los mojinos escocios se doblegan ante lo politicamente correcto

«Hemos quitado del repertorio canciones que puedan molestar»

El líder de los Mojinos Escozios, Miguel Ángel Rodríguez, habla de su último disco y de cómo la sociedad y el humor han cambiado en estos 23 años sobre los escenarios

¿Qué podemos encontrar en el nuevo disco ‘Semos los más grandes’?

El nuevo disco es un disco más de los Mojinos Escozios. Con eso nos conformamos. No hay novedad en estilos musicales y no hay novedad en el estilo escrito de las letras. Lo que pretendemos nosotros es no perder a los fans que tenemos y si conseguimos alguno nuevo pues mejor. Es otro disco más de los Mojinos Escozios y la opinión personal y del grupo es que nos ha salido un pedazo de disco.

¿Es más difícil escribir una letra de amor o un estribillo que diga “papá ven que er mojón no se va”(sic)?

Lo complicado es escribir y cada uno escribe a su estilo. Ese estribillo no deja de ser una maravillosa canción que habla de la relación de una hija y un padre. En este caso, el padre es el cantante de una banda de Rock & Roll, que la gente te ve como cantante pero no te ve en modo padre. No hay nada más bonito que el orgullo que siente una hija al ver a su padre luchando con ese mojón que se queda atravesado en el wáter y que ni con la escobilla se va, y en ese momento en el que consigues que se vaya y le da un abrazo a su padre diciéndole te quiero papa, gracias por haberme solucionado el problema... los cantantes románticos lo escriben de otra forma y yo tengo ésta.

Todo el mundo le tiene una canción escrita a sus hijos. Los Mojinos no podíamos dejar de hacerlo y no íbamos a escribir mi personita. La de Alejandro Sánz es muy bonita, pero tampoco vamos a escribir nosotros así.

Mi personita también caga. Parece mentira que una niña de nueve años, tan canijita y pequeña, suelte el zurullo que soltó ese día, que llevó a inspirar ese estribillo de “papá ver que er mojón no se va”.

Tus hijos también colaboran en este disco y cantan la tercera parte de la ‘Cansión instrumentá de los hijos der tío que tenía er reco der mundo de llevarse más tiempo hablando sin respirá’.

La primera parte salió en el 2000. Pusimos ese nombre porque nos enteramos que los nombres largos le daban a la SGAE muchísimo por culo. La réplica salió en el 2010, en la que ya me matan, y en la tercera cantan mis tres hijos.

Hablando del disco del 2000 ‘En un cortijo grande, el que es tonto se muere de hambre’ hay una canción que como estribillo “Tenemos pinta de machote, con el pecho lleno de pelo, y un pedazo de paquete y un pedazo de bigote, pero a la hora de meternos en la cama, nos gusta que nos espachurren la almorrana”. A día de hoy ¿con el lenguaje políticamente correcto que tenemos en la sociedad, se podría volver a escribir?

Esa canción hace tres años que no la tocamos, precisamente porque la sensibilidad de la gente de la calle ha cambiado mucho. Esta canción la sacamos hace 19 años y en dos décadas ha cambiado muchísimo la sensibilidad de la gente.

Nosotros tenemos las redes sociales, que es una magnífica encuesta que tú le haces a tu público y al que no lo es, y sabes de sobra que la sensibilidad ha cambiado. Mojinos no es una banda que se haya hecho para increpar ni para molestar, todo lo contrario. Nosotros queremos formar parte de tu fiesta y no que digas que te está molestando lo que están cantando. Hoy día no escribiríamos una letra así. Estamos orgullosos de todas nuestras canciones, pero conscientes de que ha cambiado mucho la sensibilidad.

Podemos decir que os autocensuráis.

Llámale autocensura... antes hemos hablado de mi hija de nueve años y tengo otra con 21. Yo no me quiero oponer a ese movimiento que hay en contra de esos borricos que emborrachan a una chavala y la violan. Jamás los Mojinos se han identificado con una letra de este tipo, pero sí que es verdad que tú eres el grupo de los borricos. Tu haces canciones de borrico. Esas letras que las cantas de una forma más ruda. En ningún momento, el objetivo del ‘Soy Guay’, que es el título de la canción de la que hemos hablado antes, era ofender a nadie. No era una canción homófoba, era un chiste, como has hecho chistes de otras cosas que hoy en día no se harían. Es una forma de declararnos a favor de ese movimiento y para ello quitamos canciones que puedan molestar.

