Relatos personales

Hola a tod@s. Creo entender por la descripción que reza bajo el nombre de este subforo, que aquí podrían ir relatos que uno mismo escriba. Literalmente, la decripción del foro dice lo siguiente: "Si te gusta escribir o quieres descubrir nuevas "promesas" este es tu sitio", así que, allá voy.

Empecé a publicar cosas en una página que se llamaba Tusrelatos, pero al ir a publicar hoy uno nuevo, me ha dicho que no tengo créditos suficientes para publicar, los cuales se consiguen comentando relatos de otras personas y tal de los que se hacen en la página, pero es algo que no me apetece, así que directamente iré publicando aquí en este foro tan dicharachero, jeje.

Empezaré por el relato que considero es el mejor (al menos en una parte del mismo) que he hecho en los últimos años, y con el paso de los días iré publicando 2 ó 3 más que tengo y uno bastante reciente. Sin más.

Espero que os guste, comentad.

Crónicas de un nómada establecido.

Llega el otoño, la mejor época del año, que trae gratos recuerdos de la adolescencia y la compañía de amigos durante la mayor parte del día.

Ahora es diferente, ahora se vive casi en total soledad, pero, aún así, es agradable cuando viene la inspiración, aunque sea poquita, aunque sea mínima; pero durante ese ratito, sucesos de la misma naturaleza que la magia...

Para acompañar, está el camarero del bar. Un café y un cigarro, una charla y alguna que otra sonrisa. Después...a pasear por caminos de campo, entre árboles que despliegan una gran gama de colores ocres y apagados, unidos a alguna brizna de hierba y alguna que otra planta que crece con las aguas y cuyo verde es tierno, joven e intenso y tenaz.

El cielo está nublado. En el campo sólo hay silencio. Algún pájaro emite su particular sonido. Algunos más finos, otros más...bastos, pero, en cualquier caso, breves. Y después...silencio; viento y silencio. No hay locura, no hay humanidad que replique al trueno que suena de fondo. Allá lejos, en el horizonte, a la altura de aquellas montañas lejanas, misteriosas y difusas a la vista por la increible distancia que, a pesar de muy lejana, cubre la vista, relajándose por ser usada de verdad por primera vez después de mucho, mucho tiempo....

En el camino de regreso al acogedor hogar, se escuchan nuestros pasos, que van por un camino de tierra puro y natural. La graba es aplastada contra la arena, con tonalidades de cientos, o quizás miles, de colores, y lejos...distantes montañas grises, y otro trueno que poseé todo cuanto ves y te engatusa durante algunos segundos sea donde sea que mires. Otro trueno, viento, silencio y algún pajarillo inpuntual que grazna y comprueba que su hábitat contiene un espacio prácticamente infinito para vivir y volar.

Se ahoga el sonido ante tal inmensidad, se apaga, desaparece, pero en el fondo del espíritu, perdura para siempre, formando un edifició de encanto duro como la roca, duradero y fuerte, y sabio.

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El hogar de noche y una ventana para seguir viajando sin los impedimentos que tendríamos al vivir en medio de naturaleza salvaje, al inicio de los tiempos. Es la evolución, es un ordenador con juegos de aventuras.

Estás fuerte. A veces sales a pasear por montañas empinadas que exigen lo mejor de ti para chequearlo y hacerlo mejor aún. Descansas en lo alto de las mismas, sudando, metiendo aire fresco en tus pulmones mientras notas que tu cuerpo funciona bien...y pide más. Se purifica y fortalece.

Tus músculos están fuertes, tensos, elásticos y relajados al mismo tiempo. Es lo que tiene al darle un uso responsable.

En tu habitación de vuelta, te sientes un poco tenso, todo tu cuerpo está ligeramente tenso. Tus brazos, por delante y por detrás, en la carne dura y en la zona blanda y sensible. Arriba y abajo, también tus manos y tus dedos. Empiezas por ahí, a masajearlos y sentir un placer que sin cansancio no hubiera podido ser. Pero es más, porque necesitabas buscar el cansancio. Te lo pedía tu cuerpo, tu naturaleza...y te revolucionaste de verdad para ti y te ubicaste en el camino de los lejanos hombres del pasado y la libertad.

También tienes la espalda tensa, y las piernas, aunque no el abdomen y el pecho. A la espalda no llegas tu, pero si tu madre, a la que, después del masaje que te regala, la abrazas sintiendo el tacto blando de su cuerpo y su energía. La despides con un beso y unas palabras, y vuelves a tu habitación. Es el turno de estirar las piernas un poco, una vez más y de muchas que serán, para después, masajearlas. En los pies sientes un intenso placer al hacerlo, y luego le toca a los gemelos, a los muslos y a la parte anterior de los mismos, los femorales. Por último, los gluteos.

Ya estás completamente resucitado. El porro de yerba de por la mañana te ayudó esta noche a sentirlo todo más intensamente.

Es hora de cenar. Toca carne picada con salsa boloñesa. Está templada, lo cual se agradece, puesto que es la mejor temperatura para la comida. Concentra casi todo el sabor y se paladea sin un solo problema, ya que no quema. Después un vaso de leche fresca con galletas. El frescor de la leche y la dulzura de las galletas trituradas, suponen una completa terapia para tu garganta algo irritada por los 7 cigarros que has fumado hoy.

Después de cenar te despides hasta mañana de los presentes y vuelves a tu habitación. Cierras la puerta por dentro y hechas el cerrojo para estar tranquilo. Un flexo cuya luz es amarilla intensa, ilumina indirectamente tu habitación y despeja tus ojos debido a su claro fulgor con matices. La luz no es directa porque está tras la pantalla del ordenador. Apagas la luz principal y te quedas a oscuras, sólo con la claridad amarillenta de la bombilla de la lamparita.

La gente descansa, todos duermen, y tu ahora vas a vivir una historia sin fin y sin límite, ya que estás en tu habiitación a buen resguardo, haga lo que haga el mundo exterior. Se oye a un grupo de chicos pegar voces a lo lejos.

Muere la consciencia, se desata la vida en el campamento...

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Amanece y despiertas. Por unos instantes el silencio lo inunda todo en tu habitación. No ha hecho frío por la noche, ya que todavía es Septiembre y el sol se resiste a alejarse, pero tampoco ha hecho calor. Durante el día se puede ir en camiseta y en calzonas, pero, por la noche, bajan las temperaturas. Una suave y familiar sábana es todo cuanto necesitas.

El cigarro que viene justo tras despertar, sienta bien, termina de despertarte. Un rápido vistazo al ordenador para ver como van las descargas que dejaste por la noche, y a la calle.

Bebes agua y sales. No necesitas nada más. A no ser que te suicides, sólo si te suicidas, la vida se acaba, pero si no, la vida sigue, y la vida lo es...todo.

Caminas relajado, lo más relajado que caminarás en todo el día. Las casas están quietas. El cielo hoy, está teñido de azul, y el sol está radiante tras las montañas, aunque ya asoma un poco e irradia indirectamente todas las cosas de tu calle. El color de las mismas va entre el suyo propio, el gris de la mañana y el azul del cielo. Todo está quieto, sólo eres tu el que se mueve, sólo tu tienes la oportunidad de cambiar algo.

Escalera abajo, entre vegetación de múltiples formas y colores, y, el sol, de frente. Como la luz de la habitación de por la noche, despeja tus ojos, y sigues caminando. Ya queda menos para llegar a tu destino: un viaje agradable con una cabeza que no para de generar ideas de poder. "Haré esto, haré lo otro, trazaré este plan y conseguiré esto". Desde bien temprano por la mañana, el poder más absoluto forma parte de ti.

Tus piernas están muy relajadas del ejercicio de ayer, los masajes y el estiramiento. Ya llegas.

El bar está abierto. Ya lo sabías, pues abre a las 6:00 de la mañana y son las 8:00. El camarero es una buena oportunidad para mostrar tu dote intelectual. Es un tipo serio, no reacciona a cualquier cosa, pero tu tienes poder, así que allá vas...a conversar con él mientras desayunas un vaso de leche fresca con 3 churros. Luego, cigarro en la puerta y a casa otra vez.

La ciudad empieza a moverse, ya circula algún coche. Es domingo, hay poco que hacer. No merece la pena moverse por la ciudad, no hay tiendas que ver, sólo escaparates, sólo imagen respecto a historias completas de horas de duración que contemplarías si estuviesen abiertas. Observar la muerte no es mi estilo.

La cuesta hacia arriba es una forma de comprobar que el cuerpo está...duro. Subes sin cansancio de vuelta a casa, sin esfuerzo, y llegas de nuevo a tu habitación.

Es domingo, no hay noticias, pero el conocimiento que se reparte por internet, quien sabe, quizás algún domingo te permita crear decenas de noticias para el público sumiso.

No hay descanso, no hay cansancio, no hay noticias, o si. Lo que pasa es que la vida no termina aún, aún no, queda mucho para eso, si es que llega algún día...

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Vas con la bici. Tanto tus piernas como tus brazos se pusieron fuertes hace tiempo. No importa que haya cuestas arriba o cuestas abajo, no las notas. Para ti no existen, sólo existe el futuro y la profesionalidad, así que, mientras vas montando, vas soñando. Cada vez más resistente, cada vez más poderoso. Tu voluntad se refuerza y cada vez vuelve a ti con más fuerza, a manifestarse el poder creativo del universo y su capacidad para interferir en todo como te plazca.

Montas al lado del río, por un camino de tierra con múltiples baches que hacen vibrar la bici y a ti darte cuenta de que tus dedos, tus manos y el resto de tu cuerpo, están fuertes.

Los árboles copados de verdes hojas se suceden en tu camino. Vas de prisa pero no tienes prisa. Eres así y punto, buscando cada vez más, la capacidad de reacción, ni más ni menos. Una máquina preparada para dar lo mejor de si y que no quiere atrofiarse.

No hay tiempo para para parar, no hay cansancio. No hay nada que hacer sentado y simplemente observando. Mejor moverse, respirando, con término medio, depurando tu cuerpo.

Son las 11:30 de la mañana y el mundo está ahí, con sus caminos y sus campos abiertos a ti, y el arte del universo a modo de regalo para los ojos.

Esta mañana has visto de todo. Siempre es lo mismo pero siempre es diferente. No hay forma rápida de asimilar tanto detalle y recordarlo, por lo que siempre es diferente.

Tienes ganas de volver a casa y jugar a algún videojuego, o escribir, o pintar paisajes fantásticos que saquen el mundo que llevas dentro para mostrárselo a los demás, o para verlo tu mismo cada vez que quieras, y así poder siempre regresar a bellos momentos de la vida.

El aire roza tu piel sudada. Notas el frescor. Si corrieses, sólo sudarías al parar, porque mientras corres, rompes el aire y éste roza tu piel, siempre más fresco que tu mismo y/o el sol, aunque sea invierno, o algo así será digo yo...

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Noches de invierno, serenas, tranquilas, agitadas y tormentosas. En la calle está el mendigo que dicta su propia ley. El frío no es nada apara él, ya que tiene mantas para el cuerpo y espíritu para su cara. Duerme en el soportal de un edificio abandonado donde nadie le ve. Todos los colchones que encuentra en la basura los lleva para allá, repleto de fuerza. Tiene colección de los mismos. 7 colchones le pertenecen ahora. Él duerme sobre el mejor, arropado, solitario en aquella casa a las afueras de la ciudad. Sueña con su amada, su amor es posible porque tiene cualidades que encandilan a todas las personas. No bebe alcohol, sólo fuma algún porro cuando le invitan o cuando reune 5€ para pillar.

Se levanta descansado al amanecer. Son las 8:30 de la mañana y lo rodea la vegetación más salvaje y fresca, y el silencio. Tiene un cartón de leche fresca que compró por la tarde. La prueba con cuidado para ver si se ha agriado, pero no, está bien, está bien y buena, y se la bebe junto a dos magdalenas que tenía también de la tarde anterior. Llena bien el estómago y luego recoge su mochila para llevársela consigo y que no se la roben. Es una mochila pequeña, lleva dentro 2 pares de calcetines, unas capatillas de estar en casa, 3 camisetas, dos calzonas, 2 pantalones largos y un jerseis. Le cabe todo en la misma y no necesita más.

Es un mendigo que tiene salud. Todo lo demás, o casi todo, le sobra. Salud, bondad y genio que se desató hace 2 semanas cuando se hartó de olvidar sus ideas buenas, aquellas que le divertían y le hacían emocionarse. Aprendió a dibujar en 3 días y, en una libreta que llevaba consigo, escribía y retrataba historias cortas que se le iban ocurriendo. Ya tenía 16 páginas llenas de letras y figuras a todo color.

Tenía que conseguir dinero para comprar la comida de por la mañana. Por la tarde pediría para la cena y el desayuno. 5€, 5€ gastaba al día en comida, ya que comía mucho. También compraba algo de tabaco y, una vez al mes o dos como mucho, algo de marihuana o hachís. No probaba el alcohol...

Así fue como, un día más, descendió por el camino de tierra que lo sacaba de la finca que era su hogar. Respiró el húmedo y curativo aroma del campo y del aire de allí de en medio de la naturaleza, junto al silencio, escuchando a la naturaleza y con fuerzas en el interior que muchos multimillonarios quisieran, y se dirigió hacia la ciudad.

Nadie diría que era un mendigo. Tenía 25 años y lo único que temía era a la violencia real, a nada más, y, en aquella ciudad, no la había al menos para un tío del que no sabían nada y al cual, todo el que le hablaba, admiraba.

Media hora para llegar a la puerta del supermercado. Media hora para disfrutar en soledad de la creación, y luego, de las relacciones.

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El caminante va una tranquila mañana de invierno, cruzando un largo puente que, a su vez, cruza un ancho río.

No hay coches en circulación. Son las 7:20 de la mañana y el sol empieza a asomar tras las montañas. Hay tanto silencio que se escucha al viento mover las hojas de los árboles que lindan al caudal que tiene debajo, bajo el puente. Por lo demás...nada. Pareciese que está en medio de la naturaleza, en medio de otro tiempo, sólo que no lo es. Hay edificios antes y después del largo puente, y también hay otra persona caminando. Va a lo lejos.

Los edificios desprenden calor, el calor de la promesa de gente que se despierta y llena las calles con sus piernas y sus vehículos. En tres cuartos de hora, la calle ya estará bastante habitada, pero por ahora: débil luz, silencio y fresco.

El caminante se asoma del puente hacia abajo para observar la corriente. Ve plantas, ve una bruma que cubre el agua, silenciosa, sinuosa y misteriosa, pero no todo allí es como si estuviese en un extraño mundo del exterior donde sólo las almas pueden ir porque la vida es incompatible con el entorno, no. Hay plantas que se mueven con el viento, vivas. Y también hay un grupo de 2 patos que nadan en el agua y zambullen su pico en la misma buscando algo. Más allá hay un tercero, y algunos gorriones cruzan el caudal de lado a lado volando, fácilmente.

La naturaleza despierta y los edificios de más adelante también....también empiezan a despertar.

El caminante nunca fumó, y respira el aire que surca la corriente y se contagia de su frescor, por la nariz y la boca. Sigue caminando en dirección a su casa, lugar en el que le espera su amada para salir a dar un paseo, sólo que un poco más tarde, porque ella duerme más, y con la diferencia de que entonces podrá sentir su silueta de carne vibrante en armonía, bajo la ropa, cuando rodée su hombro o su cintura con la mano.

Cuando llegue a casa la abrazará y besará en la melena.

Pasan dos coches, uno blanco y otro rojo. Despacio, con las luces encendidas. La ciudad empieza a funcionar.

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El espíritu del bosque suele estar quieto y tranquilo, rondando a alguna cosa con bastante peso que le permita adherirse a su atracción para no volar hasta el universo y vagar durante días hasta caer de nuevo en otro planeta que puede ser que no tenga vida.

El calor hace que las cosas pierdan fuerza de atracción, por eso rondaba por la tarde al medio día, una piedra en la que alguna vez vio sentarse a algún viajero o caminante con cuya energía intercambió datos.

Es poco el calor que necesita el espíritu del boque del modo de que está compuesto, para salir despedido hacia el universo sin poder aferrarse. Por eso vive de noche y, cuando amanece, se aferra a alguna piedra resistente a los cambios, y, desde allí, contempla los árboles, sus copas llenas de hojas movidas por el viento y demás vida vegetal del campo, del puro campo; desde flores a paja seca que se mueve más de lo que creemos, pues para el espíritu del bosque es un auténtico espectáculo día a día que lo ayuda a entrar en la tranquilidad, serenidad y capacidad de observación claves para su cordura.

Cuando la temperatura sube por encima de los 10º, él tiende a elevarse hacia el universo, y cuando baja de 0, no puede evitar quedarse dormido. Por eso le gusta la lluvia, porque le aporta la libertad de moverse por un campo templado sin reestricciones prácticamente. También le gustan la primavera y el otoño, porque son las estaciones en las que hay mayor tiempo de libertad, por hallarse en ellas más momentos en la temperatura en que puede hacer lo que le da la gana.

Contra más frío hace, más nostalgia siente, y cuando rondan los 6 ó 7ºC, no siente nada a parte de un poco de miedo o valentía.

El inmortal espíritu del bosque está contento esta tarde de otoño, porque ha llovido y la temperatura debe ser de 6 ó 7 grados, y se hace de noche de ahora en adelante, por lo que ya no subirá más, y, probabelemente, no baje de los 2º debido a el efecto de la humedad también, por lo que, al menos durante la eternidad de la luz del atardecer, verá a ese grupo de laboriosas hormigas, caminando entre partículas de tierra, gigantescos (para ellas) brotes y especies de variopintas formas vegetales que abundan en el suelo, y restos de cosas que garantizaban el infinito de detalles que ver o analizar a la velocidad a la que se recorren sin que de tiempo, durante horas, caminando por el ancho campo y apañándoselas y viviendo por entre las grietas e irregularidades del sueño, intentando comprender el idioma de esos pequeños seres, las hormigas, y de que forma las afecta la vibración primigenia del universo a parte de darlas vida, en su sique subconsciente, y demás cosas.

El espíritu del bosque está entretenido, pero bueno, así es casi siempre, cuando no está desesperado volando entre ondas de calor y cuando no está dormido, aunque lo único que tenga para mirar y sentir sean la hoja de una higuera y a sus hermanas... Allá, anclado a una piedra durante horas...

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La tormenta era inminente. Los truenos recorrían el cielo de la ciudad y el viento soplaba inclemente. Las calles estaban vacías. Sólo se vio a una pareja andar deprisa del coche con las luces de emergencia puestas y mal aparcado, a la máquina expendedora de golosinas, refrescos y útiles sexuales, y luego, de vuelta al coche.

En el horizonte lejano, un pequeño pedazo de cielo azul resistía la llamada de los dioses de la lluvia. Un rebelde que no tardó mucho en ser convencido y eclipsado por nubes grises más bien oscuras.

No hay nada como el campo para percibir una tormenta de la intensidad de la que se acercaba o al menos de la que parecía que prometía descargar.

Una hora y media después fue cuando empezó a llover con intensidad. Para el momento, el caminante ya estaba en lo alto de la sierra de los alrededores de su ciudad. La energía que surcaba por el cielo y más arriba, le recorría el cuerpo del interior hasta la piel, la punta de los dedos y las manos, y su cara exhultaba belleza e inteligencia.

Ese día había llaneado, descendido y ascendido las empinadas lomas, con más suavidad y potencia, e impulsado por los grandes tambores que martilleaba el trueno, había corrido en llano, saltado cuesta abajo y trepado inclinado hacia delante, en las cuestas arriba.

Cuando empezó a llover, no veía la ciudad, pero la sentía. No la escuchaba, pero averiguaba que estaba en paz, y es que ¿que mal puede haber en un día de tormenta en que la gente se retrae y vuelve atrás en el tiempo en cuanto a salud?. Frágil salud la de la gente, pero resiste, ya que la concepción de la misma es a base de mágicos artes.

Un hora y media llovió allí, en los bordes de la ciudad, allá en el campo de sierra. Múltiples pensamientos, parte de su mente infinita, acompañaron al caminante a resguardo bajo el árbol y observante de la invulnerabilidad del campo al más grande caos que pueda desatarse. Viento huracanado y lluvia torrencial, no hace mella ni a duros y quietos troncos, ni a la tierra anclada por las raices de más de maciza por años colaborando con más lluvia y gravedad, tremendamente firme.

El viajero escoje los pensamientos que quiere y se concentra en ellos. Es mejor pensar con fuerza, pensar despierto, que soñar enfermo. Y es mejor soñar sano que vivir con desaliento. La salud lo es todo, pero lo mejor es inventar y construir, y sobar el cuerpo y lamer la boca de alguna mujer, todo a la vez en sus pensamientos de raices que son músculos y que quiebran rocas.

Cuando finalice su proyecto actual, ingresará otras cuantas decenas de miles de cifras en su cuenta bancaria, y ya le faltará menos para poder dormir rodeado de soledad en parajes perdidos con su autocaravana por fin adquirida, y allí estar inventando, en casa, pero fuera de la misma, totalmente entero, agusto, encontrado.

Está ensimismado, goza de veras con las ensoñaciones. Sin embargo algo ha cambiado. Ya no se escucha el agua caer torrencialemente. Ahora sólo caen gota de las ramas de los árboles sobre el lecho de yerbas húmedas y hojas muertas.

No se sabe por donde, pero el sol ha tenido que salir, pues con su amarillo y su claridad, muestra el color verdadero de aquel lugar. El sol ha salido y, al despertar, el viajero se pone en pie, coje con sus manos el agua de las hierbas, y se las lava tanto palmas como reverso.

El rebelde cielo azul, por lo que se ve, no huyó, ni fue convencido, sino que fue a buscar ayuda y convicción, y sobre la ciudad ha vuelto con compañía y espadas de fuego que deshacen las nubes a girones, revolucionan al viento para que sea más suave y benévolo, y alumbran de dorado huecos inciertos de tremendo de grande paraje, inmenso valle de jornadas casi infinitas para el viajero. Canta el viento y secundan la belleza y la vida de varios edificios que juegan a las cartas.

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El caminante iba de regreso a la ciudad después de un largo paseo por la montaña. No era una montaña de roca desnuda, sino una montaña compuesta de cientos de lomas que se iban alternando, desde las faldas hasta las cimas pertenecientes a una sierra que daba para andar dos soles y medio seguidos sin parar hasta llegar al fin de las alturas con novedad, es decir: discurriendo por lo alto siempre por nuevos paisajes constantemente. Aunque bueno, en realidad para rastrear todo el paisaje y descubrir cada rincón de campo de dichas alturas constantes, habrían hecho falta años, si no décadas.

Es Diciembre. No queda ni pizca de calor por parte del clima. Todo es temperatura regulable a la perfección si sabemos elegir la ropa adecuada, lo cual no es difícil. De todos modos hoy, se podría considerar un día cálido, un día cálido del diciembre invernal, de los que, con una sudadera que vayamos y con que usemos nuestro propio cuerpo para movernos andando, es más que suficiente para equilibrarnos en cuanto a la regulación que necesitemos.

La ciudad está a 4 km de distancia aún, pero como el caminante está en lo alto de la sierra, ya la ve de lejos.

Va en camiseta, puesto que la subida lo sofocó y después nada lo enfrió radicalmente.

El cielo está nublado. Tierra por abajo y agua por arriba consiguen que el frío del invierno no sea extremo, y, tras sudar, la temperatura del cuerpo tardará en bajar. Concretamente cuando el caminante se detenga durante al menos, 30 minutos, será cuando baje.

El viento y el aire lo acosan sin cesar, pero es gratificante, por lo que no es acoso, sino un regalo. Un regalo para la piel de sus brazos y un tesoro en particular cuando se cuela por las mangas y la cintura para llegar a aquella partes tapadas que han escuchado a sus compañeras hablar de gratificante aire como quien se perdió un tramo de una conversación por salir a fumar a la calle en un bar libre de humos, pero pronto entra y todo fluye de nuevo.

Se levanta el viento y toda la carne es testigo de su lívida lengua de sensaciones placenteras insuperables, y siguen, y siguen, y siguen, continuamente, sin pausa.

Una cuesta arriba es ideal para correrla, ya que el cuerpo humano no está diseñado para caminarlas con equilibrio si sólo son una leve pendiente. Por eso el niño elige el esfuerzo por instinto.

Ha comenzado a llover en el camino de regreso. El caminante está a dos kilómetros de su casa, ya con ganas de llegar, pues ya ha alimentado su cuerpo, su piel y su vista, sin embargo, el intelecto lleva horas sin probar bocado. Lo que le espera en casa es una revista de informática que toca el arte digital más apreciado del siglo XXI, con descripciones, imágenes e ilusiones.

Cuando el caminante llegue a su casa, su colchón será blando y mullido, y fuera escuchará el viento colándose y ululando por las rendijas de la persiana y por el huequecito de una ventana que nunca está cerrada del todo para, en ningún momento, aislarse de las fuerzas del mundo entre cielo y suelo, y de pura energía....

El atardecer está nublado y anaranjado, y va avanzado. El gris se oscurece y el caminante estalla reposando, y se hincha y respira y mira su revista bajo los efectos de unas caladas de potenciadora marihuana. Si estás sano...más salud, y al enfermo, que lo aleja varios meses, años o una vida entera del ataud, siempre y cuando no haya fuerza opresora que necesita ser consciente de más que la presencia para dictaminar que esa persona está mal.

No hay más mundo para el caminante que las letras y páginas coloreadas de su interesante y entretenida revista cuando la noche cae...

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La mañana está tranquila. hoy el caminante se levantó tarde. Nada de las 6:00 ó 6:30, sino a las 9:30. Ayer se quedó hasta la 1:30 con su ordenador, disfrutando de su moderno videojuego de aventuras y bellos parajes, hasta que el sueño lo venció casi del todo. Se metió en la cama y en menos de ¡2! minutos perdió la conciencia.

La marihuana que fuma es realmente divertida, pero es más bien para descansar, por eso sólo fuma por la tarde-noche, cuando ya llega a casa y no piensa salir más.

Las letras de las webs pasan por delante de sus ojos, y él, absorbe toda esa información. Le gustaría que fuese información que formase en el dominio del universo más que únicamente en mundos digitales, pero ya llegará el momento, ya.... De momento, a sus 25 años, no tiene prisa por nada. tiene todo el tiempo del mundo...

Camina por los alrededores de la ciudad. Le apetecía ver gente, le apetecía ver fuerza, para que su optimismo sobre la humanidad no estuviese basado sólo en fantasía.

El caminar largo y tendido, descubre, no es algo de fuerza o juventud, sino de gente abierta a la sabiduría, a experimentar cosas nuevas. Por eso, el viejo que sabe que las cosas requieren trabajo, jubilado ya, camina y observa todo, aunque sólo sea campo, pero, en definitiva, sale a ver y calcular progresos y cambio. El no parar de la naturaleza, que, un año más, se renueva desde sus cimientos para darle otra oportunidad al hombre. El joven, sin embargo, no sale. Está pensando en como controlarlo todo desde su alma caprichosa, sin mover un solo dedo.

Sólo se ven algunos ciclistas rodeando la urbe por carreteras anchas y tranquilas. Piensan que es bueno, y lo es, pero bastaría con enfrentarse al mundo con vigor, y de paso, hacer algo. Pero no, el mundo crecerá poco a poco, y probalemente nunca alcanzará la perfección, la perdida perfección...

Los ciclistas tienen prisa, el anciano anda lento, y, el caminante, hecha a correr. No hay camino llano bueno para las rodillas y los músculos, siempre es bueno poner a punto la máquina. Además...que le apetece.

Los detalles infinitos del mundo no se van a resentir por recorrer un poco más rápido un entorno captado por maravillosos ojos que abarcan 20 kilómetros de los mismos en la distancia, y más...aunque ya no tan nítidamente; y 6 horas por cada paso en la cercanía, cambiantes totalmente a cada hora y renovados, excepto durante la monótona luz del medio día.

El atardecer, un cúmuylo de información insuperable para el que se pierde las mañanas, y la sed de información por internet, alimento para los que duermen de día pero aún así, están vivos...

12 kilómetros después, para el caminante de correr. Está a 300 metros de su casa; lo calculó para que así fuese.

Es hora de labrarse el futuro, tanto inmediato como lejano, para darle sentido a la totalidad que busca para el físico y la lucided que con ello encuentra. Un día más, no estará mal el hecho de ver y dar que ver...simplemente.

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Hoy el caminante ha recorrido 5 kilómetros y no le apetece andar más. Sólo come, trabaja, bebe, duerme y hace ejercicio. No le hace falta hacer ejercicio todos los días, y los últimos 12 lo ha hecho. Ahora debe descansar para que su fisiología se recupere y CREZCA.

Ahí está, sentado en una piedra en medio del campo. Mitad sol y mitad sombra, reposa con el rostro relajado y los ojos abiertos de par en par, observando el paisaje en un mismo punto y, por dentro, pensando. Esta vez no piensa en el ámbito profesional, bueno, un poco si, pero lo tiene ya muy pensado y sólo es la acción lo que lo separa de lograr sus objetivos, y allí en el campo, no puede pasar a la acción. Ya lo hizo todo por tener la mente despejada, la sangre sana y sus órganos desintoxicados de toxinas.

Hace 3 días que no fuma porros. Se tiró una temporada fumándose uno todas las tardes a las 19:30 de la tarde, pero ya no fuma más después de ese lapso de 5 días.

Pasa una hora y media en medio de la más absoluta quietud, y el caminante sigue sentado. Se levanta, se mueve, se estira y se da pequeños masajes, pero habitualmente está quieto, pensando.

¿En que piensa el caminante?. Piensa, eso es todo. Decenas de pensamientos han pasado por su cabeza en esas ya dos horas que lleva allí en el campo, mirando una pendiente ligeramente descendiente cubierta de plantas secas, pero ya, algún rebrote verde, y de frente una cuesta que asciende. Todo es posible en el campo, pues proviene del caos del que las cosas están hechas, y si no ofreciera todas las posibilidades, nuestros inventos ni mucho menos hubieran dado para satisfacer todas nuestras necesidades. Si el caos no fuera el origen, habría algunas cosas que nos servirían, pero también muchas absurdas.

Pasa un escarabajo a su lado, pero no lo mira. No le interesa lo que esté haciendo el animal. Le interesa su propia salud, le interesa esa sensación que lo embriaga en este momento, de tranquila plenitud. Se pone en pie y se hecha al suelo para hacer unas cuantas flexiones. La bicicleta mantiene su torso fuerte, al igual que sus piernas, sólo que sus piernas están de más de fuertes sin necesidad de bicicleta, pues es con ellas que se transporta y están haciendo ejercicio cada vez que se mueve.

Le gustaría aprender a manejar la espada, como en sus videojuegos, así que coje un palo que hay por allí y práctica durante 15 minutos. Tiene paciencia.

Han pasado 3 horas y media desde que está allí. No hay cambios. El campo está tranquilo y son las 11:52 de la mañana. Ya empieza a hacer calor ese 3 de Octubre, así que decide volver a casa. Se levanta y se pone a andar. Le toca ascender a lo alto de una loma para observar de lejos la totalidad del paraje que domina la distancia, su privilegio. Siente en su interior el eco de la inmensidad. Percibe el ruido de la vida de la ciudad, y el movimiento, pero no el sonido debido a la distancia...

Todo es cuesta abajo. No salta, pero si da largos pasos que hacen que sus piernas se esfuercen y se libren de la atrofia de haber estado 3 horas y pico paradas, tres horas en silencio, sólo sintiendo pensamientos e ilusiones allá en el campo.

La gratificante sensación de los músculos mediante el movimiento de nuestro cuerpo usándolos, el sentido de la vida de quienes tienen las necesidades básicas cubiertas. O al menos el que debería ser...para siempre.

Campo amarillo con verdes rebrotes, árboles delgados y pequeños de 5 largos años de edad. Cortezas llenas de historia y de las cuales, un científico verdadero puede averiguar la mayor parte de la genética de esos seres.

El caminante camina ya por el asfalto y la acera, ni rápido ni despacio, sólo gratificándose con la relajación, que es la verdadera naturaleza de la velocidad de su paso actual. El mundo civilizado que ve, de nuevo lo llena de promesas....

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El caminante duerme apaciblemente en su cama. Son las 9:30 de la mañana y él aún sigue durmiendo, ya que ayer se acostó a las 3:00 de la madrugada. Al menos hasta las 11:00 no despertará. Se quedó jugando a sus predilectos videojuegos de aventuras de rol, o no tan de rol, pero aún así, si fantásticas, y de corte...camperas. Se podría decir que son de corte medieval las que le gustan, pero en realidad le da igual, pues son fantasía, pues el medievo era cutre, basto y simple, no podía ser muy diferente a como el mundo es ahora: cutre siempre que la cosa vaya fuera de la era de la tecnología. Borrachos acabados y gente que no se cuida, cuyos órganos y cuya mente son los de en realidad, personas de 70 años o más, por no cuidarse; incluso peores, ya que un anciano de 70 años puede estar sano. Lo lógico sería decir que la gente que no se cuida, padece de enfermedades y desequilibrios constantemente, y el alcohol que bebe la gente, lo garantiza. No es como el hachís o la marihuana, no, que te alegran el momento y al día siguiente como si no hubiera pasado nada.

El caminante sigue durmiendo. Sueña que monta en una lancha motora en medio de una playa azul como el cielo o más azul aún, y que la gente deambula por ella en ropa de baño. Le llama la atención un grupo de chicos y chicas que está sentado en la orilla jugando a un juego con las manos, de reglas que nunca oyó pero que comprende, porque él o alguien se las han inventado para su sueño. ¿De donde provienen los sueños?, ¿son totalmente inventados por nuestra mente, o son mensajes de los dioses?. Probablemente sean la mezcla de ambas cosas. Ya lo se había planteado otras veces, pero ya lo había olvidado. Quizás hoy se lo planteé otra vez al ser un sueño de una inteligencia tan brillante, si es que lo recuerda cuando despierte....

Es 15 de Octubre y ya va haciendo frío. El caminante se despertó a las 5:30 de la madrugada y se arropó, ya que duerme desnudo y, aunque en el inicio de la noche se estaba bien, de madrugada resfresca hasta en verano en ocasiones, cuanto más con el otoño situado allí hace un mes casi.

Está cómodo, mueve sus piernas involuntariamente pareciera, pero en realidad es voluntariamente, aunque luego no lo recuerde puesto que el sueño es tan profundo y el despertar tan lívido, que no sabrá que, durante unos breves instantes, fue consciente de que estaba tumbado y que, harto de esa posición, cambió la misma.

Un movimiento más brusco despierta a su pareja, la cual decide despertar ya al mirar el reloj y calcular que ha dormido lo suficiente. Lo mira, tumbado, serio, pensante, ¿qué soñará?, se pregunta. Lo deja solo en la cama con cuidado. No toca ni una manta, no lo arropa porque él sabe lo que le conviene y es capad de arroparse en sueños cuando tiene frío, o de destaparse si tiene calor.

La chica baja a desayunar abajo. Bebe un tazón de leche con café soluble y se come dos magdalenas. Después aclara el tazón y tira las migas a la papelera. No hay nada que fregar. A veces compran comida precocinada, o llevan comida ya hecha a la casa, pero nunca cocinan. Mayormente comen de racciones en diferentes bares y así no tienen que fregar. Se gastan 20€ al día en comer, desayunar y cenar ambos, más un poco de picoteo que tiene forma de diferentes clases de embutidos ligeros, quesos, salsas, patés...

Un ruido proviene de la habitación. El caminante, sabe su novia, está hablando otra vez en sueños. Curiosa, sube a escuchar que es lo que dice...

Ella es artista. Pinta cuadros al oleo, cuadros muy bonitos que le inspira el amor por el campo que tiene su chico. Los llena de fantasía a modo de múltiples colores, pues pinta primavera, otoño e invierno, pero nunca verano...o al menos no veranos en una franja horaria que sea otra que la de la madrugada exclusivamente. Y, para darlos vida: caravanas de comerciantes, que fueron siempre los que repartieron las maravillas de trabajadores y genios, por el mundo, por el mundo...hasta fraguar el mundo moderno del que, quien coje mucho del mismo, no está en el mundo pero por mucho, idea que le inspiró su andarín novio, conssiderablemente puro y ahora durmiente.

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El caminante y su mujer deciden fumarse un porro al atardecer. Es ella la que le plantea que vayan al campo a fumarlo, con esa luz tan espectacular que otorga el sol cuando empieza a retirarse.

El campo queda un poco alejado de su casa, a unos 3 kilómetros. Pero salen a las 19:10 y, después de un camino hablando sin parar sobre la gente que conforma la sociedad, sus mentes y la posible existencia de civilizaciones extraterrestres que observan simplemente, llegan a una zona de campo por la que el caminante hacía tiempo que no iba. Es la parte más accesible si lo que se busca es la soledad y el entrar en armonía sólo con la naturaleza, aunque con la alegría en el corazón de fondo, de que no se está demasiado lejos de la ciudad.

La ciudad ¿por que atraía tanto al caminante?. Siempre se alejaba, si, pero se podría decir que cuando su gozo era mayor, era al regresar completamente depurado y ver la civilización. Quizás fuese eso tan solo, el hecho de entrar de lleno en la evolución que marcaron tantas cabezas pensantes consiguiendo útiles que mejoraban la fusión de la mente de las personas con los sueños de las mismas. O quizá...una forma de ver con más detalles, lo que siempre se vio con imaginación que tenía un gran porcentaje de sombras... Quien sabe.

La mujer del caminante no está tan preparada para el campo. Quizás sea que no está acostumbrada a moverse tanto como su chico, o quizás sea que en realidad hay algo en el interior de las personas que hace que no sean llamadas por los tambores inaudibles de la selva, para reunirse con los espíritus de sus ancestros y sentir el origen de las cosas, que al fin y al cabo son las piezas de las que siempre estará compuesto todo, por moderno y avanzado que sea... Aún así, sube la cuesta con vigor. Ella fuma menos que el hombre, 3 ó 4 cigarros al día, y, aunque no sale a pasear tanto como él, y ni mucho menos correr, si que va andando por su ciudad de cuestas, a todas partes. A hablar tal vez con el dueño de una galería de arte para presentarle sus nuevos cuadros, a la librería para ojear que nuevos tomos tiene al alcance de la mano para sumergirse en las narraciones de historias que tanto la gustan, a varias cosas, o a dar un paseo con alguna amiga para sentarse finalmente en una terraza a tomar café, y, por supuesto, con su marido a comer todos los días a algún bar o restaurante de la ciudad, a veces cercano y a veces lejano sin límite dentro de los propios límites de la ciudad, puesto que les gusta variar.

Llegan a lo alto de la primera loma que compone el inicio de la sierra, se sientan, zanjan lo suficiente como para considerar que es hora de hacerse el porro, un tema de conversación que llevaban, y sacan los aperos de liamiento. Un pedazito de hachís de 2/10 partes de gramo, papel y un cigarro del paquete. El librillo de papel va entero y el paquete de tabaco también. Sin embargo, del hachís, sólo llevan el pedazo mentado.

Un cuarto de hora después, están colocados. Se palpan y se besan con una animosa canción de Bach sonando en el reproductor del móvil, que termina y pasa a una de Marea.

Las primeras estrellas asoman en el cielo, el cual tiene un color azul metálico propio de atardeceres ya tardíos en los que, lo único que queda del sol, es una difuminación de oscuro a claro, en la bóveda celeste de más al oeste.

Deciden marcharse de allí, pues pronto no se verá. Y ya que se encaminan, van a casa para no interrumpir...el fabuloso ejercicio. Pero en casa hablan y hablan durante horas. Él se va a la cama a la 1:30 de la madrugada, la cual es su hora de empezar a tener sueño del que no te deja hacer nada, después de verla a ella pintar sobre un lienzo de los 7 que tiene empezados, que ya estaba lo suficientemente seco, o al menos lo suficientemente seco para el plus de inteligencia que le otorgan los efectos del thc reajustando sus neuronas para darla...ideas...ideas de espectáculo y hermosura de las cuales la gusta prescindir a veces, cuando se convierten en norma.

El caminante está casi dormido, mientras ella, con auriculares, escucha música y escribe.

Duermen en habitaciones separadas, sólo amanecen juntos las mañanas cuyas noches no hacen el amor. Cuestión de evitar sobresaturación de energías que les privaría de una pizca de salud tal vez inapreciable por aquellos que no tengan cualidades hechiceriles...

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Al caminante jamás le ha gustado andar en llano. Sabe por que y no sabe por que. Le angustia, eso lo tiene claro, pero no sabe por que. Los caminos en llano se le hacen largos y pesados, y es más: sus piernas se resienten, le piden correr, pero no corre porque él disfruta concentrándose en pensar, no en resistir.

Los caminos en llano, a pesar de no cansarle y, así, evitarle pensar, le aburren. Es en el campo donde él disfruta, subiendo cuestas, cansándose sin llegar a la extenuación, sin llegar a ninguna clase de extremo, y, por lo tanto, pensando. Pero no sólo es eso. Es que subir cuestas tiene sentido, ya que sus articulaciones y músculos no son aplastados, sino que son, en definitiva: utilizados. No sólo se bambolean como una masa amorga y fláccida, sino que se hinchan y desinchan debido al esfuerzo, y...son usados. Igual que no se tapa los ojos para no ver, e igual que no se tapa la nariz para no oler, igual que no se tapa los oídos para no oir, no deja que ninguna parte de su cuerpo esté en desuso, y, por ello, odia caminar en llano, la mayoría de las veces.

Para los llanos, que menos que una bici. Por eso, hoy que salió por su ciudad para variar, cogió la bici.

La civilización hizo que si se quería recorrer una distancia considerable por la ciudad, no por otra razón que ocupar 2 ó 3 horas entretenido, dicha distancia fuera cómoda para los ancianos, es decir: en llano.

El caminante se pregunta como será él cuando sea anciano, pero en seguida se pierde en pensamientos paralelos que le surgen, y deja por resolver la cuestión. ¿Instinto tal vez?, ¿para vivir despreocupado y así disfrutar?.

Si corriese despacio...si se conformase con eso, no se agotaría, por lo que podría ir corriendo en llano y a la vez pensar. Pero no puede. ¿Defecto o virtud?.

Los caminantes de diferentes areas del llano longitudinal de la ciudad, miran al caminante de campo asombrados. Va a 40 km/hora con la bici por los caminos y carreteras que toma.

Lo bueno que tienen los llanos, es que, si pedaleas fuerte, te cansas, pero, cuando paras, sigues avanzando distancia durante unos 40 ó 50 metros; tiempo suficiente para descansar y seguir viajando al mismo tiempo, y, luego, seguir con la marcha de nuevo con las fuerzas renovadas, o incluso evolucionadas puede ser en ocasiones.

Pero lo mejor sin duda es concentrarse, aunque claro, hay que tener cierta salud demás de fortalecida a base de depuraciones, para lograrlo.

¿Músculos y buen físico, o velocidad?. Al caminante le importa la velocidad. Sus músculos son los de una persona veloz. Se le han ido formando durante los 3 años desde que terminó su juventud tóxica a base de ser fiel a deseos que ignoraba como un idiota cuando su mente se los pedía. Sólo que él no domina a su mente, sino que es su mente la que lo domina a él, ya que es muy grande, y él sólo, un pequeño puntito de consciencia en medio de toda ella, por eso el caminante al igual que el resto de personas, cuando superan los 23 ó 24 años, cada uno a su manera, alcanzan la felicidad, o, lo que es lo mismo: son dominados por sus deseos, y mientras los oían pero no los ejercían, era porque simplemente, estaban en proceso de formación.

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Es Octubre, pero aún hace calor.

El caminante, cuando hace mucho calor, allá por finales de primavera, verano o principios de otoño, no sale a caminar; el calor lo agobia.

Hoy se despertó tarde, a las 12:30, pues ayer se quedó hasta las 4 de la mañana progamando y haciendo ajustes al código fuente del nuevo proyecto informático que tenía entre manos y que fue finalmente financiado por una empresa cuando tuvieron acceso a la idea y un poco de material por adelantado. A los miembros de dicha empresa les gustó y decidieron volcar todo su apoyo en el proyecto debido a que su creador (el caminante, nuestro hombre) tenía varios entre manos. Vieron que la idea tenía potencial para producir mucho dinero, y decidieron otorgar al caminante, para que se centrase en el mismo, un salario, a parte de añadir personal al equipo bajo su dirección aprestar la terminación de dicho programa. El caminante se quedó hasta tarde concentrado en el proyecto, pues, aunque el tendría su salario durante todos los meses que durase el trabajo, también tendría una proporción de dinero del total que produciría, y no empezaría a producir hasta que estuviese terminado. Necesitaba el dinero, no sabía que día podría ocurrir una desgracia de las que el dinero ayuda a enmendar.

Se levantó tarde debido a que se acostó tarde. Cuando se iba a acostar pensó: “¿y mis paseos de madrugada?. Bueno...saldré a pasear a medio día, o por la tarde. Aunque más bien saldría a pasear recién levantado pues eso le alejaba del letargo físico y mental al que le sometía el sueño profundo y la ralentización de su propio metabolismo. Pero fue un día malo para él, porque a medio día hacía un calor muy sofocante, unido a un bochorno y una neblina que clausuraban las sensaciones de plenitud así como la belleza de las vistas, quien sabe por que razón.

Sólo fue al atardecer, a las 19:00 de la tarde, cuando el sol empezaba a perder su poder calefactorio, que se sintió agusto y pudo salir. En cualquier caso, hoy caminó al lado del río que pasaba por su ciudad, a la vera de un parque por el que pasaba y bajo los árboles. Y eso fue todo lo que pudo hacer. Pero estuvo bien, se dió cuenta de que todo el trabajo que hacía, a parte de no ser trabajo, porque realmente eran sus deseos (sólo que este mundo permite hacer de tus deseos un negocio rentable) le tenían en plena forma. Pues a la hora de decidir, no fue consciente de que al lado de río haría fresco. No lo pensó, no llegó a su mente la idea lógica que le dijera: “Ves por la orilla del río y estarás fresco”, pues si de lógica dependiese todo, múltiples pensamientos tendrían que enfrentarse, aportando cada cual, las bondades de unos y otros caminos. Él, lo hizo por instinto, fue al río, y una vez allí se dio cuenta de que era el sitio idoneo para el día de hoy.

Si, su instinto estaba bien, y se alegró, porque estando el instinto bien, siempre acertaría para satisfacer a la parte visceral de que estaba compuesto, que no es otra sino la que nos aporta felicidad del lenguaje del cuerpo y la mente para los que tenemos que hacer todo lo que hacemos en vida, pues, en princpio: el dinero no se come, y más cosas, como por ejemplo, que basta cazar un venado para comer durante 3 meses, y eso se hace en 2 ó 3 horas, no en jornadas de 8 horas al día durante los tres meses que queremos alimentarnos. En principio, el caminante comía poca carne, era más de frutas, legumbres, huevos y lacteos, por eso nunca se planteó sacarse la licencia de caza, pero, ¿y si su próxima adquisición de capital la invirtiese en comprar una finca?. Le gustó la idea. No la había tenido antes pero ahora que la había tenido y le había gustado, se convertiría en algo que llevaría a cabo.

