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No todas las privatizaciones de organismos del Estado suponen millones de euros. El impacto de que pase a manos privadas el control en España del Sistema Internacional Standard Book (ISBN) quizá no llegue de entrada ni al millón. Pero convierte a la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) en el árbitro de la catalogación de libros, una competencia hasta el momento manejada por la Administración y que, por tanto, se mantenía a priori ajena a los intereses de la industria.
La medida se concretará en los próximos días, pese a que se publicó en el BOE en agosto. El Ministerio de Cultura y la Generalitat, a la que están transferidas estas competencias, acordaban ceder la gestión de los ISBN a la FGEE "en su condición de asociación profesional con mayor implantación en el ámbito estatal que representa y defiende los intereses generales del sector editorial español".
A partir de ahora, la FGEE cobrará tres euros por ISBN que otorgue a las editoriales para la publicación de sus libros -antes era gratuito-, se encargará de distribuir los números y gestionará los archivos de consulta, que son empleados como fuente bibliográfica fundamental por bibliotecas y librerías. Durante un año, esos archivos seguirán dependiendo de Cultura; no hay certeza sobre qué ocurrirá después.
El proceso en rigor reproduce el de otros países, como recuerda el director de la agencia del ISBN en España, Miguel Jiménez: "El modelo de gestión del ISBN por editores profesionales, similar al que se va a implementar aquí, existe por ejemplo en países como Reino Unido, Alemania, Italia, Estados Unidos, Australia o Países Bajos. Lógicamente hemos visitado varias agencias para conocer su experiencia y tomar las decisiones de funcionamiento adecuadas".
Según explica Jiménez, la gestión pretende poner fin a cuestiones como la de la falta de números consecutivos para las pequeñas editoriales, a las que se les conceden en cantidades reducidas, obligando en cada ocasión a la apertura de nuevas fichas de cliente en los puntos de venta: "Vamos a abordar ese problema en las próximas semanas y buscar una solución que no podrá ser absoluta, debido a la propia mecánica de la asignación de los prefijos editoriales. Éste es un problema común a todos los países sin resolver al ciento por ciento". En este punto el sistema favorece a las grandes editoriales; otra ventaja para ellas es que habrá descuentos en la compra de números, respecto a los tres euros mencionados, para quienes se lleven paquetes grandes.
Y es que los números se otorgan con mimo: la abundancia de publicaciones obligó hace tres años a elevar las cifras de cada ISBN de diez a trece dígitos para tener más números asignables. España, con 75.000 libros publicados al año, es una de las potencias mundiales.
Los cambios han encontrado detractores en el sector, como Jorge Ruiz, responsable de la editorial Sirius, especializada en divulgación científica y literatura de ciencia ficción y muy activo en publicaciones digitales. "Cualquier privatización innecesaria me parece una mala noticia. Pero, además, se abre la puerta a posteriores cobros, por ejemplo, al cobro por consulta o exigir 160 euros por cada ISBN, como sucede en Alemania", explica. Asimismo, apunta que el posible interés de los gremios editoriales, a los que él mismo pertenece, sea el de poner obstáculos a la autoedición.Complicaciones para la autoedición
Con las crecientes posibilidades tecnológicas, como la opción de hacer pequeñas tiradas de libros print on demand -a través de Bubok o Lulu- o la publicación exclusiva en formatos electrónicos, la autoedición se dibuja en el horizonte como una posibilidad para los autores en ciernes. Para conseguir la mejor difusión de sus trabajos -para acceder a la venta a través de grandes librerías, estar disponibles en bibliotecas o estar localizable en bases de datos- es necesario un ISBN.
Ese proceso, automático y gratuito hasta ahora, se complicará un tanto en el futuro para esos particulares que no pertenezcan a los Gremios. Para empezar, no puede comprarse un ISBN suelto, sino que debe adquirirse un mínimo de diez, aunque la intención sea solo publicar un libro. Además, será necesario colocar un ISBN distinto a cada uno de los formatos electrónicos posibles: uno para PDF, uno para E-pub... según recomendación del organismo internacional que lo gestiona.
Miguel Jiménez descarta que pueda llevarse a cabo ningún uso sesgado de la entrega de numeración, como la posibilidad de que se creen "guetos numéricos" que permitan identificar a las autoediciones, y con la que se ha especulado en foros de internet: "Vamos a desarrollar procedimientos que les faciliten su relación con nosotros. No sé de dónde ha podido surgir ese temor, que es absolutamente infundado".
Titomalo escribió:Pues sí, cada día se parece más a la edad media, diezmos, pagos por pasar por aquí, por allá... dentro de poco no podrás salir de tu ciudad porque... ¡te cobrarán!.
Y mira, en Alemania 160€ por un ISBN... agüita. Si ya es difícil que te publiquen tu obra en una tirada decente, imagínate encima tener que ir soltando pasta a todo los putos intermediarios de algo, que debería ser a mi ver, gratuito y libre. Es una puta base de datos con un número...
Kojimasex escribió:madre mía... esto me interesa mucho más que las webs... manda cojones. ¿Para cuándo se aprueba?
saludos
Pekemusa escribió:Creo que sin el ISBN, el libro no está registrado y pueden plagiártelo y denunciarte a ti (corregidme si me equivoco, me interesa el tema)
Deliverance escribió:Pekemusa escribió:Creo que sin el ISBN, el libro no está registrado y pueden plagiártelo y denunciarte a ti (corregidme si me equivoco, me interesa el tema)
No, el ISBN no implica exclusividad sobre un contenido, es decir, cuando creas una obra susceptible de contener derechos de autor, no hace falta registrarla en ningun lado. Si luego sale una obra identica a la tuya a al venta, puedes denunciarlo si tienes pruebas de que tu la creaste antes (independientemente de si tienes ISBN o no).
