parir. Ahora a Anguita le tienen mucho respeto, pero en la época de González todo eran palos en la rueda. Mientras Albert Rivera está llamado a ser un tipo importante en la política del país porque puede mercantilizar hasta uno de los trabajos más viejos del mundo, para él las personas van después del negocio.
Bienvenidos al circo de la política donde los más tontos hacen relojes. Requisito indispensable que no se te caiga la baba, porque las formas siempre son más importantes que el fondo.