La CEOE ha decidido desempolvar una propuesta polémica como plan de choque contra el paro juvenil. Propone potenciar el actual contrato de formación de modo que pueda llegar a ser utilizado con trabajadores de hasta 35 años. Vamos un contrato en el que se cobra una miseria y se explota a los jovenes de hasta 35 años!!!
«Contrato de formación hasta los 35 años». La CEOE lanza una polémica propuesta de plan de choque contra el paro juvenil
La CEOE ha decidido desempolvar una propuesta polémica como plan de choque contra el paro juvenil. Propone potenciar el actual contrato de formación de modo que pueda llegar a ser utilizado con trabajadores de hasta 35 años.
Así lo incluye en el documento de propuestas para su actual negociación con los sindicatos aprobado el pasado miércoles por la Comisión Ejecutiva de la patronal y al que ha tenido acceso EL MUNDO. «La edad de contratación debe ser lo más amplia posible -hasta los 35 años-, dado el elevado paro juvenil y el fracaso escolar», asegura el documento titulado Prioridades para la reforma de la negociación colectiva, fechado el pasado día 7 y aprobado el pasado día 13. El contrato de formación, creado inicialmente para estudiantes, es calificado por los sindicatos de «contrato basura».
La patronal justifica la propuesta en que «hay que intensificar la contratación de los jóvenes, especialmente mediante el contrato de formación». No obstante, apunta que el contrato debe ser reformado incluyendo más protección social «para que no pueda ser calificado como precario».
Entre las características que reclama para ese contrato figura que pueda durar hasta tres años, pero con «cierta libertad de resolución». Debe tener como orientación la de «prestación laboral» y remunerado en torno al Salario Mínimo Interprofesional (641 euros mensuales actualmente) para ir adaptándose «gradualmente» a lo que prevea el convenio.
CEOE resucita así un contrato que fue objeto de polémica hace un año. Uno de los negociadores de la patronal, José de la Cavada, planteó informalmente extender el contrato de formación desde los 21 años actuales a 30 y fue tan criticado por los sindicatos que el entonces presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, desmintió que fuera una petición formal de la organización.
«Hay que tomar medidas para reducir el inaceptable paro juvenil que existe en España, el más alto de la Unión Europea», justificó un dirigente de CEOE consultado. En su opinión, «si no se dota de contenido a la actual negociación entre patronal y sindicatos se corre el riesgo de frustrar muchas expectativas fuera de España».
El documento negociador de CEOE tiene forma de decálogo con estos otros nueve puntos.
«MOVILIDAD FUNCIONAL». La patronal propone que «puedan alterarse las regulaciones que afectan al tiempo de trabajo y a la movilidad funcional, cuando el empresario tenga necesidades temporales al respecto». Y advierte: «La flexibilidad interna está absolutamente relacionada con la estabilidad en el empleo. Sin ella, continuaríamos en el camino de extinciones de contratos».
ULTRAACTIVIDAD. Los empresarios rechazan que los convenios puedan prorrogarse indefinidamente hasta que se alcancen nuevos acuerdos de renovación. Propone que haya un plazo máximo de extensión y subraya que en países del entorno «el límite se mueve entre seis y doce meses».
DESCUELGUES. Reclama derecho legal de un empresario a «descolgarse» de una subida salarial pactada en convenios cuando hay «modificaciones sustanciales del tiempo de trabajo». Proponen que se haga «informando a la representación de los trabajadores y sin perjuicio del control de la jurisdicción social».
COMISIONES PARITARIAS. Coincide con los sindicatos en que hay que revitalizar las comisiones paritarias para favorecer acuerdos. La patronal propone, entre otras cosas, que lo que se pacte en comisión sea vinculante y no pueda ser impugnado después por los firmantes.
MÁS ARBITRAJE. En la misma línea de evitar «judicializar» los conflictos laborales, propone reforzar y agilizar los actuales mecanismos de mediación y arbitraje para que puedan ser utilizados por empresas de menor dimensión que hasta ahora y con más apoyo institucional.
DESCENTRALIZACIÓN. Pretende que «preservando los derechos de los trabajadores» se descentralice la negociación colectiva, de modo que los convenios sectoriales sean referencia, pero no obligatorios para las empresas, para que puedan regular por sí mismas el tiempo de trabajo, las funciones o el salario que consideren más adecuado. Para ello pide la eliminación del artículo 84,1 del Estatuto de los Trabajadores. También sostiene que «no es posible mantener una posición rígida y única respecto a cuál es el nivel supraempresarial más adecuado, si el provincial, el interprovincial, el autonómico o el estatal».
EXCLUSIONES. Propone que la norma estatal aplique la exclusión del convenio de directivos y también de los empresarios que acaben de crear un negocio y cuenten con menos de seis empleados.