Lo más práctico y rápido es meterte en política municipal, montarte tu chiringuito (clientelismo en estado puro) y a partir de aquí, si has montado bien tus contactos, tu carrera puede ser meteórica. Pero para ello necesitas pasta para granjearte esos contactos, o mucha cara.
Otro de los caminos (más lento), es empezar por las bases, juventudes y tal, e ir granjeandote una reputación a base de curro (conozco alguna compañera de clase de mis años mozos que está en política prácticamente desde que tenía 16 años), y lo más importante: saber hablar. A partir de ahí es como una empresa: vas escalando puestos a base de ese esfuerzo y también de saber aprovechar oportunidades (y enchufes, obviamente).
Edito: el problema es que en la gran mayoría de veces el camino lento no te garantiza subir, pues por muy bien que hagas las cosas, el que tenga mejores contactos siempre te pasará delante, y normalmente es quien tiene más morro y poder.