Tenía 25 años. A los 22 dejó la vida tóxica capitalista y se puso a perseguir sus sueños. O sus sueños lo dominaron por completo para hacer lo que la naturaleza que era su cuerpo, hiciera lo que quisiera en medio de la naturaleza, que era el mundo, sus leyes e incluso la dimensión del tiempo, en que vivía y a la cual debía adaptarse. Aprendió todo lo necesario para conseguir dinero y comenzó sus primeros proyectos informáticos, los cuales le procuraron unos beneficios de los que pagaba el alquiler que realizó hacía un año y medio.

La finca, que buena idea. Podría tener alubias y garbanzos, que le encantaban, y también alguna vaca que le diese leche para beber y hacer quesos. Ovejas tal vez, para probar los quesos de oveja y, con valor y máximo optimismo, su leche. Y cabras, también cabras. Para lo mismo. Gallinas que le diesen huevos. “Nunca mataré a un animal que esté bajo mi cargo. Que conmigo alcancen la vejed y el cúlmine de sus existencias. Que el hecho de que el destino les arroje a mi cuidado y supervisión, sea su dicha”. Y con este pensamiento, fue a hablar con su novia sobre la finca que podrían tener en el plazo de un año, a base de ensoñaciones que propiciaron un momento inesperado de emoción máxima en un día en que ya no se esperaba alcanzar debido a la sofocante temperatura que, entrados en la promesa del fantástico otoño, rompía y decepcionaba con la vuelta del calor, apenas cuando se habían saboreado las mieses de la tibieza.
Bueno, me acordé hace unos días de que tenía este hilo por aquí (lo vi revisando mis mensajes) y ahora he tenido ganas de publicar otro relato de esos que tengo escritos. En total no son muchos, pero 4 ó 5 si que tengo por aquí, uno el que visteis y uno más el que va ahora.

Los trasgos. (no se me ocurre un título mejor, se admitirían propuestas).

1

Mientras regresaba a su colonia, la elfa de nombre Idoiala, iba pensando lúcidamente en el estudio de las dos bandas trasgas del sur (del sur del norte) que había hecho en los últimos 10 días.

Sinceramente, después de ver al primer grupo, al grupo de Bagash el sádico, un ciertamente renombrado, personaje recojido en el tipo de comportamiento un tanto predecible según lo que se decía la vieja escuela de esa cultura, pensó que la segunda banda sería peor, pero, como ya dijimos, se sorprendió de lo pacíficos que eran. La hubiera gustado hablar con alguno de ellos para que la explicasen el por que de su separación, el porque de la separación de la colonia inicial en dos grupos. Lo que estaba claro es que sólo el grupo de Bagash había descendido del norte, pues, aunque los humanos se habían retirado del norte y habían dejado de patrullar los bosques, los elfos tienen por costumbre, en vez de caminar por las ciudades y hacer su vida en el límite de las mismas, hacer lo mismo, sólo que por el territorio de campo, pues los bosques mismos en toda su inmensidad eran su hogar. Había sido Rasfel el primero en tener constancia de que un gran grupo de trasgos había salido de las tierras norteñas caminando hacia el sur mayor tiempo del que requería una simple jornada de caza. Por el camino se había encontrado con otros de su especie, aunque de otros poblados, que se le unieron durante más o menos tiempo en la tarea de espiar a los trasgos. Algunos de los elfos que iban con Rasfel, eran bélicos, y propusieron la idea de reunir un buen número de los suyos y expulsarlos, pero otros, muy versados en historia y reputados filósofos, eran contrarios a la guerra y aludieron ciertas cosas que distraían de las ideas bélicas, al respecto de una posibilidad que se dejaba entreveer de estudiar a esos trasgos. El padre de Idoiala estuvo entre esos elfos espías que siguieron, por más o menos tiempo, a la tribu trasga, y al regresar a casa contó todo a los miembros de la soldadesca con su hija presente, así como el trasfondo de los pensamientos que habían sido expuestos por los exploradores que los habían avistado y seguido, durante más o menos tiempo...

Los militares de diferentes poblados, avisados cada cual por los guardabosques, vigilantes y druidas que habían contemplado al grupo trasgo avanzar, haciendo caso omiso del estudio que proponían los más sabios y pacíficos, habían planeado una ofensiva para hecharlos de los bosques y devolverlos al frío norte. La casualidad logró que esto no fuera así. El mismo día que los tenían rodeados y estaban dispuestos a pasar a la acción, sucedió algo en el campamento trasgo que les hizo observar atentos y, finalmente, recular en sus intenciones en pos del estudio.

Para los elfos también, las historias sobre la guerra habían descrito de los trasgos unas cualidades que poco entraban en los detalles de su psicología, sino más bien que los tachaban de crueles, despiadados y pícaros, practicantes de trucos y estrategias que los hacían, a pesar de su tamaño, un enemigo a tener en cuenta por su vilidad y su capacidad para engañar hasta al soldado más experimentado. Pero ahora era diferente, pues los militares los observaron con la curiosidad de quien no veía un trasgo desde hacía más de 200 años, y los observaron durante dos días y desde el secreto de las colinas de los alrededores de su ruta y las copas de los árboles.

Los trasgos habían acampado casualmente para descansar un par de días a la vez que se abastecían de caza y recolección por los alrededores. Los elfos, acostumbrados a vivir o al menos haber pasado mucho tiempo de sus vidas relaccionados con las copas de los árboles, no vieron mal el hecho de agazaparse en las mismas y vigilar lo que en principio no parecía más que una banda de chiquillos a los que lo único que les faltaba era la educación. Descubrieron que todos los trasgos del grupo se respetaban, pero también descubrieron que Bagash y su séquito eran más tradicionales en el ámbito de lo que la fama trasga había dicho siempre al menos desde el último gran conflicto que los hacía aliados de los orcos, los gigantes y los goblins, es decir, que se habían criado en ambiente militar, y eso se notaba por la calidad de sus exigencias y el modo de expresarse.

Lo que sin duda terminó de hacer concluir a los elfos guerreros que debían dejarlos en paz, fue el observar que el grupo se dividió en dos tras una acalorada discusión del séquito de Bagash y un grupo que lideraban unos tales Gobosh y Tento, más jóvenes, de una generación que había crecido libre y había encontrado otros de los muchos alicientes que ofrece la vida fuera de la obsesión por la conquista, la jerarquía y el estado de alerta que definía al grupo de Bagash principalmente y tenía medio convencidos a otros muchos, aunque no de manera tan radical como lo estaban convencido ellos mismos, los antiguos, sobre su forma de interpretar y expresarse para con las demás especies.

Finalmente fue Bagash el que habló. "¡Bien asquerosos!, si creeis que podeis vivir sin nosotros, marchaos y a ver como os las apañais". La resolución del grupo "inocente" había sorprendido a los elfos, levantando murmullos de excitación en todos y cada uno de los grupos que se ocultaban en los árboles, sin excepción de ninguno. "Quizá los pacifistas tengan razón y debamos estudiarlos. No debería faltar una constante observación y seguimiento por si las cosas se ponen feas, pero, personalmente, esto es lo más curioso que he visto en años y pienso que ya tendremos tiempo de seguir aburriéndonos con la monotonía". Los demás, seducidos por la curiosidad del comportamiento extremadamente impaciente y ácido de las criaturas que observaban, sintieron nerviosismo pero asintieron. Y así fue como, de la división que se había hecho en el norte entre los que se quedaron allí y el grupo del líder Bagash que descendió un poco más al sur, se hizo a su vez una subdivisión que partía al grupo de este último en 2, los de espíritu guerrero y los que simplemente querían hacer un asentamiento, más listos, pues realmente sopesaban los datos de nulos conflictos que había habido en los últimos 200 años.

El paso de los años reveló que, cuando un trasgo se asienta, no se movía durante tiempo, incluso en décadas. No exploran, no tienen el ansia de recorrer el mundo, y, por lo tanto, no corre peligro de que vayan a descubrir a gentes que puedan habitar a una distancia más o menos razonable. Aún así, lo que originó que los trasgos se asentaran en territorio boscoso, se convirtió en el mayor estudio que se había hecho jamás de esas criaturas. Tal vez antes de que se pudiera guardar constancia de las cosas que sucedían en el mundo, por razones extrañas como el que no se hubiera descubierto la escritura, alguna vez trasgos y elfos se habían cruzado y habían mantenido una comunicación...

"El amanecer de los tiempos pasó", pensó Idoiala, feliz, a pesar de tener siglos y siglos de espera por delante para ver los avances de las diferentes ramas del pensamiento y las ciencias, como había sido en la actualidad respecto al pasado y sería con todo lo que quedaba por descubrir y que después les haría preguntarse como fue que pudieron vivir sin ello. "Mi cuerpo, mis ojos, el mundo y que nunca me falte la curiosidad", pensó. Cuando terminó se dio cuenta de que estaba caminando de regreso a casa y hechó a correr.



2

Idoiala era una elfa muy curiosa. Se lo habían dicho en muchas ocasiones cuando era pequeña, sólo que no se lo habían dicho los hombres, reacios a difundir sus secretos e incluso perezosos para hablar salvo en excepcionales ocasiones. Al decírselo los elfos ella había aceptado de buen grado la definición, pues su raza casi nunca criticaba las faltas que pudiera tener un ser, sino que destacaban sus virtudes y hacían todo lo que podían para desarroyarlas.

Idoiala había aprendido a leer y escribir a temprana edad guiada por su virtud. Su nombre real era Alea, que significaba perla brillante, pero el sobrenombre o apodo de Idoiala era su segundo nombre. Y es que los elfos podían cambiar de nombre a lo largo de su vida con tal de adaptarlos a la definición de su persona. Idoiala significaba "Sed de conocimiento". Por supuesto, habría entonces muchos nombres repetidos, aunque realmente no tantos, pues lo variopinto de las personaidades hacía que se hubieran ido estableciendo al menos 4.000 ''términos'' para calificar a los elfos a partir del primero nombre original que se les diese, y estos a su vez estaban divididos en diferentes categorias, más básicas que relativas a aquellos que ponían en práctica alguna cualidad poco común, y que, de algún modo, eran los únicos que realmente tomaban con ilusión y permitían un poco de publicidad de su nuevo (o nuevos) nombre, mientras que los demás, pasaban.

Idoia (como la llamaban la mayoría para acortar) tenía 21 años, y sabía leer y escribir en élfico, pero también tenía ciertos conocimientos en la interpretación de runas enanas y entendía algunas frases de los 2 principales idiomas humanos. Ahí era donde debía hacer especial incapie en seguir adquiriendo conocimientos, pues, en el futuro, la podría servir para ganarse la vida en alguna ciudad humana, puesto que enanos, humanos y elfos se llevaban bien, ya que sus normas éticas era más o menos pareja, o, al menos, les servía para comprender sin exacerbaciones los intereses de los otros.

De su poblado, Idoia no era la única que sabía escribir, pero si la única que disfrutaba haciéndolo. Sus congéneres no comprendían el por que de tanta ilusión expresando sus ideas y conocimientos en papel, pero aún así, previo a quedarse contrariados por tal habilidad, y tras las emoción de que la chica producía unos textos muy útiles y bien escritos, la ofrecieron ser la que guardase constancia de los hechos más importantes a los que se enfrentaba el pueblo, y ella, accedió con gusto.

Ahora la tocaba, tras la vuelta de reconocimiento a 6 jornadas a pie desde su hogar que le había hecho a los dos grupos de trasgos, redactar un informe de lo que había visto. Los soldados la pedían que fuera más concreta con sus palabras, sin embargo ella se negaba a eso. "Si escribo ténicamente no disfruto escribiendo, y, por lo tanto, no puedo escribir", así que al final los militares recibían informes con toda la información que querían, sólo que disfrazada con sentimientos, emociones y recreación en detalles que decían mucho sobre la personalidad de varios trasgos por separado, cuando eso para los militares era innecesario. Les hubiera gustado prescindir de ella a cambio de alguien más profesional, pero ninguno de los miembros del pequeño destacamento se sentía lo suficientemente concentrado para escribir, así que eran los textos de Idoia con un exceso de contenido sobre las virtudes de Idoia reflejado por todas partes, con lo que tenían que conformarse.

"En cualquier caso, es una muchacha inteligente", concluyó el comandante elfo que había viajado con su séquito al pueblo de la chica a cuenta del asunto de los trasgos, en un instante de inspiración que le vino sin saber muy bien por que. "La ciencia de hecho, contra más detalles de la naturaleza es capad de asimilar y comprender, más poderosa se vuelve". Se sintió tentado de invitarla a dar un paseo. Era guapa, y estaba en la plenitud de su adolescencia. Pero en pocos segundos apartó la idea de su cabeza, ya que él tenía 250 años y ella...muchos menos. "Aunque pensándolo bien, ella sería la que llevase el control en su relacción, yo sólo sería secundario. Tengo fuerza y entiendo de guerra y combate, pero los artes de ella dominan la mente, y la mente domina al cuerpo". A pesar de todo quería verla en persona con la excusa de que le contase algún detalle más sobre los trasgos, si no era para él, al menos si habría alguna oportunidad para que su hijo iniciase una amistad de lo más producente.

De repente él, se preguntó de donde provenía la energía que lo invadía tan de sopetón. Idoia había tocado detalles al respecto del comportamiento de los trasgos que abría vías a pensamientos propios al respecto de profundizar en más características aún sobre esas dos tribus, tan diferentes pero tan iguales, su historia y...lo que estuviera por venir. Era increible, ella había despertado su curiosidad, la misma curiosidad que llevó antaño a la raza elfa a dominar las artes y la curación. "Que mal hizo la guerra. Malditos orcos...", pensó el comandante. ¿De donde provendría su alianza del pasado con los trasgos?. ¿Acaso también los orcos podían ser civilizados y crear alianzas?. "Bueno, menos mal que la distancia a la que viven nos ahorra también los estudios, porque me temo que serían totalmente desesperantes. Vivamos...", pensó, y cerró el informe de Idioa previo a dirigirse a la destilería a ver que avances había hecho aquel alquimista del poblado al que había conocido apenas dos meses atrás pero con el que había hecho muy buenas migas debido a que se dedicaba a un proyecto la mar de curioso, que no era otro sino el eliminar el toque amargo de las bebidas alcohólicas sin que estas perdieran sus cualidades vigorizantes. Sin duda también interesante, y mucho más de su agrado que las disertaciones sobre la personalidad. Aunque continuó pensando: "Quizás profundizando más podríamos llegar a comprender como hacen los humanos para educar a sus animales y que se vuelvan dóciles, caseros y cercanos". "Interesantes las cualidades humanas". Sonrió.



3

La verdad es que respirar el aire de nieve era reconfortante a más no poder. Idoia no lo conocía, pero allí no estaban tan lejos del norte como en su posición original, y el aire que le achacaban a la cercanía de parajes en los que ya si empezaba a haberla, era una delicia, pues había nacido hace sólo 21 años. El comandante Elemert y algunos de sus hombres comentaron con ilusión y detalles el asunto de aspirar ese aire de los territorios del norte.

A Idoia la estaba gustando muchísimo la incursión a las tierras territorio de los trasgos. Elemert, finalmente, se había entrevistado con ella interesado por su compañía, su belleza y su juventud, pero terminó descubriendo que era una chica muy interesante. Una chica con dotes de exploración mayores que las de muchos soldados del cuerpo. La curiosidad volvía a manifestarse, y guiado por el significado de su nombre, el pensamiento: "¿Cuantos hechos puede desencadenar el que una persona sea curiosa?", se formó en la mente del comandante.

"No admitimos mujeres en las filas del ejército, ya que cada una es esencial en la concepción de hijos. No es machismo, estamos seguros de que las mujeres tienen el nervio suficiente como para desarroyar una musculatura elástica y, por lo tanto, letal. Pero sucede que mientras una mujer sólo puede quedarse embarazada 1 vez cada 8 meses (el embarazo de las elfas duraba 8 meses en vez de 9), algunos hombres que hubiesen permanecido entre ellas y no haya ido a la guerra, puede lograr embarazos tantos como hembras haya, todos casi al mismo tiempo, garantizando que la estirpe élfica no desaparecerá. Para que me entiendas, si tu fueses la única que quedase en el pueblo por ser una niña y no haber ido a la guerra en el caso de que las mujeres fuesen, sólo podrías tener un bebé en 8 meses, mientras que si las mujeres se salvan por no ir, y quedan diez, en caso de extrema necesidad de repoblamiento, la situación podría forzarse y el resultado sería que se podrían sumar tantos bebés como mujeres hubiese dispuestas a colaborar con la repoblación".

Idoia entendió. Entendió que lo que decían era frío y bastante aberrante, pero en caso de verse casi extinguidos, esa filosofía militar servía sin duda para el objetivo que se planteaban.

Elemert se dio cuenta después de 3 semanas hablando con Idoia, de que su proyecto de investigar a los pueblos participantes en la guerra, después de la guerra, es decir, en situaciones de paz, podría suponer el generar las ideas correctas para que, después de que las brasas del odio entre razas, se apagasen, se pudiera formar algún tipo de alianza entre ellas. Idoia no lo veía tan claro, Idoia creía que los trasgos se asustaría al cruzarse con los elfos, a no ser que los superasen en un gran número. Lo que era cierto es que los trasgos tenían cierta aversión a las demás razas inteligentes, y era por sus costumbres. Los trasgos, por ejemplo, se comían a sus parientes y compañeros cuando estos morían de viejos. No tenían sesibilidad suficiente como para considerarlo una atrocidad. Sin embargo, aunque a los elfos, a los enanos y a los hombres les pareciese una completa aberración, si estos intervenían para evitarlo, ya estaba la disputa creada. Se podría decir que las costumbres de los trasgos, con otras como jugar con los cadáveres de bichos asesinados por ellos y, a veces, dejarlos abandonados después de usarlos para reirse, sin aprovechar su carne para comer ni nada de nada, sobretodo pájaros, interferían con los sentimientos de las razas relativas a la humana, y, a partir de ahí, a partir de la poca sensibilidad que tenían, se creaban unas disputas imposibles de evitar debido a que tanto trasgo como juez respresentante de su especie en medio de las disertaciones con los jefes de los otros grupos, lo llevaban en su naturaleza. Mejor era observarlos, sólo observarlos para tener controlados sus movimientos y así poder preveer por donde podían ir y por donde no, para no cruzarse con ellos. Inspirada por la esencia de muchos pensamientos militares que la transmitió Elemert en lo que duraban sus entrevistas, y todo en medio de toda la historia que había llegado a su conocimiento, de la guerra y lo que se decía del grupo rival en la misma, Idoia se unió a la conclusión de que los trasgos eran una raza parásita y que, ''cultivarlos'' en aparente libertad, era la forma de demostrar su superioridad como raza magnánima e inteligente. No la gustaba el término cultivar, pero no se la ocurría otro término para designar las cosas en medio de una forma de expresión tan recia que caracterizaba a toda la cantidad de militares de la que estaba rodeada, no una que no crease una situación de cierto repelús de la cual tenía constancia y había reflexionado por lo que la decían de sus escritos. Se sintió triste.

En cualquier caso, Idoia hablaba de tal forma de los trasgos en sus informes, que al final los militares juzgasen los escritos de ella para bien o para mal, acabaron por tener la palabra "trasgo" en la cabeza y el aparente descontrol que suponía el convivir con una raza así, bien metida en la mente. El resto llegó sólo, la gente hablaba de trasgos y cada cual daba su idea de lo que se debería hacer con ellos. Los había radicales que buscaban su expulsión o eliminación del territorio de los bosques, pero, normalmente, la gente era más sensible e interesada, y como las investigaciones sobre ellos, en el fondo, suponían algo de emoción después de años y más años de práctica inactividad, después de observar bien a las tribus vecinas, fueron los militares los que propusieron la idea de enviar un par grupos al norte para comprobar que diferencias había entre ellos. Y como no era una misión ofensiva, sino de puro espionaje, le concedieron a Idoia una plaza en ese viaje, pues al fin y al cabo, ella practicaba el arte de la palabra, más que el denominador del silencio y la falta de comunación que primaba entre los, más militares por naturaleza que otra cosa por más que tuvieran otras aptitudes, elfos.




4

Los militares elfos empezaron a apreciar la época de paz sobre la cual, hasta ahora, no tenían ni verdadera constancia ni verdaderos sentimientos. Por la noche, mientras acampaban en esas tierras de más al norte que las suyas, a las que habían ido, todos juntos, alrededor de una hoguera y sintiendo el aire, cálido pero con rachas de viento fresco que les rozaban debido al lugar en el que estaban, le dieron las gracias a Idoiala por sus detallados informes. Dos de ellos aseguraban haber leido en una ocasión unos textos sobre la guerra que había escrito un antiguo soldado de su raza que era muy comunicador, que mencionaban a una tal "magia de la nieve".

La magia de la nieve consistía en que, terreno nevado es terreno con aire extremadamente frío, y el aire extremadamente frío tiene la principal propiedad de hacerte sentir el calor que emana de tu cuerpo cuando caminas entre sus corrientes y empiezas a sudar sin llegar a la senda del colapso en ningún momento. Menor resistencia, es más caminar, y más caminar es fortalecerte y sentirte agusto comprobando la fortaleza de tu ser, que tan importante es para aquel que ha vivido la debilidad de la vida sedentaria que se impone por obligación casi a todos los seres, pues siempre sus padres son más mayores cuando los bebés nacen, aunque, personalmente, no sabría explicar por que, por eso era "la magia de la nieve", y punto. El grupo había recorrido los 2.000 kilómetros en el último mes y medio, desde su tierra recién liberada de la influencia de la glaciación que todos excepto los niños habían vivido, hasta el nuevo punto objetivo de la misión, que no era otro que aquel en que pudiesen localizar a los trasgos que no descendieron del sur, aquellos que serían más como el grupo de Bagash, todo por mera curiosidad y ya por haber entrado en un ''calor'' de la primera exploración, que les animaba a seguir y a seguir, si todo lo necesario que hubieran necesitado, hubiera estado permitido, hasta el fin del mundo.

En cualquier caso, ahora volvían al pasado, al frío del pasado, el cual, a parte de la nieve, también es una cosa de las más mágicas que pueda haber si se consiguen evocar las sensaciones olvidadas que tuvieron hace décadas y que, al fin y al cabo, iban acompañadas de la vida.

Para colmo, disfrutaban del clima sin la tensión del conflicto que terminó expulsando al enemigo de una vez por todas y para siempre, hacia el terreno donde ahora lo buscaban. No era lo mismo, recorrer la tierra helada en épocas en que había tensiones bélicas y convivencia con problemas casi constantes como mínimo, desde hacía cientos de años, que viajar durante más de un mes sin ellos y a sabiendas de que no iba a haberlos, con toda la tranquilidad del mundo. Todo era plenitud física y plenitud vital, pues la vida rendía culto a la vida, ni más ni menos que viviendo sin amenazas para lo que era su propósito, que no es otro que vivir.

Todos los militares despertaron a la misma hora; los despertó el turno de guardia, al amanecer. Los guerreros más viejos y más experimentados en las artes del combate y el sigilo, se adelantaban al grupo principal, como todos los días. En total eran 35 en uno de los grupos y 20 en otro. Uno era de militares jóvenes que no habían participado nunca en una batalla, pero que, aún así, se consideraban bien preparados, y el otro de auténticos expertos que si tuvieron que ver algo en la guerra. Era un grupo pequeño, 55 en total, mientras que en la región de la cual venían y la cual era la única que participaba en la expedición, habían quedado unos 300 efectivos del ámbito de la defensa. Idoia era la única civil que viajaba con ellos.

Cuando quedaban unas tres horas para que se pusiese el sol, algunos de los exploradores adelantados trajeron la noticia al grupo principal. Ellos sospecharon que su llegada se debía a eso, pero no fue hasta que se lo dijeron cuando se fueron todas las preocupaciones, pues también podía deberse a alguna emergencia que hubiese surgido en la patrulla, y sobretodo faltando en el grupo que regresaba, 6 soldados de 9 que componían la avanzadilla.

Habían encontrado el rastro de algún grupo de trasgos. El rastro era fresco y llevaba con certeza a un asentamiento de los mismos. Todo el grupo era requerido para, en caso de un encuentro fortuito y cara a cara con dichos seres por casualidad, que el mayor número de elfos sirviese para hacerlos huir, y así que no hubiese ni combate ni bajas de ninguno de los dos bandos, mientras los elfos recalculaban su estrategia de movimiento para poder vigilar sin ser vistos. Aquello era una misión de exploración, únicamente, y, además, fuese como fuese, era prácticamente imposible que su presencia fuese delatada, pues en el primer grado de la avanzadilla, iban sólo 3 miembros peinando el terreno con uniformes de camuflaje. El resto, 6 de los cuales 3 habían retrocedido para reunir a todo el gurpo, les vigilaba las espaldas con cerbatanas contaminadas con una sustancia narcoléptica, por si se cruzaban con algún trasgo de modo que no pudieran evitarlo, poder dejarlo dormido.

Cuando todo el grupo logró alcanzar a los 3 exploradores de apoyo, uno de ellos se encargó de reunir a la cabeza y llevarla junto con todos los demás. Se montó guardia hasta el anochecer, y, de noche, a la luz de la luna, siguieron el rastro hasta, por fin, hubicar al primer asentamiento de trasgos. Para establecer el cuartel general de la exploración, observaron bien, calcularon el alcance que podían tener las salidas de su objetivo en busca de comida, y se establecieron a 5 kilómetros de el lugar más lejano que se estimaba pudieran alcanzar en sus paseos. Sólo tenían dos guardias vigilando la entrada a la cueva de aquellos inmensos acantilados, significaba que estaban tranquilos y no temían nada, y significaba que maniobras de carácter militar supondrían una ocultación total hacia sus ojos y sentidos.




5

Idoia esperaba este día con ansia. Era el 5° desde que habían localizado a la primera tribu trasga residente en el norte. Al final, los elfos habían transladado el campameto un poco más hacia el oeste, pues habían descubierto trampas por la zona donde lo habían instalado inicialmente, y supusieron que los trasgos las visitarían todos los días o cada dos días para comprobar si había caído algún animal. Por otra parte, habían descubierto un puesto de vigilancia perfecto, en lo alto de un risco de una zona de riscos de los cuales, uno era donde se hallaba el campamento trasgo, debido a una cavidad en la roca que usaban a modo de cueva. Los elfos no sabían si era muy profunda o, por el contrario, bastante superficial. Lo que si sabían era que el grupo allí instalado, era un grupo pequeño, pero que, sin duda, tenía más opciones a ser del estilo a lo que decían las leyendas sobre su especie, que como el grupo pacifista de su región.

Habían contado a 14 individuos diferentes, 11 machos y 3 hembras. Las hembras recolectaban yerbas aromáticas de los alrededores y, el resto del día lo pasaban en la cueva o fuera de ella pero en la puerta si hacía buen día. Cocinaban con ayuda del que debía ser el chamán del asentamiento, y también con la ayuda del que debía ser el pupilo del mismo, un trasgo joven, de un color muy verde y de temperamento tranquilo y pensativo.

Idoia observaba desde el puesto de vigilancia. Era mediodía y empezaban a llegar los otros machos. Traían lo que parecía pescado de un río bastante alejado al cual sin embargo, según la habían dicho, iban todas las mañanas sin ningún tipo de pereza. Capturar un mamífero los costaba algo más, pero, casualmente, ese día alguna trampa había cumplido su función puesto que, una hora después de que aparecieran los del pescado, apareció un grupo de 3 que debían ser los que se encargaban de revisar las trampas. Traían lo que parecía ser un zorro albino muerto que causó auténtico júbilo en la manada, pues todos chillaban y se reían. Primero lo cogió el chamán para observarlo durante casi dos minutos junto a una conversación e indicaciones hacía diferentes partes de la presa hacia su pupilo. Una vez visto, se lo dio a las mujeres, las cuales estaban ansiosas por recibirlo. A partir de entonces, ellas se dedicaron a despellejarlo, destriparlo y cocinarlo. También cocinaban el pescado al mismo tiempo, sólo que con ese terminaron antes y la tribu entera lo comió reciente y calentito. El zorro estuvo listo una hora después, pero debía ser que no probaban carne de mamífero desde hace tiempo, pues todos esperaron por los alrededores hasta que una de las hembras dio una voz para avisar de que ya estaba listo.

Después de comer, alrededor de las 16:30 de la tarde, sólo quedaron fuera los dos guardias que siempre estaban en la puerta de la cueva, turnándose con dos diferentes tan solo, y el aprendiz del chamán. Los elfos los observaron un rato más aún, pero quedó claro que no iba a pasar nada ya hasta el día siguiente, pues, de otros días, sabían que sólo las mañanas alejaban a los trasgos de los alrededores de la cueva.

Empezó a nevar levemente cuando el puesto de vigilancia elfo comía algo después de haber estado demasiado interesados en ver lo que hacían las pequeñas criaturas como para dejar de mirar siquiera. Disponían de un par de horas todavía para observarlos, pero antes de que hubieran terminado de comer siquiera, un par de soldados del campamento, se presentaron allí diciendo que recogieran, que volvían a sus tierras. El alboroto se formó en el grupo observante. "¿Como, ya nos vamos, así de repente?". "Ha sido decisión del comandante, la investigación ha concluido hace dos días, sólo nos quedamos algo más de tiempo para que todos los miembros de la expedición tuvieran la oportunidad de observar al objetivo". Idoia pensó en rebatir la decisión con alguna queja, pero finalmente, tantos días entre los militares, la hizo considerar el silencio, y con sólo considerarlo unos segundos, la verdad es que estuvo de acuerdo en que no había allí nada más que observar, pues claramente no había atisvo de acciones hostiles que, aunque estaba claro no era lo que llevaba a los otros dos grupos al sur, como militares, debían comprobar que no se tratase de alguna retorcida estrategia.

En el camino de vuelta (que duró lo mismo que el de ida) Idoia se lo pasó muy bien. La llamaba la atención que los elfos que iban con ella no tuvieran paciencia para escribir, fue un tema que comentaron y esa la conclusión a la que llegó. Sin embargo, muchos de ellos, la expresaban ideas que querían que pusiese en su informe, detalles del avistamiento durante la vigilancia. "Si queréis me lo decís cuando lo esté escribiendo y yo lo añado", dijo ella, "porque lo que me digais ahora difícilmente lo recordaré en su totalidad cuando esté escribiendo".

Como conclusión a esta historia, diré que lo que descubrieron de la sociedad y costumbres trasgas fue que, en tiempos de paz, tendían a convivir en grupos pequeños, y que contra más grandes eran más posible era que se organizara un caos dentro de la misma comunidad, enfrentándolos los unos a los otros. No cazaban, sólo ponían trampas, pero claro, era lógico, ya que sus pequeñas piernas (recordemos que no medían más de 90cm de altura) no los permitían alcanzar a las presas en una carrera, ni acercarse un mínimo a las mismas como para tener las posibilidad de abatirlas a base de flechas. Había algunos arcos en los diferentes grupos que conocían, pero normalmente no los usaban. Eso si, todos y cada uno de ellos llevaba un cuerno para poder alertar a todo el grupo y que se juntara en caso de estar bajo amenaza. Por lo demás, erán hábiles en el manejo del cuchillo, la lanza y poseían unos brazos bastante fuertes para asestar con porras (su arma preferida) que se decía usaron mucho en la guerra y que algunos miembros de las tribus del sur llevaban, pero en realidad no habían visto usarlas más allá de para asestar un golpe en la cabeza a los conejos que capturaban y así matarlos del todo previo a prepararlos para comer. Las otraas armas sólo se las observaron manejar en una especie de juegos bélicos rituales que tenían. Por lo demás, les gustaba la comida condimentada y sabían bastante de como hacerlo bien, preparando incluso guisos con una normalidad mayor a las veces que comían carne simplemente asada.

Fin.
La naturalidad de la psicokinesia (1*).

*Ver nota al final del mensaje.

Antón y Carmena se fueron a vivir al campo prácticamente después de casarse. Cuando eran jóvenes vivían en Boliva, lugar en el que se conocieron y se hicieron novios. Uno de sus hobbies era salir a caballo a recorrer kilómetros y más kilómetros de campo salvaje. Iban montados y no bajaban hasta llegar de nuevo a la ciudad para recogerse en casa, o bien, iban montados y, después de atarlos, caminaban y caminaban hasta la puesta de sol. Siempre iban por caminos que ya estaban hechos, pues, cuando sucedía la puesta de sol, podían estar a tres horas de Boliva y, mientras regresaban, la noche profunda caía sobre ellos, y, cuando regresaban, no se veía nada en absoluto. Los caballos tenían mejor vista que ellos, aún así, orientarse por terrenos abruptos en medio de la noche, les habría sido imposible. Sin embargo, los animales, tenían buena memoria, y esto, unido a la mejor vista, les hacía poder regresar por el camino correcto una vez se iba el sol, y, así, Antón y Carmena llegaban a casa, por tarde que fuese, siempre sanos y salvos. El caso era aprovechar el día al máximo desde las 17:00 (hora a la que quedaban), hasta el fin del día.

Todo empezó el buen día en que Carmena empezó a ir a la universidad.

Boliva era grande. Contería con unos 25.000 habitantes, y, aunque Antón vivía en pleno centro, ella era de campo.

Tenía 18 años y vivía en una finca a las afueras de la ciudad. Su padre era camarero y su madre ama de casa, por lo que no tenían demasiado dinero. De ahí que viviesen en una humilde casita de una finca del extrarradio en vez de en plena ciudad. La casa era herencia de sus abuelos. Digamos que sus padres habían vivido una vida un poco irresponsable como es que la han vivido muchos matrimonios, desde antes de casarse, hasta después. E incluso para siempre. Sin ahorrar y adquirir propiedades más allá de reservar el dinero justo para el alquiler de un piso y la comida, y, el resto, en caprichos y fiestas. Así hasta la muerte de los padres de cada cual y la hora de la herencia. Decir que, aunque vosotros tengáis estudios y un trabajo fijo con buenos ingresos ininterrumpidos, la mayoría de la gente, y, sobretodo en el pasado en que se desarrolla esta historia, no tenía la vida tan fácil....

Como fuente de ingresos adicional, los padres de Carmena criaban caballos. La primera pareja se la había regalado un vecino de una de las fincas de al lado, cuando Carmena apenas tenía 10 años.

El macho tenía defectos por naturaleza y no valía para la venta. Le faltaban las orejas de nacimiento y un trozo de labio. Y la hembra era muy vieja. Podía parar aún, pero 2 ó 3 camadas como mucho. Luego se secaría y, en breve, moriría, con lo que habría que encargarse de todos los trabajos de dehecho del cuerpo.

Su vecino mismo se lo dijo: "Os voy a regalar dos caballos a ver si os animáis a empezar con la cría y la educación, que podréis ganar un buen dinero si os decidís a hacerlo".

Todo fue a cuenta de que Marcelo (el padre de Carmena) uba a trabajar a un bar por la mañana, y, cuando volvía al mediodía para descansar un rato y comer, traía cruasanes, napolitanas y algún otro pastelillo que le deaba su jefe en cantidad en función de como había ido el día. Todos los días le daba 2 ó 3 productos, a veces de la misma clase, o a veces mezclados. Claro, porque Marcelo trabajaba en la plaza de Boliva y, antiguamente, antes de que proliferaran las tiendas que conocemos hoy en día, se hacía siempre (con siempre me refier a todos los días laborales de la semana) mercado, y era en la plaza donde se hacía, el mismo lugar en el que estaba el bar-restaurante "Las naranjas", en el que trabajaba Marcelo.

La bollería se vendía muy bien a la hora del desayuno, y, de ahí en adelante, hasta las 12:30 del mediodía. Luego, a los clientes, no les apetecía tanto dulce, si las pequeñas porciones de carne con patatas rehogadas que servían gratis con cada consumición, por lo que, los dulces, quedaban en el olvido y se endurecían.

El jefe de Marcelo y dueño del bar, se había ido volviendo exquisito y más exquisito con el paso del tiempo. Debido a la ubicación del local, la cantidad de público era notoria desde las 7:00 de la mañana (los comerciantes del mercado pasaban por allí antes de montar susu puestos) hasta las 15:00 ó 15:30 de la tarde. Después había un parón en el que sólo se vendían unos cuantos cafés, hasta las 19:00 de la tarde en que las gentes aficionadas a la moda se sentaban satisfechas con sus compras y tomaban algún zumo fresquito de licuadora de las 10 variedades que ofrecía Toño (ese era el nombre del jefe) junto a una tapa de guiso de pescado con patatas, que era la tapa que se ofrecía por la tarde-noche. En definitiva: iba cantidad de gente al local y, a lo largo de tres gloriosos años de cuantiosas ganancias debidas a una gestión impecable, había corrido como la pólvora las buenas reseñas, pero también alguna que otra crítica, y una que desencadenó un punto curcial en esta historia que está comenzando a ser narrada, no es sino la que hacía alusión a la bollería que sobraba de las mañanas.

Toño empezó a encargar 200 unidades de pasteles y derivados cada mañana. A veces lo vendía todo y lso clientes que venían después se tenían que conformar con un café o chocolate a palo seco, y, otras veces, sobraba. Toño era muy responsable y no dejaba de preguntarse por qué era que a veces los mismos clientes querían un dulce para desayunar y otras veces no. Pero fue una preguenta a la que nunca consiguió encontrarle respuesta. Lo único que le quedaba por hacer era tirar a las 13:00 de la tarde, todo cuanto le había sobrado (las veces que sobraba), porque lo que estaba claro, es que no podía defraudar al cliente dándole un bollo que estaba ya bastante duro y que había sido, precisamente, lo que lo había hecho objeto de alguna crítica puntual que, Toño, sin embargo, se tomaba muy en serio. Como os imaginaréis, era una tontería, pues sexo o blando, un dulce siempre es un dulce, y cuando se muerde y saborea el chocolate o crema que lleva en su interior, todo lo demás importa poco.

Previamente a tirarlos, hablaba con sus empleados y les ofrecía uno de ellos junto a un chocolate con leche para que repusieran fuerzas (y ánimos) y de ahí a que Dionisios (un camarero muy espabilado y gracioso que trabajaba allí) le dijera que los repartiese para poder llevárselos a casa, sólo hubo un paso. Y así y nada más que así, fue como Marecelo empezó a llevar en una maleta en la parte anterior de la bicicleta con la que iba a trabajar, 2, 3 e incluso 4 piezas de bollería casi toos los días de vuelta a casa.

Al principio él y su mujer daban buena cuenta de ellos después de comer, ya que Marcelo tenía libre de 14:30 a 16:15. Bueno....en realidad tenía libre hasta las 16:00, lo que pasa es que casi siempre llegaba tarde debido a que, al vivir lejos, no le daba tiempo a llegar a las 16:00. Toño, al principio, se quejaba y amenazó con despedirle, pero luegho comprendió que la distancia que separaba la casa de Marcelo del negocio (10 km) no era ninguna tontería, y que, el hombre, a pesar de poderse haber rendido y haberlo dejado, llegaba cansado y sudando todos los días, pero ello no le impedía ponerse a trabajar concienzudamente al instante siguiente, sin descanso ni respiro. Toño lo interpretó, tras fijarse más detenidamente ante los consejos de los compañeros que lo defendían, como que era una persona altamente responsable, y decidió dar el visto bueno a su tardanza, con lo que un cuarto de hora o 20 minutos más, en lo que se refiere a su aparición por el lugar, más allá del horario, eran un detalle nimio para lo bien que lo hacía Marcelo.

Cuando pasaron 10 ó 15 días llevándose bollería a casa, Marcelo y Fiona (su mujer y madre de Carmena) estaban hartos ya de tanto dulce. Con el café de después de comer, se comían una napolitada o un cruasán entre los dos, mientras que, con las 2 ó 3 piezas restantes, no sabían que hacer. Fue Fiona una tarde la que llevó la bollería endurecida a su vecino Carlo )el que más alante les regalaría los dos caballos para la cría) y él lo agradeció mucho. Fiona le explicó por que era que el jefe de Marcelo no los quería, pero ambos estuvieron de acuerdo en la poca falta de vergüenza y modales de los clientes del mismo, al tildar un manjar tan esquisito de algo incomible. Y así fue como Carlo empezó a disfrutar de sus 2 ó 3 piezas de bollería a diario.

Pasó un tiempo hasta que, cuando Fiona o Marcelo le llevaban la bollería, Carlo les comentase que se la había empezado a dar a los caballos, ya que estaba harto de tanto chocolate y tanta crema, a lo que la pareja respondió que bien estaba que alguien lo aprovechase.

Pasó un año y medio y las vidas discurrían con total normalidad, cuando, un buen día, Carlo se presentó en casa de sus "dulces" vecinos con Cristian y Rosa (los caballos que les regalaría). Marcelo no estaba en casa cuando Carlo los llevó, los vio al llegar del trabajo.

- ¿Y como es que nos los ha regalado? - Preguntó a su mujer.

- Bueno, decía que estarán agusto con sus dos principales anfitriones. - Respondió Fiona. - Por lo visto se volvían locos cuando Carlo los llamaba para darlos los dulces. Ahora podrán comerlos en más cantidad, ya que no tendrán que compartirlos, y a diario.

Y así fue como los padres de Carmena se hicieron con la primera pareja de Jamelgos que tendrían, de una larga larguísima cantidad de prole que acabarían viendo pasar delante de sus ojos hasta su vejez, momento en el que ya no estaban para tener responsablidades, y que, por ello, les hizo vender los ejemplares que les quedaban y despedirse de todo trabajo para vivir en paz de ahí en adelante.

La verdad es que el regalo de Carlo no les vino mal. Fiona era la que se encargaba de cuidarlos y de la cría para, después, vender. Tampoco es que ganasen mucho dinero, pues vendían 2 ó 3 caballos al año. Era un dinero extra que venía más que bien, pero donde estaba el negocio realmente, era en educarlos, y ellos, no sabían. Además: habían empezado apenas 2 ó 3 años de que Carmena fuese al instituto, y lo que fue pensar en tener que vender la finca para comprar una casa en la ciudad para que la niña pudiese ir a clases sin el ajetreo de que, al ser más grande, su padre no podría llevarlo en su propia bicicleta, se convirtió en una Carmena montada a caballo que llegaba a clases puntual todos los días y llamaba la atención de todos sus compañeros, incluido Antón, que también tenía caballos.

Marcelo y Fiona conocían a un par de domadores allí en la ciudad, pero sus tarifas eran caras y no podían permitírselo. Fiona podía haber aprendido a domar caballos, pero sentía pánico por sus mordiscos y sus coces debido a cosas que la habían contado cuando ella fue diciendo a sus amigos que les habían regalados un par de animales. Así que, las crías que iban naciendo, se quedaban así: salvajes. Un poco acostumbradas al ser humano por convivir con ellos, pero imposibles para la monta, excepto, claro está, Rosa y Cristian, los que les había regalado Carlo, que venían ya educados. Marcelo, mientras tanto, seguía llendo en su bicicleta a la plaza de Boliva a trabajar, y así fue hasta que se jubiló, en el exactamente mismo trabajo.

Toño fue su primer cliente. Les compró a las dos primeras crías que tuvieron, y Marcelo y Fiona utilizaron el dinero para educar a la tercera cría (aún quedaban 3 años para que Carmena empezase en el instituto, por lo que tenían tiempo) y así que su hija tuviese una montura para ir a clases. Aún así, los cálculos no les salieron bien del todo, pues esa tercera cría tenía que crecer un poco antes de poder ser montada, así que, Carmena, empezó a ir a la ciudad con Cristian. Ella explicaba a la gente (que se sobresaltaba por su aspecto enfermo) que en realidad no estaba enfermo, sino que era así de nacimiento. En cualquier caso, coincidió que la cría estuvo lista el mismo año en que Carmena empezó a ir a la universidad, y también el mismo año que la yegua Rosa murió. Por suerte, Rosita, que era la hija de Rosa, era una hembra, y Cristian pudo preñarla una y otra vez hasta que la familia de Carmena llegara a tener hasta 12 ejemplares en venta.

Ahora toca ir un poco adelante en el tiempo, a los 21 años de la chica, que se había convertido ya en toda una mujer preciosa, Carmena.

A ella le encantaba su novio Antón. No se si le recordareis, lo mencionamos al comienzo de esta historia. Fue el hombre que eligió Carmena para casarse y tener hijos. Lo conoció en el instituto cuando él, al igual que todo el mundo, se acercó a preguntarla sobre la salud de Cristian. Él, a parte de decirla que también montaba, la invitó a que fuesen los dos juntos a montar por las tardes, y ella aceptó. Empezaron a salir como novios cuando él comenzó a ir a la universidad. La distancia que les separaba respecto a cuando estaban juntos todo el día, les hizo desear más a ambos, aprovechar el tiempo cuando se veían por las tardes. Luego, Carmena, decidió estudiar la carrera de botánica para estar cerca de él, pues él estudiaba medicina, y así, lo que empezaron siendo lecciones de ella hacia él sobre que remedios naturales podría usar para curar ciertos malestares, se convirtió en salidas a la naturaleza cada vez más frecuentes, para, meramente, descubrir las sensaciones cada vez más completas y placenteras que reportaba el forzar un poco el cuerpo, o, como decía Antón tras experimentarse en dichos quehaceres: "La culminación del equilibrio de la vida humana en La tierra", todo ello, por supuesto, acompañado de la muestra y recogida, por parte de Carmena, de diferentes tallos, raices y hojas de plantas para llevar a clase o para elaborar pócimas que luego vendía y que, en ocasiones, causaban mucho mejor efecto que la medicina que conocía Antón. Al principio, él, sentía rabia por ese hecho, porque ¿como una carrera tan complicada y que le estaba costando tanto esfuerzo como era la medicina, podía verse superada por la sencilla botánica?. No sería hasta más adelante cuando vería colmada su paciencia ante cosas, en apariencia, eso si, mucho más sencillas por no requerir ni siquiera, estudios de ninguna clase, y que, sin embargo, tenían una efectividad total allí donde la medicina no había metido ni siquiera la primera falange del dedo meñique.

Contrariedades del estilo de las que había, de momento, hasta la fecha, no dieron con la relacción en balde, sino que la reforzaron, pues, en el fondo, todo eran entretenimientos intensos lejos de los que se usaban en la ciudad, que no eran otros sino el alcohol y la marihuana.

El divagar era otra forma de divertirse, pero como saberlo too era improbable, se supone que les quedaría toda la vida por delante disfrutando de sus paseos, sus charlas y su campo.

Como habreis podido imaginar, Antón era mayor que ella. La sacaba 3 años, por lo que acabó la carrera tres años antes y empezó a trabajar en un pueblecito bastante retirado que se llamaba Archet. Le habría gustado que Carmena hubiese tenido tiempo de acabar sus estudios, pero era joven y tenía prisas, después de tantísimos años estudiando, por recoger, de una vez por todas, los frutos de su esfuerzo, y ella se había ido enamorando de él hasta amarle con todo el alma, por lo que, cuando Antón se fue a ARchet a trabajar, ella tuvo que tomar la decisión más importante de su vida, y la decisión fue marcharse con él al pueblo y pedirle matrimonio.

