Al margen de eso, piensa que si se trata de un portátil nuevo con sistema preinstalado, cepillarte o modificar las particiones de recuperación podría comprometer la garantía del equipo (si no fueras capaz de dejarlo como te lo entregaron)... y en ese caso cruza los dedos para no tener problemas. Los SAT se agarran a un clavo ardiendo con tal de no hacerse cargo gratis de cualquier arreglo, aunque sea de otra cosa sin relación aparente.