Yo creo que este análisis patina un poco. Lo de la vicepresidenta como pretexto para rajar de lo mal que va España está bien, lo que pasa es que a mí no me acaba de cuadrar que a un inversor extranjero le preocupen cosas como que nuestros políticos digan una cosa en campaña y hagan otra durante su mandato, por poner un ejemplo de los varios posibles. Quiero decir que un inversor más bien se fija en que España sea o no solvente, en que pague sus deudas o no, en si es muy intervencionista o deja hacer, si es pronto a nacionalizar según capricho, y esas cosas, ¿no?