Dios, a cuento de esto, yo odiaba a muerte que me politizaran las clases. Los profesores que meten política en las aulas, en la mayor parte de los casos que conozco, van de muy buen rollo hablando de politiqueo como si fuese su verdad absoluta, para que los alumnos, pobres crédulos les sigan. Yo he tenido demasiado trovador de la izquierda galleguista en clase y la verdad es que uno acaba hasta la napia.