Se casaron en Boliva dos domingos antes de emigrar, lo cual llenó de optimismo, esperanzas y fuerzas a Carmena, que decidió seguir estudiando la carrera por libre. Lo que hizo fue comprar el temario hasta fin de carrera, y, por lo demás: marcharse con él. Así, aunque no acudiese a las clases, podría seguir estudiando, y, cuando supiese todo cuanto había que saber, presentarse a los exámenes y conseguir el título que tanta ilusión la hacía.

Una vez transladados, el primer mes vivieron en el centro del mismo Archet, al lado del ayuntamiento. Antón iba a la clínica donde trabajaba, y, cuando terminaba la jornada, su querida había estudiado más de lo que en las mismas clases hubiera podido, y ya lo estaba esperando en el bar de engrente. Debido a la vida sin gastos y de ahorro que habían llevado a cabo en Boliva, podían permitirse comer en él todos los días. La cocinera, Samanta, era tod una artista. Cada día le daba a sus platos un toque diferente, dentro de las posibilidades que había, que hacía las delicias de todos sus comensables, incluida la pareja que nos ocupa.

Cuando Antón cobró el primer sueldo no se podía creer la gran cantidad de dinero con la que contaba. Le dio junto a Carmena, por recordar su vida en Boliva y su amor por el campo, y, después de haber hablado con algunos de los vecinos de allí en el bar en el que comían, descubrieron que alquilaban una casita en pleno campo, a 3 kilómetros del pueblo, y allí se fueron a vivir sin pensarlo más de una vez.

Lo que más le llamaba la atención a Antón era la independencia económica. Aunque él no se lo considerase por aquellos entonces, la verdad es que, hasta hacía bien poco, no había sido más que un niño. Ahora manejaba dinero, y, para colmo, un sueldo fijo que le reportaba la plaza permanente como médico que se había ganado con sus buenas notas y su buena actitud (las cuales le habían otorgado una buena carta de recomendación sin excepciones).

Antes del día en que terminaba el alquiler de la casa de la plaza y se iban al campo, compraron un caballo, ya que los que usaban cuando estaban en Boliva eran de sus padres, y, al marcharse de allí, los habían dejado con ellos.

Al nuevo lo llamaron Rufo. Era un buen animal. Joven y fuerte, y lo compraron barato porque en Archet había mucha costumbre de entrenarlos para las carreras que se llevaban a cabo en ciudades más grandes, y, Rufo, no valía para tal menester. Tenía mucha potencia, pero no tenía velocidad, y, debido a la suma que les ofreció Antón a sus dueños cuando decidieron acordar un precio por alguna de las monturas que ofrecían, estos no le ofrecieron sino el mejor ejemplar que tenían (siempre que no fuese para carreras). Y así fue como Antón y Carmena se hicieron con Rufo.

La casita que alquilaron era una construcción muy completa. Estaba hecha de ladrillo y cemento, pues era bastante nueva. Antón y Carmena se preguntaban por que sería que sus dueños habían decidido dejar de vivir en ella, pues después de dos meses viviendo allí, ellos dos sólo la encontraban ventajas.

Antón salía por la mañan con Rufo e iba a Archet, y, a las 14:00 de la tarde, después de tirarse toda la mañana estudiando, Carmena le iba a buscar. Se daba un buen paseo desde su morada hasta la plaza del pueblo, siempre andando, y luego, después de reunirse en el bar (al cual a veces llegaba él antes que ella, y, a veces, ella antes que él, pero nunca con un lapso superior al cuarto de hora para ambos) y comer, volvían a casa, ambos montados sobre Rufo. Era el momento más divertido del día, porque Antón salía un poco estresado de trabajar, y, cuando montaban en el caballo, picaba espuelas y llegaban a casa al galope, entre gritos de Carmena y risas de ambos.

Las tardes transcurrían en dos etapas. La primera era según llegaban y hasta las 16:30 de la tarde, y, la segunda, desde esa hora aproximadamente, hasta que anochecía.

Durante la primera parte, ambos se quedaban en casa. Antón recibía todas las semanas copias de apuntes de médicos investigadores que su rector de la universidad había visto bueno que recibiese. Gracias a ellos, Antón estaba al tanto de nuevos descubrimientos que se hacían en el campo de la medicina y conocía casos concretos de pacientes y enfermedades raras que habían sido tratados, por si acaso se encontraba con algún caso así. Estos apuntes los leía junto a Carmena y los dos opinaban y divagaban al respecto, aunque Carmena a veces se perdía, ya que no tenía conocimiento de la mayor parte de los términos que Antón la explicaba, y, como cada término podía ir tras una explicación que llevaba semanas asimilar, lo que pasó es que otros placeres se interpusieron entre la vida a la par casi total a la de su chico, y su propia vida.

La casa que habían alquilado consistía en una vivienda en el centro de un corral de unas dimensiones bastante considerables, que comunicaba con el exterior mediante una cancela, y, dentro del mismo, al menos hasta la fecha, todo era vegetación salvaje. La nueva pasión de Carmena fue ir a recopilar las especies de plantas que tenían en sus dominios, ilusionada como estaba con sus estudios y la vida en medio de aquel paraiso. Pero pronto empezó a distinguir plantas con flores ornamentales muy bonitas, y decidió crear un terreno en torno al camino que iba desde la entrada de la finca hasta la puerta de la casa, sólo con estas flores. No la faltó el ejercicio. Por suerte, en un cobertizo que había dentro del terreno, había herramientas para labrar el campo, aunque lo único que usó fueron tijeras y guadañas, lo cual la ahorró tener que ir a comprar nada a ninguna parte.

Pasaron los meses y, lo que en principio había sido un camino desde la entrada de la finca hasta la entrada de la casa, se convirtió en todo el territorio que tenían tras los muros que delimitaban su vivienda, lleno de flores ornamentales, y, alguna que otra, con propiedades medicinales de las que después, platicaban Antón y ella y se pasaban horas observando.

Una vez al mes iban a Boliva, cada uno a ver a sus padres, para comunicarles los progresos que habían hecho y demás buenas nuevas. No iban en Rufo, pues Boliva estaba a 40 kilómetros de Archet, y, aunque el caballo habría podido aguantar, hubiese sido demasiado fatigoso para él, teniendo en cuenta que era un viaje de ida y de vuelta, normalmente en el mismo día. Iban sin embargo, en un carro que alquilaban tirado por 3 caballos, a padre, un transportista del pueblo con el que hicieron muy buena amistad. Aunque....la verdad es que hicieron muy buena amistad con todo el mundo, ya que, a Antón, lo respetaban mucho por ser el médico del pueblo, y a ella la veían guapísima, muy educada, y en ningún caso, pervertida hasta el punto de no hablar con hombres porque ello significase que se abrían algunas supuestas puertas al sexo y la lujuria. Era una chica sana, de mente pura y muy amigable. Sin tramas extrañas como, sin embargo, si tenían la mayoría de las chicas.

En sus viajes mensuales a la ciudad, Carmena compró semillas de plantas muy bonitas que luego plantó en su jardín. Así, pasado un año, la casa era de las cosas más bonitas que habían visto nunca. Daba gusto verla.

La segunda etapa de la tarde (de 16:30 en adelante), alían a caminar por el campo que los rodeaba. Descubrieron un camino que iba hacia la sierra que tenían detrás de la casa y que llevaba a Archet dando u rodeo por las faldas de las montañas pasando por otras fincas situadas un poco arriba en el monte. Eso si iban hacia oeste. Si iban hacia el este, se encontraban con terrenos y casas en los que no vivía nadie. Sus dueños sólo iban fines de semana y durante las vacaciones de los solsticios y equinocios de las diferentes estaciones, excepto en una o dos de ellas (de 40 que habría), a las cuales sus dieños, si que iban todos los días a trabajar la gran cantidad de terreno de que disponían.

Así, cuando les apetecía dar un paseo corto, iban al oeste, hacia Archet, y, cuando querían darlo más largo, hacia los caminos del este, sembrados de fincas como acaba de ser explicado, hasta el confín de la civilización en que, a pesar de no saber a donde iban, había caminos también que algunas veces siguieron y siguieron sin llegar a ninguna parte.

A veces subían un poco por las faldas de la montaña para hacer el paseo más costoso, y fue que en una de esas veces, descubrieron una fuente que daba un agua muy fresca, muy clara y muy rica, tanto en verano como en invierno.

Otra ruta alternativa a las dos principales, era coger la cuesta de las montañas y subir hasta la misma cima. Era un trayecto que duraban 1 ó 2 horas, pero como eran muy sanos (y cada día más) lo soportaban perfectamente. Decir también que estaban hechos el uno para el otro, y, por ello, ya podían ir por el desierto vacío de todo que ver, que, mientras estuviesen juntos, se entretenían. La confianza era total, y, ya se sabe: cuando hay confianza, no hay silencio.

Desde lo alto de las cimas se veía Boliva. Estaba lejos, pero estaba allí. Calcularon un día que les llevaría llegar a ella a pie, unas 7 u 8 horas andando a buen paso, o, intercalando carreras. 5 ó 6. Así que un viernes de principios de mes que tenían planeado ir a ver a sus familias, lo hicieron sólo y exclusivamente con sus piernas. Dejaron bien de forraje a su querido y útil Rufo, y marcharon por la montaña hacia arriba. Al final el recorrido les llevó sólo 4 horas, porque cuando pillaron la cuesta de descenso desde lo alto de las sierras, se echaron a correr, y digamos que este fue el inicio de su futura pasión por el atletismo. Ya habían echado alguna que otra carrera, pero era sólo como parte del paseo y para jugar un poco. Por supuesto que no iban a ir corriendo a todos los sitios, ya que si uno se da un paseo para pensar y charlar, la carrera es incompatible. Pero si fue a razis de una idea de Carmena, que de vez en cuando, fuesen a Archet corriendo desde la finca. Hay que destacar que no lo hacían como lo hacen los corredores que vemos hoy en día, pues la idea de Carmena vino al sorprenderse con la potencia de las piernas a la hora de correr grandes distancias. A ella la llamó mucho la atención el hecho de haber recorrido una distancia tan grande como la que había desde su casa hasta Boliva prácticamente corriendo las 2/5 partes del camino. La hizo sentirse poderosa y, a saberse por qué, la idea de descubrir cuanto potencial pueden desatar unas piernas, se desató en su mente. Así que, y gracias al bar de Archet, empezaron a ir corriendo sin excepción gasta él por las tardes de un tiempo un poco más alejado a lo que fue el entrenamiento inicial y el coqueteo con el ejercicio extremo. Cuestas arriba y cuestas abajo, a tomar algo por allí. Pero cuando hacer siempre lo mismo se volvió monótono, al final su modo de ir al pueblo fue (esta es la tercera etapa en su ida hacia la vida activa al 100%) fue llendo a la máxima velidad que podían permitirse.

Antón, poco a poco, fue mentalizándose de la sensación de amor por el ejercicio que le transmitía Carmena, y, no es que empezase a hacer más ejercicio o algo de eso, porque ejercicio llevaban haciendo desde que se conocieron en el instituto, pero la idea de superar todos sus límites una y otra vez, hasta ser auténticos dioses salvajes, se le implantó bien en la cabeza, y de ahí fie un día que decidieron decirle a rufo puntualmente y sin mayor trascendencia, que estaba jubilado, entre risas. Pero la verdad es que Antón un día pensó que el caballo también tenía derecho a estirar las piernas y desarrolarse, y así, después de estar sin usarlo 5 ó 6 meses, decidieron empezar a salir con él los fines de semana, a pueblecitos vecinos que nunca habían visitado a pesar de las virtudes que escuchaban a los compadres de bar hablar de ellos. Disfrutaron mucho de essta nueva costumbre, pues comenzaba la primavera e ir tranuilos sobre el animal observándolo todo sin distracciones, era una experiencia gratificante al máximo. Alimento para el espíritu en su vertiente inmortal, como decía decía Antón. Aún así, de estos viajes, extralleron que ellos dos eran demasiado peso para el pobre Rufo, porque él siempre estaba alegre y, cuando los veía, iba hacia ellos y los acariciaba con el morro. Sin embargo, coincidiendo con el 2º y 3er viaje, el caballo dejó de hacerlos caso y la pareja supuso correctamente que estaba enfadado por hacerle recorrer tales distancias con 120kg en el lomo, 70 de él y 50 de ella. Así fue como Rufo recibió una compañera en la finca, lo cual le hizo pensar que sus dueños se preocupaban por él, y entonces no vio mal el volver a darlos mimos y besos.

Siguió la rutina de trabajar y estudiar respectivamente, caminar a buen ritmo y correr de vez en cuando, saliendo con Rufo y Lola (su nueva compañera) a pasear los fines de semana, y, así, transcurrieron los 7 meses siguientes. Luego Carmena fue a Boliva a realizar los exámenes de 4º y 5º curso de su especialidad, pues había estado estudiando todas las mañanas entre 3 y 4 horas y se había aprendido todo lo referente al temario que la quedaba por conocerse hasta fin de carrera. Aprobó con muy buenas notas para sorpresa de los profesores, que pensaron cuando dejó la universidad que sería el fin de sus estudios. La felicitaron especialmente y la dijeron cual era la fecha en que tenía que ir a recoger el título, momento en el que ella volvió a recogerlo. A partir de ahí la vida de pareja cambió súbitamente, porque Carmena se quedó embarazada durante la semana siguiente, aunque no se dieron cuenta hasta los 3 meses después. Claro, estaban los dos en tan buenísimas condiciones físicas, que sus cuerpos rebosaban fertilidad y salid, y, a la hora de quedarse embarazada, no hubo ni vómitos ni malestar ninguno, pero 3 meses aún así, eran un retraso muy grande incluso para ellos, que, de tal felicidad que disfrutaban, habían perdido la cuenta del tiempo y casi de todo lo demás. Un buen día a Carmena se le iluminó la razón. Lo sospechó y acertó. Sólo fueron a Boliva 2 veces desde que se dieron cuenta, la primera a comunicárselo a sus familias, y la segunda, cuando empezaba a tener tripa, para que los futuros abuelos la viesen y se pusiesen contentos. Luego, ya se puso tan gordita que, Antón, que entendía de estas cosas, la recomendó no montar a caballo, y, mucho menos, correr.

El 21 de Noviembre de ese mismo año, Carmena dio a luz por cesarea en la clínica de Antón, que, como servicios excepcionales, tenía paritorio, dado que, a pesar de ser Archet un pueblo pequeño, era el único de los 7 de los alrededores que tenía clínica médica.

Lo llamaron como al padre: Antón. El niño resultar estar muy sano y ser muy guapo. Tenía el pelo rubio y los ojos verdes. Al año tenía una larga melena rizada que llaba mucho la atención de los vecinos de Archet. "¿Como no le cortais el pelo?", decían, pero Antón padre y su madre se reían y contestaban: "¿Que pasa, es que no le queda bien?". "No, si está guapísimo, pero es raro ver a un niño de 1 año con el pelo largo". Lo del pelo fue idea de su madre.

Antón siguió trabajando y Carmena cuidó de su bebé de manera de intensivo amor hasta los 4 años. Pidió a un conocido que era sastre que le hiciese un petate para colgárselo en el pecho, y, así, la rutina siguió. A las 14:00 de todos los días excepto los fines de semana, iba a buscar a su marido con el niño acoplado a su cuerpo. Por el camino lo iba hablando, alternando las palabras con caras teatreras que hacían que el chico aprendiese a hablar a la vez que desarrollaba un saludable sentido del humor.

A los 4 años, el niño ya era todo un hombrecito que podía montar por si mismo, aunque no en caballo, sino en Poney. Un poney que tuvieron que buscar concienzudamente por Boliva para, finalmente, no encontrarlo. Tuvieron que hablar con el antiguo vecino de los padre de Carmena, Carlo, para que les dijese donde era que se podían comprar esos animales, pero al final dieron con el negocio, en Tilhán, una ciudad que estaba a, ni más ni menos, 200km de Boliva, y por fin lo compraron.

Las mañanas cambiaron para Carmena totalmente, porque lo que era realizar actividades en medio de la más completa soledad, se convirtió en jugar con su hijo y salir a montar o a pasear con él.

Cuando a los 5 años del chaval, Antón padre dijo que le había reservado una plaza en el colegio del pueblo, a Carmena se le encogieron las tripas. Estuvo triste y de mal humor unas cuantas horas hasta que su cerebro dio con la respuesta, pero claro, la vida seguía y Antonito tenía que ir a la escuela a aprender a escribir y leer, al menos eso (pensaba Carmena) y a hacer cuentas, pues su padre (el de ella, o sea: Marcelo) no sabía más que eso, y, sin embargo, se había desenvuelto en la vida perfectamente allá donde quisiera que pidiese un trabajo. Luego ya, si quería estudiar una carrera, sería cosa suya.

Lo que fue que a Carmena le sentó como un jarro de agua fría en pleno invierno, es que había alcanzado cotas de felicidad insospechadas con su jijo en casa, desde que nació hasta la fecha, pero, sobretodo, desde que aprendió a hablar y conversaban de cosas. Se sentía menos sola, y si, había estado sola siempre por las mañanas desde que se mudaran a Archet, pero, después de la experiencia con su hijo, ya no podría acostumbrarse de nuevo a la soledad.

El jardín de su finca había dado mucho trabajo y lo había hecho con mucha ilusión, pero el trabajo duro ya había terminada. El trabajo de transformación de un secarral a un florido y bello hardín, había llegado a su fin, y ahora sólo eran necesarias tareas de mantenimiento que ocupaban 2 horas a la semana como mucho. El resto de la semana, Carmena no tenía nada que hacer, y, acostumbrada a la compañía que la daba su hijito, lo que decidió cuando éste empezó a ir al colegio, fue empezar a trabajar en algún lado. Así, una mañana, después de que su familia se hubiese marchado (Antón padre llevaba al niño a clases cuando iba a trabajar), ella cogió el camino hacia Archet y, cuando llegó, fue al bar a preguntar si sabían de algún trabajo de algo. Como era muy respetada y muy conocida por sus buenos modales y su cordialidad, la dijeron que se quedase tranquila, que se fuese a casa, que en menos de una semana ya habrían encontrado algo para ella. Y así fue. Aburrida en casa y un poco frustrada por la comparación de la compañía de por las tardes con la soledad de las mañanas, al cuarto día por la mañana bien temprano, volvió al bar y ya la tenían algo....

- Es un trabajo duro Carmena, es de leñador en Ciero (un pueblo vecino). Al principio el encargado decía que no al enterarse de que la referida era una mujer, pero le engañamos un poco. Le dijimos todo lo del deporte que hacías y que estabas en muy buena forma.

- Entiendo, muchas gracias. Pero ¿por qué decís que le engañasteis, si lo de que hago deporte y estoy en buena forma, es cierto?.

- Bueno....es que no es lo mismo hacer deporte que trabajar. Hacer deporte pone a prueba el cuerpo, mientras que trabajar pone a prueba, a parte del cuerpo, a la mente. La paciencia sobretodo, y no sabemos si tendrás.

- Bueno, la verdad es que creo que también tengo paciencia. No creo que vaya a hacer ningún problema.

- Ya lo entenderás. De momento empiezas el lunes. A las 7:30 de la mañana debes estar en la puerta del ayuntamiento de Ciero. Allí es donde se reunen todos los leñadores para que los recoja el carro que los lleva al bosque a empezar la tala.

- Perfecto, allí estaré.

- Vas a tener que azuzar a Lola. - Al decir esto, Martín, que era el hombre que la había informado, no pudo contener una sonora carcajada que acabó con la situación tan tensa del último minuto.

A Carmena, tal sonrisa, la dio fuerzas, y ella también sonrió. Se despidió y se marchó briosa del local. Regresó a casa corriendo y, cuando llegó, cogió papel y tinta y comenzó a escribir un diario.

Cuando los "Antones" volvieron de sus respectivas responsabilidades, Carmena les comentó lo de que empezaba a trabajar. Antón padre se quedó mudo, sin saber que decir, ya que no quería desanimar a su esposa, y la cosa se quedó en un ambiente cargado de seriedad en vez de positiva emoción. Pero Antón hijo, al ver la cara de su madre sin sonrisa, más tiempo del que consideraba prudencial, cambió el presente añadiendo una fras con el festo expresando una nota de emoción.

Más tarde se darían cuenta de que esa había sido la primera vez que el niño utilizaba la hipnosis de manera consciente, pues, aunque para ellos, todo era simplemente la vida, el niño retenía en su memoria cada momento en que aplicaba su poder, y, años después, con el desarrollo de otras capacidades más sorprendentes aún, sus padres empezaría a interesarse por su forma de razonar y él contería, entre otras cosas que recordaba, alguna que otra anécdota entre las cuales se hallaba la de hoy. Pero para todo esto quedaba aún algún tiempo. Mientras tanto, Carmena con su esfuerzo en el trabajo, se iría formando como maestra de los dos "Antones".

Carmena empezó a trabajar el lunes como habían pactado. Se llevó a Lola, dejando a Rufo para su marido y su hijo.
Los días transcurrieron con rutina, pero, desde el mismo primero, se dio cuenta de que lo que le había dicho Martín era cierto. A parte del cansancio físico, estaba el agotamiento mental, derivado siempre del aburrimiento.
La habían puesto de pareja con Toño (otro Toño). Tenían una sierra larga con dos extremos, y su misión no era otra que la de cortar en pequeñas porciones, los árboles que tiraban algunos de sus otros compañeros. Tocones del tamaño que pudieran tener los polletes hechos de troncos que más de uno habréis visto
Eran 8 en la cuadrilla. 4 cortaban árboles con ayuda del hacha, y Carmena y otros 3 los serraban para reducirlos a esos tocones transportables por un carro que iba por las tardes con su propio personal, los montaba y se los llevaba.
El primer día se dio cuenta de que el trabajo era muy saturante. Comían en el campo, pues en la hora de descanso no daba tiempo a volver a casa. A veces iban a Ciero a tomar un café, pero, por lo demás, terminó cansada de los compañeros el 3er día, y ni que decir tiene como de cansados tenías los brazos y la espalda. Estaba molida, aún así, la soledad en su casa, sabía que sería mucho peor. Empezó a pensar que los cuentos sobre espíritus y entidades malignas con la que la asustaban de pequeña sus amigos cuando salían y no había nada mejor que hacer, eran ciertos. Realmente pensaba que tanta desgracia no podía ser casual. Por suerte, ni el sábado por la tarde ni el domingo se trabajaba, por lo que pudo descansar. Y durante el descanso, en el que estaba con su familia, recuperó los ánimos. Aún así, pensándolo fríamente, no vio encanto ninguno en volver a trabajar el lunes. El caso es que Antón padre lo entendió perfectamente cuando se lo comunicó, pero Antón hijo tuvo una reacción propia de un ser puro con padres puros como los suyos, con la salud intachable de hijo que era de dos deportistas que lo habían concebido en un momento de explendor.
Carmena le comunicó a Antón padre mientras antón hijo jugaba, que tenía la espalda molida, y los brazos, y las manos, pero Antón padre no reaccionó más que asintiendo, mientras que el pequeño fue hacia ellos y le dijo a su madre: “Yo te doy un masaje”. Ella sintió de repente una felicidad enorme, no sabía por qué, pero era porque una persona no sólo escuchase, sino que, a parte, comprendiera.
- ¡Vamos hijo!, ¡dame ese masaje!. Si sale bien luego te invito a un chocolate en Archet.
Y así fue como Carmena recibió su primer masaje por parte del niño.
Se asustó, se asustó de ver como un niño tan pequeño que además era su hijo, mostraba conocimiento tan amplios de la anatomía humana, o eso pensó ella. La realidad era que los sentidos del niño aún eran jóvenes, y no se habían ido atrofiando aún al percibir cosas pero tener que ignorarlas debido a las vergüenzas que van dominando al ser humano. También el chico hablaba y preguntaba con toda la confianza del mundo, y así acertaba donde era que su madre tenía el cuerpo más cargado. Lo mejor de todo es que, su paciencia, parecía no tener límites. Se tiró 40 minutos masajeándola la piernas, los brazos, la espalda, las lumbares, los hombros e incluso el culo. A petición de Carmena, el niño también la masajeó los pies y las manos, cosa que Antón hijo no se podía imaginar que se pudieran masajear, pero, en este momento, lo aprendió.

A Carmena los ánimos las cambiaron radicalmente. Se sintió plena y llena de energía de nuevo, y dijo que el lunes volvería al trabajo. Seguía habiendo un inconveniente, que no era otro que la seriedad de sus compañeros de allí, que, en contraste con la alegría de su familia (sobre todo de su hijo, pues Antón padre se había ido volviendo callado y más callado después de tener al niño) la causaban cierta desazón. Pero tal y como estaba ahora de emocionada, se creía capaz de poder con todo.
- Bueno Antón, hijito. Te has ganado el chocolate más grande del mundo, el más dulce y el mejor que nadie pueda hacer. ¿Nos vamos?.
- ¡Siiii!.
“¿A caballo o andando?”. “¡Andando!”, dijo Antón. “¿Andando o corriendo?”, preguntó con una sonrisa en su cara que deslumbraba de tal belleza como había en toda ella en conjunto, pues expresaba juventud, totalidad, fuerza y alegría. Antón hijo, que era un pequeño con muchas energías, dijo: “¡Corriendo!”. “Uff, hace mucho que no corro. Lo intentaré, pero si me canso paramos ¿ok?. Y vamos andando”. “¡Vale!”, dijo el muchacho, que era un hervidero de energía y alegría. Y era cierto, pues, tanto Carmena como Antón padre, llevaban 5 años sin correr. Concretamente desde que tuvieron al niño. Ya no podían volar libres, tenían una responsabilidad.

Antón padre se quedó en casa ese día, abstraido con los apuntes que le había hecho llegar el rector la semana pasada.
- Me encantaría ir con vosotros, hace mucho que no nos damos un paseo en familia. Pero he echado un ojo a estos apuntes y, la verdad, es que están muy interesantes. Me llama mucho la atención lo que puedan decir, así que me quedo….alimentando el espíritu. - Y sonrió.
Tanto a Carmena como a Antón hijo les dio pena esa reacción, pero no consiguieron convencerle. Él alegaba que era un hombre ocupado y que debía aprovechar la poca concentración que tenía para ilustrarse respecto a su trabajo. Que le gustaría pasar tiempo con su familia y hecharse unas carreras como antaño de las que perdieron la costumbre cuando el niño nació, pero que ya sería otro fin de semana, o mañana (domingo) por la tarde si había acabado. Así fue que Carmena y el chiquillo se fueron corriendo ese día, para parar a los 4 minutos pues Antoncín no podía más. Aún así, Carmena se sorprendió de la resistencia que tenían sus propias piernas a pesar de llevar sin hacer esfuerzos importantes, taaaanto, tanto tiempo. En principio pensó que no iba a aguantar nada, pero si aguantó. Era como si....en realidad era que el ser humano es muuuucho más fuerte de lo que una vida sedentaria nos permita averiguar. De vuelta también se hecharon unas carreras, aunque esta vez Antón hijo aguantó un poco más. “El poder de la mente” pensó Carmena, pues el cuerpo y la resistencia de su hijo eran la misma que en el viaje de ida, sólo que, mediante la mentalización, el chico había aguantado corriendo casi todo el trayecto en el regreso.
Las semanas pasaron y Carmena ya no soportaba más a sus compañeros. Se aburría, y también tuvo que descansar casi una semana laboral entera para recuperarse de unas agujetas que apenas la dejaban moverse. El jefe lo entiendió y la dio permiso, a cambio de que no supusiese que iba a cobrar los días que no había ido. Carmena pensó en que las bajas se cobraban, pero no dijo nada, pues estaba un poco al tanto de las cuentas de la empresa y sabía que iban justos. Incluso el jefe, apenas sacaba para pagar la casa, a parte de comer y vestir. Así que no dijo nada, cogió a Lola y se fue a casa. Se aburrió mucho los 4 días que estuvo descansando, aunque no tanto como sospechaba, pues, a la hora de visitar su jardín, vio que necesitaba algunos arreglos que, el haberle quitado tiempo, había hecho surgir. Ya no eran 2 horas de trabajo, sino que la costó 5. Aunque no hubo nada de esfuerzo físico es su adecentamiento, pues sólo era cortar unas "malas" hierbas que habían ido haciéndose grandes entre las flores ornamentales. "Es increíble como crecen las plantas autóctonas", pensó en referencia a las hierbas que arrancaba, que estaban sumamente crecidas y hermosas. "Se han ido adaptando durante miles de años para luchar por la vida con una fuerza difícil de imaginar".

Todas las tardes Antón hijo la daba un masaje por todo el cuerpo, y la hablaba como un torrente. Siempre tenía algo que decir y que contar, y, lo más gracioso, es que lo hacía con sentido del humor. Era un sentido del humor básico porque lo que hacía era criticar defectos de los demás, pero no lo hacía con malicia ya que siempre añadía una historia en la que la persona que mentaba con x debilidad, no podía desenvolverse y acababa haciendo el ridículo. Lo contaba de tal forma que Carmena se tronchaba de risa. Sabía que no estaba bien reirse de la gente, pero pensó que más importante es el buen humor que la tristeza, y terminó de añadir una pequeña estrofa a un refrán que conocía desde pequeña. “En el amor y en la guerra, todo vale”. Pues ella lo transformó en el siguiente: “En el amor, el humor y la guerra, todo vale”. Si, llegó a esa conclusión. Y como la alegría era algo sagrado por llenar a la gente de fuerzas, maldijo mentalmente a quien, en vez de preferir que todos rieran, prefiriese sembrar el miedo y la seriedad alzándose como un supuesto defensor de el respeto, que sin embargo conseguiría con violencia o con amenaza…. Temió por su hijo, pero bueno, si algún día se llevaba un golpe o amenaza, aprendería a reprimir ciertas palabras de su vocabulario en presencia de la gente. Al fin y al cabo, recursos no le faltaban, pues, aunque le gustaba hablar de un supuesto ridículo que hacía la gente, también era muy animoso hablando de otros temas. El mundo lo puliría…. A ella le hubiera gustado que fuese puro para siempre y que su expontaneidad fuese comprendida por todo el mundo con el corazón, pero no le quedaría más remedio que aprender, pues ella, aunque lo hubiese querido, no tenía el control del mundo.

Digamos que el extremo placer de los masajes y la extrema intelectualidad de su hijo, terminaron inspirándola para tener más genio. Y una de las cosas que dedujo fue que, si a sus serios compañeros que respondían con palabras escuetas y gesto rancio cuando ella les hablaba en el trabajo, no paraba de acribillarlos con información, lo mismo reaccionaban de alguna manera. No hubo éxito, o al menos no demasiado. Fran fue el único que reaccionó bien al experimento, lo que pasa es que, dedujo Carmena, era un poco tonto. Porque ella, al principio emocionada, se dio cuenta de que el hombre te contaba su vida y un montón de cosas que sentía, pero sin una pizca de sentido del humor. Ni una sonrisa ni nada de nada. Hablaba y hablaba en una transmisión de información constante, pero resultaba sumamente pesado porque sus anécdotas no tenían nada que enseñar, sino que eran acciones en el mundo, con sus reacciones, pero lógicas y completamente predecibles, así que Carmena terminó por decidir dejar de hablarle.
Casualidad o intervención de un ángel, el jefe se despidió de los empleados esa misma semana y por 10 días. Iba a negociar a una ciudad muy lejana (300 km) la venta de madera, por lo que dejó un encargado y, el jueves por la tarde ya no fue, y así estuvo no hasta el lunes siguiente, sino hasta el siguiente.
Su jefe les tenía totalmente prohibido beber vino, cerveza o alguna otra bebida alcohólica durante el trabajo. Decía que era peligroso, que ya había oído hablar de trabajadores borrachos que habían muerto aplastados por un árbol que caía, así que lo tenía totalmente prohibido. Sin embargo, Ferrán, el encargado, levantó un poco la mano cuando él se fue, y, aunque prohibió venir bebidos a los trabajadores, si les permitía beberse 2 ó 3 copas de vino en las comidas. Carmena empezó a reirse mucho con ellos cuando se cogían el puntillo. No era muy graciosos, pero al menos contaban cosas, sucediendo que, para su sorpresa, algunos hablaban como una ametralladora. También trabajaban menos, pues, de una hora y media de descanso que había al mediodía, empezó a haber 2 horas largas, el tiempo suficiente para que la estupidificación que les producía el alcohol, se pasase, ya que Ferrán, de tanto oír a Justo (el jefe) hablar sobre los accidentes, le había cogido miedo a un posible accidente bajo su cargo y decidió extender el tiempo de recuperación del medio éxtasis que se cogían los empleados durante la primera media hora (después ya, no les dejaba beber más).
A Carmena le hizo gracia lo de que sus compañeros espabilaran con el vino, pero no tardó en darse cuenta que, a pesar de él, por las mañanas estaban locos y apagados. Sólo por las tardes después de comer se espabilaban y hablaban. Se lo comentó a su marido un día cuando llegó a casa, y él la estuvo comentando acerca de lo tóxico que era el alcohol. Llegaron a la conclusión de que esas personas eran alcohólicas, y toda su seriedad no era sino que el síndrome de abstinencia de, probablemente, la tarde anterior. Todos los leñadores eran de Ciero, y lo cierto es que, cuando Ferrán (ahora que estaba de encargado) o Justo, aterrizaban en el pueblo al finalizar la jornada, todos se iban al bar. Carmena no se entretenía, pues tenía prisa por llegar a casa. Pero, ya que Antón le había comentado acerca del alcoholismo de sus compañeros, un día se decidió a comprobarlo y los acompañó. Ella se tomó un zumo de naranja, pero los demás: toooodos vino, jarras y más jarrás. Y bailaban, y reían, y no por tonterías, sino, que los asuntos que se trataban allí, eran interesantes. De economía y demás. De las cuentas que tenían con las fincas que tenían en propiedad y trabajaban sus hijos (Carmena se sorprendió, pues cada uno, al menos, tenía 3, y algunos hasta 20. Fincas quiero decir. La diferencia que había entre gente de campo y gente de ciudad. La gente de ciudad, como mucho, tenía 2 ó 3 casas, pero en el campo la riqueza se manifestaba en forma de fincas. Lo bueno de la ciudad es que las casas sobrantes se podían alquilar, mientras que, en el campo, las fincas eran para trabajar), de la demanda y la oferta que había aquí y allá. O sea, que no es que estuviesen tontos, sino que, como decía Antón: el síndrome de abstinencia los tenía anulados, deseando beber, y debía ser tan fuerte la sensación, que les impedía incluso pronunciarse. Carmena empezó a fijarse en lo que bebían los clientes del bar de Archet a parte de sus compañeros, y la mayoría bebía vino. “Vaya, aunque yo esté viendo cumplido mi sueño, aquí la gente es como en Boliva, unos borrachines todos. Menos mal que no conocen la marihuana”.

Ella nunca se había emborrachado, por lo tanto, no sabía de primera mano lo que era el síndrome de abstinencia. Así que, un día, decidió probar.
“¡Hoy me voy a beber unos vinos con vosotros!”, dijo al salir del trabajo. “¿Pero tu bebes Carmena?, no lo sabíamos?”. “No, jamás lo he probado, pero os veo poneros tan contentos cuando lo hacéis, que me ha dado curiosidad”. “¡Bueno!, ya eres mayor, prueba si quieres.”. Y así hizo. Total, Ciero estaba a 15 km de Archet, y Lola en muy buena forma. En tres cuartos de hora, sin necesidad de espolearla demasiado y que el animal se reventase, estaba allí tan viva y tan fresca. No pasaría nada por echarle 20 ó 30 minutos con los compañeros. Desde que Ferrán se había quedado al mando de la empresa, los hombres, como ya dijimos, descansaban más. Pero no era sólo por el descanso de al mediodía, también porque por las tardes, en vez de salir a las 18:30, salían a las 17:45. Así que, hecharle media hora en Ciero, no supondría ningún desbarajuste del que arrepentirse, incluso si hubiese algo de lo que arrepentirse. Se podía haber quedado hasta las 20:00, ella era libre, nadie la decía que hacer y como hacerlo, pero quería a su hijo y pensaba todo el día en él. Digamos que ese día, fue una etapa más en su madured como madre.

Carmena se emborrachó. Se bebió 4 copas de vino y se le subieron a la cabeza. La verdad es que estaba confundida entre sus compañeros, porque normalmente no hablaban, entonces no sabía como eran. Pero ellos se conocían bien entre si, ya habían compartido más de una borrachera, y se conocían bien los unos a los otros, por lo que estaban como pez en el agua allí sentados en grupo. Carmena se limitó a observar y a reir un poco cuando alguno decía algo gracioso (risa que sus compañeros secundaban y celebraban) pero no más. Habló poquito, esperando la aprobación de los que estaban con ella, y la verdad es que no la pusieron mala cara, pero tampoco la daban coba, así que, lo dicho, a escuchar y observar. Las próximas veces irá mejor, cuando los conociese más. Pensó. Pero no hubo próximas veces.

La vuelta con el caballo fue lo más divertido que hizo. Pareciese que sintiese mejor la fuerza de la montura, cuando iba a cansarse y cuando estaba en plena forma. Era una sensación extraña, pues es como si averiguase en pleno directo, el vigor del animal. Como si lo sintiese. "¿Poderes extrasensoriales?", pensó.

No hubo próximas veces porque al día siguiente se levantó hecha polvo. “¿Y así he de ir a trabajar?”, pensó, pero no la quedó más remedio. Ese día entendió perfectamente a sus compañeros. A aquello se le llamaba resaca, y, o bien trabajabas de resaca, o bien te morías de hambre. Los hombres con quienes compartía el trabajo no eran especialmente malos, sino que, a su manera, eran muy responsables, pues hubieran cambiado el cuerpo de trabajar por el de divertirse para estar en plena forma en cada uno de los lugares, pero no podían hacerlo, nadie podía hacerlo, así que no les quedaba más remedio que hecharle valor e ir a trabajar con el mismo cuerpo que se divertían, muy probablemente, para sacar a sus familias adelante fuese cual fuese el obstáculo que se interpusiese.

Hasta mediodía estuvo mal. Tenía sueño, estaba cansada, la ardía el estómoga y sentía debilidad en todos sus músculos. Pensó en el deporte, en algunas hierbas que conocía que servirían para limpiar la sangre, pero no tenía nada de ello allí, así que bebió agua y más agua. Incluso la concedieron unos minutos para acercarse a Ciero a rellenar la bota, pues estaba bebiendo más agua ese día que todos los demás, y la gastó al rato de haber llegado al trabajo. Su compañero de aserrar se dio cuenta de ello, y la habló con una sonrisa en la cara: “Vaya Carmena, parece que eres una novata bebiendo. La de agua que estás tragando, hija”. Toño se quedó alucinado cuando ella le dijo que era la primera vez que bebía. A partir de entonces empezaron a hablar algo más. De nuevo, una fiesta, creaba nuevos lazos y nuevas amistades de confianza. Pero Carmena lo tenía claro: no volvería a beber. Aunque pensaba en el efecto del alcohol, en esa especie de sensibilidad que sintió cuando se sentó a los lomos de Lola para volver a Archet, y se preguntó, recordando a sus amigos de Archet, cuales serían los efectos de la marihuana que ellos fumaban. Tenía que probarla también, aunque dentro de mucho, muuuucho tiempo. Cuando desapareciese por completo el síndrome de abstinencia del alcohol, que, en ese momento, parecía que iba a durar para siempre y la hacía arrepentirse de haber bebido.

Tardó todavía en pasársele 1 día y medio más, luego vino el fin de semana. Ya quedaba poco para que Justo volviese y, los compañeros, se lamentaban por adelantado de la ley seca que vendría después.

A pesar de pasársele el malestar, Carmena estuvo más seria durante el fin de semana. Menos habladora, menos….intelectual, como decía Antón padre. Y era verdad. Ella misma no se hubiera dado cuenta, pero al decírselo su marido, se fijó y se dio cuenta de que estaba menos habladora, aunque no con su hijo. El niño lo era todo para ella, su premio, su tesoro, y por nada del mundo existiría nada nunca que la hiciese perder el fervor por él. Pero con Antón padre, si es cierto que hablaba menos…. Era como si la parte animal siguiese intacta, pero la espiritual hubiese sido mellada en gran parte.

El lunes cuando volvió a trabajar, tras beberse unas infusiones de hierbas de las que tenía en el jardín, mucha agua y algún que otro batido de chocolate o vainilla, hecho natural, en el bar de la plaza de Archet, ya se encontró mucho mejor. Pero ocurrió algo, algo que a niveles mínimos debía ser una especie de catástrofe a nivel orgánico y mental, pero que a niveles externos y/o superficiales, no se notaba a no ser que quien juzgase la conociese de antes y fuese sumamente detallista, como Antón padre, que era inocuo y puro como el agua (muy centrado y un poco obsesionado con su trabajo, pero, en el fondo, el mismo de siempre). Lo que ocurrió no dejó de asombrar a Carmena, lo que ocurrió fue que había perdido la paciencia, se había acelerado un poco a cuenta de la borrachera de hacía casi una semana. Justo lo dijo cuando volvió. Por supuesto le ocultaron que bebían durante el descanso del trabajo a mediodía, pero no le ocultaron que Carmena se bebió unos vinos una buena tarde cuando recogieron.
- Trabajas mucho mejor Carmena. - La dijo justo. - Más rápido, con más fuerza.
- Si, parece ser que he perdido mis límites a cuenta de las copas del otro día.
- Es el efecto que tiene la droga cuando no se abusa de ella. Potencia.

"Por no decir la paciencia y la humanidad. Ahora soy una máquina y eso te gusta porque da dinero", se guardó para si Carmena. Se quedó sin saber qué más decir, pero, sin embargo, si que pensó en algo: ella no había probado el alcohol hasta la cercana fecha de la semana pasada, pero si que lo había pasado muy bien con sus amigos cuando estos iban al mediodía al bar de la universidad y bebían cerveza (los jóvenes casi no bebían vino) o fumaban marihuana. Por eso, por eso fue que decidió probar la marihuana algún día por encima de toda cualquier otra razón, puesto que el alcohol tenía conocimiento (y ahora experiencia) de que dejaba resaca, pero no la marihuana por lo que había podido ver. Ella al menos no recordaba a su amiga Cintia, que fumaba, en ningún momento callada y aplanada, en ningún caso al día siguiente de haber fumado. Además, la marihuana era una planta, era lo suyo, y había leído de sus propiedades medicinales extraordinarias en los tomos que había estado estudiando, tanto en la universidad como en solitario durante su retiro de casi dos años. Si, tenía ganas de probarla, pero ¿de donde la sacaría?. Tendría que esperar dos semanas a que llegase el fin de semana del mes en el que iban a visitar a sus padres, para ir a casa de Contia para que la consiguiese un poco.

Así fue como siguió trabajando a toda velocidad bajo los elogios de Justo, el cual se molestó en enseñarla los secretos de la tala, para que empezase a talar árboles mientras que, su puesto, decía lo ocuparía un hombre que iba a venir nuevo. Carmena sintió curiosidad por si sería guapo o como sería, o si sería hablador, o como…. La verdad es que entre sus compañeros los había agraciados físicamente, pero sus personalidades dejaban mucho que desear. "Con razón dicen algunas que los hombres son idiotas. La verdad es que he tenido suerte de encontrar a Antón, no conozco a ningún otro tan inteligente como él".

Llegó el fin de semana en que iban a Boliva. Como siempre, contrataron un carro para ir a ella. Tenían ganas de que su hijo fuese algún día con ellos andando, cruzando fincas y parajes y familiarizándose con la belleza de la naturaleza anexada al ejercicio físico, pues según habían escuchado, la gente rechazaba el deporte principalmente, porque no le encontraban nada positivo. Hombre….si ella se hubiera puesto a hacer deporte en medio de la resaca del otro día, no le hubiese encontrado nada positivo, pero como estaba acostumbrada a hacerlo desde hace años, sabía que el deporte era la respuesta a casi todos los interrogantes sobre la salud. Tan bueno incluso, que ni Antón ni ella ni su hijo se ponían enfermos. Estaban bien equilibrados, si señor. A Carmena y a Antón les gustaría expandir la costumbre de hacer ejercicio, pero se temían que era muy difícil debido precisamente a que la gente, después de haberse “drogado” muchísimo, lo encontraba contradictorio. Pero, aún así, tenían confianza en que, cuando ellos fuesen mayores y estuviesen en plena forma, al menos los que los viesen que conociesen su historia, recomendarían e incluso harían algo porque sus hijos llevasen una vida activa, de usar los músculos, sudar y depurarse. Esa era su confianza. De momento, habría que ser fuertes para poder sobrellevar el repentino interés de Carmena, por probar los efectos de las drogas en su propio cuerpo, como decía Antón padre, que no entendía ni apoyaba que a su mujer la hubiese dado esa vená, pero, que se le iba a hacer. Simplemente esperaba que acabase cuanto antes….

Cuando volvieron de Boliva el domingo por la tarde, Carmena llevaba consigo una cantidad irrisoria de marihuana. Al final no había tenido que comprarla, sino que se la regaló su amiga Ioia. La dio poco, pero suficiente para un par de cigarrillos, los cuales le dio ya liados, ya que Carmena no sabía liarlos. No los consumió en el acto, pues temía que los efectos fueran parecidos a los del vino y la dejara k.o. durante los días de trabajo, y esta vez bajo la supervisión de Justo, que era más severo que Ferrán y no consentía que la gente fuese mal a trabajar, al menos no peor que los que ya estaban acostumbrados a ir mal, cosa que pudiera ser probable en ella al ser más novicia.

Carmena esperó hasta el viernes siguiente cuando salió de trabajar. Volvió con Lola del trabajo y, al llegar a casa, se fue a las afueras de la finca para que su hijo no la viese fumar. Fue difícil librarse de él porque el niño estaba acostumbrado a estar pegado a ella siempre que ella estaba en casa. Pero le dijo una mentirijilla, le dijo que tenía una reunión muy seria con su jefe y que no podía acompañarla. “Tranquilo, es aquí en una casa de al lado. Volveré en 20 ó 30 minutos”. Antón padre, para su sorpresa, tuvo que contener una carcajada. “¿De qué te ríes?”, preguntó ella confundida. Él la guiño un ojo y la dijo que estaba leyendo acerca de las propiedades de cierta hierba, y que le había llamado la atención que, principalmente, tenía propiedades afrodisíacas. “Me voy”, dijo Carmena. Antón hijo no hizo sino seguirla al jardín, así que a Carmena no le quedó más remedio que hacer el paripé de cojer a Lola y alejarse al galope a la vuelta de la siguiente curva en dirección a Archet. Allí se paró y se sentó en una piedra que había, y se encendió el cigarrillo de yerba.

