La Verdad de Prometeo- Capítulo XI

XI


Ahn hizo caso a Yoé y se escondieron en las sombras de la formación rocosa desde la que ella había visto la base militar. Al cabo de un rato Ahn creyó ver algo allá a lo lejos.

-Por allí viene algo

-Es un niño- Yoé lo había “visto” hace tiempo- Acerquémonos.


Cuando llegaron hasta él se confirmó la noticia de Yoé. Era un niño. O lo que quedaba de él. Se trataba de un pequeño de unos siete años enfermo. Uno de los ojos lo tenía hinchado hasta tal punto que el glóbulo ocular casi sobrepasaba la línea de la nariz. El otro lo tenía medio torcido y comido por la pus. Su cara estaba cuarteada y uno de sus brazos y la pierna que arrastraba los tenía tan podridos que en algunas zonas se le veía el hueso. La parte derecha de la cabeza, estaba plegada sobre sí misma y una masa cárnica se enrollaba en espiral comiendo hacia el interior toda la oreja y la carne adyacente. Gimoteaba. Notó la llegada de ellos y se paró. Ahn quedó horrorizada.

-Yoé, no te acerques. No sabemos de qué está enfermo.

Yoé le miró largo rato. El chiquillo se cayó al suelo. Gimoteaba frases ininteligibles debido, seguramente, a la deformación de la lengua. Yoé dio vueltas a su alrededor. Escrutándolo con confianza y compasión. Al final agregó:

-Es un niño ádahas. Eso nos da dos buenas noticias y una mala

-¿Cuál es la mala?

-Va a morir dentro de nada, pero no es un portador de brote. No puede contagiarnos.

-¿Cómo puedes saber todo eso cariño? ¿Cómo sabes que es ádahas?

-No ve nada. Está ciego. Pero nos ha seguido utilizando sus sentidos keesj. Que yo sepa eso solamente lo hacen los ádahas y los Hijos de Prometeo, y no es uno de los nuestros. Su canal mental está entrenado. Me ha hablado con la mente. Más bien le he hablado yo. No entiende nuestro idioma. Lleva enfermo una semana, dos a lo sumo. Le cuesta respirar. La podredumbre ha llegado sus órganos.

-¿Cuáles son las buenas noticias?

-Que es ádahas.

-¿Eso que tiene de bueno?

-¿Qué dos cosas te llevarían a invadir un planeta que te está dando más riqueza bloquearlo que controlarlo? Quiero decir, los ádahas tenían una mina de oro con el bloqueo. Solamente abandonas una situación así por dos razones.

-¿el exterminio?- Preguntó Ahn. Veía en Yoé a una persona totalmente diferente. Fría, calculadora y temible.

-Esa es una, pero que sepamos no han matado a nadie. Si hubiesen querido el exterminio abrían entrado sin alegar ruptura del Tratado. Nos matan y nadie más se entera porque no hay nadie más.

-¿Entonces cual es la otra?

Yoé miró a su madre con expresión triunfal y sentenció:

-La necesidad. Los ádahas están enfermos y la cura parece estar en Sía. O en algo relacionado con Sía. Por eso hubo tanta celeridad, por eso se centraron en controlar el gobierno desde dentro.

Ahn se apartó a petición de su hijo quien se mantuvo en una larga “conversación” mental de casi una hora con el chaval. Como el lenguaje de nada servía se comunicaban por imágenes. Al cabo de una hora el niño se durmió. Yoé subió a lo alto de la roca, donde estaba su madre.

-Yoé, has cambiado mucho. Pareces otro.

-Estoy empezando a entender como va esto.

-¿Cómo va el qué?

-Tu no puedes ver como yo sin utilizar tus sentidos keesj, y aún así te cuesta. Tienes un canal mental más avanzado que el de los ádahas pero no alcanzas el mío. Tengo, no sé por qué la capacidad de entrar en mentes ajenas. Vuestra sospecha se confirma.

-¿Qué sospecha?

-Que carezco de bloqueo- Ahn se estremeció. Era imposible que él supiera aquello-Lo he visto en tu mente- Prosiguió mientras ella afirmaba con la cabeza

Hubo un largo silencio, después el chico la miró y sentenció:

-Así que soy yo-susurró entre sus pensamientos...

-¿Eres el qué?

-La Verdad de Prometeo

Ella entró en silencio como respuesta. Yoé bajó la roca para dormir, mientras no tuvieran comida tendrían que reponer las máximas fuerzas posibles durmiendo.


