Si es de la batería, basta con quitarla y probar sin ella, lo mismo si fuese cosa de sobretensión, bastaría con revisar los valores en la BIOS/ UEFI o con un programa al uso; pero más bien parece que el disipador o no asienta bien o no queda bien fijado, y al voltearlo se separa y ya tenemos el problema.
Colócalo sobre el cristal de una mesa (o una superficie lo más lisa y uniforme posible), aplicándole previamente una muy fina capa de pasta sobre las superficies de contacto (lo que sería una prueba de la cuchilla a estilo compadre), y comprueba que efectivamente la huella es uniforme y simultánea en ambos extremos.
Revisa la tornillería que no haya pasadas de rosca, y como último recurso antes de cambiar el disipador, prueba con cinta de compuesto térmico (thermal pad), da bastante peor rendimiento que la pasta térmica pero ayudará a fijar el disipador.