Cierto era que tenía propiedades afrodisíacas, pero la diferencia con otras sustancias que la medicina y la botánica sostenían que las tenían, era que, aunque en otros casos se podía evitar realizar el sexo si tenías alguna que otra actividad u ocupación en mente, con la marihuana no, con la marihuana el cuerpo entero pensaba en sexo. Se tuvo que conformar con dejar a Antón hijo abajo jugando bajo la excusa de que tenía que hablar algo importante con su padre. El niño empezaba a sospechar, no sabía muy bien que, pero ante una seriedad por parte de su madre que nunca antes había visto en toda la vida, sospechar, sospechaba algo…. A pesar de todo fue obediente, ya que temía que la seriedad de su madre, se volviese más firme aún, ya que, la poca que vio, le desagradaba. Antón padre se quedó alucinando cuando Carmena le empezó a acariciar y a besar por el cuello con tanto énfasis, y acto seguido empezó a reir. “No es la primera vez que veo esto”, le dijo él, y ella contestó: “Acaso le ha pasado a alguna otra chica con la que hayas estado”. “No, pero mis amigas se delataban por inocentes que eran con 15 años, cuando fumaban. Lo decían todo, le “tiraban los trastos” a los chicos y las conversaciones que tenían entre ellas….buff”. “Tenía que estar Antón en la escuela”, “Lo que pasa es que si Antón estuviera en la escuela, yo estaría trabajando”. “No se que hacer”, “Espera a la noche”, “Ya, lo que pasa es que me apetece muchísimo”, “Pues no puede ser Carmena, ¿te queda otro no?”. “Si, he estado a punto de tirarlo, pero creo que me lo guardo”. “No estoy a favor de que consumas ninguna sustancia nociva, pero ese te le fumas esta noche y partimos la cama”. “Jajaja”, se rió ella. “Bésame”, le dijo. Y él, viendo con el instinto la disposición de su mujer, la besó muy ardientemente a la vez que la tocaba todo el cuerpo con mucha pasión”. “Me voy con Antón a montar a caballo”. “Hazlo. Por cierto, en media hora estaré libre. Ya me estudié todos los apuntes que me mandó el rector, no hay novedades. Este fin de semana estoy completamente disponible”. “Me alegro. Iremos por ahí….a volar”. “Jajaja”, rió él.

Carmena se fue con su hijo, con Bobi (su poney) y con Lola a recorrer al galope toda la distancia que había entre su finca y Archet. Y allí, como era costumbre, se tomaron un batido de chocolate y uno de vainilla. “Que asco de vino, y que ricos están los dulces cuando vas fumada”, pensó Carmena.

Por la noche Carmena se fumó el otro cigarrillo después de dejar al niño en su habitación. Incluso Antón padre terminó fumando dada la insistencia de Carmena. Que si por una vez no pasa nada, que si que vas a alucinar, etc, etc….aunque sólo le dio 3 caladas, aunque eso si, tragándose el humo. Pues Carmena no se lo tragaba. Le pasaba poco a los pulmones y por ello el porro no la afectó tanto como debería haberla afectado un porro entero. A Antón, sin embargo, si le afectaron las 3 caladitas, aunque, la verdad, es que estaba a la par de su mujer en lo que al efecto se refiere. Ambos se pusieron muy calientes e hicieron con cierta desesperación cosas que antes hacían meramente relajados.

Al día siguiente ambos estaban un tanto atelarañados, pero, a parte de eso, no presentaban ningún tipo de malestar físico ni mental. Simplemente el cuerpo pedía más estar como la noche anterior.

El fin de semana lo disfrutaron mucho. Fueron a lo alto de las montañas por el camino de detrás de la casa que llevaba a la fuente y luego ascendía y ascendía. Fueron andando. Una hora y media tardaron y Antón hijo aguantó la subida perfectamente. Incluso se hecharon una carrera. “Vas a ver Boliva desde la cima, hijo”, dijo Antón padre. Y cuando estuvieron arriba fue el niño quien dijo que siguiesen andando para ir hasta ella. “Noooo, está muy lejos en realidad. Tardaríamos 5 ó 6 horas, y eso si corriésemos algo”. “Pues vamos todo el rato corriendo”. “La verdad es que al niño no le vendría mal algo de entrenamiento”, discutieron los padres. “Si, pero no hoy. Podemos dejarlo para el fin de semana siguiente. Vamos el sábado por la mañana y dormimos donde los abuelos, y nos venimos el domingo”, "En carro supongo, porque Antón podrá aguantar la ida, pero no la vuelta". “Una visita sorpresa”, añadió el niño. “Podría coger más yerba”, dijo Carmena, a lo que Antón padre se negó: “Ya está bien Carmena, al final te vas a volver un zombie como los de la ciudad”. “Que quieres que te diga, a mi me gustó, y ni resaca ni nada. Si no es malo ¿qué más da?”. Antón no supo que decir…. “Haz lo que quieras, pero a mi no me insistas como la otra noche”. “¿Qué hierba, hierba para te?”, dijo el niño acostumbrado a las infusiones que se preparaba su madre. “Si hijo, es una hierba que no es muy buena porque te pone muy nervioso”, dijo Antón padre. Carmena se rió.

En el trabajo volvió a rendir normal, a tomarse las cosas con paciencia, pero no por mucho tiempo, porque Justo había sido testigo de su intranquilidad y la velocidad con que llegaba a hacer las cosas. Justo simplemente vio que los números que había producido en las últimas dos semanas, volvían a descender, y no estuvo dispuesto a consentirlo, por eso un día se tomó unos minutos para dar a toda la cuadrilla, una charla.

"Bien, queridos trabajadores míos. Carmena nos ha enseñado a todos como se puede llegar a trabajar: rápido y bien. Eso se traduce en mayores beneficios para la empresa, y puede traducirse en mayores sueldos para vosotros....".

Así empezó y así continuó. Pero, en contra de que el sueño de Justo se hiciese realidad, varios compañeros alegaron que preferirían cobrar lo de siempre con tal de no machacarse trabajando. "Sólo es velocidad", dijo Justo. Y Carmena se acordó de cuando corría con Antón padre, momentos en los que se preguntaba si, entrenando y entrenando se podría llegar a desarroyar una velocidad prácticamente sin límites.

"Bueno, os he estado observando y creo que, sin llegar al tope de nuestras capacidades, podemos doblar la producción. Soy consciente de que muchos preferís la comodidad, pero esto es una empresa, se viene a trabajar, no a pasarlo bien y, a parte, cobrar. Así que, quien quiera duplicar su velocidad, verá incrementado su sueldo un 25%, el resto de los beneficios son para mi, ya que soy yo quien se esfuerza en conseguir los clientes y los terrenos para que todos podamos llevarnos algo a la boca de comer....". Continuó Justo.

Adolfo y Herminio dejaron el trabajo tras discutir con Justo, junto a unas palabras que decían lo siguiente: "Ahora no vas a poder doblar la producción, por más que te esfuerces, cara dura". La verdad es que Justo le hechaba un poco de morro al asunto pidiendo a los trabajadores que se esforzasen más, ya que el trabajo que hacían, de mínimos, ya era matador. "Pero es más matador síquicamente que físicamente, físicamente se soporta bien". Por casualidad, los dos que se marcharon eran los que "cortaban el royo" a los que estaban allí. Eran seres mezquinos que siempre o casi siempre que la cosa se animaba, lanzaban algún rapapolvo que eliminaba el ánimo como por arte de magia. Se quedaron en la empresa, los inocentes podría decirse, pero también podría decirse que lo hicieron, aquellos que aún albergaban algún tipo de esperanza. Pronto Justo incoroporó a dos nuevos candidatos que sustituían a Herminio y Adolfo, y a ellos les dejó claro que debían trabajar bien rápido si no querían perder el trabajo. Fueron Jaime y Ódol, y la verdad es que los chicos lo hicieron bien. Eran jóvenes, más manipulables, pero allí nadie manipulaba a nadie más de la cuenta, pues la verdad es que Justo tenía razón, trabajaban muy cómodamente antes de la entrada en vigor de la nueva orden.

La dos primeras semanas todos los currantes se cansaron mucho, excepto Carmena. Carmena se mentalizó de lo siguiente: adaptar los músculos a la velocidad, mientras trataba de econtrar una unión entre la velocidad ejercida y la potencia desarroyada. No era capad de hacerlo, pero no por ello no dejó de hablar con el nuevo, Ódol, sobre términos básicos de física. Incluso acertaron con fórmulas respecto a las establecidas en los estudios de física, aunque nunca nadie se las confirmó y acabaron olvidándolas.

La verdad es que todo en conjunto generó un ambiente de lo más agradable. Los trabajadores sudaban de verdad, y así quemaban el alcohol que se bebían por las tardes tras salir de la jornada. A parte, Jaime y Ódol eran jovencillos, de la edad de Carmena aproximadamente, 30 años, y no eran adictos al alcohol, aunque si fumaban algo de marihuana, lo cual Carmena, vio como una opción sensacional (y una tremenda casualidad) para conseguir más cuando a ella la placiese, encargándosela a uno de los dos. El caso es que la marihuana les hacía soñar despiertos en vez de, simplemente, estar mareados, y la libertad de conversaciones juveniles y soñadoras, les hizo a todos fantasear con desarroyar un buen estado físico como el de Carmena, que era la que menos paraba a descansar y menos de vez en cuando.

A la hora de la comida, comían, pero después tenían el tiempo restante para charlar o acercarse a Ciero a tomar algo. Carmena les recomendó que fueran corriendo, y, aunque la mayoría rehusaron, hubo 2 que lo vieron bien y la siguieron. Un "te" decían, y el camarero no salía del asombro de lo que estaba viendo. Nunca, o casi nunca, iban a tomar algo después de comer, y si iban, era con el carro de Justo. El verlos aparecer por allí sudorosos y sonriendo le resultaba algo paranormal al máximo.

Carmena también incitó a sus compañeros a dar la máxima velocidad que podían alcanzar, y a estirar bien las piernas después de cada sesión.

Resultó que la chica les metió poco a poco la idea de descubrir cual era la máxima velocidad que podía contemplar el cuerpo, tanto como para correr, como para trabajar, así fue que ella, Román y el nuevo Ódol (que eran los dos que la acompañaban en la carrera) empezaron a trabajar al triple de velocidad que llevaran antes de las medidas que impuso justo de doblar la producción. Pues bien, en vez de al doble, iban al triple de producción. Justo no salía de su asombro, incluso les recomendaba reducir la marcha pues temía que algo pudiera salir mal, pero ellos, para colmo, se defendían con una sonrisa en la cara y decían que lo tenían todo controlado. Aún así, Justo, no acababa de fiarse, y se conformó con que los demás trabajasen algo rápido tan solo.

Las conversaciones durante el trabajo se volvieron de lo más ameno, y las jornadas pasaban en un abrir y cerrar de ojos. Carmena estaba encantada. No lo decía pero para ella pensaba que esa estaba siendo la época más feliz que había vivido en toda la vida. Acompañada todo el día y por un montón de personas y personalidades diferentes, con sus propias voces y su propio humor....

El trabajar rápido y sudar se volvió una forma alternativa al vino y a la marihuana, de ser más sensible. Notaba la resistencia de la yegua, de Lola, y, cuando llegaba a casa, notaba la salud que se respiraba en el ambiente.

En verano dejaron de trabajar. Hubo 5 trabajadores que se opusieron. Bueno....más que oponerse, no vieron simplemente, razones para dejarlo. Hacía calor, si, pero con terminar un par de horas antes para poder irse a bañar al río, bastaba. Pero Justo tenía planes de vacaciones, así que se negó y los despidió por dos meses. Descansarían Julio y Agosto, y, el jefe, tan contento por el dineral que estaba amasando debido a la producción doble de todos sus trabajadores, y, hay que decir, que un poco más. Contagiados por la velocidad de Ódol, Carmena y Roman, los demás aumentaron un poquillo, pero sin la intervención de las órdenes de Justo, así que la paga se quedaba en el aumento del 25% y punto, mientras que Justo ingresaba algo más del doble que lo de siempre, les prometió una pequeña paga que podrían cobrar a finales de Julio si se acercaban al bar de Ciero a partir del día 28 y hasta el 31, pues él, le habría dejado el dinero al camarero del mismo, que era una persona seria y de confianza.

El 30 de Junio, los compañeros decidieron hacer una cena de despedida. Estuvieron todos, ahí en Ciero, pre-encargada la comida y con ganas de beber y fumar.

Justo se sentía un mindundi, pues no tenía que dar órdenes algunas. De alguna manera sus trabajadores se habían vuelto máquinas sin límite que daban mucho más de si de lo que un jefe extremadamente exigente pudiera desear. Aún así, acudió, y observó. Ese día bebió hasta Carmena. "Tres copitas sólo, lo justo para marearme un poco", pero si fumó hierba de Ódol y Jaime. "Vaya bandarras tengo contratados", decía justo. "Tranquilo, es sólo para celebrar las vacaciones", decían ellos con una sonrisa en la cara y una determinación que no admitía contestación. Lo más destacable de todo fueron las sensaciónes que más de uno experimentaron, aunque, la verdad, es que los que bebían o fumaban todos los días ya estaban acostumbrados. Hubo risas por todas partes, no pararon de reir en realidad, o al menos de hablar alegremente, pero siempre positivos, sin ningún momento de silencio patrocinado por algún tipo de extraña represión o falta de argumentos.

Carmena volvió a casa a las 21:30 de la noche, completamente "alucinada" y con más ganas que nunca de ver a su marido y a su hijo. Quería tocarlos, besarlos, abrazarlos. Se acordó de aquella vez que Antón hijo se ofreció expontaneamente para darla un masaje sin que ella le pidiese nada. Ahora era ella la que tenía ganas de tocar a la gente y darla un masaje, hacerla sentir bien, relajarla. Era todo altruismo a la hora de querer que la gente experimentase la divina sensación de placer extremo, y todo mediante el tacto, el sexo, o como fuese. También charlando gracias a su bienestar físico y mental, que suponía (o al menos ella lo creía) una experiencia harto satisfactoria. Cantando, cocinando. De todas las formas que se pudiese permitir. El caso era compartir lo bien que se sentía con los demás. Era más consciente de todo. Lo malo fue la resaca del día siguiente, aunque no fue tan extrema como la primera y última hasta el momento. Lo que no olvidó fueron las sensaciones de consciencia de su alrededor casi total, que ella interpretaba como poder de pacificar. En su casa no había nadie violento, estaba claro, pero, a veces también, la paz supone hacer que la gente no se conforme con la normalidad, y quiera vivir en placer, ya sea mediante la comunicación, el tacto....en realidad usando toda la cantidad de estímulos que puede haber entre personas.

No olvidó. Se despertó un poco en malas condiciones, extremadamente cansada, lo que nunca la había pasado. Se lo adjudicó al vino de las narices. Pero la sirvió para plantearse conseguir de modo sin tomar ni ingerir nada, la sensibilidad que, tomándolo, había conseguido. Se volvió más exigente, pues ella daba mucho a los demás, con la idea de que los demás la dieran a ella. De crear un ambiente sumamente inspirador, pues una de las cosas que percibía como cambio que había sufrido desde que se esforzaba tanto (aunque hay que destacar que lo hacía sin esfuerzo, pues su convicción de que habría un gran premio al final, la motivaba con más fuerza de lo que nada en el mundo pudiera hacerlo), era que sus sentidos estaban harto despiertos, percibiendo cada detalle del mundo que la rodeaba como algo fantástico. Como si, de repente, vivir se hubiese convertido en un regalo inigualable. Dicha inspiración quiso transmitírsela a todos los seres que la rodeaban. Ya la daba igual que los compañeros de trabajo fuesen serios (que, por suerte, ya no lo eran). Algo había cambiado en su interior y la hacía ver todo el mundo como bello y digno de mención. Describía pensamientos, sensaciones, y lo mezclaba con el buen humor y el éxtasis que, supuestamente, le producía cada componente de su entorno. Pronto sus compañeros compartieron su visión....

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Antón hijo tenía ya 9 años. Era un experto dando masajes. Se los daba a su madre y a su padre, y los recibía de ella, y, raras ocasiones, de él. Antón padre era el menos sensible de los 3. Siempre atareado con sus conocimientos sobre medicina. Carmena y Antón hijo no lo hablaron ni siquiera entre ellos, pero en sus adentros pensaban que su marido y padre respectivamente, estaba un tanto aislado de la realidad. Carmena, debido a su sensibilidad (cosa que entrenaba todos los días con ejercicio) daba casi por ridícula a su carrera de botánica, y Antón hijo consideraba a la carrera del padre, de pocas veces que había curioseado sus libros, un galimatías diabólico

Ya lo habían comentado sus padres. Cuando el chico cumpliese 14 años se trasladarían a vivir de nuevo a Boliva, para que pudiese acudir al instituto. Dejarían Archet después de 15 años viviendo en él. La finca en que vivían, que en principio fue alquilada, se podía decir que ya era de su propiedad. Pues después de 3 años de alquiler y sin vistas (por aquellos entonces) de irse a marchar nunca de allí, plantearon a su verdadero dueño la compra de la misma. Éste se negó al principio, pero luego fue él mismo el que se dirigió a la propiedad para ofrecerles un contrato de compra-venta. Antón y Carmena lo celebraron por todo lo alto. Tanto los padres de él, como los de ella, hacía tiempo que se habían jubilado ya, y la casa de la finca era lo suficientemente grande como para acoger a toda la familia. El niño disfrutó las diferentes visitas de los abuelos, pero, los que sin duda disfrutaron, fueron los abuelos. Manuel, el padré de Antón, era aficionado al vino, pero también a la naturaleza, por lo que, los fines de semana, salía andando con su nieto desde la casa hasta Archet, e iban al bar. También fumaba, aunque hay que decir que el hecho de fumar en esta época, era muy diferente a lo que estamos acostumbrados ahora, en que la gente fuma durante todo el día. Fumar, antiguamente, se trataba de encender un purito una vez o dos veces en el fin de semana. Después de comer o durante el vino de por la mañana en el bar de Archet quien estuviese en Archet, como Manuel, que lo estaba.

Antón hijo estaba sumamente inspirado y feliz por el cambio que había sufrido su madre y tras el cual se encontraban todas las enseñanzas que se planteaba transmitir. Por lo que corría de un lado para otro. "Tu siempre corre, hijo. Siempre suda", le decía. Y el chico lo hacía. Manuel lo veía excesivo y le conminaba a que se relajase un poco y disfrutase del paseo y la conversación, pero, aunque conseguía frenarlo un poco, enseguida perdía el control y Antonín saltaba, bailaba y sudaba.

Como niño que era, a pesar de sus conocimientos de hipnosis, pronto el océano de experiencias que viviría, le hicieron olvidarse de todo apreciamiento milagroso de los sucesos, y, simplemente, se consideró una persona alegre que repartía alegría allá donde iba. Pero la tremenda facilidad que había de convencer a los objetivos, puesto que eran sus familiares, le querían y se dejaban influir, le hizo perder forma.

Varios años más adelante, cuando Antonín ya tenía 13 años, decidieron transladarse ese mismo año a Archet a vivir y que el chico hiciese el último curso de colegio ya allí, un año antes de lo previsto pero....así eran las ilusiones, cambiadoras de planes expertas. Aún así, no fue muy grande la distancia entre lo original y lo que finalmente fue. Vieron una casita en las afueras de Archet, una casa pequeñita. Carmena estaba embarazada otra vez coincidiendo con la compra de la casa, pero no planeaba tener más hijos a parte del nuevo, así que con la pequeña casita se conformaron. Además, se la dejaban a buen precio, ya que estaba un poco vieja y Antón padre resaltó que deberían gastar una fortuna en reformarla, así que el precio de la propiedad no podría ser demasiado elevado. Finalmente la compraron, aunque lejos de Marcelo y Fiona (los padres de Carmena), pues estaba en el extremo opuesto de Boliva, no en el mismo camino en que vivían ellos, como pudierais haber pensado.

Lamentablemente, Antón hijo no tenía experiencias con gente "tóxica". Toda la gente de la ciudad le resultaba rara, como decirlo....como constreñidos, pero sin ser conscientes, por lo que eran bastante exigentes y todo para que los demás les facilitasen la vida allá donde ellos se mostraban incomprensiblemente vagos o incapacitados. Así era la gente de la ciudad, lo mismo estaban Antón y sus nuevos amigos en un bar tomando algo y le pedían a él que fuera a por un baso de agua. Él encantado, pero la sensación de falta de capacidad que moestraba la gente le dejaba una extraña sensación en la nariz y los labios.

Tener amigos era toda una novedad para él, puesto que, en Archet, aunque los tenía, sólo era durante las horas de clase y, a veces, al ir con sus padres a dar un paseo, que se encontraba con algún conocido y se alejaban no demasiado del seno familiar. En Boliva sin embargo, empezó a pasar horas y más horas seguidas junto a sus amigos de clase y sus primos.

Cuando vivían en Archet, finalmente Antón hijo había ido con sus padres andando hasta Boliva un par de veces, tal y como había prometido su madre. El chaval hizo bien el trayecto, incluso aguantó corriendo más que Antón padre, que estaba un poco desentrenado de pasarse el día sentado estudiando y leyendo, a parte de que su trabajo era de lo más quieto que había, pues él examiaba a la gente, la mandaba fármacos (o alguna infusón que había aprendido de Carmena) y ya. No andaba ni siquiera en el trabajo. En comparación, el trabajo de Carmena era una auténtica prueba olímpica, y la vida de su hijo algo bastante superior a la suya en lo que se referiría a activa. Para colmo, ya no salía a correr nunca. Llevaba años y años sin correr. Le absorbía el trabajo y como Carmena tenía al niño para disfrutar de su tiempo libre, sólo se le ofrecía salir con ellos, pero sin insistir, y él, no salía. Lo más que hizo en los últimos años que pasaron en Archet, fue ir andando hasta el pueblo un sábado o un domingo. El resto del tiempo iba en caballo, en caballo a trabajar y en caballo para regresar a casa. Como Carmena trabajaba, ya no iba a buscarle, y, las veces que le condicionaba para que regresasen andando con Rufo a su lado caminando, no se sucedían, pues Antón dejó de andar casi del todo. Aunque, eso si: no engordó.

Antón hijo no tardó en probar el alcohol y la marihuana. Había vivido mucho tiempo en soledad y, ahora que se unía a otras personas para compartir sus palabras y sentimientos, las estimaba al máximo y procuraba estar todo el día con ellas.

Carmena quería que el chaval fuese deportista, pero él se negaba, ya que, después de pillarse un gran colocón el día anterior y levantarse sumamente tranquilo, no le apetecía ponerse a correr para ir desde su nueva finca hasta la ciudad. Pero compartía el gusto de la madre por el ejercicio, así que, después de estar llendo una temporada a caballo hasta Boliva, vio una tienda de bicicletas que había prosperado extremadamente bien (y según su abuelo Marcelo, gracias a él mismo, ya que cuando él estaba en activo, la gente le veía ir montado en bici a todas partes, y veían su salud y su vitalidad, y se planteaban ser igual que él, aunque quien sabe....) y se quiso comprar una. "Madre, ir corriendo es un poco cansado, pero en bici si que me animo a ir", "No tiene nada que ver correr con montar en bici, correr pone en un equilibrio mucho más exquisito la conjunción del cuerpo. Es para lo que el cuerpo está hecho, mientras que la bici es mucho más cómoda. Correr te diferenciará del resto, pues en bici puede montar cualquiera, por hecho polvo que esté". "No te precoupes madre, tu me has enseñado a ir rápido, habrá diferencia. Correr, de verdad, algún día contigo y con papá si vuelve a animarse, pero para ir y venir a Boliva, en bici....porfavor. Iré rápido, lo juro". Carmena accedió y le compró la bici.

Antón padre había pasado a trabajar en el hospital de la ciudad. Sólo tuvo que enviarle una carta al rector de la universidad, con el cual se carteaba desde hacía tanto tiempo y visitó alguna vez cuando estuvieron pasando el fin de semana en Boliva, que sólo hizo falta eso para que el hombre se desviviese por recomendarle encarecidamente como doctor allí en el hospital, y, como Anselmo (el rector) era mayor y bajo su tutela habían pasado casi todos los médicos que había allí, prácticamente se podría decir que era una autoridad muy a tener en cuenta a la hora de conseguir un puesto de trabajo. Una recomendación suya era prácticamente una orden, y de Antón no comunicó más que elogios, por lo que, al enviar la carta, sólo tuvo que esperar un par de semanas para la respuesta de que podía transladarse cuando quisiera a Boliva, que ya tenía la plaza.

Y así fue como todo siguió funcionando en condiciones, pues las vidas de las familias que nos atañe se basaron, sin excepción, en un pasado de responsbilidad impecable, amor, bondad, y, el ingrediente principal: un poco de locura en la medida justa.
Antón hijo dejó de rendir en los estudios a los 17 años. Ya arrastraba algunas asignaturas suspensas de cursos anteriores, pero en ese grado de bachiller que precedía a la universidad, la vida afloraba en su interior de forma sumamente intensa, y era vida, aunque aderezada con alcohol y marihuana, también acompañada por un gran poderío físico gracias al ejercicio que hacía con su bicicleta desde hacía años atrás para transladarse de la finca a la ciudad, y, a parte, de el entrenamiento personal y supervisado que le imponía su madre.

Carmena tenía un secreto, un secreto que venía guardando desde Archet, más concretamente desde la época en que trabajaba como leñadora y habían triplicado la producción, trabajando como si fueran máquinas, lo cual, para colmo, acompañaban de entrenamientos de fuerza, agilidad y velocidad en momentos que tenían libres, ya fuese durante el trabajo o durante el paréntesis de tiempo que tenían disponibles en su tiempo libre y usaban para quedar con el objetivo de descubrir todas esas características del cuerpo mencionadas. Lo que sucedía es que, después de una dura jornada de entrenamiento (ya fuese trabajo o entrenamiento puro y duro), si se fumaban algún cigarrillo de marihuana, no pasaba nada. El conocimiento de poder se lo dio el vino. Al emborracharse estando cansada después de entrenar o trabajar durante horas y/o en medio de unas condiciones físicas excepcionales, se sentía por dentro del cuerpo una fuerza tanto física como síquica, fuera de lo común. Con la fuerza física lo que hacían era jugar a tirarse al suelo. No se daban golpes, por supuesto que no....eso sería una barbaridad, pero si se ponían los dos participantes uno enfrente del otro y, a la señal, procuraban agarrarse, saltar, doblarse y empujar, para hacerse caer el uno al otro. Lo pasaban muy bien y, además, procuraron hacerlo muchas veces pues, lo curioso del asunto era que el cansancio de tal actividad, multiplicaba por 10 el de un entrenamiento duro normal y corriente. Era otro camino para fortalecerse. Con la sensación de tener poderes mentales, sin embargo, no consiguieron hacer nada. Todos ellos sentían mucho "equilibrio" mental, y algún día comentaron una ilusión que llevaban arrastrando desde la niñed y que ahora afloraba. Todos decían lo mismo: poder mover objetos con la mente. Pero ninguno fue capad.

De lo que si fue capad Carmena sin embargo, fue de volverse más convincente. Adornaba sus deseos, en vez de con mandatos, con descripciones largamente detalladas de los beneficios que tenía el hacer una cosa o la otra. Así fue como Antón hijo dedicó su vida al deporte, llegando a aficionarse de veras, llegando a rechazar el ir montado a caballo cuando tocaba hacer una ruta un poco larga porque el hecho de montar en bicicleta y forzar las piernas, le daba un placer muy extramo y muy a tener en cuenta, tal, que no podía pasar ni un día sin montar en bicicleta. Eso si, no hacía caso a su madre cuando ella le recomendaba que dejase la bicicleta y se pusiese a correr directamente. No, Antón estaba obsesionado con la bicicleta. Decía que cansaba menos. Carmena le insistía en que superar el cansancio era la única forma que había de superarse a uno mismo y lograr situarse en el camino de las capacidades físicas infinitas, pero, aunque le convenció para que corriese uno o dos días, a Antón lo que le gustaba era la bici.

Se pasaba todo el día con sus amigos. Por la mañana a clase (en los últimos años sin prestar demasiada antención, sino viajando por su mente entre recuerdos, ilusiones y fantasías) y por la tarde con sus amigos.

Las noticias de que iba a dejar los estudios no fueron bien tomadas ni por su padre (era de esperarse, con lo estudioso que era), pero es que tampoco por su madre. "¡Puedo trabajar, como mamá, y como los abuelos!", decía Antón. Y, quieras que no, eso fue lo que tranquilizó un poco a sus padres. Aún así, no llegaron nunca a quedarse agusto, pues el trabajo sin estudios, va como viene: impredeciblemente. Lo mismo hay, como que no hay.... Y, por supuesto, Antón padre tenía claro que, estudiando medicina, podría ayudar a la gente y salvar sus vidas, mientras que, trabajando en las cosas que le saliesen por ahí, sin necesidad de títulos ni estudios ni nada que se les pareciese, sólo servirían para potenciar a los sanos, los cuales, según él, no necesitaban potenciación, sino que eso y llamarlos caprichosos e inmaduros era lo mismo. Tenía razón, pero Antón hijo ideaba respuestas con las que se quedaba tranquilo el mismo, al instante, y la respuesta que hayó para dicha advertencia, fue que él promulgaría los beneficios de la medicina y la solidaridad, lo cual no hizo sino volverlo un joven como todos los demás: defensores de los derechos de las personas. Fue una época turbia.

La mente de Antón hijo, digamos que era un horno de pensamientos. Le servía para hacer reir a todos aquellos que tenía a su alrededor, sus amigos y sus familiares, aunque con sus familiares dejó de ser gracioso, pues a él la marihuana le hacía reirse mucho, y no quería que sus padres se enterasen de que la fumaba. Carmena fumaba a escondidas, y no siempre, en realidad sólo muy de vez en cuando. unas 3 ó 4 veces al año. Decir que su madre encontró trabajo en una botica gracias a sus conocimientos de botánica, al transladarse de nuevo a Archet (lo digo sólo por puntualizar cosas que sucedían, ya que, la verdad, es que no tuvo demasiada trascendencia, por no decir ninguna).

Antón llegó a los 20 años muy turbiamente. Desde los 13 a los 16 los pasó muy bien con sus nuevos amigos de ciudad. Cultivaban la música y cantaban letras que realzaban los derechos de las personas, sobretodo, los derechos de los trabajadores que no tenían un título universitario pero que, sin embargo, trabajaban más duro que los que si los tenían, a cambio de menor remuneración económica. La gente de su entrono celebraba la existencia de esas canciones con fumadas y borracheras que estaban plagadas de amistad y buen humor. Pero, a partir de sus 16 años, ocurrió algo, lo cual garantizó que los tiempos fueran turbios a más no poder hasta que, con 20, se desató la respuesta a sus imperiosas necesidades de....simplemente....conseguir algo. Siempre era lo mismo, canciones que reclamaban más atención a los trabajadores sin títulos, más dinero para los mismos y que criticaban a los burgueses. Antón se hayaba en un confrontamiento para si mismo, pues sus padres eran los dos universitarios y ganaban bien de dinero con un trabajo que quedaba, en esfuerzo, a la altura del betún comparado con el de los campesinos, los ganaderos, los camareros, barrenderos, etc, etc. Aún así, cuando llegó a los 19 años empezó a trabajar en la finca de su abuelo Manuel (el padre de Antón) ya que quería irse a vivir él solo con su novia, y para ello necesitaba dinero. Como estaba en buena forma de montar en bicicleta a todas horas, el trabajo no le costó nada en absoluto. Sólo hechaba de menos estar con los amigos, pero era, como todo, el periodo de adaptación a trabajar que también vivió su madre durante las primeras semanas como leñadora, respecto a una vida de ocio por completo, que había sido hasta la fecha. Él fumaba y bebía desde los 15, por lo que estaba un poco acelerado. Como decirlo: niño consentido que había gozado plenamente de la libertad, y que, ahora que la vida responsable se la arrebataba, su intención no era sino recuperarla.

Cuando le cominucó a sus amigos que era agricultor, todos le felicitaron. "Tu si que tienes derecho al pan", le decían. Por lo demás, tantos años de "lucha mental" contra las injusticias, les habían hecho resarcirse ya de las canciones y todo nuevo estímulo relaccionado con el tema, les empezaba a resultar aburrido. Sin embargo, como todo lo habían hecho a la par que se drogaban, aunque el cese de las emociones estaba claro porque era, que no era sino por no haber novedad de índole intelectual, muchos se lo adjudicaban a las drogas, y, fue a partir de los 16 años de Antón, cuando empezaron a verse auténticos excesos en sus compañeros, amigos, e incluso en él mismo. Aunque tuvo suerte. Tuvo suerte porque él había hecho mucho deporte concienciado por Carmena y siempre se había encontrado genial de salud. Para los demás, digamos que sólo el mareo aumentaba un poco de intensidad, pero para Antón, era pasar de encontrarse perfectamente a encontrarse decrépito y en un estado que sufría de muchas carencias en comparación con el anterior. Sus amigos hablaban en las nuevas canciones que componían, y las canciones que se escuchaban y que se pudieron de moda, de delirios auténticos de como la sociedad te corrompe....y bueno....dado que todo es posible, derivaban temas y estilos musicales sin fin, en el universo de las creaciones de la gente adolescente, estilos que la gente abrazaba y tomaba como una religión en vez de adorar a lo que de verdad había que adorar, que no era sino la salud impecable que te permitía seguir siendo el mismo de siempre, o diferente, pero feliz y bondadoso, en vez de escandaloso y con unas reglas éticas que empezaban a dejar mucho que desear, y cada vez más.

Hubo un tiempo en el que Antón empezó a aburrirse severamente de que la información que salía por bocas de sus amigos hubiese perdido todo aquello de lo que se quedó admirado y que, sin duda, le atrajo a estar con ellos. Las palabras eran siempre las mismas, no se avanzaba más, y claro, que se iba a avanzar si había llegado al punto en que su salud se volvía decrépita y, después de eso, lógicamente, no hay más, pues es la salud lo que se necesita para poder adaptarse a los nuevos tiempos realistas, que no son sino trabajo si se quiere tener dinero, y punto.

Antón llegó a una conclusión importante en un periodo de un par de meses que se le hicieron eternos, pues los pasó solo debido a que había dejado de encajar con el grupo. Llegó a la conclusión de que "a público difícil, trabajo difícil", lo que quería decir que, ante la poca demanda de productos del trabajo que fuese, había que buscar algo más rebuscado para atraer la atención de la gente. Lo que no podía hacer era lo que hacían sus amigos, o sea, quejarse y quejarse ya hasta puntos desorbitados que más bien pedían que la gente los amase como una madre y les diese todo hecho, y con "todo hecho" me refiero a dinero, pues, en el fondo, lo que contentaba a esa gente era tener un poder adquisitivo fuera de lo común. Siempre era lo mismo: dinero, poco trabajo y....mucho dinero. Y, con salud, ¿para que quería comodidad?, si hasta el esfuerzo considerado como más extremo era pan comido. Este pensamiento le hizo estrechar lazos con su madre, pues ella era una amante del deporte como ya sabéis, y, a partir de entonces, cuanto más tiempo pasó, más parecido era Antón a Carmena.

(Tenemos que esperar porque Elotrolado.net pone un límite de 100.000 caracteres por mensaje y no te deja escribir otro debajo hasta que pasan 5 días).
La naturalidad de la psicokinesa (2).

Él la contaba sus pensamientos, y ella a él los suyos. Fue un día que Carmena decidió ayudarle a entender mejor su trabajo, cuando cambió todo para Antón. De momento era bicicleta y más bicicleta el esfuerzo físico que Antón hacía, pero a partir de que su madre pidiera unos días libres en la botica para ir a trabajar en la finca de sus suegros, fue cuando Antón vio lo que era adaptarse a cualquier trabajo con rapidez y calidad, pues Carmena, aunque contaba ya con 45 años, estaba en plena forma.

Por otra parte, lo que durante varios años había sido un torrente de información pasando por su cerebro (por el de Antón) y saliendo en foma de palabras y gestos, se redujo considerablemente debido a que Antón había entendido lo sencillo que era en realidad vivir. ¿Qué sería de toda la potencia que había en su cabeza debido a una infancia totalmente saludable y una adolescencia llena de ejercicio físico por recomendación de su madre?.

Carmena vio que era el momento de enseñarle cuanto sabía acerca de esa sensación de poder que no podía salir por ninguna parte, pero que se sentía en el interior después de una, dos o tres jornadas a tope, y que, después con el vino, se manifestaba en su máximo esplendor. Esperó pacientemente pero al final llegó el momento en que el chico estaba preparado para recibir dicha información. ¿Alucinación?, puede que si, pero lo cierto es que ni ella ni él se ponían enfermos jamás. Antón padre llegó a darse cuenta un día, dijo: "Por una vez en la vida me alegro de no tener clientes, me encanta que mis seres queridos no necesiten de los pormenores de la medicina, que, a veces cura, y, a veces, no se puede explicar por qué, no hace efecto ninguno, o perjudicial incluso". Los tres aprendieron con dicha afirmación. "Más vale prevenir que curar", dijo Carmena, y, a partir de ahí dicha frase se volvió famosa hasta el día de hoy, ya incluso en nuestro mundo y en nuestro tiempo.

Carmena se sorprendió de lo sana que estaba a pesar de su edad. Al comienzo, cuando empezó a ir con Antón al huerto, se notaba un poco desentrenada, pues, aunque seguía corriendo, ya no usaba los brazos ni la espalda. Pero se sorprendió gratamente al comprobar lo joven y saludable que se puede llegar a estar con 45 años. Finalmente, Carmena recordó su juventud trabajando en el campo, y decidió que había sido un tiempo más feliz que en la actualidad en su trabajo de boticaria, y, como su hijo trabajaba con ella, decidió dejar su trabajo para volver al campo. Ella y Antón se hicieron grandes amigos, y ella le enseñó lo que era duplicar e incluso cuadruplicar la producción, preparándose mentalmente para ello considerándolo un entrenamiento de velocidad. Manuel (el abuelo del chico por parte de padre) los veía trabajar y alucinaba. "¡En mi vida he visto trabajar así a nadie, es fantástico!", les decía.

Antón ya no recordaba nada de su infancia en Archet. Tenía cierta idea de lo que fue, y recordaba a algunos amigos con los que siguió en contacto por carta y, a veces, iba a visitar, pero nada de esa primera época en que Carmena empezó como leñadora y él la daba masajes. Fue su madre la que le propuso que se dieran masajes después de trabajar, y él, como recibidor en principio, quedó encantado. Su madre pareciese que acertase allá donde tenía que masajear, como si sintiese las partes que lo necesitaban en una sucesión que era la que pedía el cuerpo de él, sólo que sin él decir nada de donde quería en cada momento. Para él, la experiencia se manifestaba como un escalofrío constante que al principio era un poco molesto porque realmente daba frío, pero cuando se acostumbró, le recordaba un poco a los orgasmos que tenía con Clara, su novia. Su madre era consciente de esa sensación, y le animó a producírsela a ella (mediante el masaje, claro). Necesitó varias sesiones, pero finalmente llegó a igualarla en eficacia, aunque no siempre, puesto que no querían que fuera siempre, se provocaban escalofríos, sólo en momentos en que el cuerpo estaba un tanto atrofiado y necesitaba de tal panacea, pues esos escalofríos venían a producir la sensación de que se podía creer en lo sobrenatural, y eso preparaba a nivel mental en el plan de creer que existe la manera de arreglar del todo la maquinaria por dañada que se halle. Por lo demás, de experimentar una y otra vez, Carmena y Antón hijo se volvieron expertos masajistas capaces de sacarle una sonrisa a quien se propusiesen, acabar con el mal humor e incluso, como ya he dicho: dar fuerza y vitalidad a quienes se tendían bajo sus manos.

Pudo ser de otra manera, pudo ser que, Antón, después de trabajar, fuese a la ciudad con sus amigos, pero no fue así, sino que fue con su madre cuando se emborrachó la primera vez después de un jornal de 10 horas trabajando a plena potencia. Le pidió ella misma que bebiese algo de vino para comprobar una cosa. Antón quedó callado, concentrado, experimentando la sensación de poder y equilibrio por mente y cuerpo. Lo que pasó es que en él era más fuerte que en su madre....

- ¿Lo sientes, hijo?. ¿Sientes el poder corriendo por tus venas?, ¿sientes el poder corriendo por tu mente?.

- ¡Si!, ¡es!, no sabría como definirlo....

- Es la fuerza hijo. Te servirá para no caer enfermo nunca, y para poder acarrear con toda aquella tarea de la que te mentalices.

Los dos se quedaron en silencio.

La ventaja de Antón respecto a su madre, es que el había conocido la tremenda "oscuridad" que se cernía sobre los pensamientos de casi toda la juventud y una gran parte de la población adulta de Boliva y, probablemente, del mundo, y tenía su lema de "estar saludable para poder trabajar en todo es la respuesta", con lo que estaba seguro de poder tratar con la mayor parte del mundo quedando como una eminencia. Eso, a saberse por qué, era garantía de que la voluntad de Antón, fuese más fuerte que la de su madre. Se había criado con los chicos corrompidos y tenía respuestas para sacarlos de su rutina de pensamientos aburridos para darlos algo nuevo, esperanzas, y un cúmulo de demás cosas que hacían que la gente se sintiese bien a su lado, y, por ello, le tuviesen en gran estima. Era famoso, y, como su respuesta era definitiva, era famoso y líder fuese cual fuese el tiempo y fuese cual fuese el lugar. Por como se había educado a partir de sus 13 años en la ciudad, un lugar de competencia entre personas, se había propuesto llegar a la fama, y, gracias a una educación bastante bien orientada, lo consiguió.

En lo que no se planteaba ninguna clase de cambio era en el estar de buen humor y contagiar de alegría a los demás. De pequeño era consciente de que se podía actuar de tal manera que sacase una sonrisa a la gente, pero luego, de tanto ponerlo en práctica, se acostumbró y olvidó que era su cometido en la vida por naturaleza. Lo hacía porque lo consideraba benévolo, pero, no se si me entendéis........de tal forma automática que ya no había intención ninguna, sino que el buen humor había pasado a formar parte de su personalidad como la personalidad de otras personas es, definiéndole y respondiendo a una base sólida e inamovible que simplemente era su identidad.

La verdad es que, a pesar de estar totalmente seguro de que su camino era correcto, no consiguió hacerle ver a todo el mundo que lo ideal era dejar las vidas destructivas que llevaban. Algunos le siguieron y procuraron ocupar parte del tiempo que utilizaban para drogarse, en añadir algo (al menos un poco) de tiempo de ejercicio a sus vidas, pero otros muchos ni reaccionaron, sino que entraron, algunos, en un círculo de ignorancia hacia todo, como una nueva moda, y otros pocos continuaron quejándose y quejándose como esperando a que viniera su mamá a consolarlos y les diese incluso sexo. Sin embargo, a Antón no le turbaban ya, ni los unos ni los otros, pues él había hecho todo lo que había podido, o eso creía, ya que, un día que decidió ir a Boliva por la noche, para celebrar una noche después de mucho tiempo sin salir con sus antiguos amigos (que al ver como evolucionaba vieron crecido su respeto, curiosidad, y, por lo tanto, su amistad hacia él y sus ganas de que estuviesen juntos), y, ya que lo reclamaban, fue para allá "a pillarse una buena tostada" y avisado durante una de las tardes que pasaba con Clara (lo dije antes, pero lo repito. Clara era su novia) que le vieron paseando por las calles de la ciudad. Lo que sucedió fue sorprendente para todos los que se dieron cuenta, aunque no todos estaban en condiciones de enterarse de los detalles.

Era la 1:00 de la noche y estaban en la calle Juara, una zona donde tocaban grupos todas las noches de fines de semana. Los jóvenes, era curioso comprobarlo, actuaban como si nada de lo vivido por la generación de Antón, hubiese existido. Ellos valoraban las canciones animosas que hablaban de revoluciones internas para ser mejores personas, más sabias y comprensivas, sin saber que había fin para la novedad de dichas canciones y sin saber nada de nada de lo que les depararía el futuro. Bebían y fumaban como auténticos locos, pero era gracioso, porque había colocones que se convertían en personas que lo decían todo sin pararse a pensar lo que supondría eso para la opinión de los demás sobre ellos mismos, cuando todo volviese a la normalidad. Cabría enredarse en el tema de que, a los adultos, dichas aclaraciones les suponían una crucialidad importante, mientras que, a los jóvenes que compartían edad con los comunicadores, era como si aceptasen las cosas como eran, fueses las que fuesen, y tuviesen una capacidad para amoldarse que, sin determinar que se cuidasen o no, que llevasen una vida sana a más no poder o destructiva, después, con la edad, perdía hasta el más pintado.

De repente, se formó un barullo alrededor de algo. Los que estaban lejos se acercaron a ver que es lo que pasaba, incluidos Antón, su novia y sus amigos. Lo que sucedía es que había una muchacha que medio había perdido el sentido de la borrachera que llevaba. Antón estaba en plena posesión de esa sensación de poder que le daba haber trabajado a toda mecha, esforzándose al máximo, sólo que sin lamentar en ningún momento estar trabajando, pues el dinero que sabía que iba a ganar, le llenaba de fuerzas y optimismo.

Las amigas la gritaban, pero la muchacha no podía mantener los ojos abiertos de tal era el colocón que llevaba. Antón sentía que partes de su cuerpo debía tocar para aligerar su pesadumbre. Se abrió paso entre la mucheduembre y hizo un movimiento con la mano posada en el esternon de la chica y lo llevó hacia el cuello, donde movió un poco sus músculos. La muchacha abrió los ojos, se había despertado. Era la primera vez que Antón ejercía una de las disciplinas de la psicokinesia. Se hubiera alegrado, podía haber pensado que era casualidad, pero,como ya había hablado del poder con su madre, sospechó que, realmente, había hecho "magia" literalmente, y no sólo ocurrió eso, todo sucedió muy deprisa. Algunos de los jóvenes que estaban también bastante afectados por el alcohol alrededor suyo, perdieron el punto álgido de la borrachera y se quedaron serenos, cansados y un poco confundidos, pero serenos al fin y al cabo según el examen que se hacían a si mismos.

- ¿Qué has hecho tío?. - Le preguntó uno de los que se había despejado de la borrachera bastante sorprendido, mirándolo con duda.
Historias cortas - Los hechiceros.

Los hechiceros...solían ser personas muy ocupadas, sin tiempo para estar paradas, cuando no estaban perdidos...ves a saber por donde, pues se trataba del puro medio del campo, viajando a pie y fortaleciéndose, siempre superándose, o al menos, según dicen, eso es lo que hacen, eso si...los mejores, si no estaban haciendo cualquier otra cosa, pudiéndose decir que su descanso era hacer cosas en relajado, como con un papel y un boli, y cosas así (excluyendo el descanso de dormir, claro, en el que si que no hacían nada de nada...bueno, excepto soñar, y diciéndose de sus sueños que eran auténticamente extrañas...aventuras). La mayoría de ellos eran (y son, o deben ser...porque ya no se sabe donde están) absolutamente ricos, porque, de las pocas cosas que se pueden escuchar de su arte (de sus muchas artes...y ciencias, en realidad), es que el hechicero empieza queriendo descubrir cada detalle del poder que son capaces de desarroyar como el individuo que son, y para la profundización máxima en este descubrimiento, es un requisito muy a tener en cuenta el liberarse, aunque luego haya algunos tan exclusivos y con tanta fuerza, que no lo necesiten, pero esos...esos...son precisamente de los únicos que se pueden ver ahora, chicos y chicas, un poco alocados, que parece que están un poco desorientados pero de los que sin duda se puede comprobar, que algo raro y fuerte hay en su interior; pero estamos hablando del hechicero inicial, del archimago, del primero que surgió de entre la marabunta que despunto hace algunas décadas, y de su historia seguiremos hablando, pues ellos fueron lo que demostraron que los elementos de la naturaleza, al igual que decían los cuentos y leyendas en forma de libro, se podían dominar. Este primer grupo, como decíamos, tenía en alta consideración al hecho de liberarse, y, para liberarse, necesitaban dinero, dándose todo en una sucesión de un infrecuente ritmo vertiginoso sólo propio de estas personas, como si de algún modo no se tratase de tales, sino de auténticos ingenios biológicos hechos a medida, tras grandes estudios y con una precisión milimétrica. Por lo demás, estos actos propios de ellos, de por si, servían de una gran inspiración a las gentes, y por ellos mismos motivaban la aparición de nuevos...iniciados.

