Bajo el azul intenso de tu mirada sumergí la sensación de abrazarte mientras jugabas a sortear mi piel con el vaivén de tu figura. Sobre la cálida tersura de tu arena anduve perdido en el horizonte que ante mi dibujabas… Voló mi mente en tu susurro, y ante ti divagué bohemio en sensaciones infinitas. Arropado en tu regazo descubrí la sensación del que fluye olvidado y surge por ti renovado.
Con cada golpeo contra la orilla evocas en mí un pensamiento distinto e irrepetible. Cada ola que me acercas revive sentimientos que mi alma creía olvidados, en cada gota de tu ser habita el recuerdo de quien sumergiste en tus brazos y a quien robaste un deseo cedido con esperanza.
Ahora bañas mis pies mientras paseo por tu orilla y acaricias mis delirios al recordar un amor olvidado. Cuidas con recelo a quien a ti se acerca y guardas en tu esencia todos y cada uno de los recuerdos que han compartido a tu lado anónimos amantes y jóvenes poetas que buscaron en tu silencio un cómplice perfecto. Acompañas mi paseo y recoges las lágrimas que derramo y tú guardas caprichoso de no querer dejarme olvidar…
Ahora caigo rendido, clavo en ti mis rodillas, y araño tu piel arrojando mi impotencia con un grito que ensordeces en la infinidad del cielo que acaricias. Clamo por una vida incompleta, y sufro por el recuerdo olvidado de una noche eterna en la sentí el placer infinito de un instante a su lado. Revivo a casa segundo el calor de aquellos labios junto a los míos, resuena en mi mente el dulce susurro de aquel “te quiero” prohibido, muero a tus pies evocando el nombre de quien hoy ya no duerme a mi lado y me recuerdo en la noche mas triste abrazando el vacío en mi cama y añorando la suave tersura de aquellos abrazaos sinceros.
Amigo azul, cómplice eterno y silencioso compañero, en tus brazos cobijo mi alma cobarde y en tu esencia maldigo mi nombre y el tiempo que debo vivir… A ti acudo en mis noches tristes conociendo el asilo que me prestas, en ti sumerjo un corazón cansado de latir y te regalo la esperanza de mis lágrimas ilusionado de que los recuerdos que portan bañen de ilusión aquella alma amiga que a ti algún día ha de acudir…