Tenía muchas cosas en que pensar. Los ádahas llegaron a entender los pensamientos de los humanos porque entraban en sus canales mentales. No en sus mentes. La mente utiliza un canal para los pensamientos externos, pero la información, la memoria queda recluida más adentro. Los Hijos de Prometeo, los alumnos de Theis, Arahe, y los demás desarrollaron un canal de pensamiento superior al que los ádahas ya no podían acceder. Ya no podían saber qué se decían con la mente. Pero ninguno de ellos, ni los ádahas ni los Hijos de Prometeo tenían la capacidad de entrar totalmente en la mente de alguien y ver sus recuerdos, su información, lo tenían bloqueado. Pero Yoé carecía de bloqueo, y podía entrar. Su cerebro era como una llave maestra con la que accedía a cualquier mente. Por lo menos hasta entonces. No solo entraba y podía fisgar, además podía manejarla y alterarla. Así mató a los soldados. Apagando literalmente sus mentes. Primero les incapacitó bloqueando la orden de apretar el gatillo, después directamente les anuló la mente. Se la apagó. Por eso cayeron como muñecos.
Ahn bajó la roca y se durmió agarrada al rifle boot del soldado del vertedero. Ahora le daba vueltas a la base militar. A todo ese metal que recuperaban de los vertederos. ¿Porqué desechar cosas que luego recuperas? Demasiadas preguntas, demasiadas incógnitas. Envuelta en esos pensamientos se quedó dormida.

Amaneció con un frío soplo de aire que golpeaba sus cuerpos tendidos sobre la dura roca azulada. Ahn se levantó y se estiró. Yoé estaba sentado un par de metros más allá Se había quitado la tela superior de su casaca para envolver el cuerpo del niño. Cuando sintió que su madre estaba despierta tan solo añadió “Ha muerto hace dos horas”.

-Con solo la camisa vas a morirte de frío. Necesitas la casaca. Toma la mía- La rechazó- Ayer dijiste que había dos buenas noticias. Solamente hablaste de una. ¿Cuál era la otra?

-Una decena de kilómetro más al sur, en aquella dirección se encuentra una ciudad. Es de donde salió el chaval. Allí quizá encontremos comida. Sea como sea tendremos que esperar a que anochezca. Detrás de estas rocas no nos ven, pero si salimos al llano en un día tan despejado y en mitad del desierto a poco que miren nos verán desde la base. Lo extraño es que nadie patrulla. Nadie echa ojeadas. Tienen los caminos muy marcados y de ahí no salen. ¿Has visto algún soldado ádahas fuera de la base que no vayan en camiones?

-Los que matamos en el cráter.

-Exacto. Ya deben de haberlos visto. Pero no hay alarmas, no rastrean. No nos buscan. ¿No les importa que alguien merodee por aquí?

-Quizás no se explican como murieron los otros dos, los que tú mataste y tienen miedo

-Quizás. Creo que la clave sigue centrada en la enfermedad del niño. Descansemos durante el día de hoy, a la noche caminaremos hasta la ciudad. Allí hay muchas preguntas que quiero que me respondan.

“¿Que me respondan?” Ahn se sentía apartada. Creía proteger a su hijo de los ádahas pero parecía que ahora era al revés. Él controlaba, él decidía y ella sentía que debía obedecer, que en la mente de su hijo se elaboraban grandes planes, pensados con detalle. O no. El caso es que fuera lo que fuera, pasase lo que pasase, era Yoé el que se aferraba al futuro y llevaba a su madre y no al revés. Se acordó de Henry, de sus grandes proyectos, de cómo le utilizaron y odió que Yoé supiera a que estaba destinado. Pero lo que más odiaba es que parecía haberlo asumido, tener el papel de arma. Ser la nueva pieza clave de un rompecabezas que, según parecía, solamente podía desembocar en la destrucción de una de las dos partes. Tanto odio. Tanta soledad. Se acordó del tejado. De aquella noche, y se le ocurrió terminar de dejar todo en manos de su hijo. Se acercó hasta él, le abrazó por detrás, se acercó hasta su cara y muy suavemente le besó en la mejilla. Era indudable que aún con una edad tan temprana su hijo era todo un hombre. Su mirada lo desvelaba.


El Teniente Superior de la División de los sistemas siete y ocho avanzaba por el largo pasillo metálico. Tras él cuatro soldados ádahas de élite le seguían empuñando sus armas de asalto. Si el aspecto de los soldados ádahas ya era temible el de estos era peor. En vez la armadura gris y granate que llevaban los soldados normales estos vestían de granate y gris. El casco era igual en forma, con un cristal que cubría toda la cara pero ocultaba el rostro al exterior. El cristal de éstos era tintado y además tenía un ordenador más avanzado que procesaba el estado físico de todos los soldados en combate que tenían a sus órdenes. Cuando no iban a batalla eran la guardia personal de los altos oficiales. Su entrenamiento militar era asombroso, y el ádahas inmejorable. El teniente llegó hasta la habitación y le dijo a los soldados que podían marcharse. Entró. Casi veinte personas del Alto Mando estaban allí sentados esperando. Entre los que se encontraban destacaban el General de infantería de los sistemas nueve y diez. El Coronel Dhak que estaba al mando del temido grupo pesado de apoyo de las Divisiones cuarta y quinta de vehículos de batalla. Pero en el que no pudo evitar fijarse fue en el hombre que estaba sentado a la derecha del Hermano Superior. Un hombre que no tenía ni un solo pelo en la cabeza, y llevaba una especie de aro metálico a modo de corona. Tenía una mirada grave y profunda. Era el Comandante en Jefe de los soldados de élite.

