Buenas, intentaré exponer el caso de la manera más concisa y comprensible posible:
Tengo un ordenador a piezas con win 7 32bits desde hace ya unos 6 meses y, hasta hace un par de días, todo perfecto. El problema surgió cuando, repentinamente, el equipo se colgó y tuve que reiniciarlo manualmente. Después de eso noté algo un poco extraño: el logo de windows aparecía e inexplicablemente se oscurecía al cabo de un instante. Además, el S.O tardaba bastante más de lo habitual en arrancar. Hice varias pruebas y todo más o menos funcionaba como antes del "gran cuelgue".
Ayer mismo decidí formatear e instalar win 7 64, no por un simple arrebato, sinó porqué lo tenía decidido desde hacía bastante tiempo. Realizada la intalación, me encuentro con un panorama incluso peor que el anterior: logo que oscurece por las buenas, arranque mucho más lento, aplicaciones ligeras que tardan más de la cuenta en ejecutarse, pequeñas saturaciones al llevar a cabo varias tareas (cuando antes nunca había sucedido),...
He comprobado los procesos que el ordenador ejecuta en reposo y son ni más ni menos que 47/48, utilizando más del 40% de la RAM sin hacer absolutamente NADA. No creo que sea normal.
No sé si es un problema del procesador, de la placa madre, de la RAM, o por el hecho de tener mi equipo metido en una mierda de mini-torre, pero no entiendo como puede suceder algo así en un abrir y cerrar de ojos. He descartado que sea un problema de windows porque, al formatear, los problemas incluso se han multiplicado.
Mi equipo:
AMD Phenom II 965
4GB Kingston HX
Asus M4A785TD-V EVO
Silent Knight
HD 5770
¿Cuál os parece que puede ser el problema?
Gracias