El ISBN, és mucho mas que un simple numero de identificación (muy útil por cierto, ya que permite identificar i recuperar INTERNACIONALMENTE el libro que sea). Però lo principal, és que és un numero de caracter comercial y hasta ahora era una manera fàcil de poder tener un codigo comercial gratuito, ahora habrà que pagar-lo.
[...] No ha sido una operación demasiado publicitada en los medios de comunicación y así explicada puede parecer que no supone un gran perjuicio a la persona de a pie, pero hay varios detalles en los que hay que detenerse para entender de qué manera puede repercutir, aun siendo un misterio el modo en que la nueva institución va a llevar a cabo sus nuevas competencias. Basándonos en experiencias pasadas no resulta muy esperanzador desconocer los pasos y medidas concretas que se van a tomar.
El citado número resulta primordial para que cualquier libro o documento sea considerado oficial, lo que le supone estar sujeto a los derechos de propiedad y por ejemplo tener la posibilidad de ponerse a la venta. Significa por lo tanto que es imposible prescindir de él. Hasta el momento conseguir esta referencia no costaba dinero, simplemente era necesario solicitarlo. Hablar del coste que tendrá a partir de este momento es difícil porque no se ha hecho oficial tarifa alguna. Se ha hablado de que podría costar 3 euros por cada “manuscrito” y que abría que solicitarlo en “packs” de 10, lo que supondrían 30 euros. Las partes interesadas se han apresurado en comunicar que en muchos países de Europa solicitar este número ya es de pago, y en cantidades mayores. Lo que si parece confirmado es que contra mayor sea la solicitud más barata saldrá, al igual que sucede con cualquier otro artículo de consumo, contra más se compra más rentable sale el lote.
De este hecho se deduce que aunque la cantidad a pagar no es fija todavía es obvio que habrá un coste. Desde el propio gremio de editores se ha expresado que uno de los objetivos claros es descender el número de solicitudes y que se refleje con más exactitud la creación literaria del estado, así que ese pago hará la labor de criba.
Lo que a nadie se le escapa tampoco es la posibilidad de que al aumentar el coste de uno de los pasos intermedios a la hora de realizar un producto , suele tenderse a incrementar el precio final. Además el hecho de poder solicitarlo de una forma, llamémosle, al por mayor, y con un precio más reducido será un acicate para las grandes empresas capaces de hacerlo pero un retroceso para las pequeñas y no digamos para las autoediciones, que se mire por donde se mire saldrán perjudicadas. Respecto a los cada vez más habituales formatos digitales tampoco se salvarán de tener que pasar por taquilla para poseer el ISBN. En este caso, además, tendrán que pagar por cada soporte diferente (PDF, EPub, etc…), lo que significará un escollo importante para la auto publicación al margen de la tradicional industria librera.
Otro punto que resulta un enigma es lo que sucederá respecto al archivo y al registro de las publicaciones. Hasta ahora de dominio público y gratuito, dentro de un año dejará de ser así y no se sabe con certeza en qué situación quedará, sólo que también pasará a manos de los editores. No es descartable que tal y como sucede en otros lugares esa acción quede limitada a los sectores profesionales y los particulares deberán pagar por las consultas [..]
SuperLopez escribió:Habría que explicar un poco las cosas para los neófitos en el tema.
El ISBN (International Standard Book Number) es el número estandar identificador de libros. Cada libro que se quiera comercializar tiene uno y es único para ese libro, pero ojo, difiere de ediciones y reediciones y por traducciones. Por ejemplo, "HARRY POTTER AND THE PHILOSOPHER S STONE" (UK) tiene el ISBN 9780747549550 en la edición de tapa blanda de bolsillo (1ª Edición) y el mismo libro "HARRY POTTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL" (ES) tiene el ISBN 9788478884452 en la edición tapa blanda de bolsillo (también 1ª edición).
No hay que confundirse y decir que si saco un libro en España y lo distribuyen en 3 idiomas más aparte del español, esas 3 ediciones van a tener el mismo ISBN. No es así.
En Wikipedia tenéis más información al respecto: http://es.wikipedia.org/wiki/ISBN
El aumentar las tasas del ISBN no es una cosa para tomar a la ligera. Encarece los lilbros e impide el acceso a la cultura a buen precio. Encima se ponen las cosas más difíciles a la gente que quiere comenzar a publicar o a que las editoriales distribuyan menos libros.
En fin, una gran putada de la amiga Sinde.
Nuku nuku escribió:Espera espera, osea que ahora cobran 30 euros por darte un ISBN?????, manda cojones, ahora que he empezado a editar mis fanzines en un formato guay, en una imprenta que te obliga a un ISBN, ahora me van a querer cobrar 30 euros mas para que aun pierda mas pasta????, hijos de puta.
Esto no es ya una putada para las autoediciones, es que es casi la muerte para ediciones como los fanzines que suelen tirar 200 copias.
Nuku nuku escribió:Tanto da, por que yo como mucho usaria uno para el numero en cuestion y su reedicion si se hiciera (que tiene el mismo ISBN) nada de edicione digitales, pdfs etc, y en mi caso estamos hablando de tiradas minusculas de 150/250 copias donde 30 euros es un dinero suficientemente significativo como para joderme vivo.