Rajoy: 'Estoy convencido de que a la Infanta le irá bien'

Está imputada y acudirá a declarar ante el juez Castro el próximo 8 de febrero, pero las más altas instancias no dudan en pronunciarse ya a su favor, dando por hecho que la Infanta Cristina superará el trance judicial y saldrá limpia de la maraña de indicios que dibujan a su alrededor turbios manejos fiscales.

Anoche lo hizo el presidente del Gobierno, que defendió a la Infanta ante las cámaras de Antena 3. «Estoy absolutamente convencido de que le irá bien», afirmó, segundos antes de añadir: «Estoy convencido de su inocencia».

Rajoy, además, garantizó que «no habrá independencia de Cataluña» y aprovechó para elogiar el «coraje» y la «valentía» de sus ministros más cuestionados.

Afirma que Cristina de Borbón no debe renunciar a sus derechos dinásticos

Nunca hasta ahora, el presidente se había prestado a rozar siquiera los problemas judiciales de Cristina de Borbón en público. Rajoy siempre había actuado conforme a los cánones del más sencillo abc político, es decir, parapetándose en el respeto a los tribunales y sus decisiones para guardar un silencio férreo.

Eso, hasta anoche. Porque el jefe del Gobierno no dudó en romper ante las cámaras una lanza en favor de la segunda hija del Rey dando por hecho que no tendrá problemas con la Justicia y mostrándose seguro de que es inocente.
'Todos somos iguales ante la ley'

El presidente se refirió al consabido «respeto a jueces y fiscales», e incluso parafraseó al Rey recordando que «todos somos iguales ante la ley» y que eso también es aplicable a la «presunción de inocencia», pero después tomó partido y lo hizo sin titubear. Más aún cuando se le preguntó si Cristina de Borbón debería renunciar a sus derechos dinásticos para aliviar así la presión que existe en estos momentos sobre la Corona, Rajoy se mostró rotundo: «No».

Y todo ello se produjo después de que él mismo calificara de «lamentable» el rosario de nombres -entre los que surgió el de la hija del Rey y el de su marido, Iñaki Urdangarin, junto al de Luis Bárcenas o Francisco Correa- relacionados con asuntos de corrupción que, según el presidente, nunca más se deberían repetir.

El convencimiento de Rajoy de que la Infanta es inocente y, más aún, de que ante la Justicia las cosas «le irán bien», fue lo más sorprendente de los 40 minutos que duró la entrevista concedida a la cadena de televisión privada Antena 3.

Al presidente se le plantearon más asuntos; de hecho, casi todos los que están sobre la mesa de la actualidad, pero no hizo nuevas revelaciones. Optó por mantenerse en las líneas clásicas de su discurso: pocos detalles, no anticipar acontecimientos y muchas miradas hacia la herencia socialista.
'El desafío independentista'

El desafío independentista catalán ocupó los primeros minutos de la conversación. Rajoy se mostró tajante, pero en los mismos términos en los que viene pronunciándose desde hace semanas. Una vez más el mantra es no adelantarse a los hechos y, en consecuencia, el presidente del Gobierno huyó de cualquier escenario en el que se intente esbozar el día después. Aseguró que está preparado para cualquier eventualidad y afirmó tener un plan para actuar ante el reto independentista, pero no lo concretó. «Cumpliré y haré cumplir la ley», repitió, antes de negarse a valorar la posibilidad de tener que llegar a aplicar el artículo 155 de la Constitución, que contempla la suspensión de la autonomía.

Insiste en que, si puede, finalizará la legislatura con el mismo equipo

Así, se limitó a garantizar que en tanto que él esté al frente del Gobierno «no habrá independencia de ningún territorio español» y un referéndum como el que pretenden Artur Mas y sus aliados «no se celebrará». «Las cosas están claras», reiteró, «no habrá independencia de Cataluña».

A partir de ahí enhebró de nuevo el discurso de los lazos estrechos que unen a los catalanes con el resto de los españoles, la Historia común, la urgencia por hacer cuanto en su mano para ayudarles a superar la crisis, la imposibilidad de tomar decisiones sobre la soberanía que sólo corresponden al conjunto de los españoles y su disposición permanente a un diálogo que, sin embargo, descarta iniciar con una llamada al presidente de la Generalitat.

La polémica propuesta de reforma de la Ley del Aborto, la estrategia frente a ETA y los brotes verdes económicos tampoco depararon novedades. Eso sí, Rajoy volvió a asegurar que si puede acabará la legislatura con el mismo equipo de Gobierno, pese a que todas las encuestas hablan de un Gabinete quemado. Y puso especial énfasis a la hora de defender el «coraje y la valentía» de sus ministros más polémicos. «Los que toman decisiones difíciles», dijo. Y anótese: José Ignacio Wert, Cristóbal Montoro, José Manuel Soria y Alberto Ruiz-Gallardón. «Siempre los voy a apoyar», sentenció.