Mmmm... yo conozco en Albacete un señor, inválido de una pierna, con una historia personal fascinante que vive de una forma algo parecida. Habita una parcela donde construyó el mismo una casa, con un bosquecillo y un huerto que él mismo planta y cuida junto a una chica. Apenas baja a Albacete, no tiene un trabajo sino que es autosuficiente con sus productos agrícolas (tiene además un huerto hidropónico que es la releche) y el poco dinero que emplea (impuestos, pues ha de pagar algunos aunque su renta y su condición le exime de la mayoría) lo obtiene vendiendo en algunos mercados zapatos artesanales y haciendo arreglos del cuero. Hasta se remienda su propia ropa.
Es un tipo muy peculiar, aunque yo no tengo intimidad con él. Estuvo preso en Italia durante muchos años a la Expreso de Medianoche y en la cárcel se volvió un hombre educado y culto (se conoce que ni era instruido ni era muy civilizado), además de una excelente persona a base de pasar penurias. Cuando un amigo visita su casa por primera vez, le pide que plante un árbol, para que cuando el amigo se marche, quede el árbol y le recuerde su amistad - costumbre que dice adquirieron en algunas zonas de Italia por influencia de los turcos.
No es que se mantenga completamente desligado de la sociedad, pero a su modo es un ermitaño moderno. Decir, por cierto, que no tiene teléfono ni televisión ni radio - sólo lee de vez en cuando la prensa y su compañera tiene teléfono solamente por si tuviera una emergencia médica. Cuando yo hablé con él la última vez mantenía una bendita ignorancia sobre quiénes eran los miembros del Gobierno (2004), los problemas del mundo y sus circunstancias.
Una anécdota muy simpática es que entró en un bar en una ocasión y pidió creo que una Mirinda, como en el corto de Álex de la Iglesia, pero bien entrados los años 90 y el camarero le dijo "¿De dónde sale usted, de una cueva?".