Hay una cosa que está últimamente de moda en los festivales y son los puntos lilas, que están viendo qué es lo que haces y qué es lo que dices, y te aseguro que, en los tres conciertos en los que hemos estado con puntos lilas, han venido a darnos las gracias después del concierto. Antes, cuando ibas a un festival en el que la gente duerme en tiendas de campaña, el comentario que hacías con el micrófono era si bebéis mucho, no coged el coche o la moto. Ahora, el comentario es si ella te dice que no, es que no. Ahí se recibe el aplauso más grande del festival. Pero que uno no lo hace por buscar el aplauso ni por demagogia, lo haces porque en ese momento te sale el padre que uno lleva dentro, el mismo que va a quitar el mojón y que no quiere que su niña caiga en las manos de una manada que me la emborrachen.

Han cambiado los tiempos, el quitarla no nos autocensuramos es una forma de decir que estamos al día de lo que pasa en la calle.

El humor está cambiando. Quizás no sea autocensura pero sí coarta a la hora de escribir. ¿Os ocurre eso a la hora de escribir ciertos temas? Porque con esa canción en concreto, al final son pocos los que se quejan, pero que hacen mucho ruido.

Esto es como los padres con los niños. Nosotros siempre hemos sido ese grupo que a los padres les han molestado que los hijos nos escuchen, hasta que yo bailé con Belén Esteban en el ‘Mira quién baila’ y ya venían las madres a la firma de discos. El niño venía a que le firmara el disco y la madre me decía lo bien que bailo, pero seguían sin gustarles las canciones que escuchaban sus niños. El listón de la educación la tiene cada padre y la pone cada uno.

No es poca la gente que se ofende. A lo mejor no se ofende tanta gente porque todo el mundo ha dado un paso atrás. El ejemplo que se pone es el de los dos sketch de Martes y Trece, con el que todo el mundo se ha reído, que tanto el de ‘Soy maricón de España’ y el ‘mi marido me pega’ eso no lo haría, hoy en día, nadie.

¿Cómo va la gira de 2020?

Nosotros vamos a contratación. Ya tenemos unos 15 conciertos firmados y unas 20 o 25 reservas. Más de 50 seguro que hacemos. Nunca hemos hecho más conciertos que Alaska o Camela, siempre estamos cinco o diez por debajo. Ojalá llegue Camela este año a los 100, así nosotros daremos 90 o 95.

¿Algo previsto en Sevilla?

No. El Ayuntamiento no nos contrata, que no es por reprochar, desde 2000 o 2001. Sí hemos tocado en la provincia, pero hace tiempo que no trabajamos con el Ayuntamiento de Sevilla.

Me gustaría insistir con una cuestión que me parece llamativa. ¿Habéis tenido que quitar más canciones del repertorio?

Nosotros tenemos 320 canciones y tratamos de tocar las canciones que más le gusta a la gente. Nos movemos con un margen de más o menos diez.

Nosotros tuvimos en su día una denuncia por la canción ‘La Boda’ que decía “Anda que sino se llega a llevá tu pare la escopeta a la iglesia, me hubiera casado contigo enseguía. Y es que eres tan fea que tenía que murtarte la pulisía” (sic). Tuvimos que ir a los juzgados de Cartagena. Tú imagínate esa frase dicha por un juez que me empieza a preguntar:

¿Usted se llama Miguel Ángel Rodríguez?

Sí, señor.

¿Usted es el autor de la letra?

Sí, señor.

¿Usted es misógino?

Para nada.

¿Usted hizo esta letra con el fin de ofender a la mujer?

Yo nunca.

¿La letra dice: anda que si no se llega a llevar tu padre una escopeta a la iglesia, me hubiera casado contigo enseguida porque eres tan fea que tenía que multarte la policía?

No, señor, yo no he dicho eso.