Estos nuevos hechiceros que surgieron a partir de la divulgación de una publicación que fue clave en su aparición masiva...y realista, los que seguían progresando y no era que se quedaban...atascados (había de todo, y cuando digo de todo, es de todo) solían comprar una finca, siempre a prontas edades, sobre los 29 años de media después de haber estado trabajando, disfrutando un poco de la vida como jóvenes que eran y haciendo sus primeros ''pinitos'' en cuanto a su llamativa disciplina, muestras que podían ser de características más o menos sorprendentes dependiendo del...completismo del ejecutor...pero sin que pudiese establecerse el de que dependía lo mismo exactamente. Pero lo normal de los que pertenecían a este ahora oculto grupo, era que, a parte de comprar esas fincas, se veía que las mismas quedaban casi siempre abandonadas al año y algo como fecha frecuente en la mayoría de los casos, aunque cabe señalar que, casi siempre, únicamente de su presencia, pues eran personas muy amigables, sociables y generosas, y dichas propiedades pasaban a manos de alguien a modo de préstamo para dar pie a algunas facilidades que, según decían, muchas veces eran la diferencia que marcaba progreso o permanencia en una inestabilidad de la naturaleza de la ruina, que la persona que lo padecía, en realidad no reunía propiedades en el ámbito de la naturaleza como para que les correspondiese su padecimiento, sino que era la mala administración del gobierno a la par de una ley que...no atinaba ni por asomo, con lo que hubiera sido...una justicia sensata, la que lo provocaban, porque, añadían...muchas veces, ni era ni probablemente podía ser la ley, sino el interés y el trabajo en cuanto a la respnsabilidad que sintiese...un trabajador/a, con la inquietud de que hubiese prosperidad...cosa que no solía darse, o que no se daba en absoluto..., que, a la gente que supuestamente tendría que tener algo que ver con ello, en realidad, no la movías de la silla o sillón de su despacho. El hechicero, por supuesto, estaba muy por encima de esto; por lo visto, su personalidad no paraba de expresar actos que eran todos energizantes, fortalecedores y contagiadores, de algún modo, de fuerza y esperanza.
La explicación a la forma de proceder de dejar las fincas era que una vez se establecían en ese lugar en el que estar en contacto con la naturaleza (''y su belleza'', como pude oir un día de la boca de uno antes durante el periodo de relativa abundancia de hace años, de, al menos, el buen número de aspirantes que hubo), los suponía una experiencia de el máximo extra de fuerzas y apoyo en sus todavía anexadas a sus vidas de anterior absoluta...normalidad, era que allí desarroyaban proyectos, todo a modo de un tipo de reacción para7con el mundo que a ellos no les suponía esfuerzo ni, por supuesto, cabilación alguna, que los llevaban a conseguir dar un siguiente paso del cual, sobretodo, la clave de su éxito, radicaba en que no se veía afectado por postposiciones de las que mayormente hacía...y hace, la mayoría de la gente, con lo que se averigua por las muestras que pudieron observarse en los hechiceros, son simples ideas siempre tan buenas unas como otras y tanto las de unos como las de otros, proyectos, de las múltiples materias en que se interesaban, que acababan por darlos bastante más dinero del que se pudiera conseguir trabajando, siendo el trabajo de ellos/as cultivar algo en esas fincas simplemente para alimentarse y quizás vender para pagar alguna botella de gas para calentar agua con la que aserse, cocinar, etc, etc..., es decir, mínimo tiempo invertido en la subsistencia, y, el resto, dedicado en pleno esta vez ya si (pues mientras eran más jóvenes y hasta poder...semi-independizarse como indicamos, simplemente lo que los diferenciaba era que no malgastaban su tiempo libre, y así era como daban su primer paso) a...algo que hacía dinero, pero como consecuencia de sus intereses, no como fruto de la búsqueda premeditada del mismo, sino que, de ser fruto de algo, era de la pura pasión. Algunas cosas de las que hacieron, de las que eran entendibles por todo el mundo, como escritos, pinturas, artesanía y demás (que la mayoría compaginaban con asuntos relaccioados con las muchas otras materias que podían encontrarse en el terreno del conocimiento humano), servían para comprobar las calidades desmesuradas que eran capaces de dar...y la gente se imaginaba como sería también su éxito, sobretodo destacablemente debido a su importancia, en el mundo de las ciencas. Claro, así conseguían hacer, no sólo algo más de dinero, sino mucho más dinero y entonces, como si de algún modo hubiera un pre-establecimiento de fases por las que, quien prosperase, debía pasar, puestas ahí por ves tu a saber quien, quizás ese o esa al que algunos pretendían acercarse en capacidad, todo lo que pudieran, se iban de viaje, un viaje del cual en las primeras etapas se sustentaban con lo que habían conseguido previamente, y que después afianzan con, si continan siendo responsables (porque entre los 30 y los 40 años muchos se hechaban a perder, ya por pie propio, con vicios...del siguiente nivel, que ni ellos podían superar...aunque se decía que sólo los que no estaban preparados), y con una cantidad exponencial e incalculablemente de fuerza y energía que, según se pudo saber, los situaban en trabajar de lo que sea, igualando gracias a lo ya dicho y a una de las características inteligencia y lucided con la extraña característica de la retroevolución sin supervisión alguna, como se decía (aunque ni yo ni a casi todos a los que he preguntado que podría ser, podamos saber a ciencia cierta como como experimenta personalmente dicho proceso), aunque... ...normalmente, superando, al trabajador más experto que pudiera tener la empresa o trabajo al que llegaban, en los 2 ó 3 primeros días.

Como siempre, esta ''nueva'' realidad cojió también a individuos fuera de los rangos de edad medios, pero era en ellos precisamente en los que residía la estructura más influyente de la capacidad de creencia y motivación respecto al asunto; quiero decir que no sólo había hechiceros de entre 25 y 40 años a pesar de lo relativamente nuevo de todo y el poco margen que se pueda entender supuestamente pudiera haber, sino que a veces se veían adolescentes haciendo cosas impensables, y luego...estaban a los que la gente, llena de motivación, llamaba: los inmortales, aunque, salvo unas primeras veces en que alguien decía reconocer a alguien que hasta hacía bien poco, había aparentado mucha más edad, no se los pudo volver a ver ni localizar, aunque, por supuesto, está el que no se sabe si cuando te decían: ''Mira, ese tiene 85 años'' y tu ves a alguien que tiene la apariencia de alguien que no llega a los 40, no sabes si es mentira, o que (eso si, aunque la sospecha de veracidad era grande dado que eran realmente pocas veces las que, entre todos los que luego hablábamos del asunto, lo oimos, y mucho menos lo vimos en persona...aunque yo, por una vez, si que fui testigo en persona de una de esas ocasiones).

Lo que no se puede negar en medio de esta...auténtica revolución en tantos aspectos, que no puede ser sino llamada así, pero con la incertidumbre de que no se sabe si se está usando el término correcto o si existe otra palabra para defirnirlo que, globalmente, nos sea desconocida, pues las revoluciones que hubo hasta entonces, siempre fueron de la mano con muerte, dolor e injusticia para alguno de los bandos en lo que también cabría mentar como guerras con componente más intelectual que lo frecuente en estos hechos...; nos quedaremos con que, en el medio de esta auténtica...lo que sea, la figura del hechicero/a fue, y sigue siendo, el auténtico centro...el pilar que, con peros, la sostiene y la hace posible, aumentando el número de sujecciones para algo que estuvo años en constante evolución, pues, de algún modo, desde que el mundo ha estado más enterado de lo que pasa en otras partes del mismo, gracias a esa máquina inventaron hace 30 años aproximadamente y que puede replicar un documento tantas veces como hagan falta para luego distribuirlo, o gratuitamente o por un precio más o menos elevado dependiendo de la cantidad de información que contenga, el despuntante extraño que tantas emociones relativas al misterio despedía, fue el que hizo que se viera lo de cierto que tenía lo que se decía de las cosas que suponían la corrupción de la salud de las personas, así como las virtudes de un estado...incorrupto, pues ellos lo demostraban. Entonces, el número de los que los que actuaron como un poco como discípulos de esos primeros tan determinados, aumentó, dando como resultado a...bastantes que empezaron a evitar (más que evitarlo...pues hay cosas realmente adictivas en este mundo, las cuales...dejarlas, es más bien imposible, hacían por fortalecer su naturaleza para que la misma venciese en lo posible, a los efectos negativos de lo...atrofiador, entre las cuales se hayaban costumbres, filosofías, ideologías, sustancias, etc, etc..., se podría decir que la vuelta del culto al cuerpo era la base de todo, sólo que esta vez era culto al cuerpo...pero exento de la violencia que iba intrínsecamente unida al mismo, al provenir en sus orígenes, de los militares de hace milenios, una época de guerras casi continuas, lo que, dada su cuantía e...influencia, hicieron que se introdujese en la historia para, al menos un poco...conseguir que dicho saber no se perdiese del todo, en las decenas de siglos venideros), esa rendición total a las facilidades de una sociedad con tan grande presencia de una industria que acaparaba prácticamente cualquier ámbito que, por regla, lo que conseguía en general, era alejarnos cachito a cachito, detalle a detalle, de la autonomía, en definitiva, física e intelectual que total o casi total, hubiera sido la mejor forma de proceder para el beneficio generalista y no sólo a lo que pasa de ser necesidad a avaricia (incluso ilimitada y monstruosa) de algunos.

Sin duda...la información es buena, aunque algunos (de los que se podría decir que también tenían dotes, especiales, aunque fuesen analíticas únicamente pero sobresalientes en un mundo en que la mayoría de la gente es simplemente impulsiva) dijeron desde casi el principio de la dispensación de la misma, que incluso esta se puede corromper, pero, de momento, eso no ha pasado, no mucho todavía, aunque todo parece indicar que ya queda poco para que se vuelva totalmente evidente, pues la gente normal, suelen ser de ''flexibilidad'' excasa, cuando no básicamente nula, y por ello, aunque sea recurriendo a la exageración, el engaño, y otras técnicas del control relativo a la la manipulación, hacen por seguir sin realizar ningún tipo de cambio que necesite de más involucración que lo estrictamente necesario para seguir ganando dinero al mismo tiempo que hacen lo mínimo posible, pero bueno...también estamos los que damos a conocer dicha actitud tanto como sus adulterados resultados faltos de verdad, pues a eso se le llama corrupción y no consiste en más que, en el fondo, personas de ciertos estratos sociales vean sus oportunidades de progreso realmente diezmadas, mientras que otros amasan el tiempo libre que les correspondería por una regla que lo relaccionaría de algún modo con el crecimiento de las ''hierbas'' del campo, pero también el del que deberían disponer todos esos afectados que, si somos detallistas, podríamos decir que no tienen ni 1 segundo de respiro a cuenta de la más que mellada ya sociedad, a cuenta de las tramaciones completamente insensibles hacia esto que comento. En cualquier caso, el mundo mejoró respecto a lo que había sido hasta entonces y, esta corrupción que digo que se baraja sea posible en el mundo de la hechicería, aún no se ha dado...al mismo tiempo que la situación se mantiene con la ''salud'' de esos tiempos que fuimos conscientes de que la hechicería era algo tan posible (más allá de el concepto...sujeto a burla debido a, prácticamente una totalidad de absurdeces que resultaban ridículas en el fondo para las gentes que tuvieron la oportunidad de contemplarlo, y, además, amagos de sobrenaturalidad con lo que se les ocurría a esos supuestos místicos, que terminaban en incongruencias que no tenían mucho más que tontería, que se estuvo teniendo de ello durante los 40-50 años previos a su resurgimiento real, 2 cosas a las que algunos le intentan encontrar la relacción), aunque no se entienda por que dado lo desaparecido que está el movimiento ante los ojos de los que viven (entre los que me incluyo) ''en las calles'' en la actualidad.

Lo que no era si no un efecto de la divulgación de información en la fórmula de las personas que deambulan con sus acciones e influencias por las calles del mundo un día si y otro también, sucedió a partir de hace unos 17 años, cuando era tan abundante y concisa al mismo tiempo que muchos y muchas empezaron a tomar medidas para comprobar...principalmente, el...poder que eran capaces de desarroyar, o...dicho de otro modo: su fortaleza, pues esto era lo que se promocionaba en un principio, dejando caer posibles experiencias que tendrían que ver con una perfección del sistema vivo que era el ser humano que rescataban, a modo de batiburrillo, de antiguos textos de diferentes religiones así como de ciertas bases de la cultura, la fantasía...y cosas así. Esto empezó a arrojar resultados a partir de un año y medio desde esa fecha de la exitosa (por mérito propio) publicación ideada por un talentoso Miguel Fanvas, que nada tenía de escrupuloso estratega con el objetivo de satisfacer a su pereza, sino que era un auténtico apasionado de la calidad en las obras, se decía que porque buscaba reconquistar a un viejo amor que lo dejó marcado pero con el cual no tenía contacto desde hacía 1 década y se decía que quería llamar su atención con todo lo que hacía, a parte de, en realidad, merecerse prácticamente a cualquiera debido a la persona inteligente, inspirada y serena que era. La obra se llamaba La verdad oculta, y la fórmula de éxito por la que apostó y que nadie hubiera imaginado sería algo que reportase...lo que reportó, era que, desde el primer número, anunciaba en la portada que estaba abierta a recibir artículos de los lectores, con condiciones de pago excesivamente generosas a los los que se escojiesen para ser publicados, indicando en que página del interior se hablaba de cifras y condiciones, así que hubo muchos que se animaron a escribir algo para enviarlo y las cosas que se podían leer eran muy muy interesantes, tanto en lo que se refiere a la salud, la fortaleza y sus consecuencias...sobrenaturales o no, que fue el curso inicial de la revista, así como lo interesante que vino después derivado de los que conocieron el tema, o quizás de los que lo conocían de un poco antes: hechicería, ciencias, arte, etc, etc, pues se especuló que la ocultación posterior de los hechiceros emergentes, en realidad fue algo promovido por algunos verdaderos, aunque menos poderosos, que hubiera de antes y que se planteasen influenciar a las masas con sus conocimientos, con tal de aumentar un poco su número y darle continuidad a su grupo, pero sabiendo que tras un ''boom'' inicial, todo volvería a desaparecer de la escena pública. La publicación era de una amenidad que dejaba a ''la altura del betún'' que suele decirse, a cualquier otra que hubiera de otras cosas, al menos en lo que se referiría en cuanto a éxito...no sabría como decirlo...coloquial tal vez, éxito coloquial...si, pudiera ser. Las páginas se multiplicaban en las copisterias en lo que pasó de ser un libreto de 50 quincenal, a uno que reunía esas 50 y 100 más, a un ritmo vertiginoso, además de pasar a ser semanalmente, y hubiera seguido creciendo de no ser porque los gobiernos de las diferentes regiones a donde llegaba la publicación, se hicieron eco del consumo de recursos masivo que propiciaba, inicialmente, con la medida de limitarla a esa cantidad como mucho, ya que, como se podía leer en la presentación de la revista ubicada tras la portada, todo indicaba a que, de publicar al ritmo en que la revista hubiera podido realmente debido a su demanda, se hubiera acabado deforestando el planeta para hacer el papel que usaba para editarse en menos de 40 años, pero pronto se adoptaron medidas adicionales, como que sólo pudieran comprarla los establecimientos autorizados, los cuales eran los relaccionados con la hostelería..., se darían cuenta que los bosques y los árboles eran más importantes que el cuadrar cuentas. Así, pasando por días a los 7 meses tras empezar a venderse y por 3 a la medida de limitarla a 150 páginas semanales, la gente se vio obligada a ir a bares si querían leerla. A partir de entonces, lo más normal era que los dos ejemplares que podía adquirir por ley cada establecimiento, estuviesen siempre ocupados, por lo que empezó a verse a gente agrupada en torno a quien la tenía para enterarse al menos de una parte. Los locales que mejor supieron reaccionar a aquello eran los que limitaban la lectura a media hora al día por persona, y la medida acabó extendiéndose, según se decía, por muchos lugares de entre todas las regiones que contaban con la presencia de la misma, aunque si tenías suerte y buscabas un poco, encontrabas un bar poco frecuentado debido a, por ejemplo, la ''casticidad'' de gracia del dueño, presente en él y reflejada en el local y en el servicio, y a veces siendo necesario un pacto para que la trajera, pagándosela el interesado así como una comisión por el favor. Lo realmente curioso de dichos hechos, fue que las voces se corrieron e incluso estos bares aumentaron su tráfico de gente hasta que el propio dinero pudo contratar a decoradores, que les hicieron un lavado de cara que pareciese que los hosteleros fuesen en su totalidad, gentes sumamente cualificadas (recalco, pareciera que en su totalidad, ya que, cualificados si que se los podía encontrar antes de la revista y de siempre). A mi, esta realidad, me llevó a pensar en la suerte de un modo que me hacía plantearme su existencia cuando siempre pensé que era pura superchería, pues esos camareros y locales sin éxito, luego de lo descrito, demostraron ser mayormente, gente sumamente reconfortante para con quienes trataban y de nobles personalidades.

La información sobre este asunto, era tan abundante hasta hace poco, que la gente pensó que duraría por siempre, no contando con su práctica absoluta desaparición sin que fuese por la pérdida de interés de la gente porque se hubiese llegado a detalles más específicos sobre como se evocaba a las ''fuerzas de la naturaleza'' como el agua, el hielo, el fuego, la electrcidad, así como otras cosas que no estaba muy claro lo que eran porque eran creaciones improvisadas de los hechiceros basadas en x conocimiento que tuvieran y de lo cual, en general, lo último que se oyó, era que estaba basado en la evocación de x pensamientos en la mente de los practicantes y, a su vez, de entre las cuales otra cualidad era su grandísima fortaleza, ojo, equilibrada respecto a la soltura libertaria, no sólo física en apariencia, sino que tenía que ser real, así como de personalidad (lo cual, por lo visto, era la parte más compleja), ideas con cierto contenido que les permitían invocar por una reacción que, en la mente del practicante, se entendían como lógicas todo basado en el...perfecto o casi perfecto discurrir de las energías por el conjunto de su sisstema de cuerpo y mente.

Pero desapareció, si que desapareció, sin dejar rastro. Por mi parte diré que continuo con cierto empeño, poco a poco, día a día, intentando encontrar la punta de algún ''hilo'' que me lleve a algún lugar y persona, que pueda darme más detalles aún, o, con suerte, conseguir una demostración, de lo que sería capaz de hacer un hechicero de los más...de los menos... ...bueno, uno poderoso, para que me entendais, en plan...máximo...sorprendente; veo difícil que vaya a llegar ese momento algún día, pero tabién es cierto que soy difícil de rendir...sumamente ilusionable.
Bueno...hay un hilo que me causa admiración en el subforo de Miscelánea y el cual nadie se está tomando en serio...o a lo mejor es que no soy tan raro como me pienso y la gente en realidad está generalmente desganada en cuanto a lo de profundizar en proyectos, lo cual me causaría una sensación que esta vez no sabría definir. El hilo en cuestión se resume de esta manera (aunque antes citaré a su autor: @WildFroVII , porque es cosa suya, no mía, y no voy a dejar pasar el que la gente pueda creer que he sido yo el que lo ha escrito, aunque corrijo un par de errores que vi en el original):

Decir que hago esto con el afán de destruir la violencia de las ideologías radicales, no con el objetivo contrario, y es que lo que voy a dar es una respuesta que, según entendí, el ser humano llevaba mucho tiempo buscando, y yo, tras muy duros años y muy duro sufrimiento, terminé por encontrar.

Ya sabeis: nada de violencia, en todo caso enseñar esto que he escrito y dedicarse a ponerlo en práctica si place hacer algo, para asegurarnos de que al mundo le va perfecto.

¿Que necesitamos para vivir perfectamente?, pues bien, a pesar de haber mencionado mi repudiamiento a los radicalismos, puntualizaré más todavía el asunto con tal de dar el toque más perfecto que puedo permitirme, a lo que supongo será la obra más importante de mi vida.

Lo que necesitamos son los conocimientos (y la puesta en práctica) de lo relaccionado con la comida (pero no sólo es comida y como conseguirla, sino también como preparar lo que no son simples alimentos obtenidos de la naturaleza y ya está, como por ejemplo: queso, yogur, mantequilla, y miles y miles de recetas de más de las que hay y de las que aún podrían ser inventadas), el agua (y sigo evitando radicalismos: como hacerla potable para el consumo, como calentarla para asearnos y tal, y no se si habrá algún tema más relaccionado con la misma que tenga que ser aprendido y trabajado), el hogar (colchones, armarios, mantas...), la ropa que nos protege del frío, el arte y la creatividad, y, en caso de que la situación fuese crítica supuestamente (aunque os imploraría a que lo que más valoraseis fuese vuestro bienestar físico y vuestras fuerzas, y hagais por mantenerlos en límites razonables) medios de transporte, de comunicación y medicina.

A todo ello habría que sumarle la no violencia entre nosotros y, a ser posible, tampoco dirigida a los animales a no ser que sea extrictamente necesario únicamente (es decir: cuando van a servirnos de alimento, aunque os animaría al vegetarianismo personalmente, aunque ello no quiere decir que yo lo sea).

Sólo me quedaría mencionar al conocimiento de la fabricación de productos para la limpieza e higiene, y, lo cierto, es que no soy capad de encontrar más cosas que puedan hacernos falta/ordenarnos la cabeza, para tratar de corregir un poco lo que al principio dije que era mi propósito corregir, pues, esté como esté la vida, lo que acaba con ella no es sino el punto y final de toda esperanza y la contradicción más destacada al hecho de nacer para existir.

Sin más, un saludo.


A lo mejor pasa que llega aquí alguien que tenga potencia necesaria para dar algo de continuidad al hilo, con algún cursillo de algo o algo de eso, como se supone que somos escritores...fantasiosos e imaginativos, jeje. En fin, nos vemos. Aunque me gustaría decir que de contestar se hiciese en el hilo original, no aquí, que esto lo tengo para las historias que puedo escribir de vez en cuando. El hilo es este:

hilo_hacemos-la-revolucion-xd_2300858
@EntidadX Bueno, gracias por ponerlo aquí. Veo que reflotaste el hilo original y que otro usuario le dio una valoración positiva al mensaje inicial. En fin, yo también me pensaba que la gente se iba a volcar con la "revolución", jeje, pero nada...y lo que perdí por ello..., me pregunto muchas veces si hubiera sido mejor relajarme y punto haciendo cosas artísticas y ganando dinero a manojos para invertir ese dinero luego en acciones basadas en una ideología semiforjada que sin duda ya estaba ahí y que hubiera ayudado a más de uno.
(mensaje borrado)
Anotación que con la dedicación adecuada podría servir para un guión de película (si se quiere adornar hacerla cyberpunk...pero vamos, que ya está bien, XD, o cyberpunk ahí, con dos cojones, :P).

El futuro pasará por tener cámaras, micrófonos, altavoces y pantallas por la casa de forma que nuestros amigos puedan ver nuestras vidas (y nuestras pantallas de ordenador) y hablarnos, y un interruptor físico de corte de suministro que haga dejar de funcionar el sistema con un 100% de certeza durante nuestros momentos de desnudos o sexo, a quien le/la importe que lo vean en esas condiciones, claro.
La criatura que creamos (1).

Vera del río claro e iluminado, por la luz solar de el sol de la media tarde, una hora de la misma, en que allí apenas hay nadie...si es que lo/la hay, de primavera, de primavera...de primavera temprana de la que, por la mañana, te deja sentir la parte bella del frío, la tibieza, la esencia de la juventud eterna rememorada, en la piel, la cara, los pensamientos, en la respiración, una inmortalidad que...por más que pase, por más que pases, no deja de incidir en un idioma y palabras sin letras, y ni si quiera en tu cabeza de manera exclusiva, sino en cada milímetro de tu ser...de ser sensible, de no haber perdido...del todo...la naturaleza, por lo que...en casi todos los seres, pocas excepciones hay...por regla, aunque hay más que aguantan, que resisten la llamada total del caos, o quizás no, quizás no sea ese su nombre, pero algo es; algo que no se que será pero...es grande, inmenso, que poco tiene que ver con la vida y al cual poco le importa esta, pudiendo ser, es más, que le moleste, por las ''cosquillas'' que le aplica, continuamente, hasta ser molestas, pues son incesantes, y ni siquiera ya son, en el mejor de los casos para él, seres libres e instintivos, sino experimentados en la corrupción, hasta...el caos, pero otro, otra clase, otra versión. El/lo de antes, se resiente de la inexistencia, tal vez su rival...o uno de ellos, de la quietud, de focos de energías, o fuerzas...concentradas en puntos concretos, en lo que se ha denominado por propias carencias de las nuevas emergentes, como evolución, donde se repite, también por estructura, lo mismo que a grandes escalas, y también a pequeñas...por todas partes...sólo una cosa más, en un lugar donde hay algo, que somos nosotros, son otros, algo...de lo mucho que no podemos alcanzar ahora, parte de un todo irrecorrible ni en una vida infinita..., infinita incluso para lo infinito, fuente de experiencia; ha olvidado, todo ha cambiado, ya no es lo que era, aunque tenga una apariencia parecida, pero no...no es lo mismo, ha cambiado; es lo mismo, aparece encendido, pero se va apagando, se divide, en algo se convierte que no es siquiera fiel a ello, una extraña fuerza que colapsa, que amenaza con conquista, que sucede a lo que había, cada vez a algo más fugaz, más concentrado...letal, vil..., pero, espera...crece por algunos lados, son bellezas que crecen, y siguen siendo preciosas, por lo que nuevos surgimientos con vistas a...sorprender a lo que ya había, o eso parece, disimulado, como...supongo, que toda esperanza.

Efimeridad expandida, transmitida, que hace estar en el mundo, pero sin estar en él...valorando, quien sabe que, inventos, cosas que no son tu, ese es el error...o el truco, que en lo básico e infantil, eres tu; después (o debiera ser) tu y el amor, amor y ya está (así de fácil), en etapas más avanzadas, tu, el amor y los amigos...siempre hay quien hable, tu, los amores...tal vez para lo que fuimos hechos, sino...nada, porque estás solo/a, porque te hayas en una situación en vida, lo más parecida a como estarás en muerte, quien sabe...quien sabe a que querrán dedicar las fuerzas primigenias desinformadas que dan forma al proyecto de las primeras fuerzas, ahora a la materia, ahora que han comprendido mejor...las posibilidades que hay, o ahora que se han aburrido. La lucha está servida, la lucha individual propia de la paz, aunque tambien habrá discusión, en los encuentros puntuales en que cada cual estima que alguien se está ocupando de algo, que ya no es común, como le pasa, de entre las especies, a la humana, separada, callada, deseosa, con miedo, amnésica para evitar rememorar, lo que pudo ser...pero, por alguna razón, no pudo ser, haciéndonos perder...no oportunidades de tirfulca y dolor, no, porque, precisamente, es lo contrario, es...era, placer, sin más...sin contrariedades, puro, positivo, saludable y engrosador...de algo olvidado, por lo que: sentidos para el mundo, mundo para los sentidos...y con esto, que llega antes mismo del hecho...en la complejidad de que ocurre todo en cada instante, de que ahí estás, de una forma u otra, y hasta aquí has llegado, hasta esta salida, ya que el enemigo...ha sufrido, una derrota histórica de las más llamativas, de la cual...le costará levantarse..., publicistas de lo suyo, mientras la corriente que discurre pacífica, pero en movimiento, por ese río que hoy me hará, espero que para siempre, dejar la penitencia, para que también, vosotros os ''empapeis'', dándoos para que me deis, pero no para cualquier cosa, sinceramente, comprobable desde ya, otro principio tras otra contienda, caminar tras despertar, y mirar, procesando...efectuando...pero quieto hasta el momento de revelarse contra la inexistencia, el odio, el ruido, el silencio.

No se puede imaginar ese río con cuentas...ni en simulaciones de este siglo avanzado ya, se ha podido lograr, a pesar de los prodigios. ¿Es todo una cuenta?, eso decían algunos que cayeron, abajo, al pasto, de nuevo, para algún día resurgir y ser empáticos, y ser, por lo tanto, todo, tanto el/la que tiene delante, como lo que fueron y serán..., y lo serán, de nuevo...casi sin duda...pero cierta fuerza los sacará de la pureza de las condiciones de la reencarnación, tal vez los que sean nuevos, o lo que se dejaron seducir por el desafío de las estrellas negras, después de una vida contaminados por la impureza de la primera vez que fue, los menos fuertes, los más débiles, los que necesitaban defenderse hasta del equilibrio que, en su versión de amor codicioso y adulterado por la estupidez y la sinrazón, quizás, por querer el mundo para ellos solos, no hicieron sino dar tropiezos y tropiezos, querer que el joven viva como el viejo, pensar que el nuevo y puro necesita del conocimiento del esclavo que no se rinde a la evidencia por más que pasan los años, que hace...la locura, la decrepitud fruto de la evolución marcada por una sociedad de insensibilidad en principio, injusticia en segundo lugar, luego con la burla añadida, luego...quizás muerte, y, después, más: enfermedad por atrofiamiento, en principio voluntario, después obligado, después la estupidez, en su segunda versión, a la que afecta todo lo anterior, luego el sadismo, los seres maquinales, ejerciendo su función...y, después, el ecosistema mundo, preparado tal vez para cumplir todos tus deseos sea cual sea el error humano, quizás si no has sido tu mismo, literalmente, el que se ha granjeado la relativa destrucción, aunque puede que incluso aunque hayas sido tu, pues lo que le haya pasado a quien no haya sido él mismo, pude ser lo mismo que le pasa a quien si...se lo ha hecho, para que los ruines, ellos y ellas mismas, paguen sus propios actos de estupidez radical, colmada de crueldad (¡crueldad había! (¡ConSCienTe!), ¡!), recuperando tu corazón, más grande, pero esta vez, para nadie, nunca, a no ser que ellos/as te den el suyo, y entonces, muy prudentemente, serán sólo palabras...quizás sexo, quizás hijos...pero todo sin querer a nadie ya nunca más, sólo a los que estuvieron ahí, con contra menos pegas que pudieras tener hacia ellos/as, mejor...a cada cual su medida, una medida que pasa...por ignorar totalmente, quizás a quienes estuvieron menos tiempo que más, a tu lado, siempre saludando, sonrriendo...matemática pura, para calcular, esta vez, la inquina, la de mortal necesidad, la de dolor, la de sufrimiento, ¿la quieres?, cójela, pero no olvides que soy un semi-dios...arrojado en definitiva, a los más bajos estratos de las capas de sociedad mugrienta de gente que puede mostrar cariño y compasión, pero no lo hace, ¿culpables o no?, si alguien lo es, lo somos todos, si nadie lo es, no lo somos nadie. Sólo tenedme en cuenta, no os daré muchas cosas de las que ansiais, pero le granjearé el Edén...con sus más y con sus menos (pero contigo mismo) a todo aquel que pueda según vaya pudiendo, y tendreis la libertad...de ser...por lo tanto, vosotros para vosotros, no lo olvides, aflijido, no me olvides...estoy aquí, y, ...si todo sale bien...en un tiempo estaré totalmente disponible. Si necesitas hablar, escríbeme, no lo dudes.

Me fijo de nuevo y me pregunto...¿los elementos de esa corriente que va a la vera de por donde voy yo, son establecidos reaccionando...bajo leyes, para cada cuales?, ¿cual sería pues, la ley que todo lo rige, en donde se haya la perfección?, ¿cual es la clave de la existencia?, ¿porque esto en vez de otra cosa, de nada?, espacio...para nosotros, nosotros...para espacio, ¿que enfermedad somos?, ¿también lo descuidaríamos a él, al espacio, al universo?, ¿es el espacio una porción ínfima de la nada?, ¿es la nada, todo?, ¿siempre hay algo?, ¿es ese ínfimo espacio, lo mínimo?.

Estamos, pero estad, porque posiblemente, seamos muy raros, muy raros y grandes. Posiblemente el universo inmortal, la nada, es la que elije; es mucho: nosotros, es poco: la imperfección, la misma existencia del mal, da sentido a su existencia, en plan de poder explicarla..., la amargura, consolida un mundo en el que somos...algo más de lo que somos, hasta que seamos gentes totalmente crueles, que no amen a nadie...eso le dará sentido a la existencia, eso...será la prueba práctica menos difícil de...ver, de que todo y nada...es lo mismo, de que esto es nada, de que esto es algo, de que...no nacimos para ser felices, de que eso es ya, algo que debemos conseguir nosotros de quererlo. Comer, beber, vestir, asearnos y dormir, y al día siguiente más de lo mismo, o hacer cuanto nos de la gana, perjudicando, entreteniendo, ayudando... Si somos... ...nos daremos cuenta antes de que algo falle del todo, de que ese algo tiene algún problema, ¿es así para todo o sólo para lo natural?, ¿o puede fallar tanto lo artificial como lo natural, de un instante a otro, y terminar?, sería complejo situarse en la mitad del instante previo a que haya fallado, para enmendarlo en el medio que queda, pero, eso sería en el peor de los casos, y también es posible, como lo es todo, con la ''técnica'' adecuada, por eso, la clave, es la formación...que en medio de la paz...no necesita de tanto contenido como tiene en esta época actual que, incluso en el mejor de los sitios, se ve afectada notablemente por lo turbulento de los tiempos en que estamos, lo repito, con gente que lo tiene todo...y reacciona convirtiéndose en una fuerza destructora, no por supervivencia, que pudiera ser paliada en cualquiera de sus casos, simplemente queriendo, queriendo a la gente, viendo a alguien y, como mínimo, deseando que no le vaya mal, mucho menos planteándonos y efectuando ser nosotros su mal. Podeis formarme...si quereis agilizar el proceso, sin obsesionarse, sin obsesionar...nada, viviendo la vida..., si no, de cualquier manera y llegado el momento, sereis formados.

¿Debería...por lo tanto, preocuparnos el estado de...el espacio?, nos expandiremos, y allá donde vayamos, no seremos absolutamente nada más que lo que somos ahora, niños, sobretodo cuando el control garantice siglos...más bien milenios, o periodos de 2 ó 3 grupos de 10.000 años, 30.000, aproximadamente, de total tranquilidad, para mirar la corriente de un fino arroyito en primavera, para ver la lluvia, para querer a quien nos quiera, para caminar...o volar, con alas, o a base de saltos en algún fragmento de lo que no podría conseguir esta anécdota, de no ser que sea, la libertad, besar, piel con piel...y más, y sentados, en algún lugar, beber algo que nos guste, luego movernos y ver...hablar de cosas absolutamente técnicas y poderosas, en medio de la bondad, tras que alguien arremeta sin tapujos y con poca piedad excepto la recapacitación profunda, distendida, más que experta...incluso...curzando el umbral de la perturbación, sin correspondernos, por ellos, contra el consentido desparramado en exigencias que actua como quiere por locura, por no ser como hay que ser por no ser idea de uno de los, como creían, miembros de su grupo de mentes que establecieran su creencia de lucided a base de un silencio que establecieron lo que pasó a ser despreocupación propia de la inconsciencia que sólo alguien como ellos, podrían hacer ver...a los que...tuviesen la suerte (mala), de verlo, y que hasta olvidaron, por no ser más que nada más, lo que ha de ser reducido, cuando el mundo era inocente, puro, en varias ocasiones a partir del tiempo del gran mal de los representantes del egoismo inhumano y anti...incluso y precisamente, ellos mismos, cuando vuelva a serlo...en alguna ocasión, hasta que termine, después de que sus representantes de mayor cantidad de contenido de la...ruina, trabajadores previos y precisamente encargados del fin, sean localizados, después de haber ejercido...supongo que desde hace...bastante, ocultos, promoviendo el castigo hacia los inocentes, debido a su ocultamiento tras sembrar la semilla de la confusión derivada del abuso derivado de lo que representan, que es lo último, tal vez lo primero, lo segundo, lo tercero, lo cuarto, pero no la cifra de varios miles de centenas de dígitos que le corresponde al mundo ahora, por equilibrio, cuando no la prístina bella, de haber procurado adorar a la decencia, a ti...a ello, ¡a ti!, de nuevo...de viejo...siempre.

El viento de ese río, también los peces, complejos...complejísimos, como los pájaros...ahí están, sólo que unos bajo el agua y los otros apenas rompiendo lo establecido por otros elementos (de una u otra naturaleza) cuando, a veces, son de los que pasan rasantes por la superficie del río y abriendo una leve hendidura en ese agua, que se apagará rápido debido a la insistencia de los que la dominan de absoluta sobremanera, pero...quien sabe, hasta que punto, tendrá eco en alguna parte...o quizás ninguno, quizas...lo que sea la explicación a lo que cuentan las leyendas, de que el agua...es inmortalidad..., lo que apagan es su sed, porque...el agua dura...para siempre, se renueva, se expulsa, se almacena, no decrece, e incluso traspasa; ¿y la energía?, de momento sin preocupación en un planeta que parece estable (con intermediación humana a los propios desajustes que propicia), pero en un universo que si que parece estable. Dura el sol...sin duda complejo, pero ¿menos que nosotros?, es un rey, eso está claro, o un dios...de muchos que habría..., y si no lo es, decidme que hacemos sin él..., porque sería...muerte. Dura el sol, dura el planeta, duran los elefantes, las tortugas, x años, que no existen; plantearos, pues, cual sería el factor fin; si es repentino...quizás aparezcamos en otro plano, igual que este, con las mismas vivencias en nuestros recuerdos y tal vez en los recuerdos...sólo de algunos/as. Tanta rareza en la simpleza, tanta magnificencia en lo cotidiano, quedándome por hacer el apunte de que nadie muere contento sabiendo que va a hacerlo, que no son alegres, ni de vitalidad, los últimos días...y puede que en muchos casos (en todos), siempre haya algo que se pueda hacer personalmente algunos días antes de una muerte anunciada, y el gobierno debería financiarlo, más que recluirte en un lugar...donde intervienen a las personas hasta donde saben...cojiendo siempre el dinero, en la mayor parte conformándose con haber conseguido un empleo y un sueldo, y al final dando pie a que los precios abusivos proliferen, ya que...tenemos miedo, miedo de gastar poco, miedo de no imponer asombro...quizás porque este funcione siempre, quizás como única cosa que lo hace, en la sucesión evolutiva de vivencias con relacciones con otras personas intermediando, y lo sepamos, aunque la cuestión sería...¿por que lo sabemos?, pero, en cualquier caso, ninguna de esas cosas somos nosotros, así que estaremos condenados al silencio, a tener...quizás...no ''todo'' de las personas en nuestra vida, muy poca cosa. ¿Imaginas lo que sería controlar nuestra mente con tal de desear el mínimo tiempo posible?, ¿mientras disfrutamos de la saciedad, no de una cosa anterior...sino de todo lo anterior, incluso de la soledad porque esta sea en su justa medida, y la tranquilidad?. Mira tus manos, mira lo que está delante de ellas, ¿ves la materia?, ¿no es más avanzada que la energía?, o mejor dicho: ¿los materiales?, ¿los ves ahora, te sientes?, porque la energía también es materia...o no. Sal...si puedes, si no...quédate aquí, pero ¿puedes salir?, ¿que te lo impide?. ¿No podría ser que...todo sea eterno...siempre y cuando se sigan las reglas de la eternidad?. ¿Que opinaríais de la siguiente afirmación?: la eternidad se manifiesta con alegría..., yo lo creo absolutamente, y el siguiente nivel en cuanto a planteamientos de este cariz, sería: ¿que nos hace felices?, ¿eres mujer y te gustan los hombres?, ¿hombre al que le gustan las mujeres?, ¿u otra combinación?, ¿eres un consolador mecánico o eres una persona más compleja?, ¿te gusta la compañía de gente, te gusta la confianza de poder...agarrar suavemente a la persona con la que estés, su contacto, abrazarla, jugar con ella, hacerla enrredos?, sin sexo...¿o prefieres nada?. ¿Te niega alguien la palabra?, ¿no estás lúcido como para discernir quien te le negaría y quien no, o para agregar algo interesan...sociable, bien humorado, simpático, cariñoso?, ¿no tienes amigos previos a leer esto?, ¿los quieres a todos, no sólo los que tienes acaso?, es una buena meta, sólo mira...el momento..., se dice de ganarse a alguien, eso supongo (no queda otra realmente) que quiere decir...poder interactuar con alguien, con su complicidad, su atención, su sonrisa, su concentración, su ensimismación, su confianza, cuando lo veas. ¿Por que no saludar a un montón de gente por la calle?, ¿por que no contar unas cosas y otras?, ¿porque... ...previa ''preparación'' del terreno, no se os puede unir alguien, o dos, o tres, a quienes esteis hablando?, lo/la puedes acompañar... Algo tienes, tienes a alguien, lo tienes todo...juega con él/ella, tenlo/a, siempre tenlo/a, déjate tener, de algo, tener y dejarse tener...y posiblemente, todo sea tuyo.

Cantidad considerable de agua, lleva ese río del atardecer algo más tardío ya, mirándolo continuamente caminando, primero por su orilla, un buen rato, rápido respecto...a alguna particularidad de la contracorriente, que esta vez...el individuo que la recorre, lo experimenta llendo hacia su derecha, rápido porque, el contraste de cursos, el del andante y el del agua, así lo hace aparentar, luego, alejándonos de ella debido a la maleza de zonas menos transitadas del mismo...complétamente naturales podría decirse, salvajes y llenas de vida vegetal (que se vea), puesto que el mismo alimento y, según se dice, el origen de la vida, allí está, y si no es origen, es uno de los componentes que la hacen posible, junto al sol, aunque...quizás los que dicen saber de esto, están anclados en demasiada comodiad..., probablemente, pues, a día de hoy y con el conocimiento que se puede extraer del mundo que le llega a uno de manera completamente básica, es decir: simplemente observando, de lo que prolifera socialmente, lo popular y atractivo por meramente llamativo, ya esas personas que, equivocadamente, además se permiten el presumir, e incluso juzgar..., juzgar a todo menos su supuesta superioridad en muchos casos y perfección, que luego no dudan en acompañar de sometimiento hasta de niveles ilegales, para que lo que son lo tiempos de hoy también, con tal de...¿obtener?, algo que, realmente, no puedo comprender, ya deberían haberse preguntado cuan determinante es nada si en realidad podríamos, o podemos realizar proyectos basados en energía con los que dotar a un ingenio de las características que queramos, y teniendo además la herramienta de la programación genética, así como conocimientos en física y química, como paso realmente próximo a nuestras posibilidades, suficientes para realizar mucho sin necesidad de conocer hasta el último misterio de la existencia, cuanto menos el de la inexistencia. Ajetreada corriente, supongo/supone, ya que soy yo pero no soy yo, pero ahí estoy, viendo toda esa belleza y dejándola apuntada, puesto que, si no es con comunicación...¿como iniciar un acto que debe culminar en la creación de una sociedad perfecta?, también se podría con poderes energéticos del ser...aunque sin comunicación..., y es que es difícil comunicarse en una sociedad tan recia, y más aún cuando estás en proceso de salida del hondísimo pozo al que te había llevado la lucha con el enemigo del hombre, con el enemigo de la vida, de la alegría, de la salud...de la naturaleza, de la pureza; ahora es él el que está allí, algo más dañado, pero aún fuerte reteniendo consigo a centenas de millares de seres cuyas vidas son trágicas y de sufrimiento, pero...como digo, prometo que poco a poco, todo lo deprisa que pueda, todo volverá a ser radiante...haré todo por la liberación del ser humano, del justo, del injusto que nació justo pero fue convertido en eso...y finalmente, los malvados originales, lo adalides de este desequilibrio de perturbadora realidad, serán desenmascarados y sacados del anonimato en que se hayan...con mentalidades absolutamente monstruosas y aborrecibles, haciendo pequeños ajustes de vez en cuando, para que el mundo que formaron, no decaiga, y, al final de todo, quizás se vean solos, pero también me tendrán a mi, a mi y a otros que aprendan de mi, por puro amor a nuestros semejantes, pues, de hecho, ya me tuvieron, lo que pasa es que lo que ocurrió fue que las alimañas del abismo, creadas por ellos probablemente, se habían vuelto muy poderosas y hasta ellos había perdido el control de las mismas; los habían incluso, superado, con una desmesurada vileza y sadismo tan letal como el de los peores males originales, sólo que con otra fuente...peor, mucho peor, la definitiva, con la que destruirían a la humanidad de no ser por mi ahora presencia aquí y lo que tengo entre manos.

