Caballero Vadin, una reverencia ante vos, un suspiro, un beso en la mejilla ¿podrán pagar tan hermoso poema? Dama eoliana no se sintió más satisfecha que yo recibiendo vuestras palabras pues sabed que nunca nadie, ni fuera ni dentro de este reino, me dedicó un poema. Para mí es un acto grande, pobre poeta, que me acompañará siempre.
PD- ahora bien
no te libra ni el rey de que pagues tú el siguiente cafetito.