¿Usted no ha dicho eso?

No, señor, yo dije ‘enseguía’, que rima con Policía.

Claro, en ese momento hubo risas en medio de la sala y el juez empezó a decir que verás la próxima vez... ahí tú te ves en una situación, que sales sin cargos y con la asociación que nos denunció pagando las costas, que el siguiente disco, el primero que lo escuchó fue nuestro abogado. Y así siempre, nuestro abogado es el primero que escucha las maquetas, antes de grabar el disco, y le preguntamos para que nos diga si vamos a tener problemas, pero no sólo del tipo legal, porque nosotros hacemos discos para venderlos.

Cuando hicimos la portada del disco ‘Pa pito el mío’ en referencia al disco Papito, de Miguel Bosé, nuestro abogado nos dijo, Bosé os denuncia si la hacéis. Nosotros se la pasamos antes y nos dijo que le encantaría...



Nosotros no hacemos las canciones para ofender. Hemos quitado el ‘Musho Gay’ (Mucho gay, eso es lo que hay. Y eso no es malo, eso es muy bueno. Contra menos hombres a más cabemos) que en su día, una asociación lo tomó con un himno. Del ‘Soy Guay’ tengo una versión disco hecha por Soldier of dancers, que era un grupo que se movía en las discotecas del mundo gay, que lo tomaron como himno también. Yo tengo un vídeo de 400 personas cantando el estribillo. Ese era el objetivo.

En los directos hemos quitado una cosa que antes veíamos de nuestros grupos de referencia, como los Rolling Stone o AC/DC, que llegaban las chavalas y enseñaban las tetas. En los bieses, previamente tienes que ver los conciertos para saber que viene a cuento, decíamos “si una muchacha me enseña una teta, le canto una canción. Si me enseña las dos, le hago como el Carrefour: 2X3. Si se levanta la camiseta y tiene tres, primero llamo al National Geographic y después le canto cuatro canciones”. Eso no nace con el objetivo de ver una teta.

Cuando fuimos a tocar en San Fermines el año después de lo que pasó con unos tíos que empezaron a tocarle las tetas a una tía al subirse la camiseta, a mí no me tiene que decir nadie que ese año ya no voy a hacer más eso. Tú estás viendo que es un problema social y yo no quiero que me identifiquen con eso, que se sale de la broma.

Yo no lo considero censura, considero que los tiempos cambian. Los hombres deberíamos formar parte de ese movimiento socialmente. En la puerta del juzgado, donde están juzgando a los integrantes de la Manada por el tema de Pozoblanco, hay 300 mujeres gritando “no estás sola”. Allí deberían estar 300 tíos también. Si tú socialmente no lo sientes, egoístamente como hermano o padre, deberías estar ahí. Los hombres deberíamos decir, oye, no estamos de acuerdo con que me comparen con esos cuatro tíos que han violado a esa niña. Yo soy el primero que dice que los hombres deberíamos salir en esas cosas y una forma de colaborar Mojinos con esa movida es esta.

¿Sólo en el Rock & Roll el tamaño importa?

Mi mujer no se queja. No le preguntes pero no se queja. Jajaja.

Hay algunas frases que salen guapas. Son para tatuárselas. Hay frases legendarias de nuestras canciones que no sabes cómo te han salido.

No es lo mismo una gran banda de Rock & Roll que una banda mojonera. ¿Y los Mojinos que son? Pues nosotros somos una gran banda mojonera de Rock & Roll. Pero somos una gran banda a fin de cuenta.

En ‘Hasta luego Maricarmen’ dices que si queremos que sigas cantando, te tenemos que invitar.

Eso es maravilloso. Nos enteramos hace poco que esa expresión es de Belén Esteban. Cosa que no nos importa, mejor todavía.

Hay un problema y es que la gente se lo toma en serio. El otro día estaba en la Plaza del Salvador y tuve que dejar de decirlo. Venía uno a pedirme una foto y le decía ponte dos cervecitas y las pedía. Ya se te querían acoplar. Como tú lo digas, la gente te invita.

Echarle cara da resultado.


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Algunos la tenéis muy adentro eh?
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