-Teniente Frad, por fin ha llegado. ¿Cómo fue el viaje?- Preguntó el Hermano Superior

-Bien señor, todo según lo previsto- El teniente se sentó

-Como saben caballeros- Prosiguió el Hermano Superior- hemos fracasado en la búsqueda de la baisa, y la doctora Theis ya no podrá ayudarnos.

-Nuestra ambición va a matarnos a todos- Apuntó el Coronel Dhak - dijimos que la doctora no tenía que morir. Sus métodos una vez más han sido excesivos.

Hubo un gran silencio en la sala. El Coronel bajó la cabeza y añadió con voz compungida y sumisa

-Discúlpeme, señor

-Efectivamente la doctora Theis no ha pasado los interrogatorios. Nuestra propia autodestrucción solamente es evitable encontrando la baisa de Henry.

-Pero una cosa, la doctora Theis también nos sirve. Nació entre nosotros y su información genética es la misma. Que esté muerta no significa que haya desaparecido ¿No?

-Se ha contagiado- Sentenció Bout, el escalofriante hombre de la corona metálica- Sigo defendiendo que lo más importante ahora es desvelar el modo exacto de contagio.

En la sala reinaba la inquietud y el desconcierto.

-Les pido caballeros que no procedan aún con el genocidio. Si conseguimos salir de ésta volveremos a bloquear Sía para aumentar nuestros ingresos. Mientras tanto he pedido a las dotaciones de blindados del coronel Dhak y a las tropas de infantería de los sistemas siete y ocho así como todas las divisiones que originariamente tendrían que estar aquí que se esmeren en la búsqueda de pistas sobre la baisa.

-Recuerde que algunas naves no registradas consiguieron salir del planeta y nos despistaron.

-Lo sé- Contestó el Hermano Superior- todos los hombres del Comandante Bout, los soldados de élite, van a buscar aquellas naves y a rastrear el resto del universo conocido hasta dar con los fugitivos. Prepárense las divisiones de batalla en tierra y las suyas, Coronel Dhak, por si damos con ellos y necesitamos apoyo. Bien caballeros- la gente se levantó- Ya saben lo que tienen que hacer, y saben la urgencia que nos lleva. La baisa de Henry no puede ser destruida bajo ningún concepto y debe ser traída aquí con la mayor celeridad.
Como mola Yoé... es el amo. [ginyo]

Me encanta el momento en que se descubre el sentido del título del libro. Si si si si si. [carcajad]

Pobre Theis... vamorí mucho...
Cuántos interrogantes!!!!!!!. cawento

Bueno, esperaremos con resignación a que su majestad se apiade a contarnos todos los pormenores que rodean esta historia que está tomando un cariz QUETECAGAS!. [babas]
En breve amigu Ningu...en breve, pero de todos modos sabeis que haya cosas que cuente más adelante me podeis preguntar ahora lo que querais...de todos modos, siguiendo el ritmo...espero que para esta noche, mañana o pasado a lo más tardar ponga el siguiente...

Asias a ambos...:P
Muy bueno tio. Estoy de acuerdo con Favila, me parece muy bueno el momento en que descubres el porque del titulo. [oki]

Pero esta vez estoy un poco de acuerdo con Ningu... no acabo de entender el por que del bloqueo economico ein? es que la economia no es lo mio ^^U
amos a ver, ya se explica con anterioridad...señor garcía ponga más antención en mis clases... [enfado1] [ginyo]


Tras el tratado de paz firmado por Henry, los ádahas dejan a los humanos vivir en Sía. Bien, es algo así como podéis vivir allí pero os hacemo un bloqueo económico. Imagínate la Alemania de la posguerra de la IIGM. Los aliados tenían la opción de invadir alemania y hacerla desaparecer (no es comparable, lo sé, pero se propuso semejante cosa) en vez de eso optaron por bloquearla economica y militarmente. Digamos que es como "Vale, vivid en Sía pero un gran tanto por cierto de lo que saquéis es para nosotros y tenéis prohibido el desarrollo armamentístico" Con eso te aseguras que no tenga armas para volver a atacarte y le dejas con poco dinero y recursos por si acaso piensan en saltarse la prohibición de no-armamento jerarquicen medios y tengan que decidir: O armas o comida. Es algo así...

Entonces los ádahas se forran con Sía. Ellos no trabajan allí, no lo explotan, no son sus gentes los que se desgastan pero se llevan la mayor parte de los beneficios. ¿Porqué dejar ese bloqueo tan rentable y pasar a controlar tú el planeta y tenerlo como una preocupación más? La clave está en el texto y las respuestas ya llegaran joven Jedi...ya llegaran... [ginyo]
Joer, pos no era tan complexo.... [+risas]

Chas gracias por la explicacion, ahora lo entiendo mehó ;-) :) :)
6 respuestas