Roca, al juez de la Malaya: “¿Por qué me piden más años que al asesino de Mari Luz?”

José Godino, presidente del Tribunal del ‘caso Malaya’, ha anunciado antes del visto para sentencia que habrá "una sentencia justa". El carpetazo al macrojuicio por corrupción urbanística más largo de la historia de España ha tenido lugar con los imputados fundiéndose esta mañana en besos y abrazos en la sala, con gimoteos incluidos.

En los alegatos de la vista de hoy nadie entonó su “mea culpa”. Lo más parecido a una excusa fueron las palabras de Roca pidiendo perdón a Marbella por "el daño causado a la imagen de la ciudad". Una de cal y otra de arena. Ya que la siguiente frase fue criticar su petición de pena comparándose con las sentencias de dos asesinos. Con la frialdad que le acostumbra y mirando al juez fijamente le dijo: “Santiago del Valle me preguntó qué había hecho para que el fiscal me pidiera 30 años de prisión". Al asesino de la niña onubense Mari Luz Cortés le dictaminaron 22 años de pena, y a él, por un delito de blanqueo de capitales, malversación de caudales públicos, prevaricación y cohecho, se le pide una condena que supera a la de los delitos de sangre. Ahí quedó la guinda para que los jueces reflexionen en vacaciones.

Roca siguió argumentando en esa línea de "reflexión" al tribunal y les dijo que, de cumplirse la petición de la Fiscalía, pasaría el resto de su vida en prisión: "Este es mi séptimo año en la cárcel y, si Dios no lo remedia, mi séptima Navidad. Si la Sala acepta la petición de 30 años de la Fiscalía pasaría el resto de mi vida en la cárcel".

Banquillo mediático

Los demás acusados como Rafael Gómez, ‘Sandokán’, señalaron entre llantos “los daños irreparables sufridos” que ya no se podrán subsanar. Solo algunos de los 86 imputados de los que esperan sentencia han ejercido su derecho a la última palabra. Todos con un denominador común: proclamar su inocencia lloriqueando y denunciar el dolor que les han causado en sus vidas. Así, Isabel García Marcos ha mantenido su inocencia “de todos los cargos que se me imputan” y ha destacado el linchamiento al que se han visto sometidos. La acusada ha pedido al Tribunal que le "devuelvan la fe en la Justicia" conteniendo las lágrimas y ha terminado con su latiguillo: "Que Dios reparta suerte".

Julián Muñoz ha sido el principal victimista diciendo que no hay ni una sola sentencia que le impute que “sea un ladrón” y ha mantenido que si él "daba licencias era porque los técnicos así lo indicaban” y ha recordado el sufrimiento de "banquillo y mediático". Marisol Yague, arrastrando una de las peticiones de condena más fuerte después de Roca, asistió a la última vista oral a pesar de “estar de baja por depresión”.

Pedro Román, al que el fiscal pide 21 años de cárcel, le dijo al juez que "si esto se cumple es más de lo que me queda de vida ya que tengo 70 años". El acusado asegura que el caso le ha causado daños "profundos e irreparables a él y a su familia”. Y, por último, el abogado Manuel Sánchez Zubizarreta ha pedido "una sentencia ajustada a derecho”. Eso es lo que todos quieren. Alea Jacta es.