Me diste la mano
y subimos juntos
a nuestro rincón
secreto.
Iniciando un juego
al que ya había jugado contigo
antes.
Olvidando promesas
que jure entre lagrimas
con un vaso a mi lado
y un amigo.
Dejando todo en lo que creía,
olvidando tiempos pasados,
por tí.
Besandote entre versos,
apretandote las manos,
en una noche compuesta
para los dos.
Juré parar de quererte,
juré parar de anhelarte...
pero tu cuerpo
pudo conmigo.