[Relato] Tú...

Vuelvo a tenerte frente a mí...

Había pasado tiempo desde la última vez. Tiempo desde que acaricié la tersura y suavidad de tu rostro, tiempo desde que pude perderme en la inmensidad y profundidad de tus ojos, tiempo en el cuál no sabes lo mucho que anhelé y deseé el volver a caer preso de esos labios... Esos los cuáles me atrapan, me hacen perder la razón y el sentido de todo cuánto me rodea, pues cuándo es ella quién me rodea entre sus cálidos brazos, cuándo son sus labios los que rozan los míos, cuándo siento como el tiempo obvia ese momento y no transcurre entre nosotros, como horas y horas se reducen a segundos, no sólo en tu siempre agradable compañía, sino más concretamente cuándo me besas, cuándo haces que pierda la noción del tiempo...

Cuando simplemente camino a tu lado, cuando simplemente estando cerca me haces sentir la vida de otra manera, cambia la percepción, el tratar de estar pegado a ti cada segundo es algo lo cual reconforta enormemente...

Aunque no sólo son esos románticos momentos los que alcanzo a recordar... Recuerdo otros tantos... Recuerdo todas y cada una de las noches en las cuales tú, como siempre, juguetona y manteniéndote agazapada saltabas sobre mí, como tras los besos, las las "inocuas" caricias y tras rodar y rodar sobre algún colchón acontecían nuevas caricias, nuevos gestos... Sentir como a medida que la noche pasa, como cuanto más arrecia el frío, más calor se apodera de nuestros cuerpos.

Cuerpos los cuáles piden a gritos el volver a unirse, el volver a entrelazarse, el volver a fundirse en un manto de pasión. Se expresan por sí mismos, lo doy a conocer besando tu vientre, lo doy a conocer mientras tomo entre mis manos tus pechos, lo doy a conocer cuando bajo... Y tú, lo das a conocer mostrándome uno de los espectáculos naturales más fascinantes de la naturaleza...

Nerviosa en un principio, no serías tú precisamente quien se quedase sin aprovechar ni meter mano, no serías tú quien con cada gesto y caricia sobre mi miembro no hicieses mas que aumentar el deseo que por ti siento, pero sin embargo, sí que serías tú quien padeciese y sintiese mis dedos frotar tu sexo, sí serías tú quien sintiese como estos no tardarían mucho en introducirse en tu vagina, como asimismo las contracciones de tu sexo no harían mas que anunciar la esperada reacción, como tu pecho sube y baja, como te alteras más aún, y como yo, al poder tomar ese dulce néctar, reafirmo lo dicho en tantísimas ocasiones, no sólo uno de los más preciados sabores de mi peculiar gastronomía, sino además uno de los más intensos y poderosos afrodisíacos...


Nunca fuiste de mucho hablar. Nunca me quisiste preocupar; siempre, preferiste callar, así mismo otorgar. Pero hay algo con lo cual no contabas, algo sin embargo que yo sí que esperaba...

Es este uno de los momentos más reconfortantes de todos... El tenerte, abrazada, en peso, contra una pared... Dejando sentir mi excitación en tu húmedo sexo, moviendo las caderas, restregándome, aunque sin darte esa satisfacción aún... Es en ese momento, cuándo cobraría el alto precio que decidiste pagar por todo ese silencio...
0 respuestas