Me paro un rato tras ver en el aspecto del río algo que no es la primera vez que veo pero que hoy me llama la atención especialmente, tal vez por mi inspiración, o tal vez porque sea más destacado hoy que nunca...aunque lo dudo, pero la verdad es que podría ser, dado que hay días en los que nos imbulle y creo recordar que imbulle a lo que nos rodea, tienen algún tipo de magia. Su superficie es...algo precioso, junto al sonido de la tranquilidad en la que ni se oye al viento destacando como tal, sino que ha de ser que hay viento, y algo también basado en aire, pero que no es viento..., bueno, lo más razonable sería decir que también lo es, sólo que..., debe ser que podrían...existir, miles de calificativos para cada cosa, incluida la lluvia, si pudiéramos hacer un análisis de como cae, de la composición del agua que cae, de la temperatura de sus gotas..., así como de la luz del sol, incluyendo o excluyendo el calor de sus rayos, de los olores..., de muchas cosas, pero, ¡anda!, que de los olores...con la cantidad de ellos que pueden mezclarse..., pero dando lo que olemos como olor, algo propio de poder afimar que podríamos tener experiencias infinitas. Se me viene el deciros que jamás fumeis, que no se os ocurra ni probarlo...aunque de ahí a que podais evitarlo con el mundo como es..., porque el mundo de la sensibilidad olfativa, potencia mucho las energías de las que podemos disponer para vivir, y puede ir a más..., de hecho, nuestra responsabilidad es hacerlo ir a más, como ocupación puntual, como responsabilidad...con mesura, eso si, hasta...ser lo más libres posible (algo en un grado que no podemos imaginar hasta que punto está elevado respecto a una persona, por ejemplo, responsable, que parece tener una vida y una rutina muy estables), una potencia de la que podremos ser conscientes y alegrarnos al compararnos con otros/as, aunque no por ello algo que tenga que hacernos creer que esa gente nos debe algo, pues el deber es nuestro, nuestro deber es liberar, y si hemos llegado hasta el punto de causar inspiración al resto de la gente (o alguna) y motivarla, también podemos hacer de guías suyos. De otro modo, no encontraremos satisfacción en nuestro modo de vida, de ser con brazos, piernas, torso, espalda y cuello, en el mundo para el que ese cuerpo está hecho, y podremos no valorarnos...pero, creedme, recordareis lo que perdisteis, porque es propio (o lo más habitual), que el ser humano nazca más sano de a como va evolucionando cuando interactua con la sociedad, y eso es perder cosas, que si tienen que ver con lo natural (y más si es nuestro), recordaremos... Puede suceder, en gentes como yo, que por algún ''movimiento'' inesperado en el transcurso de las cosas, esa naturalidad, sea recuperada...aunque eso sólo nos reportará cierto bienestar del que...tal vez por no ser rentable en cuanto a los negocios que alguna clase de realidad en este mundo hace necesarios, no está valorado, no recibe publicidad, al menos no en su vertiente...¿como decirlo?, de modo de vida libre...con...cierta potencia, si en la ''suicida'' de entrenar y entrenar hasta que haya muchos individuos de los que lo practican, que sufren lesiones e incluso mueren; pero si seguimos y conseguimos alcanzar el momento de fortalecimiento, con toda la cantidad de sus seductores y agradables detalles maravillosos, que no vivimos cuando éramos pequeños por unas y otras razones, y entonces sabremos lo que es la magnificencia de la vida, y, volviendo al inicio de la...reflexión en algún punto, fumar...fumar nos aleja de llegar a alcanzar este estado de...humanidad...verdadera, y nos acerca a una clase de vida...que no es buena, que tiene su evolución...pero que acaba en muchos casos en establecerse en un estado de sufrimiento extremo diario del que ya, que yo conozca, es extremadamente difícil salir, y...aunque no pueda decirse lógicamente, puesto que los conocimientos de libertad nos corresponden realmente a muy pocos, entonces no tener opción, incluso contando con la teoría que os acabo de exponer, darnos cuenta de lo...realmente...buenísimo, que es esto, esta existencia..., lo realmente... ...bueno (o buena)...que es, como ya casi nadie sabe.

Sobretodo, aunque ya voy de nuevo más cerca de una zona que vuelve a corresponder a un area transitada de esta ciudad, se podría decir que aquí, ahora, hay calma por doquier, calma y...belleza, junto a un extasis en la piel, que hace llegar la grandeza a cada parte de nuestro sistema de conciencia...que puede ser que vaya más allá del sistema nervioso que se conoce/está establecido por los entendidos de cosas...con mayor acaparación de datos de la realidad...aunque habría que matizar que tal cosa debería ser considerada a lo que tuviese que ver con conservarla, y no valdría realidad...imaginativa (que no es lo mismo que imaginación, lo cual sería otra manera de entretenerse interesante y producente, quizás la cualidad más indicativa de talento que pudiera utilizarse para analizar al ser humano..., y los que aún seais excépticos, decir que todo en nosotros que no sea realizado, lo es), debería ser realidad, la cual sería querer interactucar con el mundo de una forma que traería sucesos y...posiblemente, más sucesos a modo de consecuencia, potencialmente desastrosos, por partir de ideas equivocadas. Los que contarían con el apoyo de las afirmaciones oficiales que hacen verse confiados a los ciudadanos de a pie, serían los científicos, pero...bueno, tu mismo...en circunstancias de diferentes momentos puntuales de tu conocimiento y forma de ser que haya abrazado absolutamente al bien (al cual no se puede servir del todo aunque uno se lo plantée, debido a las limitaciones de nuestra especie, no como al mal...que es...), cuentas con conocimientos muy interesantes sobre ese sistema nervioso..., probablemente no tanto como yo, a no ser que seas uno de esos/as que me emociono ahora (por eso la escritura tiene...más...de lo que en principio pueda parecer) estimando que puedan existir..., :P, XD, aunque, sinceramente, lo dudo, o al menos más de 9, entre los que conozco y presiento.

Pero también mal en este paraje, un mal invisible propio de la modernidad de los tiempos con todos los inventos que hay...de los que sabemos los comerciales, pero que, en realidad, para que pudieran ser forjados, tenía que haber tras sus ideadores o hacedores, unos conocimientos..., pero no puede ser el humano, no puede ser, yo no lo creo, porque yo creo que la belleza le gusta a todo el mundo...; quien sea, y lo que se proponga, os lo dejo a vosotros, pues tal vez sólo me hace falta hablar para equivocarme, aunque también es cierto que hay gente...(de modo teniendo en cuenta esto que he dicho como cierto), que no la ve, que lo que buscan constantemente, es la debilidad..., son los que permanecen desde hace tiempo, como criaturas con sus características particulares desarroyadas, dentro del pozo dominado por el enemigo. Necesitan alimento, y, todo cuanto puedan obtener de tu carne y mente, lo obtendrán...más cuanto más los dejes, más cuanto menos puedas frenarles; como si fuera su sino, irán a acabar con lo poco que quede de quien sea tras su relacción como víctima de la escoria extrema, irrazonable y perturbada, que crea los diferentes surgimientos de mal. Y seguramente haya más..., más a parte de niños que no aman, más a parte de personas que se van volviendo locas debido a la injusticia y el abuso, más a parte de los dueños de pozos y abismos, y, más, de los carroñeros que no pueden con algo que no sea la gente sumamente dañada hasta una forma de ser y/o de estar sin capacidad alguna de defensa, probablemente, la muerte, la muerte en las condiciones peores que puedan imaginarse, por mano de otros/as, eso en principio, al final de tus días..., después de sufrir, en extremo, cada una de las horas que pases..., morir, después de un sufrimiento todo lo extremo y extendido posible. Así que...en realidad, por mal que estés, no estás tan mal...si es que estás fuera del abismo. No te olvides de que cuentas conmigo.

El mal generalista es un mal que empieza a crecer a medio día aproximadamente, para ir alcanzando cotas cada vez más altas según transcurre la tarde, volviéndose...lo que, en los primeros momentos de conocerlo y antes de acostumbrarse, nos parece insoportable hasta el punto de desear morir durante cuanto tiempo sea..., nos atrevamos o no, y que, por la noche, para los más débiles, ya es una auténtica locura. Los...fuertes, sanos y fuertes, creo que no pueden notarlo, pero eso no significa que no exista. Nadie te ayudará, estarás solo/a, sólo quien haya demostrado, no fuerza, sino que sea un individuo destacado en otra característica que, esta vez, es muy rara...rarísima de ver: la resistencia, algo que le falta a la mayor parte de los seres en un porcentaje mayor a cualquier otra falta que pudieran tener. Los identificareis rápido, pero avisaros que también existen los exactamente contrarios a esa gente, gente que, que yo sepa, no cejará jamás pase lo que pase, de depredar tus emociones, pero no soy yo uno de ellos. En este mundo hay gente muy muy mala, quizás algún día hable más de ellos, pero ahora sólo mentaré lo equivocados que están, pues el destino y fin de esta actitud, no es otro que el de destruir el mundo de todos nosotros, lo que pasa es que es difícil...muy difícil, un...camino de vivencias prácticamente intransitado más que por unos pocos, cobrar consciencia de ello...sólo una experiencia de carácter sumamente de exclusivo tormento puede mostrártelo. Una hecatombe de la que, hay una posibilidad, queden supervivientes, sólo gentes solitarias que se internen, en la mayor soledad de sus vidas, sólo eso, o el fin... ...de nosotros. Cuando naces, tienes claro tus destino en los primeros meses de vida, por lo que sabemos como afrontar el día a día para tener una vida de plenitud y abundancia, pero...hay algo que interfiere, hay algo que...hace por manejarnos a muchos. Contra ser las marionetas de nadie, contra eso deberíamos luchar, pensando en conjunto, elaborando algo que impida que cada cual se salga de su cauce de nacimiento procurador de armonía, esplendor, alegría y felicidad.

Con este pensamiento llega el momento en que alcanzo con la vista (y casi con los pasos, ya que aparece de repente tras una pronunciada curva a la derecha desde mi camino y tras una marabunta de vegetación gracias a la cual no veía más allá) el 3er puente de la tarde, 3er kilómetro y medio aproximadamente desde mi salida desde el primero (que tomé, 3o de los transitables a partir de la situación cadinal sur-norte que sigo, por vehículos, de los 8 que hay en total entre peatonales y de estos otros), uno que, como el primero, a cuyo lado tomé un camino que ya me era conocido, al igual que a mucha otra gente, para descender a la orilla del río, tiene al menos 2.000 y pico años, no como el segundo que pasé, que tendrá 50 y pico (años). 6 puentes en total tiene esta ciudad por los que pueden pasar vehículos, aunque por uno sólo motos, coches mono volúmen (en sentido único al mismo tiempo controlados por dos semáforos que tiene, uno en cada extremo), bicicletas y, por supuesto, personas y animales, debido a su estrechez, 6 puentes transitables y otros 2 peatonales, aunque esos están en zonas muy...apartadas, aunque en realidad una de ellas está dentro de la ciudad, sólo que le pertenece la unión de una zona habitada pero muy despoblada, no despoblada exactamente, sino que es una zona de un barrio muy tranquilo, de casas...no especialmente caras, pero que tienen la particularidad de que, sus dueños...tiene la pinta de vivir...muy tranquilamente, muy concentrados, muy en sus vidas, que haceres, aficiones, paz y sopesamientos de asuntos, como mínimo, entretenidos para el paciente y sereno, y/o obcecado en el respetuosismo..., a mi parecer, vidas como han de ser, como deberían serlo todas y como serían (y eran antes en mayoría) de no ser por la implantación de los medios de comunicación, especialmente especializados en controlar las mentes de la gente para que compren y compren, con unas técnicas y una historia, completamente vomitiva del estilo a lo que serían los vómitos de una persona con cáncer previo a entrar ingresada en un hospital del que...saldrá, pero para volver en breve y ya morir después de una temporada de debilidad y una sensación de mareo estomagante, debilidad y...descontrolamiento, pero de lo cual, no es momento ahora de hablar, ni quizás lo sea en ningún momento, pues no soy...o no quiero ser...demasiado, de los que son tan...lerdos y/o despreocupados que se conforman con retratar los pormenores de los procesos de denigración cuyo fin es la muerte, o algo muy malo, tras unas vivencias completamente patéticas, no, yo soy de otra manera, y si puedo, puesto que siento que mi vida está amenazada, ya que los líderes de los abismos, son real, desquiciosa y aterradoramente nefastos, lo vereis...no se exactamente que, ...pero algo vereis... ¿Por donde iba?, voy a revisar el texto para averiguarlo... Vale, ya está, iba por la explicación de las dos zonas que une uno de los 2 puentes peatonales que tiene esta ciudad, y, después de describir uno de los lados a los que llega, ese barrio...de gentes tranquilas, diré que el otro lado desemboca en una zona rural de esas que se ven a veces como si contemplásemos un sueño en directo, pertenecen a la sociedad pre-tecnológica, más grande o más pequeña, dentro de ciudades en una zonas incluso realmente céntricas, contagiándote de una extraña sensación de reconfortabilidad que, no analizándolo, sino recordando los detalles de los pensamientos que tuviste la primera vez que lo viste, allá cuando eras niño...cosas...que es una pena olvidar, tiene que ver con que estás ahí, en un lugar precioso, original, cargado de las energías...o componentes, respecto a los cuales evolucionamos y de los cuales el organismo, por lo tanto, debe obtener algún beneficio, sólo que al pie de conseguir cosas...inventos...avanzados, conformando todo una situación que yo denominaría de sociedad perfecta, fuese como fuese que fuese posible... Para terminar con los puentes, no daré más detalles sobre el otro peatonal que hay aquí, sino que diré que conozco también por obra de mis puntuales paseos (aunque de antigua data hasta mi nueva vuelta a la vida...de los vivos), algunas construcciones que cruzan el río y que, lógicamente, son puentes, pero no se, a la hora de poder diferenciarlos de los mencionados, les quito ese atributo porque están completamente en medio del campo, descuidados, viejos, que, en apariencia, sería peligroso cruzar, pero en realidad funcionan y son firmes, cosa que ningún ayuntamiento consentiría rebajase su reputación teniéndolo en ese estado dentro de la ciudad.
Mis últimos momentos antes de regresar a los suelos pavimentados, los paso sentado encima de un escaso grupo de hierbas tipo jardín de urbe que, sin embargo, es abundante en ese trozo, puesto que, miro a los alrrededores, y lo que hay más bien son arbustos bajo los cuales no crece demasiado, y, si crece, lógicamente, no puede ser usado para sentarse, puesto que, ello es pequeño y cabe entre las ramas del mismo, pero yo no, y lo que ocupa la planta, no puede ocuparlo otro a no ser que la corte, y aún en el caso de tener una herramienta con que hacerlo, quedarían las partes inferiores de los tallos, y eso se te clavaría por todas partes. El resto de...lo que tengo alrrededor, si, tiene algunas hebras de esas hierbas frescas y blanditas sobre cual conjunto de las mismas me hallo, pero se encuentran mezcladas con unas cuantas clases más de plantas más toscas, más largas, gruesas y, de nuevo, que ocupan un sitio que no puede ser ocupado por otra cosa, pero también, incluso el que no hiciera ''ascos'' a aplastar todo con el trasero para quedarse ahí (cosa poco recomendable, ya que los insectos tienen el conocimiento de que...ahí es uno de los lugares más seguros donde pueden estar, y, por si no lo sabeis, muchos pican), tendría que topársela con ramitas secas, la paja podrida que llevará ahí desde el año pasado y hojas en igualdad de condiciones, todo ello bajo árboles en un terreno que desde que lo conozco, nunca ha tenido pinta de ser nunca algo que entre en el quehacer de los jardineros de este sitio, no así como pasa en parques más céntricos, que, bajo árboles y entre arbustos podados hasta el punto en que, pudiendo ser algunos de los que hay aquí y ahora, resultan ornamentales en esa ocasión sin embargo, ofreciendo todo el conjunto en esos sitios, un lugar muy recomendable para sentarse y relajarse con el frescor de las hierbas que, ahí, no sólo están bien cuidadas, sino que abundan y con un aspecto de fuertes que por ejemplo, sobre las que estoy, no tienen. Esto tendría una explicación, y es que estas en donde estoy, hayan llegado ahí a partir del viento o algún pájaro que transportase alguna espora o semilla, predeciblemente, desde esos jardines, mientras que a aquellos, se les haya tratado y trate con empeño, su tierra con nutrientes seleccionados para ser lo más ricos en un montón de sustancias que a las plantas les vienen bien, a parte de haber aplicado un costante repartimiento de una mezcla de semillas de esas hierbecitas, seleccionadas durante años para que den las plantas más sanas y fuertes, y, si me apuras, incluso modificadas en laboratorios de genética para que, a parte de ser así, tengan un aguante prácticamente inacabable con incluso los mínimos añadidos en cuanto a la ya un poco desfasada química (al menos en cuanto a las ocupaciones revolucionarias...aunque cabría más decir, al menos a mi parecer, que...soprendente al mismo nivel que los enrredos), y es que, así, fuertes (aunque no nos demos cuenta), bonitos, frondosos y frescos son los jardines últimamente respecto a los que, diferentes gobiernos de diferentes lugares, tienen, por suerte, en cuenta dedicarlos recursos en la actualidad.

Subiré dentro de un ratillo lo que, en la ocasión de este puente, son escaleras...hechas sobre el terreno, de tierra, asentadas con algunos materiales en algún punto de un pasado bastante lejano y olvidado, ya que son elementos de los cuales se reconoce perfectamente su naturaleza, cuando acabe de disfrutar de este momento de...¿de que?, ¿de concentración?, ¿de equilibrio mental dopado por la presencia de nuestro hábitat en una de sus formas lo más puras posibles y, por lo tanto, atribuidor de el influjo perfecto directamente para recomposiciones de nuestro ser que...si aprendes donde ocurren, tienes que considerar que has tenido una suerte de elegido en cuanto a la adquisición de ese conocimiento en medio del caos de cosas que existe por su contaminación con lo mundano e inservible?, ...algo tan sencillo, tan aquí, y que contenga tales virtudes propias de lo que creeríamos ocurre en diferentes grados de escalafones, sólo que imbuido todo en una especie de misterio de algo mucho más grandioso y de poder, La tierra, con su categoría soprendente por obtenciones, si te paras a pensarlo, y...posiblemente, mecanismos, pistas, ingenios en el lenguaje de la ciencia de la esencia de la vida, el fin de los terrenos que ella ocupa, ocultos a modo de reglas totalmente trascendentales, creadoras, destructoras y duras al mismo tiempo...aunque también amables, o no tanto.

Entre mirar aquí y allá, se me han pasado 2 horas, y ya se nota que ha comenzado el proceso de declibe de la intensidad de una luz que, cuando comencé mi paseo, era de un atractivo exactamente infinitamente mayor que lo áureo. Me estoy planteando enrredarme más rato aún con estas libretas para hacer que pase el tiempo y ya llegar a la ciudad cuando la magia de las luces mortecinas de las farolas en un atardecer avanzado, junto con la frescura del río, junto con un silencio de gentes que ya mayormente se hayan en sus casas o en el camino de recogida, creen un ambiente de esos que, por alguna extraña razón, yo interpreto como de estar experimentando momentos de eternidad en una sucesión interminable (a pesar de la realidad... Debe ser tan magnífica la inmortalidad...el sentido de que vengamos aquí). Todavía me tengo que recuperar más aún, aún queda mucho tiempo, de la lucha contra el enemigo, pero algún día, la recuperación será total y eso se manifestará en que sea el momento que sea...esa sensación que ya tuve durante largo tiempo durante el pasado, aunque después de llamar la atención de ese mal, que atacó con todas sus fuerzas desde antes mismo que yo les devolviera el golpe (que ellos consideraron ataque, puesto que consideran siempre que ellos dominan a los demás, sin ningún tipo de contrariedad, sea quien sea y tenga la edad que tenga...apasionados de la guerra, el conflicto...y la barbarie que son, claro está), puesto que si no, de algún modo perderían terreno, dicha sensación estuvo mezclada coon trabas y más trabas, aunque aún así, su potencia...quizás de la misma esencia de la bondad, el poder, el conocimiento...de la fuerza creadora, conseguía...bueno, lo más grande que he experimentado, el ser totalmente feliz a cada momento y que toda clase de fuerzas con que pudiese contar, no desfallecieran nunca, siempre en su límite, claro, pues de algún modo somos humanos, y si nos gusta quienes somos, hay ciertos parámatros propios de nuestra especie que no podemos rebasar..., aunque también hay mucho número de ellos que podemos llevar a...grandes, incluidos los que conocemos, sólo que nos resultan desconocidos...pero os diría que el último, así como medida, sería la capacidad de poder calcular posiblidades hasta el punto de internarse en los hechos que están por llegar, siempre, claro está, respecto a otras mentes, que trabajan por no jugar y juegan por no trabajar, al mismo tiempo de que hacen todo lo que hacen, sin sinquiera en la mayoría de los casos, aunque hay excepciones, ser conscientes de como son ellos realmente, puesto que el enemigo despliega su poder con las relacciones que tenemos con las diferentes cosas, y si esas cosas han sido previamente corrompidas por él, o alcanzadas por su corrupción mediante ese método, la locura puede llegar a nosotros desde edades realmente tempranas, tanto como con meses de vida, teniendo en cuenta que nuestra propia familia puede ser sierva de ello desde hace tiempo antes de tenernos, ¿por que creeis sino que muchos niños pequeños ponen caras de rechazo ante los besos?, como su afianzamiento en algún momento más tardío o temprano, en algún punto del transcurrir de nuestro tiempo. Yo tampooco se como sería la humanidad si fuese pura, y tampoco es que me interese demasiado averiguarlo, ya que...bueno, ya que me ha tocado ejercer este papel, opino que hasta que no esté dispuesto todo para averiguar donde se originan todas las diferentes infestaciones de los nuevos seres hasta hacerlos...completamente imbéciles como mínimo (como inicio diría), está bien tener conocimientos que transmitir para que la gente esté advertida sobre lo que debe evitar a toda costa, aunque eso...me temo, no podré expresarlo aquí, no expresarlo, aunque si dejar implícita una sensación de equilibrio...relativo (ya que no es total mi poder), que al menos nos hará saber cuando algo está por debajo, o por encima, o en plena lucha de su entereza contra una fuerza oscura que sabe como establecerse para que sea sumamente difícil librarse de ella, o, claro, directamente infestados al 100% obteniendo los beneficios de quien...ha quedado directamente transformado en cuanto incluso a necesidades biológicas, como para necesitar cosas así...y para que pueda prevenirlo. Os vuelvo a recordar, tanto a unos como a otros/as, que teneis...ahí, sólo añadiendo que empiezo desde lo...absolutamente más bajo, así que no os lo podré dar todo, pero, con el tiempo, si la cosa sale bien, tendreis con seguridad más de lo que jamás podríais desear, aunque al enemigo le diría que no haga el más mínimo esfuerzo en intentar evitar arruinar este cometido, pues, desde hace ya rato, estoy jugando con él, no con los que quisiera, ni del modo del que quisiera, pero si con él, que me arrastró a su juego mortal para darme cuenta al final, de que le causaba un gozo interminable, pero que...realmente, las acciones de más de mi bando, hicieron finalmente por potenciar mi fuerza, mi resistencia hacia su fuerza nefasta y venenosa, en lo que parece ser un designio de...algo, que yo, tan grande como era...fuese allí, a las profundidades, a los cimientos, para aprender como ajustarlos ante esa...poderosa escoria tan peligrosa, que no deboran, siquiera sólo un poco más que el resto de seres, en este mundo que, quien sabe si con el tiempo, aprenderemos a dominar con el talento máximo posible (ya os dije que el camino del bien es complejo hasta, tal vez, vetarnos el poder recorrerlo por completo), sino que ellos lo devoran directamente todo, o todo al menos en lo que concierne a la vida, los elegidos más letales camuflados que la vileza de la ruina definitiva puede dar, siendo, para que quede claro, el enemigo, el mal, el que trata de insignificante el bienestar de lo que fue creado sin que él mismo pueda entender como se creó, cosa que, incluso, llegando a crearlo, sin derecho ninguno sobre ello, puesto que hay cosas que, dependiendo de sus características, son imposeibles según las reglas del...haber a partir de pertenecer a cierto grupo de cosas, normalmente comprobables debido a su inocuidad, como poco, o positivismo en diferentes grados, en lo que a dar las fuerzas de la libertad se refiere, a los seres que lo deseen, libertad para ser inocuos, o positivos, con el objetivo final de convertirse...en dioses, que no es sino lo que somos, pero en lo que hay un camino infinito hasta llegar a la capacidad de sustituir cualquier defecto nuevo que pareciese (algo desatribuible completamente a la variedad) que aparezca, por la exacta perfección, la cual, adelantando posibles ideas confusas, no contiene ni la más mínima partícula de violencia...violencia, ni por asomo, daño ni por asomo, siempre la alternativa, aunque ¡os advierto!, que el mal, hasta que no se alcance el cúlmine del establecimiento del reino en el que no pueda hacer más de una de las suyas sin ser identificado y...atendido con cualidades absolutamente expertas primeramente, seguirá como siempre: sin respetar esta regla ni ninguna derivada por su relacción con la misma, lo digo para que no os confieis demasiado por más que vosotros seais seguidores de la singularidad.

Terror.

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He estado un día y medio...''febril'' en lo que se refiere a no tener fuerzas de ningún tipo, sólo una falsa fantasía de que podría por fin, en un corto plazo, tener la oportunidad de librarme totalmente de la persecución...brujeril de ese enemigo del pozo...pero los zarcillos de esas criaturas de una especie de alquitran con cierta consistencia, maleable, que, por momentos, crecen como una burbuja en un cazo de agua que se está cociendo, sólo que...de una sucia sustancia, y tomando formas humanoides, sin pelo, sin piel, sin poder distinguirse de ellos ningún rasgo más que su silueta nefasta y el fluido chorreando por los ángulos de su apariencia, sus movimientos acaparadores de abrazo y hundimiento en el fango petrolífero...ardiente, son podersos. Su brujería...que no de la buena, que es gracias a la cual pude salir de allí y me despierta un poco las capacidades de la mente, más allá que la mera consciencia en una parálisis que hace de sus víctimas, alguien, en apariencia, peor que ellos mismos, es poderosa. Al enemigo, a los devoradores de todo, a esos seres de grasa tan abundante que han evolucionado a ser una masa pegajosa que se transmuta a voluntad y con un olor, que nada más llegar a ti, desmorona casi del todo y de un plumazo, gran parte del castillo de esperanza que fuistes contruyendo poco a poco en vida, le interesa volverte auténticamente enfermo, porque son ira, porque son odio, porque son estupidez y debilidad, por eso no hacen sino lo que hacen, a veces, bajo el velo de un hechizo de ocultamiento que no muestra, a los ojos del más inteligente y desenvuelto precisamente, las escenas como son, para que el poder del mundo superior, que sería digno enemigo y tal vez su destrucción, sea seducido por sus mentiras, convenciéndole que así, conscientes, pero...sólo...conscientes, es el mejor estado en que puede mantenérsenos por el bien del mundo, y confíen en ellos hasta el punto de ponernos en sus manos cuantas veces, ellos y sus muy repartidos aliados decidan, manos con las que ejercen supuestamente una útil función de retenimiento para gentes tan peligrosas como tu, pero ¿que decir de nosotros, si, en algún momento, hubo alguien que nos amó?, y es que, las desquiciantes criaturas del gran pozo, son más oscuras de lo que podais imaginar, siervas del fin, de todo, pues, cuando se hayan juntas y sólo entre ellas, lo que rumian, es la destrucción de toda existencia...sea por el motivo que sea, que yo, personalmente, no alcanzaría a comprender. Sólo espero que algún día, la gente se de cuenta de que esta nueva ruina histórica en la que estamos y que la misma siente, pero sin saber de donde viene, viene de donde viene únicamente, antes de que sea demasiado tarde porque se hayan cercenado miles de vidas a cuenta de esa ignorancia, para no conseguir más, que sumirse en una ignorancia más profunda, cada vez más profunda, hasta que él prudente mal primigenio, padre de esta abominación, campe a sus anchas por la faz del mundo, estúpido, violento, supersticioso..., aunque, si nos damos cuenta, ya podremos ver los primeros indicios de dicha incursión, en esta lucha hija de los tiempos, en la que, de haber victoriosos, no serán ganadores; en esta lucha de los tiempos que sólo admite una resolución en la que los vicios que así lo sean por no ser de nosotros para nosotros y con resultado de admiración e inspiración, desaparezan y hasta que otras buenas cosas pudieran volver a ser adheridas tras una revolución que consistiría precisamente en el paso anterior descrito, eso como mínimo, como base.

Después de 36 horas completamente gobernado por la influencia que va a donde van los invisibles filamentos de negro fin, rojo sangre y poder, hallo resuello de nuevo, por fin puedo moverme, por fin puedo salir de mi casa y ver belleza en el amanecer, en la tranquilidad, en los diferentes cantos de los diferentes pájaros, en el azul cielo decolorado propio de esta parte temprana...incial...del día..., moverme. El mago que me ayuda tiene mucho poder, no ilimitado, por lo que a veces dudo de él, y ahora que me siento de nuevo bien, es difícil recordar al reino del tormento, no hoy, puesto que ahora es reciente, y casi nunca...pues la agonía a durado casi 3 lustros, pero, por si acaso, él me lo recuerda, aunque a veces no puedo oirlo, de cuando desde el despertar hasta volver a dormir, era todo una experiencia nausebunda por completo por ser yo un no-muerto, un no-muerto que previamente era una persona con mucho poder, y, por lo cual, no pudieron doblegarme del todo, con el atroz caos que generaba (y genera de vez en cuando, como este tiempo de los dos últimos días que digo he vuelto a estar sometido) eso, en la mente de alguien confeccionado para ser un pilar más en lo que se refiere a volver a traer la luz al mundo... Este mago, es lo mejor que puedo tener, sin duda..., aunque lo cierto...es que quedaría probar ahora a otros magos a los que recurrí en el pasado, menos altruistas, para ver hasta que punto eran poderosos, lo que pasa es que, ya en el pasado, ellos empezaron a ser perseguidos por las fuerzas del mal esencial, por la gente seducida por el gobierno de la mente ausente del poderío de cuerpos resueltos, ya que este mundo (o lo han convertido en y para muchos/as), es un juego, un juego en el que hay que ganar o tener todo cuanto desees y te guste, hasta que pueda ser demostrado y sabido, para que cada cual sea cada cual, que no se cortejó a la vida, sino que ganó sembrando un terror de la naturaleza de la anti-existencia que tuvo muchas facilidades para infiltrarse en la sociedad, y es que sólo hay dos bandos, ese y el de la perdurabilidad máxima posible, bandos que realizan acciones en principio inocuas más allá de donde se ejerce su puesta en práctica, pero que no es así, sino que le suman poder a las resoluciones de condición de los mundos en que todos, o la gran mayoría, vivimmos, que describen sus nombres, y es que, la subcriatura engendrada, no sólo quiere inmortalidad, sino que quiere que sólo queden vivos los que ella y sus compañeras quieran, que serán realmente pocos, puesto que la realidad que ella generaría, sería una realidad en la que seguiría haciendo lo que hace, de modos alternativos tal vez, mezclándolse esta vez, ya si con el mundo en una forma consistente más desarroyada con la que poder abarcar los privilegios que le corresponden sólo a quien gana la confianza con presencía cara a cara, día a día, con el mundo, de quien transforma con la hechicería como único arma, tanto gozando todo lo que puede como sufriendo por su abundante vulnerabilidad, ya que son seres de carne y hueso, no de fango y ocultos, cobardes, desconocidos, en el pozo en el que, por instinto, se sabe que es mejor ni caminar por sus alrrededores a paso tranquilo, intuyendo, por esencia, los zarcillos que extiende, contra más cerca de su cubil, más poderosos e invisibles, pero no por ello, que no hayan alcanzado ya, casi la totalidad de la superficie, de, no sólo nuestro mundo, sino de mundos a los que ni siquiera podemos llegar (ni...quizás debamos hasta dentro del colmo de la abundancia de tiempo, del mucho, aún). No me queda sino hacer una advertencia a los que pretenden ganar, y es que, aunque en sus planes entrase el destruir a la criatura una vez que ella hiciese el trabajo para el que fue concebida en principio por aparente casualidad, por más que por...crueles, por el ansia de victoria, se riesen y disfrutasen notablemente, la criatura ha cobrado mucho poder y es posible que esté advertida sobre quien es el que la domina, pretende o cree que lo hace, y que, allí, en el seno de sus dominios y en el que planea y hace en absoluto...secreto, ya haya urdido lo necesario para poder efectuar su siguiente movimiento con las espaldas cubiertas, puesto que si tiene conciencia, quizás nada destacada si la comparamos con su maldad, pero la tiene. En el pasado, las mentes naturales que contaban con la virtud de, no sólo fuerza, sino resistencia y mayor tranquilidad, ya mencionaban a algo parecido a esta criatura, posiblemente la representación de la realidad que representa, quizás a una variante más avanzada, más original, que hace por volver a la vida, la solitaria y letal górgona, antes de la proliferación de los impacientes que fueron creados a cambio de la ridiculización, constreñimiento y atrofiación derivada, de la magnificencia de sus seres, que contaban antes de perderlo, con toda aptitud propia de un periodo que demuestra su razón por estar tan solo un paso por detrás del nuestro en avances, a pesar de haber pasado tanto tiempo y que, entre ellos y nosotros, esté la negrura, tercera forma aproximadamente, de la criatura antes de hundirse bajo tierra en su metafórica recuperación de...fuerzas, para ofrecerles después supuestas virtudes, sólo que falsas, ya que no se trataban de hijas de la experiencia de la esencia, sino de objetos que requerían la destrucción de benditas partes del mundo y que culminaban con la depreciación e incluso despreciación de la inventiva pura, para después ser algo devorado por la negrura misma que siempre es en su incansable combate contra su adversario, y sustituido por la contaminación dispersada por ella con tal de probar formas de control de la luz del mundo para manejarla hasta hacerla desaparecer aunque ella no lo supiese, pues ese es el fin de todo lo que se maneja, poco a poco, a cambio de alcanzar una época de máximo esplendor en los macabros planes de muerte de sus representates de más poder, volver a caer, y resurgir, esta vez, con más consciencia aún de destrozar la gracia, sólo la gracia..., sus motivaciones tendrán. Luz y oscuridad, genialidad y persistencia, en seguida o torpemente...quizás para no llegar a ninguna resolución, porque la vida es que los problemas no existan, y, en caso de surgir, que desaparezcan inmediatamente.

Hoy el paseo, a parte de por la inebitable parte de ciudad contenedora de, realmente, sublimes experiencias por la parte que tiene de lo que realmente existe de lo que se ha hecho, no deshecho, sino hecho, aunque le reste terreno al campo...

(Me acuerdo ahora de una muchacha que me dijo una vez con aires de superioridad y con un aire de como faltar al respeto, de despedida de lo que podía haber seguido siendo una buena amistad...aunque ella no hubiese conseguido ni de una forma ni de otra, desfogarse en lo relativo a relacciones carnales conmigo, previa manipulación o control...o lo que sea, pero intermediando los estúpidos entre ella y yo: ''Para construir hay que destruir''...muy resuelto, muy totalitario, todo muy del estilo a la tribu urbana a la que ella había entrado...un poco jugando, pero una tribu más bien sectaria que...por dinero, por seguir sacando de donde no hay, el efecto es que sus seguidores, aderezados por mucho vicio y 0 responsabilidad por más que trabajen, dejan de ser, en muchas ocasiones, aceptados, para ser absorbidos. A parte de que si se destruye para construir, es porque no se plantea quien sea hacerlo de un modo en que no sea requerida la segunda parte, tanto en el terreno como en los materiales, pues ¿que consciencia tiene el barro de los ladrillos?, ¿o las piedras del campo?, más las piedras que los ladrillos, pues, con buenas piedras, no hace falta el cemento que si que puede sepultase a algún insecto, y sin cimientos ni nada...ni la hierba y los árboles la tienen, lo que si podríamos hacer es dejarnos morir para no acabar con la vida de las hierbecitas donde fuésemos a construir un edificio, o lo que si podríamos hacer sería hechar un compuesto ahuyentador de insectos en la zona donde fuésemos a construir..., en fin).

...ha sido por el campo precisamente, lugar al que nadie te impide ir a vivir, más que si lo quieres, si estás preparado/a como ni ti imaginas para contemplar el origen de donde proviene todo y que, de otra manera, tiene asegurada su perdurabilidad predominante...básicamente hasta que la última luz de la existencia se apague, y si no es así por alguien que se planteé negarse a ello, un gran bien podrá ser contemplado, pero al mismo tiempo, de un gran mal, de una existencia extrema como no lo sería nada más que tuviera cabida aquí, en el absolutismo del que somos ocupantes.

Ahora mismo estoy sentado ahí, como un ser de este mundo más, real en este momento, con mis particularidades como tal más presentes que de ninguna otra manera, con la espalda apoyada en el tronco de un bonito y adulto árbol bajo, de tronco cruvado en varios puntos, grueso, firme, cargado de una energía...de la misma naturaleza que la de Dios ha de ser, pues es...magnífica, en realidad como la de todo en la simbiosis de mi cuerpo con la capacidad de percepción despertada mediante el humanismo, sólo que con el añadido de que es algo biológico. Esa humanidad de la que hablo, la he conseguido despertar yo porque la busco, porque la conocí en su día hasta tal punto, que me es imposible olvidarla...; el punto sería el modo de explicarlo que diga de recuperarla para hacerla crecer, para perder madurez, llegar hasta el punto donde me quedé, y, finalmente, retomar mi deseo de entonces, que no es otro sino sino el descubrir hasta que número y punto pueden llegar las capacidades de las que fui consciente, las que empecé a serlo y de las que sólo atisbé un pequeño algo, aunque siempre creyendo (o evolucionando a pensar) en la comunión entre mente y voluntad, y universo, con la altura a la que pondría eso a los pensamientos, todo gracias a lo que hubo antes de la llegada del mal definitivo a mi vida, desarroyado durante mis revolvimientos en sus zarandeos, pero que no se puede decir que fuese gracias a ello, pues yo era joven entonces, y estaba muy preparado para la grandeza...hasta el punto de que sólo me esperaba eso, con más disgustos y aprendizaje por medio, me da igual, mientras que durante los zarandeos y derivados, habré conseguido esquivar a la muerte 3 ó 4 veces, y siempre gracias exclusivamente a lo que queda(ba) de mi de ese que había sido antes.

Frente a mi, leguas y más leguas de terreno bello, misterioso, tranquilo, pero vibrante por vivo, vivo por vibrante, una inmensidad de la que sabes que, si sigues adelante, encontrarás..., estoy seguro de que el infinito en todos los sentidos, pero ojo, si se quiere infinito lo que puedes hacer real únicamente, es afrontarlo con infinito, que no es si no con la apreciación de, desde lo más mínimo, hasta lo más grande, siempre lo vivo antes de lo artificial y, esencial detalle, teniéndote en cuenta a ti también, que puede que reaccione a los descuidos y la destrucción, y al ciudado con mimo que siempre encierra experiencias sólidas por ser nosotros de músculo y hueso en nuestra mayor parte, músculo que quiere tanto esfuerzo como ternura, ya que, si no has olvidado, era en tu niñed y adolescencia, cuando más libertad tenías y podías haber seguido teniendo al fin y al cabo en un mundo, si, fraguado en la energía, pero sentidor en una escala de cientos de remiendos de carácter mecánico...mecánico biológico de la misma, porque es eso...con una larga vida, sino infinita...por lógica, pero la experiencia se paga cara, porque el amo no admite competencia..., aunque, realmente, me gustaría conocer los que no preveo sean del todo alagueños, designios.
También, a mis lados, hay parajes que discurren accidentados e inhabitados por seres humanos que pueda apreciarse a simple vista, aunque a la derecha si que se distingue un muy alejado grupo de lo que deben ser bastantes casas en lo que debe corresponder a un pueblecito no demasiado grande, una distancia que, de hacer andando, colmaría y justificaría, por ejemplo, tu presencia aquí, y con el mismo funcionamiento que todo, que pez en pecera pequeña, que crece lo mínimo, que brazos que están atados, que piernas que no se usan, instinto que no se deja...volar, lo cual hace...lo que no hace falta que os explique, pues todos, aunque mínimamente, seamos ya muy esclavos, por más que no hayais encontrado el modo de liberaros y haber alertado a los centinelas del pozo.
La clave de...en realidad, de todo, está en el modo en que vas a volver atrás, quizás la cuestión principal en la que deberíamos centrarnos para enmendar errores ante la falta de los medios para algunas acciones, que hicieran de las cosas algo perfecto. Mira el siglo en que estás, mira lo que dicen de él y luego mira lo que es; a mi parecer, hay que hacer lo que sea posible porque se vayan zanjando los medios esenciales de hacer las cosas perfectas, eso siempre y cuando no cuentes con demasiada iluminación...cosa que se aprende cuando la sucia te ha tenido esclavizado, disimuladamente, ya que su presencia es humana y aún...le faltan partes que controlar, cuando te deja sin nada, cuando te convierte en máquina, sin voz ni voto..., porque es así, porque está pensado para eso, porque te ata, porque no puedes moverte, porque no en todos sitios hay aparcamiento para tu silla de ruedas, y aunque lo haya...''mejor'' estás mascullando atrocidades en lo que antes era tu querida habitación de mundos, iluminación y mañana, y ahora es un cubil, por ti, que...es tan malo que no valgas para nada como que no valgas tampoco nada.
Tras de mi no, tras de mi, a poco espacio, está mi ciudad, con campo previo, claro está, pues no es muy larga, pero tampoco exactamente corta, la distancia que me separa de ella, y es curioso (nefasto realmente, pero ya dije...que, dentro de lo que cabe, te acostumbras un pelín a la ruina absoluta, de ahí que diga curioso en vez de patético, aunque sólo he tenido que pensar un poco para rememorar con las entrañas principales así como las de cada parte de mi cuerpo, sobretodo, supongo, de mi mente, que es donde se haya el sufrimiento, que la situación...era fatal absolutamente, como...una vez explicado y encajando por fórmula oculta de lo insinuado hace un rato y respectivo al todo lo del todo y con el todo, ya no), ese campo que me separa de mi ciudad, es...diferente al que tengo tanto delante como a los lados, quizás porque no estoy en él, porque la distancia siempre invita a soñar, puesto que en una parte del mundo, estás, sea donde sea que estés, pero la distancia te hace, pensar, ineludiblemente, aunque la consciencia lo descarte por completo, aunque lo descarten incluso los sueños, de nuevo, en la libertad...o la salud, sólo con verla, y porque los lugares que has estado pisando los últimos años son sinónimo, debido a la asocación con la realidad de la consciencia corrompida, de tormento, tormento sin sueños, sin imaginación, sin esperanzas por lo tanto..., dinero...sólo dinero, y el insuficiente, es lo que tenemos las víctimas de la atrocidad, de la figura del mal en...este siglo XXI, lo que me hace preguntarme que, cuando pase el tiempo, cuando sea más experto...hasta que punto podrá hacerse con el control total de los seres como si fueran marionetas ya...totalmente bajo su merced...sin consciencia, programados/as para parecer los que eran, pero siendo esa supuesta personalidad, algo virtual, y, por lo demás, muñecos de trapo, mano de obra gratuita, devoradora de pienso, encerrada...ahí, en algún lugar del interior de sus mentes pero sin poder acceder al control de sus manos y su lengua, como ya, como se puede, se intenta (y consigue de sobre manera, hoy...mediante el miedo al sufrimiento que ya se encargan de que pruebes para que conozcas, mediante el miedo al sufrimiento de que ya se encargan (y se vuelven a encargar, de que preuebes para que conozcas)...por la sombra...por la sombra).

Desequilibrio anímico absolutamente completo por tandas.

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Hoy mis pasos me llevaron a un lugar cercano, aunque no vine andando. Andando hubiera tardado al menos 1 día, y luego ¿donde iba a dormir?, a parte de que, 40 kilómetros andando...aún no, aún no estoy preparado. Para poder hacerlo, la hija del mal, debe pensar en mi con amargura, no con sorna y divertimento, y, para ello, debo escapar del todo de su control y estar así 2 años y pico, pues el vínculo que hay entre ella y yo, es fuerte aún. Está sobrada de la energía vital de sus muchas víctimas y esclavos, por eso, no nota mi actual potenciación con ayuda del mago que supo en su día cosas con las que luchar contra la devoradora, y que recientemente compartió la ayuda de su conocimiento conmigo, pero, la maligna, lo que se por experiencia, no tolera perder a ni uno de sus...prisioneros, por nada del universo, pues perder a uno que debilitó y debilitó, significaría que alguien con cierto conocimiento sobre ella, pudiera advertir con convicción, de lo esencial que es que la evitemos y recurramos a...bueno, a lo que cualquier de sus víctimas anhela en carne y mente como aquello que piensa que nunca el mundo debió perder pero que, uno de los males en en que se manifestó la oscuridad en...una o más formas de las que tomó antes de la actual, sembró con tal de que perdiéramos lo más posible, para imponer la ignorancia, la ignorancia hacia hasta la vida más desapercibida y sin realización de ningún tipo de odisea, pero feliz, tranquila, fuerte, sana...como mínimo. Para más información, decir que en ese estado en que en la mente del mal apareces como frustración por no poder encontrarte y, muchas veces, volver a realizar el ritual de vinculación a ella, su mente y su poder, con un tiempo más bien largo incluso retenido en el propio centro neurálgico de sus actos, el pozo, debes estar...con su adquisición de poder cada vez mayor, 2 ó 3 años, 2 ó 3 años (que aumentarán algún día quizás para que jamás en vida ya nadie pueda huir) sin que pueda localizarte y transladarte mediante la mano de sus perturbados por engañados, pero también seducidos en totalidad (no se si habrá alguna excepción) a cuenta de recompensas, súbditos, de nuevo allí, a la grieta rezumante de esa sustancia que es como petroleo burbujeante y que no es, como ya os dije, sino su esencia. Una vez pasen esos 2 ó 3 años, que puede ser menos si no te ha aplicado su debilidad con toda la voluntad con la que cuenta le es posible, lo cual dependerá del reto que la suponga, podrás ir, poco a poco, recuperando tus fuerzas, tu musculatura, tu autonomía, tus capacidades intelectuales...y volver a ser tu, tal y como fuiste y sin ninguna duda, pero, os advierto que, si lo consiguieseis, deberíais tener cuidado con lo que haceis, pues la toma de poder de la maligna, es acumulativa, y, de cuando no podía apresar y manipular a las gentes como lo hace ahora debido a su lenta e inexorable evolución, hay otros medios de caer en sus fauces que están al alcance de cualquiera, desde cosas inocuas como actitudes, hasta sustancias que a ti, tu sabrás, si te internan en su reino de tinieblas, en su gris limbo, y si...tu mismo/a haces por no evitarlo... ... La lucha es difícil, es dura, ...encarnizada...

El recorrido de mi viaje de hoy hasta este lugar entre y en las montañas, aunque apenas ascendí a ellas dada mi debilidad, fue muy bonito. Lo hice en tren, pasando por grandes extensiones de terreno verde, algo húmedo, hidratado. Vi yerbas, vi árboles, vi vacas, ovejas y aves, rondando los campos, que, según me alejaba de la ciudad en la que vivo, eran cada vez más accidentados e inclinados a la elevación. No hay ya nieves, ni en las cimas de las montañas del paraje al que llegué por destino, pero, de todos modos, fue situarse en lo que a temperatura se refiere, en una primavera temprana, una primavera revolucionada que hecha aguas y hielos sobre el terreno, dado el clima que hacía de cielos medio cubiertos de hoy, influyendo también la topografía y la altitud del terreno de esa gran, aunque dispersa, comuna de habitantes de una de las zonas que, anímicamente, me hacen henchirme de inspiración relativa a la esperanza de poder volver en cuanto a libertad, algo que no debe ser demasiado desorbitado plantearse cuando el destino es lo primero que te da a conocer, al pasado.

