A pesar de ser uno de los diseñadores más importantes de la industria, a Ron Gilbert (Maniac Mansion, Monkey Island) le cuesta encontrar financiación para sus proyectos. Así lo ha reconocido en una entrevista en
Ars Technica, donde también dice que si Disney le cediera Monkey Island de nuevo llevaría a los jugadores a un mundo 3D. Gilbert admite que este cambio generaría controversia, pero en su opinión las aventuras
point-and-click en 2D clásicas resultan antiguadas para la mayoría, así que el futuro pasa por títulos con diseños modernos.
Después de varios años trabajando en aventuras como Thimbleweed Park (2017) y Return to Monkey Island (2022), Ron Gilbert decidió apostar por algo nuevo y su primera idea fue desarrollar un RPG de mundo abierto al estilo de los clásicos The Legend of Zelda. Sin embargo, después de contratar a un artista y un diseñador y pasar cerca de un año trabajando en la idea, Gilbert se dio cuenta de que sin un equipo más grande no iba a poder hacer realidad su visión. "Simplemente no tenía el dinero o el tiempo para crear un juego de mundo abierto tan grande", comenta el diseñador. "O es un proyecto que te apasiona y al que le dedicas 10 años, o necesitas mucho dinero para contratar a gente y recursos".
Cuando Gilbert llamó a editores en busca de dinero para terminar el proyecto en un plazo razonable, recibió algunas propuestas, pero dice que los acuerdos eran "horribles". En su opinión, esto se debe al género. "Hacer un juego pixelado al estilo clásico de Zelda no es algo muy popular, así que los editores lo miran y no lo ven como algo con lo que 'vamos a ganar 100 millones de dólares y vale la pena invertir'", comenta Gilbert. "La cantidad de dinero que están dispuestos a invertir y los acuerdos que ofrecían no tenían ningún sentido para mí [...]". El proyecto fue cancelado y entonces se puso con el RPG
roguelite Death by Scrolling.
Runner (2019) es un prototipo de Death by Scrolling. A pesar de haber encontrado el éxito en el pasado usando el
crowdfunding en Kickstarter, Gilbert afirma que ya no es una opción. Por un lado seguiría faltando financiación, y por otro afirma que a día de hoy Kickstarter "está prácticamente muerto como forma de financiar juegos".
Gilbert dice que ahora los editores "se basan mucho en el análisis y tienen fórmulas que aplican a los juegos para intentar averiguar cuánto dinero pueden ganar". En su opinión, este método termina dando como resultado "un montón de juegos que son exactamente iguales a los del año pasado, porque eso genera dinero". Cuando Gilbert mira atrás, recuerda que ellos no podían hacer eso debido a que no sabían qué generaba dinero. Es por ese motivo que a Gilbert le gusta el mercado
indie, un sector que es libre de muchas de las cosas que imponen los grandes editores. "[...] hay mucha más creatividad", dice.
Respecto a Monkey Island y las aventuras
point-and-click en general, Gilbert es de la opinión de que el género no tiene un futuro prometedor. Sin embargo, sostiene que títulos como Blue Prince y Lorelei and the Laser Eyes son buenos ejemplos de cómo los diseñadores que pueden crear rompecabezas con narrativa utilizando técnicas e interfaces modernas. En su opinión el futuro de las aventuras va en esa dirección. Si él pudiera volver a Monkey Island, apostaría por un mundo en 3D en lugar de un
point-and-click en 2D.
Gilbert llevaría Monkey Island al 3D, pero reconoce que esta saga quizás no es la mejor para adoptar esta dirección debido a las expectativas que genera. El diseñador admite que si lo hiciera provocaría aún más controversia debido a que a la gente le gusta el clásico Monkey Island. Estos recelos al cambio ya los comprobó con Return to Monkey Island.