He estado 4 horas y media, rondando por ese lugar, de paisajes encantadores, de construcciones pertenecientes a en lo que se basan las antiguas historias supuestamente fantásticas, armonía y maravilla. El mal ha hecho estragos últimamente en todas partes, ni este lugar siquiera, un lugar que en su día contó con una protección notable, ha salido indemne de su fuerte y reciente acometida en el mundo, pero...también hay que decir, que resiste con mucha tenacidad, pues está por delante incluso, de lo que otros lugares eran hace 30 años; quizás por eso he venido a visitarlo, porque es una fuente original de poderes humanos innatos y llegados a buen puerto a cuenta de una gestión impecable de...la realidad, o quizás...pensándolo bien, una mezcla de ambas, sea el paisaje, tanta montaña, tanta fuerza, que rechaza y asusta al intento de la debilidad de manifestarse, pues sus dimensiones, son asombrosas, que parecieran interminables..., y así han de ser, pues multitud de carreteras y caminos, se adentran en diferentes partes de sus territorios, asegurando según estimo, el tener que contar con mucho tiempo para conocer cada rincón de las partes que suponen el hechizo de este lugar; las casitas, pequeñas, como todo en este mundo, quizás algo más grandes, abundantes preciosas y exclusivas en todo el número de ellas que destaque, diseminadas por casi todas las partes de estos territorios, en las faldas de estas montañas, es las lomas, independientes, cada cual diría tras mis vistazos rápidos siempre y cuando no estoy ensimismado en mi tormento, contenedora de la magia de un libro de fantasía y aventura bien escrito y bien presentado, pero no sólo para seducir al comprador, sino por pura inspiración, profesionalidad y amor de cada uno de los que se encargan de darlo, sobretodo, contenido, pero también forma; adusto, pero encantador, bonito y atrayente pero sin ningún tipo de rimbombancia que se llama así por ser que no hace honor a lo que luego no es. Aunque también estuve en el centro de la urbe, donde se acumulaban las casas todas al lado de unas des otras, o encima, puesto que eran pisos, o encima y al lado, cuando casas y pisos se hayaban pegados. Es un lugar en el que hay dinero, o lo hubo, o mucha fuerza (como dije antes), luz..., porque la aglutinación de edificaciones, lejos de transmitir una sensación de agobio e inseguridad, hacía lo propio dando unas fuerzas de las que hace tiempo estamos acostumbrados a tener más por lo bajo que por encima de la frontera en que hoy han estado junto al sentimiento de vestigios de un pasado mucho mejor y el consecuente ánimo. Caminé por el campo, siempre deprisa, por diferentes salidas hacia esas montañas, situadas en los lindes de la urbe concentrada que se diría está situada en la parte central de este valle, y por zonas exteriores y, tal y como estamos acostumbrados sucede a cuenta del la evolución de las acciones basadas en instinto verdadero humano a lo largo del progreso, menos aglomeradas, en realidad hasta dar con las casas en la alta montaña, que ya si (aunque no fui, pero vi desde lejos), campaban ellas solas sin, quizás, ninguna otra construcción alrededor por varios kilómetros. Las zonas exteriores me traían la sensación de que por allí debía campar la sombra, por lo que me fui adentrando poco a poco y alerta, pero, para mi sorpresa, las pocas personas que vi, parecían todas inteligentes, resueltas y duras, como si fuesen gente hecha de otra pasta a la hay por la mayoría de los sitios, con lo cual me reafirmé en mis sospechas de que esta ciudad sumida en cuestas y que no dejaba más que una placita central de unos 65 metros de largo, a lo llano, era lo que hacía que la gente desprendiera esas fuerzas, puesto que, gracias a la geografía de terreno, no había tenido oportunidades de perderla, y, quien hubiese llegado allí tal vez por obligación y seducido por su belleza, pero débil, finalmente hubiera decidido marcharse o hubiera quedado colapsado por el gran número de personas de la clase de comento. Ay la debilidad...el principio de la esclavitud, el principio de que queramos que alguien haga nuestras cosas, aunque hay variantes, como que las personas fuertes quieran hacer de alguien ''nuevo'' alguien fuerte, y, como no, la forma de actuar de la sombra, que pone al fuerte en manos del débil y estúpido sobreprotegido, negando así el sentido original de un mundo evolucionado en el que debe ser el fuerte, experimentado, el que administre...con una bondad que no admita otra posibilidad más que esa, excepto cuando se da el suceso de intentar dañarnos o causarnos desagrado, como ideología...la mayoría de las cosas, supongo, para volvernos fuertes, o al menos controlar la debilitación general de la especie, que no puede acabar sino con nuestra estupidificación y extinción de gran número de los que somos.

El ser se realme en estos momentos, sonríe hambrieto al mismo tiempo que mueve con energía lo único que puede mover de esa manera, o sea, cuello y cabeza, como ser inacabado o gestado en un proceso que tuvo muchas cosas por zanjar en su formación, por la, en realidad, insuficiente capacidad reproductiva razonable latente, en quien lo dio la ''vida'', aunque más bien fue simplemente animarlo, que es, y se relame en estos momentos. No se en que estará pensando, pero está muy excitado, excitado para la destrucción, tal vez conscientemente en la mayor parte del porcentaje de sus pensamientos, dado su completo conocimiento de que, no puede otra cosa y, según sospecho, por lo que se obcecó obsesivamente en crear un mundo en el que, después de destruir hasta dejar por debajo de él, a la totalidad de los habitantes con los que comparte lazos naturales, él se presente como lo más preparado, llevándose así consigo admiración y bondades de la, por otra parte, perdida o humilde población, que cree que todo aquel que se plantea gobernar, es porque le importa la integridad del la sociedad de las personas, que somos las únicas que hacemos las cosas estas de gobiernos y demás, en este mundo. Se que está haciendo eso, porque, de estar yo en su mente de hechicería oscura, esclavizado, también él está en la mía, aunque sepa evitar que me entere de casi todo de entre la totalidad de lo que pasa por la suya.
La criatura que creamos (2).

Después de reafirmarme de la seguridad que había por ese extrarradio, mis sentidos se sensibilizaron, y vi, escuché y note en la piel de manos y cara, así como en el aura de mi pecho, piernas y espalda, todo cuanto había allí. Barrios muy tranquilos, barrios humildes, no muy antiguos, pero tampoco modernos, en zona alejada por las lomas de los bajíos hacia arriba, en en fabuloso contacto directo con el campo que había incidido en decisiones supongo, de no asfaltarlo todo, por lo que, los aparcamientos mismos para algunos de esos grupos de edificios, estaban establecidos sobre tierra y arena en vez de sobre cemento, y tierra y arena donde crecía alguna hierbecilla, en medio de aquella lejanía relativa, podría decirse que, como guardia de todo el territorio, de la zona popular por donde campaba la gente atraida por lo más fácil posible, aunque en este lugar fuese sinónimo de una destacable fortaleza con la que no contasen en otras partes, por estar donde estaba situado, pero, sobretodo, por ser ciudad y tener un largo recorrido por ello, que garantizaría el desplazarse bastante por esos terrenos hasta como mero entretenimiento para visitar lo más motivante que hay para el pueblo llano en general, que serían los negocios y lugares de ocio de que dispusiera la urbe.

Encontré callejuelas, que no eran ni siquiera eso, sino meros lugares por los que se podía pasar andando pero que, de vehículos, cabría una bicicleta y no más, por las partes traseras de esos barrios, las que lindaban con la naturaleza ya de los exteriores de los dominios de esta población; fue el último lugar en que estuve antes de que tuviese que ir de nuevo a la estación para coger el tren de nuevo, esta vez de regreso, del cual lamenté que fuera con tanta luz diurna, ya que la primavera avanza y ya hasta las 21:15 no empieza a notarse lo que, claramente, sería una entrada de la noche propiamente dicha, un momento que, desde hace años y más años sin tener muy claro por que es, me resulta el más motivador del día, aunque creo que era porque era cuando empezaba esa parte del día tan magnífica que era la noche, una noche que aderezaba con colores, historias y música hasta bien entrada la misma, antes de caer en las garras del mal para el destrozo de mi persona, con el resultado de que, la consciencia, quedó debilitada, herida, haciendo, siempre y cuando se podía y entre sufrimiento extremo, el tumbarme en la cama e intentar que mi mente se apagase, para no tener que pasar las tortuosas experiencias que, por obligación y acción de la monstruosidad, sucedían casi cada segundo de lo que antes simplemente era vida de mayor o menor calidad cuanto mayor o menor fuese tu inclinación hacia el bando del progreso o la estabilidad, o de la inexistencia, que se justifica con sedentarismo y sumisión comunicativa. Todo esto, como si lo normal para los tiempos que corren, fuese para las personas sanas y con cierto poder, disfrutar en libertad, con lo que tal condición quiere decir realmente en la amplitud de su significado) de ambas partes del día, de día y noche. Yo lo intento, ya se todo cuanto hay que saber para no ser engañado por ninguna clase de charlatán; aquí, si hay alguien que charla, soy yo, con cualquiera, pero, ahora que he alcanzado esa condición (aunque en realidad la alcancé hace tiempo, pero...bajo el dominio absoluto de la maligna, de poco me servía)..., bueno, la verdad es que empiezo desde abajo, literalmente (para que os planteeis la calidad de mi ser), y con las capacidades...sumamente mermadas, pero intentaré establecer con esto que veis, la base de mi imperio de fuerza, paz completamente indiscutible y luz, con tiempo, y recursos, claro. Esto simplemente sería la parte justamente inicial, y viendo como está todo, puede que no sirviese absolutamente para nada de nada, pero insistiré, una y otra vez, no haré lo contrario en ningún momento a partir de ahora, para ser veraces, como fue a partir de cierto momento desde hace años, hasta antes de perder la cabeza, pero ahora con la ayuda del mago deidad y con una estructura de mis propósitos, indudablmente perfecta...lo cual no os pido que creais, sino que simplemente sintais tras observar. Se quiera o no, soy un campeón de la ''luz'', y eso, si es que algún vasallo del mal general, no acaba conmigo, se notará irremediablemente siempre y cuando mis pasos no sean interrumpidos, de manera temporal, continuada o fatal. Tengo que mantener mi pensamiento alejado del conocimiento de la sicópata-sádica-burlona, eso principalmente..., pero no es lo único que debo hacer para garantizar que mi cometido de perfección absoluta llegue a buen puerto. Cuento con amigos, con amigos poderosos con los que nunca he hablado, de mi misma...pasta, cada uno de nosotros nos encargamos de alguna de las partes del plan global de establecimiento de la singularidad, pero...yo, y otros como yo, sólo que yo como elevado rango de esta comitiva, fui asignado a entrar en el mismísimo cubil de muchos que tiene repartidos por el mundo, del monstruo, no se hasta que punto...uno de los más fatales, pues incluso en el pasado hubo profecías ocultas en obras sumamente importantes y conocidas, que avisaban únicamente y en concreto, de lo fatal del que yo soy responsable. Añadir como última nota, que no fui yo quien pidió que se me asignara esta tarea, sino que los dioses andan detrás, puede que...en cada parte y cada detalle de las vidas de quienes ellos escojen, sin que puedas evadirte de los planes y designios que te tienen asignado..., minuto tras minuto...semana tras semana, año tras año..., hasta que estás completamente encarrilado y centrado sin excepción, en realizar únicamente lo que ellos decidieron debías hacer. Yo creo que eligen a personas con potencial, y, como van pudiendo, van metiéndote en la tesitura necesaria para que acabes siendo un enemigo directo de la...estúpida bestia, porque ella no lo ve y, por grande y letal que sea, eso no significa que no sea realmente, una entidad estúpida...pero vamos, estúpida por completo, pues, de hecho, su mal...como posiblemente todo el mal, está directamente relaccionado en proporción con sus múltiples, múltiples y múltiples limitaciones, aunque es...tan fuerte...que al final se decanta por él como ocupación principal, sin albergar zozobra o duda algunas.

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Ayer nevó, desde primera hora de la tarde hasta casi el final del atardecer.

Ayer por la tarde fue un día de esos que no salí de casa, no, excepto para ir a un bar de cerca de mi casa a comerme algo a las 20:00 de la tarde, por no comer lo mismo que como todos los días de lo que pueda hacerme yo rápidamente, que no pasa de algún sandwich de fiambre...calentito, eso si, y con queso que de calentarlo se funde en un rico bocado que le hace salibar bien a la boca mientras lo masticas y saboreas, y alguna salsa de las muchas que se pueden comprar en los últimos tiempos en los súper o hipermercados. Ya no sólo venden salsa de tomate y mahonesa (o al menos eso a lo que tienen llamado así, que no está mal, pero que comeríamos con mucha más pasión y más agusto si fueran naturales, hechos en casa...caseros..., o al menos la mahonesa, aunque la natural sea un riesgo luego, por lo de la salmonelosis de los huevos crudos, pero bueno...), sino que venden, si vas a un comercio lo suficientemente grande, por lo menos, una decena de salsas diferentes, e incluso 30 ó 40 si vas a sitios realmente grandes y dedicados sobretodo a la alimentación...quien decida alimentarse, quien guste de ello en vez de dar prioridad al alcohol y a un poco de comida tan solo entre medias, que es algo que, lamentablemente, le ocurre a mucha gente y que está haciendo estragos en la sociedad porque repercute de las personas que lo hacen de las que la componen. El alcohol...ay el alcohol; se dice que fuese posiblemente el principal que usó del regente de la inexistencia en la existencia, el que está ahí sin existir, el dios durmiente, el más poderoso que hay, puesto que todo lo demás es un acto de rebelión contra él, actos que pueden llegar a muy buen puerto, pero que, en el caso de la humanidad en la actualidad, viene siendo que al ingerir la podredumbre del alcohol, nos acercábamos a la esencia y forma de esa fuerza que, de notarse, se nota desde el principio, aportando beneficios, ya que ese es su poder, sólo que, al final, acabarás siendo su esclavo y sirviente, pues él es mucho más grande que tu, y, aunque sea duro como la dicen que es la verdad, para haceros comprender esto, no me hace falta entrar en ninguna otra clase de detalle.
Iba diciendo que...o dando a entender, que otros días a estas horas, lo que hago es hacerme bocadillos a los que hecho algo de fiambre, queso y alguna salsa de las muchas que se pueden adquirir en los sitios a los que voy yo y que, claro, están a disposición de todo el mundo. No se puede comer siempre lo mismo, incluido el queso que, personalmente, uso para mis bocadillos como he indicado, porque acaba hartando. Lo natural, de ser natural en todos los casos...elaborado artesanalmente, es loable, o al menos durante algún tiempo, siempre todo durante algún tiempo, pues, como dice el dicho: lo poco agrada y lo mucho cansa, pero estamos en el casoo de la comida ''casera'', una comida con muchos matices provenientes de una elaboración satisfactoria pero inexacta, siendo esto inexistente en la mayoría de productos que consumimos en la actualidad, pues no tienen nada casero o artesanal, aunque eso es en segundo lugar, siendo lo principal, que se repiten constantemente...aunque en realidad es la combinación de ambos conceptos. Estos productos los hacen todos máquinas, que tienen medidas y tiempo de los diferentes tratos que se los va a dar, programados, y eso, a la hora de consumirlos, determina que tengan siempre siempre, el mismo y exacto sabor..., ni que fuéramos gilipoyas, ni que porque un día ''nuestro queso'' tuviese un sabor ligeramente diferente, fuésemos a...cargar contra la marca en plan crítico y con sentencias como: ''Esto no era lo que yo buscaba'', etc, etc..., sino que se disfruta y se disfruta..., total, mientras fuese comida...; ¿que no se quiere con carne?, pues bien, sin carne; ¿que no se quiere con verduras?, pues bien, sin verduras, pero vamos, que por comernos un día un ''tomate frito'' con una pizca más de sal, o de aceite...más frito, o menos...de todo, no nos pasaba nada. En cualquier caso, me gusta comer calentito, eso si, por lo que tiene a su favor...ya que, comida caliente...bueno, al calentar la comida se hace que sus grasas se diluyan, con lo que no estamos ingiriendo un cúmulo que, a parte, tiene características que hacen que así, acumulado...quizás porque la condición de ese estado, sea para la realidad en que estamos, el que esté frío obligatoriamente...no sabría decir, sino que estamos comiendo algo que se extiende por toda la boca antes de que, poco a poco, podamos irlo tragando (los dioses rebeldes son auténticos maestros, los que corrompemos sus planes somos, conscientemente, nosotros, por la tontería de...bueno, no es una tontería, porque el mal es poderoso...el mal hace creer en las categorías de personas respecto a la tranquilidad y libertad que se merecen, pero eso no es así...o al menos no para que el funcionamiento de la humanidad y su expansión por el espacio para relacción con otras razas y culturas, fuese satisfactorio...así, hasta la inmortalidad, la cantidad de espacio y tiempo inacabable), estando el sabor de las cosas, o al menos en las que nosotros disfrutamos por ser...unas máquinas, complejas, pero máquinas, cuyo devenir ha sido ese desde cierto tiempo y hasta cierto tiempo de manera totalitaria, que tienen entre una de sus características, esas, en las grasas principalmente de lo que es el alimento que más nos gusta comer (acción que tiene beneficios por si sola), aunque haya excepciones, que, la verdad, en este caso, son de un totalmente irriosorio número, una de las cosas que quizás menos abunde en la realidad que fue dispuesta para noosotros y de la cual, cuanto más avanzados estemos, más podremos hacer que no sea adquirir información mayormente.

Pero si me he explayado tanto en la explicación era para que entendiéseis por que era que necesitaba algo de cocina, otro día más, ayer por la tarde, y, por no dedicar demasiado tiempo a un tiempo que a día de hoy me falta a raudales con atraso de mi ser respecto a lo que debiera haber sido mi vida sin la presencia del monstruo que tantos...años me ha robado y que es lo que hace con sus víctimas hasta que la conjunción de ser y esa medida que acabo de mencionar, se desmembra, matando finalmente, tras mucho sufrir, a la víctima, por...ya no poder haber actuado preparándome con calma y disfrutando de la vida, unas costillas al horno, por ejemplo, o unas pechugas de pollo con un machado de ajo y perejil, y su salsita, unos macarrones con tomate, queso y chorizo...cualquier cosa. que no me hubiese servido sólo para merendar, sino también para cenar y comer algo al medidía del día siguiente, o cuando me placiese en el plazo de 3 ó 4 días que se pudieran haber conservado ante mi instinto goloso, puesto que, con frigorífico, en realidad podían haber aguantado mucho más, me fui a las 20:00 a un bar. Salí directamente de casa a esa hora, bueno, aproximadamente, sino cuando faltaban 3 minutillos o así para que dieran. Normalmente salgo a las 19:00, porque los cocieros entran a trabajar en los bares por las tardes a las 18:30 más o menos, y a las 19:00 ya están disponibles los primeros pinchos o aperitivos, pero ayer me enrredé, la verdad, lo cual es extraño en una cabeza tan...gobernada por el mal, como la mía. Yo soy buena persona, no nos equivoquemos; a lo que me refiero con ''cabeza gobernada por el mal'' es al sufrimiento que tengo que soportar, básicamente, día tras día a cuenta de la presencia cada vez más notable del mal y su libre albedrío, aquí, en el mundo, en un mundo tan lleno de distracciones y codicia, que lo que debiera preocupar a los que tienen potestad de realizar acciones de castigo porque tengan licencia ante fuerzas armadas, no se tiene demasiado en cuenta, o al menos no cuerdamente, sino que...pareciese, si observásemos desde una perspectiva de microscopio etafórica, o estructural, observando un caldo de cultivo, que los castigos, las lecciones o reprimendas, se dispensasen basándose en algo no muy diferente a lo que vendría siendo puro azar, a capricho de quien sea que sea un miembro de las fuerzas oscuras de diferente convicción y/o permanencia, durante cuanto tiempo quiera y con la intensidad que él o ella elijan...que puede ser incluso enorme y durante el tiempo necesario para que acabes muriendo sin haber tenido descanso en cuanto a contrariedades y torturas semi-directas, sin conseguir más que agasajar a dichos individuos mientras están a tu lado para que no se centren en ''perforarte'' con todo lo que tengan, por pura gravedad, pero, en realidad, porque están entretenidos, no por compasión, que sería una actitud a la que no tienen alcance, por ser ya una parte de la escala de corrupción de sus naturalezas, que no está preparada para contener ni esa ni muchas otras virtudes en general.

Con la nieve, con el frescor establecido en el ambiente, daba gusto ver la calle, aunque en realidad lo que...de nuevo, te devolvía al estado de inmortalidad, era la cojunción de la vista, con el tacto y el olor, así como por dentro estar regado por algo que hayas hecho con responsabilidad por haber podido permitirte superar a...otra responsabilidad, para contigo, para con el mundo que, en determinadas circunstancias (las habituales), no es vivir, que sería lo que te aportaría ese ''riego'' del que hablo siempre y cuando sea con cosas derivadas de lo relativo al fortalecimiento, mientras que lo otro es vida, si, claro, como no, ya que otro nombre no tiene esto, pero en este caso, ligada al destino de la existencia de cuantos haya en este mundo y quizás en otros, a partir de que todo se transforma en tu unión al grupo de fuerzas de la eternidad, de fuerzas...como no podría ser de otra forma.

Normalmente salgo a las 17:00 de la tarde, después de comer, hablar con un amigo que vive lejos por teléfono, tomar un café en casa y estar un rato tumbado en la cama para dormir o no, a hechar un ratillo en la calle, dar una pequeña vuelta para liberarme lo más que puedo permitirme, de tanto tóxico como habrá en mi cuerpo a cuenta de la inhalación de humo de tabaco; si...más o menos, la media es esa hora, pero ayer, que si dormí, al despertarme me quedé embelesado viendo como nevaba sobre ya un terreno bastante blanco de lejano campo salvaje que hay frente a mi ventana, tras la ciudad, ya que, la verdad, es que mi piso es un 7º y desde él se puede ver prácticamente de todo (aunque también depende de la zona en que está, porque hay otros 7ºs que están en una hondonada y lo único que pueden ver es urbanización, pero no es el caso del mío, que no es que esté en la urbanización más alta de este sitio, pero si coincide con que en frente hay unas montañas muy altas que son lo que veo y sólo podrían tapar rascacielos, y quizás ni siquiera eso, y, en cualquier caso, de esos aquí no hay, sino que lo más alto que hay creo que son 10os. Las montañas nevadas, el cielo gris, un leve pero sonoro aullido de un viento que parece joven e incansable...pero no de invierno cerrado, sino de primavera tardía, de no tan bajas temperaturas como el rechazador frío de la época en la que se supone que esto es habitual, sino disfrutable con unos pantalones finos, de chándal por ejemplo, y una sudadera no demasiado gruesa, que te permite sentir frescor de las características particulares que tiene el de un caso así, cuando caminas un rato y te calientas, suponiendo un alivio, una renovación.

Hoy cuando me he levantado y totalmente medio mentalizado medio sugestionado por la promesa de emociones y sentimientos de caminar por algún lugar natural en esas condiciones, he tenido que cojer el coche para llegar al inicio de un camino que empieza en las afueras de mi ciudad y que me gusta especialmente porque es un camino no asfaltado, sino de arena..., aunque creo que está tratado de alguna forma especial de la cual hubiese expertos en el pasado cuando el encementamiento de cada senda no estuviese al alcance de la economía, con alguna mezcla de arena (no tierra) que le fuese permitiendo compactarse con el paso del tiempo, con el paso de los coches, las gentes, etc, etc, todo ello con el resultado de que, cuando lloviese, no se formaran barrizales como sin embargo si que pasa con la tierra natural desnuda de vegetación por el paso de...lo dicho: coches, caminantes, aunque, claro está, si llueve mucho, o te quedas en casa si eres de campo, o te meves por una ciudad asfaltada y con sistemas de desague. Pero no ha sido el caso de hoy, sino que hoy, como se podrá averiguar a nada de experiencia que se tenga, lo que ha pasado es que había nieve, y, puede que, como la nieve se derrite lentamente, la tierra tenga tiempo para absorber, así que, charcos, no había.

El paseo que he hecho constaba de 5 kilómetros, empezaba ahí, donde he dejado el coche tras recojerlo de la cochera que tengo, a la que por fin le puse cierre automático, es decir, con motor. Terminé, tras dar poco a poco una vuelta un poco más allá que por el perímetro de la ciudad directamente, por caminos por los que, de encontrarte, te encuentras a alguien que va a las fincas, aunque es poca la gente que trabaja en los campos de los alrrededores de las ciudades, sino que eso es más bien cosa de pueblos, pero, aún así, esos terrenos tienen dueños, y a los mismos le gusta visitarlos para realizar algo que no me puedo imaginar que es...quizás sólo, principal pero subconscientemente, por relajarse, y, la verdad, es que, a parte de más cosas que antes percibía pero por mi estado bajo el dominio del mal, no percibo ya en un alto porcentaje, una relajación perfecta aportan estos caminos.

El suelo cambió de composición cuando avancé un kilómetro, seguía siendo tierra compacta, pero de la que, aunque tampoco radicalmente, se embarra un poco si llueve mucho...pero tiene que ser mucho, y lo de la nieve (hasta cierta cantidad) es cierto: se absorbe poco a poco, y aunque nevó durante mucho tiempo, después, en un golpe de esos locos del tiempo, la noche trajo un medio calor que la deshizo, y al menos no se te hundían los pies hasta bien arriba de la pierna en los 30 centímetros que si había ayer por la noche a última hora. Ahora, en el momento de este paseo, apenas quedarían 5 centímetros de nieve y se caminaba bien. La mañana trajo de nuevo frío, aunque sólo porque era primera hora, porque después el calor se intensificó y ya si desapareció la nieve. Como resultado, allí estaba yo, tras haber caminado otros casi 2 kilómetros más a partir de la primera parada y haber ido pensando en mil cosas, a las 9:00 de la mañana, sentado bajo las ramas de un colosal nogal, en un suelo descubierto de nieve dado que las ramas del mismo árbol, de unos 30 metros de altura, no la habían dejado atravesarlas...rodeado de silencio, del canto de los pájaros que cantan en primavera pero cuando hace frío mayormente, algo salvaje, libre, natural, fuerte...como si el caos no existiese, rodeado de bonito campo blanquecino y una brisa suave y fresca...que en ningún momento creo, nadie podrá ignorar o pasar por alto, pues...debe ser una de las cosas de la esencia del sentido de la humanidad, por lo menos, ya que, sin acomodar, no nos queda más remedio que movernos andando, y cuando se mueven los músculos se suda, y entonces esta brisa cumple su función, nos alivia sin tener que llevar ni ser otra cosa más que la que somos en este mundo, nuestro mundo como poco hasta la fecha y hasta que encontremos/adaptemos otros (más probablemente lo último), una brisa que, realmente, está ahí en todas las estaciones del año y que, puede que el notarla la mayor parte de los días sea un indicativo de que tu bando es el de la continuidad., bien porque seamos nuevos en el mundo y aún los siervos del inhumanismo no nos hayan trastornado poco a poco, insistentemente ante nuestra excelsa snesibilidad, o bien porque no fuese con nosotros, decidiésemos en algún momento, revelarnos contra el falso poder, el poder de la esclavización (que no es tuyo pues, sino de tus siervos).

No… ...no puedo seguir… …, el monstruo... Me va a costar un gran sufrimiento el intentar conseguir cierta fuerza para poder terminar antes de sumirme en pensamientos dementes, estúpidos y delirantes, pero sobre todo (y la razón de lo anterior), ni casi nulos, sino completamente casi nulos,..., no os podeis imaginar lo que es que la cabeza no produzca pensamientos...te vuelves una fiera, tienes que contenerte segundo si y segundo también, de cojer un cuchillo al que todo el mundo tiene acceso y salir a rajar a la gente, a ver sangre, a quitar alguna vida si te ves demasiado optimista, a ver dolor. Es el cometido principal de la criatura, dejarte en tal estado que sólo puedas bailar entre instintos asesinos y tu propio suicidio, descubrió como conseguirlo y lo hace, así se recrea, tras una primera visita tuya allí a su agujero siguiendo falsas verdades, promesas irreales de que supuestamente tu vida mejorará, con todas las demás visitas que vendrán después como está establecido y planeado para todos/as los que pisan una sola vez el infesto agujero, o al menos es así en los de estos territorios en los que vivo, de los cuales, entre sus regentes, se encuentran de los más altos rangos de la sicopatía y la discordia de las fuerzas del finiquitamiento que había visto en mucho tiempo, todo ello, para disfrutar enormemente...sintiendo ese particular sentido de la vida que el espacio y la obra de los complejos seres inteligentes llenos de posibilidades, tienen para ella.

Lo intentaré...intentaré terminar, y ya hasta la próxima. La vuelta a casa desembocó en un lugar, de la ciudad de nuevo, del cual cerca había una parada de autobús por la cual pasa una linea urbana que te lleva cerca de donde tenía el coche. El tramo es más bien ascendente para la vuelta, por eso lo hago al revés, caminando en llano, o bien descendiendo (aunque algún ascenso si que hay, pero dentro de lo que es un camino llano o descendente absolutamente predominante respecto a, lo que de cojer el camino al revés, sería lo contrario: un 95% de subida, leve, pero...por la extraña acción que desempeña el mal en mi, que tengo comprobado me angustia durante todo el transcurso de la senda de manera que no pasan ni 2 minutos antes de querer, tanto yo como los que estén como yo, darnos la vuelta). Después del paseo, como es predecible, la cosa trata de cojer el autobús, ir cerca de donde está el coche, cojer el coche y volver a casa.

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El terror ha estado sintiendo una perturbación de las más serias que ha tenido en los últimos 10 años, no sabía porque podría ser, no sabía si era algo bueno o malo, algo se le escapaba, pero intuye que algo de lo que lleva ''construido'' se está desmoronando un poco por todas partes. Camina nervioso, como un rayo, de un lado a otro, en su cubil, con su forma negra petrolífera supurante de hilachos de sustancia viscosa desprendiéndose de su cuerpo hacia el suelo, cosa que, sin necesidad de alimentación que tiene, ingiere sin embargo cuando se ha impregnado del aire libre, quizás del poco que entra por la entrada de su hoyo, mezclado con la saturación pútrida de allí debido a la falta principal del componente del primero y demás componentes que, si fueran analizados, dejarían boquiabiertos a los científicos competentes, en el plan de sentirse ignorantes ante la complejidad del cuerpo, de como un cuerpo humano puede sobrevivir en esas condiciones. Un ataque de incomodidad lo gobierna durante unos instantes, y se pone a dar golpes a lo que tiene alrrededor, compañeras suyas, materia de ese, su lugar; se asoma con rapidez agarrándose a los bordes, haciendo gala de su notable fuerza pero de picos de la misma de los que en casi en ninguna ocasión surgen debido a su naturaleza del estancamiento, a la salida del agujero, ve las montañas, el verde campo salpicado de florecillas, especies y color, se dibuja un gesto de entre rabia, ira y odio. Algo nota, vuelve a sonrreir animadamente mientras que de su boca, como casi siempre que lo hace, chorrean babas como de plástico fundido sólo que a saberse de que componente, pues no es caliente como sería sin embargo como se fundiese el plástico. Ve el cielo azul, mira embelesado a las montañas que hay en la dirección que mira, aunque tiene otras detrás, pero a esas no mira, sonrríe embelesada, ve el sol, se vuelve a quedar ensimismada, esta vez seria, escucha el viento, y, resulta que hay algo que lo perturba, haciéndolo sentir temor por un instante, no aguanta ni un segundo antes de emitir un sonido que es un grito chirriante que expresa su descontento de ira fruto de la clase de mente que tiene, acostumbrada desde hace tanto a la invulnerabilidad, aunque eso no signifique que pueda hacerlo a un volumen mínimamente llamativo, sino que pareciera el grito extraño de un pequeño mamífero más bien, un mamífero que diríamos que no habla ni hace ruido alguno, más que algún sonido encantador, pero que, tiene reservado algo así sin que el mismo sepa que puede hacerlo, para ocasiones de subrrealista turbación, e incluso de cuando ha superado todo el aguante razonable que le dio la naturaleza, como cuando un roedorcillo que tienes (tiene alguien sin la capacidad de empatía como para asignarle las mejores condiciones que estén en su mano, o para dedicarle algo de preocupación) de mascota, muerde a algo que sólo con ''soplar'' podría destriparlo. El cielo, allá donde está dicha condena, se concentra nublado y oscuro encima de las montañas que tiene detrás y que ve de soslayo cuando se gira en un impulso instintivo de poder obtener la mayor cantidad de información posible, lo mira esperando su complicidad, ya que cree sinceramente en su pertenencia al grupo de lo grandioso, por entrada que ha forzado y que la hace tener especial renombre y fama allá, en ese salón de la gloria, pero no suena un trueno, porque ello no es más que una fantasía de la misma, porque él no está realmente en ninguna parte más que en su gruta, él, que cogió un camino que siguió a cuenta de todas las debilidades que puedan describir a la raza de los más posiblemente libres aquí (y tal vez en otras partes), y no abandona, de nuevo, por esas debilidades, que son muchas, pero debilidades, sino que lo que ocurre es una que una fuerte ráfaga de viento ulula indicando que viene en gran cuantía hasta la zona, es estimable que desde esas montañas y derivada de las condiciones que hay en las mismas, pero llega fuerte sólo hasta casi donde están asomadas la cara y parte del torso de esta turbiedad, sólo rozándola de la manera en que lo haría en el caso en que la deseásemos pero tuviésemos la peor suerte y se desvaneciese ante nuestra presencia, porque el bien, inmortal y muy establecido realmente, con lugares de residencia y reproducción masiva que escapan a los sentidos de su contrario, no sacrifica su función, pero a modo de burla hacia él, decide hacerlo ahora así. La criatura no puede pensar en que significa esto, sólo lo creé una mala casualidad, y se vuelve a meter boca abajo, agarrándose a las paredes, a su espacio oscuro de laberínticos túneles infestados de crueldad y corrupción que me da por creer, será la última parte que será recuperada de entre todas las que se hayan contaminadas, en este mundo, que volveremos a salvar, y allá donde lleguen las historias de nuestras proezas, un poco, hasta que estén preparados, infundando poder, locura y humildad. Mientras empeza a comunicarse con sus compañeras para hablar con ellas de ideas delirantes que, lamentablemente, harán sufrir a muchos/as aún, el viento sopla fuerte encima de la entrada a este agujero, un agujero especial puesto que está en un territorio donde abunda la estupidez y por ello, las bestias que lo regentan, son especialmente maléficas, especialmente libres en su que hacer y con un resultado de una de las realidades más demenciales de las que, materialmente, son pocas, unas 8-9 aproximadamente, pero focos de una gran pesadumbre infestante, sobre la faz de este enorme mundo en que vivimos y en el cual cada milímetro es una obra apasionante. Decir de esas realidades, que, en todas ellas excepto en 2 como mucho, ambas relaccionadas con el secuestro, al menos hay un equilibrio constante, un equilibrio donde a veces hay más maldad, pero a veces el bien gana puestos y ensombrece a la sombra, pero es porque hay relativa libertad...pero no haya en el cubil de esa(s) odiosa(s) criaturas, donde las gentes que hay en su poder, deben soportar acusaciones y control del mismo modo que una hoja de hierro en las vísceras, pues, al mínimo intento de sembrar razón, como poco, aumenta el trato constrictor, cuando no son castigos que atentan con un bienestar que, realmente, sólo es capaz de mantener un estado elevado de la locura que supone la sumisión del presidio, eso como mucho, y aderezado con puro e invariable sufrimiento desde los primeros momentos en que llegas a ello, robándote las fuerzas, todas las que pueden, condenándote, como no podría ser de otra forma, al delirio, se pueden, de por vida, hasta que el mismo haya hecho, lo más lentamente posible y de modo que no haya descanso para cumplir su objetivo principal, mella en ti, para que tu ser perezca en medio de un último estertor fatal que no pertenezca ni por asomo a lo propio de la humanidad, sino que es un fin odiosamente rebuscado entre todas las pruebas que se hicieran para lograr la peor experiencia posible en vida, y, probablemente, para reconcomerte durante largos milenios, allí donde estés que sea que se vaya después, incluso, como hicieron muchos, volviendo para darle la mordida más dañina posible a este ser, a costa de pagar un precio altísimo de nuevo, pero por causarla al menos algo de dolor, por irla desgastando, por hacer que coja su camino con mayor decisión, hasta que llegue al final, hasta que, se estima, llegue a desintegrarse y no vaya a ningún lado, excepto a la confinación solida en una esfera que será dejada en algún cuerpo celeste frío en el que no haya posibilidad ni de que se derrita para poder experimentar un movimiento ni sumiso nunca más, encerrada y vigilado todo, en el lugar menos accesible de este universo, dimensión, y de los paralelos/as que existan, si es que existen. Vuelve a desahogarse, esta vez obcecadamente, con el abuso ilegal...una, otra, otra, otra, y otra vez; chilla, sacude, grita, sonríe con su gran boca amorfa de forma material inestable, saca una larga lengua que mueve de lado a lado, se la caen los filamentos de saliba pringosa y oscura, de su boca de afilados dientes de tamaño más bien grandes pero variables en realidad, que sean como sean, se hunden en lo que podría considerarse su encía, cuando intenta morder la carne de sus presos, buscando tal vez, comprobar si ha llegado ya el momento en que se ha formado lo suficiente como para poder comerse partes de su cuerpo, o enteros, poniendo excusas para la desaparición de la carne o teniendo montada una infraestructura donde los actos sean supuestamente otros que nadie compruebe, ese es su sueño, pero no puede, porque ella es ella, ella es la que lo desea y la que mintió para llegar ahí, pero no quienes reclutó y se unieron a ella, que lo rechazarían, por eso no puede, porque es de una materia tan fluctuante con tal de poder moldearse a la esencia de un poder sumamente elevado aunque no lo queramos ver o comprendamos, que, como la convicción de sus súbditos es plena, no puede llegar a adaptar la forma que se lo permita, aunque ella seguirá insistiendo en poder lograrlo algún día, eternamente si se la deja, para poder salir a la superficie, vivir allí, matar y devorar a lo que sea, a lo más sencillo que tenga al alcance, engañando a las personas sanas y humanas (o de la raza que sean) con su apariencia de semejanza a lo que, por naturaleza, se considera confiable hasta un punto mínimo muy por encima de lo que realmente ésta es. Ese es su concepto enfermo de libertad, o al menos para la mayoría que si, como yo, lo supiesen. Es un extremo, el concepto...contrario, a todo, a la cordura, a las aptitudes.

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En mi barrio hay un hombre que dispone de un pedazo de los...jardines que se hicieron junto al barrio, desde hace muchos años ya. No se como empezó, pues, por una cosa u otra, no fui consciente de ello hasta mis 15 ó 16 años, asentándose tal conocimiento a los 25, cuando...digamos trascendí, cuando me volví una persona de este mundo...por tener en cuenta al resto de la gente, por preocuparme de los demás...por vivir más al tiempo y no...en la televisión o en el fruto de cualquier otro medio de difusión, como quien dice; no tarda la nauseabunda mucho en atacarte cuando eso ocurre, no tardan mucho sus súbditos involuntarios en hacerlo, tal es su manera de establecer patrones de comportamiento y cosas así, aunque ellos...dentro de lo que cabe, no tienen la mala suerte que tienen a quienes el mal enfila de manera individual, porque, la evolución de la sociedad ha traido el que no se pueda ahondar tanto en la mente de la gente (de algunos) como para que, directamente, maten, pero...habría mucho que saber y descubrir para desemascarar realidades que harían que la propia persona enfilada sea la que acabe con su propia vida, y eso, aún no lo hemos superado...ni lo superaremos, me da la sensación.

El caso es que, entre los 4 pisos de 7 plantas (yo vivo en la más alta, como dije ayer) en los que vivo, pisos de vieja construcción, de fachada de ladrillo ya envejecido, pasa un acerado que dejaría desde un punto de vista aéreo, los pisos a su alrrededor, arriba a la derecha, arriba a la izquierda, y lo mismo abajo, a la izquierda y a la derecha, siempre y cuando teniendo en cuenta una vista en que cualquiera de sus lineas rectas (son cuadrados) estén en la parte baja de nuestra vista, no en los bordes de la diagonal, de modo que el acerado lo viésemos como una x en vez de como un + que es como lo visualizo yo cuando pienso en ellos. En fin, el caso es que, después, entre acerado interior y fachadas de estos ''mis'' pisos, hay zonas...verdes, o que al menos fueron ''verdes'' hasta que este hombre acabó por encargarse de, 2 de las 4 principalmente, de una tercera parcialmente, y de la 4a..., quizás por algún tiempo, pero, desde luego, ya no. Estos jardines, a su vez, tienen en el borde que no es la pared de los edificios, setos que impiden la entrada a su interior...o mejor dicho, que la impedían, en parte, porque si que recuerdo que al principio, los setos estaban ralos hasta el punto en que se podía entrar al interior de los jardines por los huecos que dejaban partes de los mismos que habían ido perdiendo el verde y secándose. Digo yo que sería así como mi vecino empezaría a entrar en los jardines, o...al menos en uno de ellos, para luego ganar cierta reputación como jardinero y decoradr, y que la misma llegase de algún modo al ayuntamiento y éste le permitiese abrir una entrada ya en toda regla, en...bueno, lo que a día de hoy son 2 jardines de los 4 los que las tienen (o tenían), mientras que al cuarto (lo llamo cuarto porque es el que más...descuidado está) se puede acceder del modo en que se accedía antiguamente a los 2 primeros, sólo que peor, pues lo que hay son espacios muy estrechos entre ramas que deben tener cierto problema, porque nuevas tras la clase de podado que recomendó este hombre cuando habló con los políticos, para que aquello...pintara mejor, que hiciesen los servicios de jardinería de la ciudad después, al llegar a cierta longitud, volvían a secarse y se quedaban más o menos en lo que habían sido antes de ser saneadas, mientras que en el ''3er'' jardín (con el muro de setos totamente repuesto y por lo tanto con buen aspecto), por alguna razón, las plantas se recuperaron del todo con las podas y se cerraron del todo por la falta de tiempo de mi vecino, tanto para este como para el anterior, con tal de encargarse de más que de los dos primeros, y es que, estos jardiones son muy grandes, simplemente imaginaos la anchura mínima que podría tener un edificio de 7 plantas según lo que hayais visto en esta clase de categoría de edificios; por lo menos, las dos ''eles'' que atiende, tienen 30 metros de un lado y 30 del otro...no se, quizás más, y este hombre los tiene a ambos da ambas eles, cuidados con mimo y esmero. En principio, decir que los suelos de ambos, están completamente verdes de césped frondoso y tupido que el hombre se ha encargado de ir sembrando y perfeccionando con el paso del tiempo. Yo he entrado un par de veces, en medio de mi vida vertiginosa de la lucha contra el mal definitivo, y me he sentado un ratito, pero a veces entran allí a sentarse algunos chicos y chicas jovencitos, y la verdad es que se tiran horas, así que el césped debe estar perfecto sea donde sea. También hay esculturas de piedra, algunas coloreadas, cuando hacen ilusión a algún personaje de los que son atractivos para los niños pequeños, aunque también hay otras cosas que no se si este hombre habrá hecho o habrá comprado, de carácter más adulto, o directamente abstracto, aunque tampoco son excesivas, pero si abundantes, habiendo en los 120 metros que coompondría el total de lo que el hombre se encarga, unas 10 figuras.

También situó 4 bancos, uno en cada lado de las 2 eles, y, claro está...(no se por que uso esta expresión), el césped no es la única planta que cultiva allí, sino que, al menos en los últimos 15 años desde que...sigo y me recreo con este jardincito y sus avances, han crecido árboles que plantó y cuida, de los cuales 2 son limoneros que dan limones todos los años, plantas ornamentales por los bordes mismos entre la pared de los edificios y el comienzo de la yerba, y arbustos...que, bueno, no son exactamente ornamentales con flores muy llamativas y despampanantes (lo cual personalmente agradezco), pero si son bonintos, sobretodo por lo cuidados que están, podados, formados y cuidados.

Además, mi barrio es un sitio apartado, por lo que es un sitio muy tranquilo, y si no lo es...tanto, este sitio si lo es al menos, tanto por una ubicación que hace de por si, aunque no encuentro palabras o ganas de definir por que exactamente, como por el frescor y la apariencia del mismo, por lo que, hoy concretamente, he decidido sentarme en él después de dar una vueltecilla en el punto álgido de la tarde, pero esta vez de la tarde...de algún modo genuina, es decir, sobre las 19:30 para lo que es la última etapa de la primavera, momento que en verano será a las 21:30, y, en invierno por ejemplo, a las 17:30, para volverme después en taxi por 8€. Merece la pena hacer un recorrido más o menos circular, mirando calles, oteando terrenos extensos con sus edificios más bien empresariales de exteriores, o interiores sólo que, por lo que sea, que no están aglomerados, si no que están...eso, como extendidos: ahí una clínica, después unos aparcamientos, después campo, después una torre de comunicaciones y, después, dispersos y separados, barrios perfectamente comunicados y sin ningún tipo de problemas para llegar en 10 ó 15 minutos a superficies de compras donde comprar...comida más bien estimo, para toda la semana, sólo que apartados, y también está bien meterse en algún momento, aunque no siempre, por las calles del centro. Lamentablemente, vivo en una zona elevada, y normalmente, tengo que esperar al bus, esperar y esperar. Como sabreis, tengo coche, pero los caminos a los que puedo ir con él los cuento con los dedos de media mano redondeando hacia arriba, y no siempre me apetece ir por allí. De algún modo, la completamente asquerosa, ha reducido mi salud, vitalidad y...poder, a niveles completamente nimios, pero eso también me ha hecho...incomprensiblemente... ...bueno, incomprensiblemente no, sino que me veo obligado a una libertad e irresponsabilidad que debe ser pareja a la que tuvieran los hombres primitivos, de aquí para allá, cojiendo bayas de este arbusto, cazando a ese animal con ayuda del arco, quitándole la piel para abrigo y lecho transportable acumulado en las espaldas, haciendo un fuego y comiéndolo para dejarle el resto a otros carnívoros y/o carroñeros (que ahora que lo pienso, sólo pueden ser carnívoros)...sólo que en este siglo XXI, aunque es cierto que ello sólo es posible gracias a la ayuda del...mago, que si no..., buff, no...no puedo recordarlo, sólo se que era el mayor horror que he conocido y probablemente exista, pues camina a sus anchas por el mundo. No sabría estimar la clase de entidad poderosísima, porque estimo que sería en lo que me convirtiese, en que me convertiría esta vez si lograse liberarme de todo el veneno, con tanta experiencia de sufrimiento, sumisión, ira, reflexión...todo ello desproporcionado y aderezado por la que sólo por si misma, hubiese sido...y ha sido, una soledad completamente insoportable. Más poderoso que nunca y, quizás, que nadie.

Tengo que andar mucho porque fumo como un cosaco, todo por manejaciones de la criatura sentenciadora y verduga de particulares detalles, que quiere convertirlos a todos en ella para poder gozar de los privilegios de la igualdad, sólo que ella no puede querernos fuertes y libres, porque es enferma, sino que su libertad, creo que sería, el preámbulo del fin de la especie que sea que se pone como objetivo. No se hasta que punto podré extender mi vida ciertamente tormentosa, si me podré librar alguna vez de esta pesadilla por completo, como fue que viví antes de que el azote me agarrase, pero lo que es seguro es que, en el momento en que no ande durante 3 días fumando la mierda de tabaco barato que el gobierno no ha decidido aún equiparar en precio mínimo obligatorio a las marcas de tabacos menos...intoxicantes...bueno..., la verdad es que salgo a andar entonces, pero con gran sufrimiento y angustia, ya que, por regla general, de lo que no dispongo es de dinero, y eso, en principio, te obliga a tener que moverte de día, ya que de noche no hay autobuses, y para taxis, hay una vez cada 2 semanas aproximadamente.

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El verano se acerca, ya se nota mucho a partir de las 10:30 de la mañana, con el comienzo de un calor que empieza a ser sofocante para los esclavos (conscientes de ello o no). No puedo evitar recordar mis momentos de gloria en los que que mi fortaleza era tal que mi pensamiento y mi cuerpo llegaron a ser casi uno mismo solo. Si algo me corría prisa...allá iba, a por ello, deprisa, con mi cuerpo, sudando y beneficiándome del viento que, si no se movía, mi rápido movimiento era el que rompía el aire sinn buscar nada, pero consiguiendo desatar el equilibrio que en realidad es el equilibrio que había y hubo dispuesto antes de la llegada de una corrupción de los seres que siempre me preguntaré como fue que alcanzó tanto éxito y poder como para perdurar y desplazarse durante siglos hacia el futuro, hasta la fecha en que estamos y, probablemente, hasta dentro de 2 siglos como mínimo más. Aún así, ahora es pronto, son caso las 9:00 de la mañana, ya llevo despierto 2 horas y pico y he estado haciendo unos arreglos en la documentación que estoy recogiendo sobre ese núcleo del desastre y los destrozos de que hablo tanto sin remedio, pues él...ello...tiene en mente tenerme bajo su mandato durante toda la vida, y no es una esclavitud de la que, en los casos no peores, me pudiera beneficiar fortaleciéndome con trabajos, utilizando al mismo con entrenamiento, sino que el tipo de esclavitud que ello plantea sería comparable (porque realmente no se lo que es) a tenerte varios meses atado a una silla, los necesarios para que te atrofiases, luego soltarte, rajra múltiples partes de tu cuerpo añadiéndolas después una loción simplemente para que no te desangrases, hecharle sal a las heridas, y obligarte a trabajar rápido y agotadoramente para los músculos, a golpe de látigo...y, ya digo, para toda la eternidad, sólo que para la eternidad de la inexistencia y/o la frustración de tu energía después de abandonar este mundo e ir allá donde fuese. Quizás, sencillamente, esté buscando su propia curación, que, a quienes ha atormentado, encuentren de alguna forma poderosa, energética, subconsciente, sin recordar quien fue quien te...llevó allí y por lo tanto adaptando su composición para equilibrar los plasmas de la materia de la existencia, el modo de transformarla, lo que pasa es que es impaciente, impaciente y estúpida, puro instinto, lo cual no está mal, pero sólo no cuando se rechaza totalmente el causar daño y dislocamiento de el fluir correcto hasta mínimo de los mecanismos del pensamiento.

A parte de que es pronto, el día ha salido nublado, lo que significa que al menos el sol directo no te hará pasar tanto calor como en el caso de que si lo fuese. Hará calor, de momento no, pero lo hará, por eso he de aprovechar para salir ahora, y, en cualquier caso, al menos contaremos con un pequeño apoyo de que no será el máximo que realmente podría ser posible a día de hoy...tampoco el mínimo, pero no el máximo.

Tengo una amiga, una amiga que es especial, que se parece un poco a mi, pues es consciente de esa fuerza de la corrupción que a tantos nos atormenta, pero no sólo es especial por eso, sino que, por lo que concierne a su vida de algún momento de hace algunos años hasta ahora, me ofrece la oportunidad de tener una experiencia como pocas reconfortante. Ella se fue a vivir hace tiempo a las afueras de un pueblo cercano a mi ciudad, a una zona en los exteriores del mismo por la que pasa un arroyo natural, que, generalmente, es cuantioso, y por lo tanto, de los que debe estar ahí desde hace mucho tiempo, una zona en la que, gracias a eso, gracias a la humedad del terreno más que establecida tanto en el curso como por el area que lo colinda, posiblemente porque, tanto tiempo el arroyo ahí, haya creado cauces subterraneos, hay abundante vegetación, incluido un bosque de un perímetro que ocupa 1 kilómetro de ancho por, según he podido estimar cuando paso por allí con el coche, al menos 10 de largo. El lugar no tiene más que un camino por el que entra un coche, que luego se bifurca a oeste y este, siendo el que va al este desconociido para mi más que por lo que he visto cuando he ido a casa de mi amiga desde el punto de separación de ambos, y el que va al oeste, primero atravesando una leve zona de pastos en lo que se corresponde a un pequeño claro tras 50 metros de haber cruzado el umbral que marca el bosquecillo, para luego volver a internarse bajos los árboles, el que se dirige a casa de mi amiga. El camino, al poco de internarse en dirección de la persona que voy a ir a ver tras la encrucijada, precisamente en el claro que comentaba, tiene vallas que ya si rodean toda su propiedad, y una puerta que esté ella o no, siempre está cerrada, aunque sólo con una manivela que cualquier puede abrir, aunque, según se, nadie lo hace, nadie excepto los que ella conoce, que somos yo y otro chico y una chica, aunque los que más vamos a verla somos el otro chico (al que aún no conozco excepto por lo que me ha contado mi amiga) y yo, porque hay un cartel en el que pone ''Prohibido el paso''. A partir de esta puerta, su casa está a 3 kilómetros de distancia siguiendo un camino claramente delimitado, pues ella si que va y viene de allí en coche, pero yo, al menos hoy, dejaré el coche en la entrada y recorreré el tramo andando, ahora que puedo, ahora que cuento con las fuerzas que me da el mago que conozco, que, por cierto, estuvo ausente unos días de los cuales más de la mitad fueron fatales para mi, a pesar de estar bajo su encantamiento, un encantamiento que procuró dejar renovado antes de marcharse pero que, después de la fatalidad que tuve que vivir durante 5 días esta vez y de comentárselo cuando vino, me ayudó a entender...del todo, pues lo sospechaba, que había trampas situadas por el ignorante enemigo en lugares de la civilización de los que pudieran resultar seductores, como en algunos bares de los que frecuento por ejemplo, super-mercados, internet...a parte de lo típico de siempre (que puede que algunos no conozcais, aunque eso pueda indicar que seais vosotros mismos los que lo representen) que dan a la ruina durante un periodo que...de no estar prevenidos, podría ser eterno en las favorables condiciones que él consigue para mi incluso..., imaginaos pues, como ha de ser estar sin el beneficio de su poder y con esas trampas situadas por ahí a parte de con las manejaciones insistentes, constantes e implícitas en el concepto que es la criatura.

Mi amiga se va a sorprender cuando no vea mi coche en su puerta, y la sorpresa la reafirmará el que yo la diga que, efectivamente, no está. De todos modos, aunque con ella sería difícil que la información que la diese traspasase...''fronteras'', la diré que tengo ayuda después de mucho, mucho tiempo; ella pensará que se trata de drogas, pero la recordaré que no me atrevo a conducir bajo el efecto de las mismas, puesto que hay un organismo del gobierno que se encarga de castigar...de maneras no violentas directamente, pero que pueden consistir en que tu vida pueda volverse una pesadilla mayor aún a estar pensando por tu estado, en quitarte la vida, romper cosas, asesinar, etc, etc...durante todo el día, a cualquiera, sin ningún tipo de examen de la persona más allá de si tiene...encima eso, restos de alguna sustancia demasiado potenciadora, aunque los efectos de la misma correspondan a una fecha mayor a 48 horas en el pasado incluso y en ese momento vayas sereno. La voy a dejar intrigada, aunque sobretodo sorprendida.

Me encanta el silencio de los bosques, son sonidos de la naturaleza, pero...opr alguna razón que veo sorprendente que pueda acercarme a saber como explicar, yo llamo silencio, por más que luego pueda ser que me de cuenta y cambie esa palabra por la expresión ''sonidos del bosque'', o sonidos del campo. Tienen algo esos sonidos, una propiedad que no tiene, por ejemplo, el motor de un coche, el sonido de un cepillo de barrendero barriendo ya sea dentro de una casa como en la calle, unas tijeras podando...; creo que todo es cuestión de costumbre, que si escuchásemos al...por ejemplo, jardinero, podar todos los días, al final nos acostumbraríamos, porque la verdad es que pienso en los barrenderos de la calle, y como los veo a menudo, ni siquiera soy capaz de recordar el sonido de sus cepillos, así como no recuerdo cuando estuvieron cantando los pájaros ayer, pero sin embargo si recuerdo algún portazo de alguna clase no asidua, sobretodo cuando, entre mis vivencias intentándome librar de la influencia de la criatura, siervos de la misma que tengo de vecinos directos o de algunos pisos más por encima o por debajo, efectaban una serie de sonidos muy llamativos atendiendo a esta forma de efectuarlos, sin dejar que te acostumbrases a ellos, pero también sin no volver a emitirlos cuando a lo que te estabas acostumbrando de nuevo, era a la paz. Esto no quiere decir que no nos podamos acostumbrar a todo lo que no sea daño físico directo (o indirecto) o privaciones de derechos (que si son derechos es porque están relaccionados con necesidades vitales fisológicas de nuestros organismos por más que no podamos explicar el por que), pero deben ser efectuados no por la maldad con ese conocimiento, algo...ahora que lo rescato/actualizo de mis recuerdos y gracia a mi lógica, me sirve para añadir que es propio de los seguidores de la destrucción (por más que ellos no comprendan la...''dimensión'' de sus actos), ser afectados negativamente por sonidos con las características que he descrito tienen los que, realmente, deberían sernos inocuos, gente por ejemplo a la que le molesta el sonido del viento, o el canto de los pájaros.

Lo que abundan por aquí son chopos y cipreses, también hay alguna haya, y he visto dos sauces, pero lo que más hay son los dos primeros. Siempre que camino, camino rápido, pero, a parte de que últimamente estoy más acostumbrado a hacerlo y si que me noto que ando ''a toda pastilla'', por aquí por el bosque, como los árboles son abundantes y gruesos por antiguos, me da la sensación de que lo hago más. Mi sueño...mi sueño final, es poder volver a correr, como hice de niño, que me transportaba corriendo, que iba rápido a los sitios, que mi mente y mi cuerpo estaban equilibrados, pero de momento no se me desata el mero pensamiento de siquiera empezar...no se por que será, y montar en bici, aunque debe ser por llano, es algo que también me gusta hacer..., aunque...algo he pensado hoy respecto a que es mejor que ande que el que monte en bici, pero no tengo ni idea de por que pudo ser, porque...ya veis, si montar en bici te pone las piernas fuertes y te permite ir más rápido que andar, con el efecto tranquilizante que ello tiene.

De mi ciudad a la entrada de la finca de mi amiga, hay unos 12 kilómetros, salí de casa a las 9:30, lo que pasa es que desde la puerta de mi casa hasta la salida de la ciudad por el extremo que se dirige al pueblo en cuyos alrrededores está la casa de la chica, habrá otros 5. Total, que ya son las 10:20 y empieza a hacer calor incluso aquí a la sombra, aunque pronto llegaré a otra parte del camino que ya si va hasta el final del mismo, pegada a un arroyito más pequeño que es afluente del principal, aunque lo cierto es que estoy llendo todo el tiempo a la sombra gracias a lo grandes que son casi todos los árboles de aquí, que, por ello, consiguen hacer un techado de hojas entre las cuales se cuela algún haz de luz, pero que coincido que, incluso esto, simplemente por apariencia, tiene un efecto refrescante. De todos modos, cuando llegue a la altura de afluente, digo yo que se notará más frescor, ya que nunca vine con este tiempo a casa de mi amiga, sino que lo hacía en otoño debido a mi necesidad extrema de algo familiar, de algo nostálgico...aunque también a veces con la magia renovadora de los primeros días de primavera, aunque no este año, sino que mi última visita fueron 2 veces del otoño pasado. Tengo ganas de llegar ya a la casa, por ver el estanque que, aprovechando el arroyito, mi amiga construyó haciendo un desvío que se llevaba a parte de la corriente allí, a lado de su casa, y que tiene también un canal para devolverla de nuevo a curso principal. De todo el otoño, invierno y primavera, lo tiene lleno con unos 20.000 litros. A finales de verano ya se ha secado bastante, al igual que el arroyito (aunque este, a parte de los ejemplares más grandes que tienen cabida en el estanque, siempre tiene caudal suficiente como albergar la vida de algún pececito de los pequeños, casi minúsculos), pero aguanta hasta las siguientes lluvias con tal de servir de hogar a los peces y otros animales acuáticos como ranas, cangejos, caracoles...que lo habitan. El estanque tiene una orilla que mi amiga hizo que fuese del modo que pareciera más natural, para que las ranas y cangrejos pudieran entrar y salir, pero el fondo y el resto de los bordes están chapados con cemento y losetas, para que el agua no se escape durante los meses estivales, más de lo que sería prudente. También tiene una pequeña compuerta que ella abre cuando empiezan las nuevas abundantes lluvias de otoño, cuando es el 3er ó 4o día que llueve de seguido y que es la que da al canal que pone en contacto al estanque con el hilo de donde realmente proviene de nuevo, para que los peces que han estado ahí durante tantos largos meses, puedan seguir descubriendo territorios.

Después de verla y estar un rato allí en su casa, la pediré que me acerque a la entrada de su finca, el lugar por el que entré para recrearme por este fabuloso camino, con su coche, porque la verdad es que ya empieza a hacer calor. Tendré que llegar a casa a tiempo de que las temperaturas no hayan subido más todavía, hasta volverse insoportables, mientras me toque cojer el coche casi por obligación, para meterme en mi habitación con el aire acondicionado. Podría quedarme en su casa 10 horas, desde las 11:00 más o menos que será cuando llegue, hasta las 21:00 de la noche, que ya no haría tanto calor y podría regresar cómodo, o incluso más tarde, de noche, con el aliciente añadido de tal vez poder ver alguna estrella, o, como mínimo, la noche, pero...no estoy en condiciones de disfrutar de volver a disfrutar la vida en libertad todavía...y veremos a ver si en algún momento vuelvo a estarlo..., ya que los magos más poderosos de este mundo, aquellos que si saben como acabar con la influencia del oscuro poder de la manera más efectiva posible..., no se puede contar con ellos debido a lo acorralados que están los que quedan y, derivado de ello, representantes de una forma de ser...impredecible, a veces mansa y altruista dentro de lo que pueden, a veces vorazmente depredadora. ¿Teminraré muriendo por la concatenación de todas estas causas en general en lo que respecta a mi posición?, yo...uno más de los representantes que traíamos la inmortalidad y la grandeza a esta especie, nuestra especie, por azar, por decisión, por grandeza, por la grandeza...del infinito.

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El monstruo ha hayado resolución respecto a su alteración del otro día, descansó desde las 20:00 de la tarde de antes de ayer, para levantarse ayer algo confundido algo antes de las 18:00, pero, después, centrarse con el resultado que, desde entonces, a medio atardecer, empezó a efectuar un ataque que, aunque...creo que no tiene perfeccionado del todo, si ha sido el más sofisticado que ha lanzado con vistas generales hacia todo cuanto su poder la ha permitido hasta la fecha; no me quiero imaginar lo que será capaz de hacer en el futuro como no se la ''paren los pies'', pues la letalidad de arruinar el concepto original de la mente que es su objetivo, para dejar los cuerpos vacíos de su persona original, ya de sobra mellada con todo lo que ella pudo hasta la fecha de hoy, hoy mismo ha sido terrorífica, aunque al final ha pasado. Personas desmayadas por las calles quemándose bajo el sol, despertando o siendo despertadas ya con algún tipo de defecto que las impida estar tan...completas como estaban, si no para no despertar jamás... Veremos a ver que ocurre este año, veremos a ver cuanta gente cae por su invulnerabilidad ante las fuerzas humanas, en sus absurdos propósitos que no son capaces de contemplar la simple idea de salir de este mundo, sino que lo que contemplan, es conquistarlo y sumirlo de nuevo en una sociedad prehistórica en la que no quede rastro de evolución gracias precisamente a la evolución a la que se asoció falsamente con el objetivo de conseguir este su cometido, un cometido patrocinado por su corto entendimiento, por en lo que desembocó el engaño que la hicieron los corrompidos desde a su poco tiempo de nacer...que avisados han quedado de algún modo, con estos textos, de que...cuando parecía haber algún equilibrio natural, propio de la naturaleza pura y dura y base de una nueva sociedad que tal vez no es la primera reforma que se arruina, hizo que la frágil criatura se revelase para aplicar lo que habían sido creencias complejas, falsas, estúpidas cuya base es alterar la estructura energética de los seres vivos, de manera totalmente radical, pensando que tiene algún control, pero en realidad consistiendo su condición en no nada que no sea sumisión y letalidad al mismo tiempo, algo que no es propio de la vida, algo que no es vida, como llevo ya dicho varias veces, o no al menos la vida con cerebro...pero claro, es que de él carece, como también he dicho. Puede ser que esto que está ocurriendo es que el mal original vaya a centrarse en tomar el control de la criatura a conciencia a partir de ahora, si es que lo consigue, digamos que para obtener resultados que lo interesen mediante su manejo, algo que, a nosotros, sus víctimas, nos dejaría en una posición algo mejor, pero que podría terminar en una hecatombe de putrefacción cercana a la media escala, o incluso lucha armada que haría que gran número de seres caigan bajo la munición disparada por otros que no son sino de los suyos y bajo algún pretexto que tiene la particularidad de no revelar las ideas de...otra fuerza, que esta vez, por lo menos, se entera de todo y tiene medios para hacerse con el control, acabando con la criatura, acabando con sus creadores/as...acabando con quien quiera, pero que no hace nada excepto observar, reirse y montar en cólera, preocupada por si misma únicamente.

Quien sabe, no puedo asegurar nada, pero, como mínimo, alguien se enterará de algo relativo a las desgracias que se sucedan entre hoy y los próximos días, en alguna parte, aunque yo, debido a mi aislamiento, no pueda ver confirmación de ello cuando la información circule relativamente entre boca y oidos de ciertos grupos de los que puede que me cruce con un miembro o dos y tal vez comenten algo en ese momento, pero tal vez no. Estaré atento cuando vaya a algún lugar allá a los que me lleve este adulterado destino que vivo, aunque la verdad es que, estar atento, no es algo que me haga falta siquiera plantearme dada la ''descarga de energía'' de la turbación que llevo aplicada encima casi durante todo el día.

La contienda entre la fuerza maligna primigenia y la critura, ha terminado de momento. Ambas se han herido, pero la critura cuenta con la ventaja de que a ella el dolor la importa algo que estaría cerca de ser nada, mientras que el mal humano, si que sangra, poco esta vez, pero... ... Que voracidad, que incontrolable alimaña depredadora de otro mundo es el monstruo que nos atañe, ¿que perseguirá exactamente? me pregunto, probablemente lo que he pensado de siempre: destruir y destruir... ...hasta no quedar más que ella, y entonces, eliminarse a si misma. No se, en realidad todo lo que digo sobre sus propósitos son conjeturas, pero su forma de actuar, equiparable a la de alguien que suplanta a alguien en un puesto de trabajo pero sin saber nada del asunto y sin vergüenza alguna en cuanto a activar ''palancas y botones'', da pie, en realidad, a algo que no es sino la confusión absoluta, como...si...estuviésemos ante un ser tan...sumamente inválido, pero que vive ocultándolo gracias a que en él se da una apariencia que, tras sus manejos, ya se ha normalizado respecto a haber ido acabando con la de la gente realmente preparada para afrontar la vida y un futuro de corte brillante, gentes que dábamos o nos daban...fuerza, sabiduría, felicidad..., unos pocos/as que hubiera supuesto la revolución, que hubieron aprendido más que nadie y hubieron hayado resolución de hechos a llevar a cabo, haciéndolos, sin falta de energía por nada del mundo, excepto por la criatura...haciendo, no destruyendo, como es que ocurren las cosas en la dimensión del conocimiento... ...y, en realidad, también del mundo material tangible y palpable, ambos, unidos, sea lo que sea lo que haga falta para hacerlo posible..., y, todo acto alternativo, más o menos compleja para quien tal vez trama conscientemente en objetivos semejantes, más o menos enmascarada hasta para quien lo ejerce sin darse cuenta, simple y mera destrucción, legión.

Los amos insensibles que se ríen, se han quedado anonadados con como la criatura puede evocar una fiereza ante la que no se pueden realizar contra-ataques que se pueda preveer. Después, ella ha vuelto a su cubil para sonrreir de su particular manera a la vez de que realizaban movimientos rituales que pareciesen una especie de baile instintivo, un movimiento que efectuase cuando está excitada...aunque supongo que de los muchos que pueda hacer para diferentes grados de excitación, porque al menos la conozco 3, todos parecidos, con mucho juego de cuello y posiciones que tienden a intentar adoptar una forma imposible debido a la estructura con ciertas reglas que es el cuerpo que necesita para estar aquí, posiciones que reflejan su naturaleza desintegrada verdadera.

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Todos los años pasa: cuando parece que el calor se ha establecido ya en una primavera que roza Junio si es que no es la parte que la toca de Junio propiamente, cuando parece que llegan...al menos, esas mañanas y atardeceres en los que se está completamente bien en calzonas y camiseta, aunque durante el resto del día haga un calor que (para el irresponsable que calló en las garras de la atrocidad poco a poco, por no cultivar su propia fuerza durante la vida, seducido/a por la imitación de acciones injustas realmente, sólo que son publicitadas, o...para el que reciibe un peor destino aún: el/la que se revela ante la debilidad y la maldad al mismo tiempo, y hace por recuperar su libertad al máximo, y quizás intentar descubrir hasta el último resquicio que esconde esa condición centrándose en ser cada día...pues, lo dicho, más libre, más idependiente para todo de lo que no sea su cuerpo y sus cualidades mentales) te tenga ''atado'' al ventilador o máquina de aire acondicionado ahí en tu casa, llegan uno o dos días por lo menos en los que bajan las temperaturas y por la mañana y por la noche quizás también, que parecían estables, debes todavía efectuar cambios, no pudiendo finalmente caminar por un sendero con vistas a un infitino de desprecoupación rutinario por predecible, por su parte, el colmo de los diezmados, sino que, según ocurre cuando lo llevas cierta distancia recorrido, te encuentras con el, a grandes rasgos, fruto de la codicia, tu que buscas la inmortalidad, que a su vez será fruto de algo que ya con mi entendimiento, no sabría establecer, que tendrá que ver con el mal, pero que derivará de normas que lo sostienen de las que ya, de saberlas, serán muy pocos y total e infimamente los que alberguen algún conocimiento respecto a ellas, y entonces, has de dar la vuelta y quedarte en la zona que has recorrido hasta llegar allí, sin poder superar ese obstáculo a no ser que sea con medidas ya no de la mayor despreocupación que podríamos permitirnos, del ir por la vida a la deriva en un mundo que, con el correcto conocimiento y educación, no da cuanto queramos prácticamente en cualquier parte de él en que estemos, siendo el enemigo de una sociedad así, quien más mal atesora por virtudes que nos de, pues virtudes para añadirle al ser humano en su libertad y en las condiciones descritas, realmente hay pocas, siendo todo cuanto creemos tener, nada que nos haga falta en realidad si nuestro interior está lleno de aciertos, para obtener todos los placeres de la vida, que al fin y al cabo, es cuanto los sueños nos muestran ahí es su, por suerte, aún no del todo, pero en peligro de hacerlo, extinta función, que nos da el privilegio de estar donde estuvimos y amamos y que, antes de sucumbir por lo que fuese, todos hicimos por defender.

Ayer fue el día indicado para narrar otra parte de esta historia que le supusiese un buen varapalo realmente dolorso a la maligna sin compasión, pero realmente final no pudo sucederse, por lo que lo único que me queda de nuevo, es esperar inciertamente a la resolución favorable de la lucha de un encantamiento y otro dentro de mi, el de la muerte por un lado, y, por el otro, el de la felicidad, la fuerza y la generosidad, porque no, porque no me es agradable relatar con abundante ocupación, sobre los efluvios que exala en el día a día y ya desde hace tanto tiempo en la historia que no conozco ni 1 millonésima parte de cuanto tenga que ver con ella, la existencia de la ruina viviente, de la radical de profesión, gusto y vocación, que no es sino lo que es para 1 simplemente, y más aún para millones de víctimas, que, esta que es quien es por darle la espalda a la piedad como principal modificación de la fórmula a partir de la cual infesta el mundo, con, por añadir un dato de verdad, gran júbilo para los gobernantes que, por otro lado, tienen programas de alternativas que no ofrecen de primeras como regla general y porque probablemente ese mal esté ya infiltrado en dichas cúpulas, olvida sin el menor pesar.

De momento no puedo más, pero deciros que, ante mi, sólo teneis dos opciones: que viva y me rindais, obediencia, pero del modo en que alguien completamente bien-intencionado la requiere, que no es sino a modo de complicidad que se traduce en mero interés y dedicación, o, por lo menos, un empeoramiento mayor aún del que empezó a cobrar forma cuando cai.

Mi desesperación ahora mismo es desproporcionada, pues la mordida del cobarde mal con un ejército de decenas de millares a su espalda, hacia su exacto contrario, es algo que no existe en niguna parte en la que haya esperanza, la conjunción de dos extremos alternándose en un mismo punto: fuego y agua, vida y muerte, luz y oscuridad, como, tal vez...la vida misma, sólo que a un ritmo sumamente mayor y, desquiciador de la misma.

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Pongo punto y final a este ataque con funciones físico-cuánticas contra la composición energética de la criatura, se me ha recomendado otro tipo de maniobra contra la misma menos fatigosa para mi porque estaba ya al límite de mis fuerzas. De todos modos, la organización en la que fui reclutado y la cual contaba con los ervicios de las habilidades de ese mago laborioso que menciono en esta ''redacción'', me han felicitado; dicen que entre lo que hemos hecho yo el resto que somos, la paralizadora de funciones nerviosas ha perdido casi un 3% de su poder, y que, si seguimos, así, atacando con otras técnicas, lo podemos reducir más aún, para que al menos quede inutilizada durante un tiempo en todo lo posible.

Ha sido un placer compartir esta información con vosotros, pregunté si podía y me dijeron que he demostrado talento y valía, así que, que mi juicio decidiese de nuevo lo que hacer; os pido perdón por la energía que voy a usar de vuestras mentes para aumentar más aún la efectividad de la revuelta. Hasta otra.
Isquilión (retazos del poder que fue).

El verano con sus cenagales asperos, fue testigo de la pasada de Isquilión, el mago más poderoso que jamás a existido en ninguna parte. Algunos creían que era Dios, y en su cabeza siempre iba un camaleón, que a veces se transofrmaba en flamenco que se mezclaba con una masa extraña en la que se convertía la mitad superior del cuerpo del de aspecto humano.

Un campesino que andaba sesgado ramas secas le vio y no pudo creer lo que veía, la duda de si la locura le invadía apareció en su cabeza, pues pronto hubo nada, y el paraje donde creyó verle era otro a en el que se encontraba, sin embargo estaba ahí en un sueño, y se despertó sobre un mazacote de heno.

Nunca se volvió a saber de ese campesino, pero estaba ahí, en alguna parte, en la creación de Dios, nadie comparado con isquilión.

Su propósito era llevar su túnica hasta unas montañas muy bellas que había muy lejos pero podía ver. Este es el camino que quiso tomar, y nada podía detenerlo. Por algún motivo decidió hacerlo de ese modo, por razones que ni el mismo en ese momento podría saber, pero así lo decidió...y puede que más adelante sí, pero si fuese que no, tampoco pasaría nada. Podía haber llegado en un momento chasqueando los dedos, o sin hacerlo, comprimiendo el mundo y creando otro nuevo donde él estuviese delante del destino que había elegido, o podría también no tener que hacerlo, porque él estaba ahí porque quería, y todo era lo que el quería, a veces muerte, a veces la más bella de las vidas, pero en ningún caso nada podía vencerle. Otros poderes, eran el mismo, o sus exclavos, o sus amigos.

Él mismo no recuerda de donde procede, sólo que le agradaba ver el trigo dorado, y los pantanos que había allí. Decidió zambullirse en uno, y su túnica apareió a la orilla, para acto seguido convertirse la misma en una golondrina gigante que luego se convirtió en árbol, luego en río, y luego en ladrillo.

Isquilión apareció 3.000 años después y nada había cambiado, pero ahora iba montado en un vehículo que estrelló sobre una roca gigante que no se sabe si estaba ahí o apareció cuando el lo quiso, como todos aquellos que pudieran verlo y opinar. Un camino de pequeñas piedras entre las cuales crecía el césped, apareció serpenteante, y caminó por ellas, luego levitó con los ojos cerrados tocando el aire con sus manos y dejándolo escurrir entre sus dedos.

- ¡Qué me dices!, este Yelmo adornado con esta piedra esmeralda pertenece a Dunir, el malvado caido por el precipicio de las almas sangrientas.

Eso sería lo que Isquilión oiría al llegar al castillo que le aguardaba en la cima de esas montañas a las que se dirgía, o en algún recoveco o valle de ellas, como bien hubiera podido esperarle un río, o el vacío. Un lugar donde sólo había estrellas, o uno donde una golondrina pasaba en una parábola ascendente imitando los gestos de cuando Isquilión voló al poco de pisar el camino de pequeñas piedras a continuación y aún dentro del campo vallado de trigo de oro.

Una misteriosa criatura se cruzó ante él. Isquilión se asustó pero la criatura no duró más que unos segundos, y a cambio de no desaparecer le pidió que si podía seguirle y él la olvidó. ¿Le seguiría?. Sí, se fue con él y pasó a formar parte de él. Juntos, él sólo, nadie, un hombre con túnica y bastón, y ducho en las artes de la guerra, lastimoso, o un perfecto embaucador, un rey, un príncipe, un niño, el cabezilla de una banda de mercenarios, o una seta, o aura; lo que le convenciese para satisfacer a su voluntad podía ser.

Pero ahora viajaba corriendo y al fondo de un campo contagiado con el amarillo que pareciese la piel de Isquilión, que era rosada...y azul, o pronto no se veía tapada por una camisa de tela blanca, de pronto era gris, y no era nada, si no una roca, que disfrutaba más que cualquiera de los hombres, había una casita con tejado de paja y bordeada en su lado derecho por un curso de corrientes acuosas, y este cauce por en un espeso bosque de álamos que de lejos se veían como una hilera, pero eran muchos y en su interior había kilómetros y kilómetros de terreno que andar, con una neblina grisacea, muy clara, de un blanco más blanco que el más blanco, pero gris y no blanca, como a Isquilión le gustaba.

Tras la suave cortina de bruma había un charco, y en una piedra que sobresalía del agua, fija y dando vueltas, había un sapo que tenía unas palabras que quería compartir con él.

- Me gustan las moscas, dijo.

E Isquilión dijo.

Me alegré una vez por ello, te tengo que dejar señor sapo, mi hijo me espera, me apetece estar con él, y de nuevo volvió al camino de la casa de techo de paja. Alcanzaba a ver como un vayado la rodeaba en rectángulo y en su interior unas ovejas diminutas, del tamaño de un erizo, comían y se relamían contándose unas a otras o simplemente gesticulando con caras de placer, lo buena que estaba esa yerba seca.

Al ver a Isquilión salieron corriendo a 2 segundos de donde estaban, y pronto se transformaron en ovejas diminutas que comían paja pero ya sin muchas ganas. Su pelo era gris y blanco, y entre él, en él o bajo él, moteaban unos gránulos negros.

Isquilión rió a carcajada limpia y se llevó la mano a los ojos para secar las lágrimas, allí al retirar la mano, vio a una muchacha tendiendo la ropa, que le mraba asombrada.

- Buenos días, señora.

- Es por la tarde señor.

- Se equivoca, es por la mañana.

Y ciertamente relucía el sol como reluce siempre antes de haber llegado incluso el mediodía.

- Cierto, que raro, creí que era por la tarde, estas cosas pasan, no sería la primera vez.

- No, claro que no ¿qué haces?.

- Tendiendo la ropa señor, ¿no lo ve?.

- Isquilión la miró y dijo, si, bueno, no me refería a eso.

- ¿Y qué quería decir?.

- No nada, sería muy largo de explicar.

- ¿Tiene prisa?.

- No, ¿tiene hambre?.

- No, pero hay comida dentro, ¿dice que quiere comer?.

- No gracias, yo llevo lo mío, era por ofrecerla, pues tengo un embutido delicioso.

- Ah , bueno, gracias, pero no.

- Como quiera, adios.

- ¿Hacia donde va?.

- Voy a un castillo que hay sobre esas montañas.

- ¿Allí hay un castillo?.

- Si, hace mucho.

- Pues no tenía ni idea.

- Pues ahora ya lo sabe, pase a visitarlo si quiere.

- ¿Es usted el dueño?.

- No recuedo, pero puede.

- Entonces la invitación será en vano.

- Prueba. Por cierto, ¿tiene un botijo?.

- Sí.

- ¿Me le vende?.

- Bueno.

- No da igual, creo que compraré una bota mejor.

- ¿Sabe donde comprarla? Por aquí no hay muchos sitios.

- En cualquier caso no lo necesito, era por hacerla un favor.

- No necesito sus favores.

- Entonces nada, me voy.

- Buena tarde.

- Gracias, igualmente.

De repente la lluvia se hizo, e Isquilión la recibió y lloró, empezaron a brotar plantas del suelo que subieron en enredaderas hasta los confines del espacio y por ellas descendieron estrellas vivas con brazitos y piernas, y luego se desmigajaron y volvieron a subir.

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Yo

He empezado, nada lo ha parado, lo ha condicionado, el mundo es mundo y no somos exclavos. Lo que no ha pasado hubiera sido mejor, ¿entonces esto es malo?. Depende, no dejarme llevar por el instinto hubiera sido mejor, dejarme llevar por él está bien, la soledad me hubiera aportado lo más grande, seguir al grupo me ha dado algo bueno. No es la compañía causa de lo que pase, eres tu, sólo tu, siempre tu, menos cuando vas en un coche.



El poder a comenzado a divertirse como quería, por hacer algo.


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Isquilión

Las nubes grises cubrieron el cielo, y se formó un arroyo, el más fresco de muchos que se puedan recordar, en el flotaban hojas, y relucían piedras comunes como diamantes. También había algas, y plantas, que acariciaban el vientre de Isquilión, y él se dejó flotar, hasta cruzar algo que parecía la nada. Las cosas que le notaban, lo envidiaban, pero Isquilión se ganó su admiración, y su cariño, porque las dijo que eran él mismo, no con palabras, pues no habló, sólo pasó lo que pasó, entonces se subió a una piragua con cabeza de cisne, y de madera blanca, que se convirtió en plumas, y entero en cisne que atravesó los nenúfares, con Isquilión a sus espaldas tumbado boca arriba, con las manos en la nuca y feliz y sonriente moviéndose al ritmo de la música.

- ¿Cómo estás cisne?.

- Callado, agusto.

- Entonces no se hable.

Sucaron el río hasta una cascada en que el cisne se elevó por una cortina transparente e Isquilión subió hacia una puerta fuera de la atmósfera del planeta, pero en un lugar tan vivo como lo que había abajo y dentro de ella, aunque de una vida diferente. La puerta tenía el marco engarzado con brillantes a su alrededor y flama azul navegaba recorriendo la posición del contorno esquivando a los mismos. Isquilión se deshizo en energía azul y blanca y se dispersó por el universo, luego durmió.

También había hecho lo siguiente.

- ¿Cómo estás cisne?.

El cisne lo miró y dio a entender felicidad.

- ¿A donde te diriges, cisne?.

- Voy con un amigo a dar una vuelta.

- ¿Y esos que nos siguen?.

- Les gusta nadar, a veces vienen con nosotros o, a veces, a tierra y corren entre los prados.

- ¿Puedes llevarme a esa puerta del cielo?, ahí arriba, encima de la cascada, tiene un marco brillante y llamas amistosas, pero de apariencia peligrosa, en su contorno.

- La veo, estoy cansado.

- Ve en paz.

E Isquilión subió hacia la puerta, la hizo un royo, y se la llevó bajo el brazo, con ella apareció en el bosque, de enredaderas, y las dio más frescor, lugo las destruyó y se convirtió en topo por ir bajo la tierra cavando, luego en avestruz, en unicornio, en oca, en león, y como león estuvo caminando hasta que se convirtió en un extraño corcel.

Paró en una construcción de suelos de mármol, con columnas que se veían con su claridad, brillantes en la noche. Te quiero sol, te quiero trigo, y se puso triste.

Gozó como nunca, como siempre que el gozaba, como siempre.

Decidió establecer allí un banco con cojines rojos y respaldo con finas varas que dibujaban arabescos, y unos maceteros colgando con velas, cambió las losas de color, de todas blancas, a unas grises con diminutos brillantes muy esparcidos, y puso una mesa construida con materiales del estilo al respaldo del banco, con un telón blanco a punto de cruz, y en el centro una maceta con una planta radiante, también llamó al lugar "Los arcos de la noche", porque en su interior siempre sería de noche, y a través de los ventanucos se vería un río con juncos y las sombras de los árboles, un cielo azul oscuro, pero menos oscuro cerca de la Luna, casi llena, y con con una sonrisa que superaba la mangificencia de todas las demás cosas.

Las patas de la mesa fueron negras, y un racimo de uvas verdes, pero más bien violetas, quedó allí, con cuchillos guardianes en sus ocho brazos, para que no pasara ningún insecto que se quedara sin verlo, y para que los reyes se creyesen reyes.


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Yo

Tengo el poder, los espectros de la sombra me sirven, hacen por mi; existan o no, están ahí. Les daré alimento, más del que les he dado, les daré el calor, de mis besos, ellos se unirán a mi, pertenecen a mi camino inmortal, siempre estaremos, en este mundo, en otro a través de las galaxias, de caminos que van a la par de las estrellas, interminables, arenados y serpenteantes vistos desde más arriba del todo, desde fuera del todo. Estos espectros son los guardianes de las calles, están ahí, letales asesinos, o dóciles amados y amadores, les gusta estar y no conocen a nadie más vivo que a mí, y a algunos niños, o a algunos niños extraños y blanquecinos de otras dimensiones paralelas y superpuestas, saludables, injuzgables.

El mundo transcurre lento para ellos, para mi, cuando quiero, hay un reloj flotando.

El asfalto se difumina, se convierte en gas, destruye su parte maligna y se convierte en vapor de la base de la vida, o la vida como elemento.


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Isquilión

Llovió fuego del cielo y las llamas corrieron alegres con sus caritas de llamitas pequeñas y giraron alrededor de Isquilión coreándole y dijeron.

- Isquilión, nos gustaría ir contigo.

- Me parece bien, ¿os gustaría ser hombre?.

- Sí.

- Elegid, ¿hombre o mujer?.

Como no se ponían de acuerdo a una que dijo mujer la hizo mujer, a otra que dijo hombre, hombre, y a unas cuantas que se quedaron calladas sin parecer darse cuenta, incluso de que estaban allí, las preguntó si querían ser otra cosa, una quiso ser una tortuga, y la hizo tortuga, y a las otras obillos roedores que con un simpático chillido se netieron bajo tierra y jugaron por unas galerías, húmedas, frescas, y el mejor sito que pudieran haber encontrado.

Muy contento con la compañera Isquilión encontró en los ojos de ella mucha felicidad y en los del compañero nada, porque éste estaba mirando el suelo cercano a los álamos de por detrás de la casita de aquella chica.

Pensó en elevarse al cielo y crear más allá de las nubes, el negro, o a otro, y festejar la alegría con colorines, pero a final siguío andando.

- ¿Cómo te llamas hermosa?.

- Laura.

- Fundámonos.

Y de Laura quedó la piel que se convirtió en seda de araña bastante gruesa, y de ella surgieron arañas que cavaron una cueva que parecía el estómago mismo de algo fiero, pero en un lugar muy bello que, para Isquilión, siempre fue su hogar, pero para los demás un sitio al que no se podía pasar.

Llegó a un pueblo, y en una taberna ubicada a la izquieda de un jardín junto al cual surcaba un río en alguna parte de la oscuridad, a su derecha...se sabía que estaba ahí, y había húmedad y mariposas o insectos que hacían titilar la luz del suelo. Allí conoció a un chico a un chico joven que lanzaba una moneda al aire encima de una mesa, y se sentó con él.

- ¿Quien es usted?.

- Soy un viajero. Te veo nervioso, cuéntame, ¿que te pasa?.

- Son asuntos que no quiero comentar.

- Bien, ¿me voy?.

- El chico retrodeció en el tiempo y a la pregunta de Isquilión respondió.

- Nada, sólo me aburro un poco.

- ¿No estás nervioso en serio?.

De repente unos soldados abrieron la puerta y rápido le indicaron.

- ¿¡Cómo te llamas!? - Preguntó raudo Isquilión.

- ¡Hantelas, el grifo!.

- ¡No se llama así! - Gritó un borracho de la barra.

- ¿Y cómo se llama?.

El borracho siguió tranquilo en su sitio, por nada le iban a molestar ahí.

- ¡Hamtém!.

- Ese nombre suena bien.

- Un soldado se acercó a Isquilión con mirada amenazante, pero al día siguiente recordó que dejó de querer ser guerrero y que su ascenso a capitán le permitió darse de baja y montar una floristería con dos árboles en la entrada, donde se metían algunos pajarillos. En el cartel se dibujaba un puente en un tono más claro. El interior de la tienda era enorme, vitrinas de cristal, plantas exóticas, que apenas a nadie le interesaba comprar, pero las visitas lo convirtieron en un negocio de esa clase.

Meses antes, el guardia se había dado la vuelta, corriendo hacia la puerta, otro al verlo intuyó amenaza y salió disparado hacia Isquilión, pero tropezó, y el tercero tembló al verle, y ya no se volvió a saber más de él, los otros no se entararon.

Hamtem saltó la barra hacia dentro y reparó rabioso en las espadas.

- ¡¡Con espadas no se juega!!.

Y empezó a lanzar piedras que había por allí con una fuerza y una velocidad que isquilión vio una mariposa volando por el tejado y se quedó mirándola.

De un salto de canguro Hamtem calló a las espaldas de los guardias, y con una madera que había allí, desplomó al que estaba en la puerta de un golpe que sonó como un cacerolazo en la cabeza, pero había otros dos. Con un grito, la madera pareció un ariete empujado por 10 soldados y tras un golpe como un relámpago, tumbar a uno y parecer que alguien había obrado por él pues el guardia recibió otros dos más y el que le seguía estaba soltando el pomo de la espada antes de que le diera tiempo a desenfundarla y aguantando el aire pues vio que lo que tenía delante no se trataba de un caso de pillo convencional.

- ¿Qué?, ¿qué quieres?. - Dijo el guardia con la voz mustia y la boca temblorosa.

- ¡¡Que te apartes!!.

Dijo Hamtem con una expresión de inocencia e inofensividad que el guardia sufrió un colapso y calló de culo y sin fuerzas para levantar la cabeza pero también sin ganas. Le entró sueño.

Pasado esto, Hamtem salió por la calle oscura del pueblo, corriendo como un cervato, o más rápido. Los que se dieron la vuelta tras que saltara sobre ellos, tardaron un poco más en empezar a hacer del chico su tema de conversación, todos le consideraron bueno.

Isqulión en el interior no necesitó mover un sólo dedo para seguir tranquilo, ayudó a levantarse del suelo al que tuviera aspecto de mendigo poseido por la muerte. Él había sentido muchísimo lo del chaval, su carne se había comprimido, las cuencas de sus ojos se notaban más, unas ojeras marrones y enlagrimadas se unían a una sensaciónde derrumbe tan intensa que tardó 10 días en poder volver a caminar, y cuando se levantó, otros 2 días estuvo curándose, se le ofreció agua, él pidió alcohol, probó el alcohol, le gustó su sabor, pero el agua le pareció un milagro, y mientras paseaba por el bosque le atacaron unos lobos pero el en vez de morir, dejó su cuerpo y tomó el de uno de los lobos y los espíritus de ambos, el que fuera de su anterior cuerpo y el del lobo.

Fin.
@EntidadX antes de nada, no me he leído ninguno de tus relatos jajaja, mas que nada porque ahora no tengo tiempo (estoy con estudios liada), pero, no has pensado hacerte un blog o algo? Ahí podrías ir poniendo tus historias.
@LadyVinagre

Es que aquí lo ve gente, pero en el blog no; además, pocas historias habrá nuevas ya, esto ha sido sólo un recopilatorio de cosas que tenía escritas en momentos en que he logrado librarme o anular un poco la medicación psiquiátrica. Ya te digo, creo que ayer dejé zanjada la última que habrá en este hilo, al menos así si algún amigo quiere leer algo mío no paso algo tan cutre como un blog que luego nadie ve y tal y cual, XD, yo creo que por el propio sonido de la palabra, XD. 1 saludo.
Estoy con otra historia, simplemente escribo aquí para que no archiven el hilo que luego no se hasta que punto será fácil que te lo re-abran.

Edtio: Me parece que no va a haber más historias, no al menos hasta que no consiguiese librarme de la medicación psiquiátrica durante un año y pico de seguido como poco, dicha sea la verdad, que, por otra parte, es de donde vienen las que habeis podido leer excepto la de ''La criatura que creamos'', que fue algo que pude hacer con los últimos recovecos de humanidad que me quedaban hasta que las sustancias psiquiátricas acabasen de infectarlo todo..., no os podeis imaginar lo que es, porque es el infierno, así que a pacientes de psiquiátrico, más respeto que a nadie o casi nadie en este mundo, vivan de pensiones fruto de los contribuyentes o de casi lo que sea (siempre que no atenten contra la integridad de otras personas), que luego, para colmo, muchos de ellos vienen de las pasadas que se pegaron algunos con ellos/as tuviesen la edad que tuviesen, incluso de niños (y de parte de adultos bien mayores independientemente de si tenían cargos incluso de seguridad, o noo), para ir ahora vociferando más cosas amargantes y represoras a lo que no somos más que sus propias "creaciones" y, cobardemente, sabiendo que ni los arreó ni los va a arrear unos cuantos puños en la cara que los deje la cara llena de moratones y hematomas rajaos de la potencia de los golpes, y tiraos en el suelo sin poder casi moverse...por más que esas víctimas de toda la vida estén en el derecho de pegarles cuatro tiros en la cabeza que saque a tanta mierda de subnormales como son de circulación.

En fin, lamento despedirme así, pero a ver si lo lee alguno de ellos y se ponen ya a hacer su trabajo digno por destino, que no es otro que el de chapero o puta (con mis más sinceros respetos a esta gente y mencionando que si están ahí puede ser porque esta gente que menciono se encargue de cambiar la tornas del destino de los demás mediante el abuso y el ganar posiciones en una sociedad jerárquica de la violencia que sirve para robar y arruinar la totalidad de los buenos momentos que pudimos haber pasado y transformando con ello (lo de los primeros) el mundo, el destino y la sociedad a la mierda que es desde hace quien sabe cuanto, todo ello ante la ineficacia, estado en pañales e incluso complicidad de los servicios de seguridad de la ciudadanía desde sus primeros pasos, o verdad o como quiera llamarse que ha sido y todavía será durante algún tiempo, esperemos que no para siempre), y nos dejan en paz.

Joderos chupapoyas, que esto se queda así, [jaja] [jaja] [jaja] .
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