Gustavo Adolfo Bequer (Leyenda) El rayo de Luna.

Resumen

EDITO: ups [fumando] [fumando] me se colo la copiada perdona.

La siguiente leyenda nos cuenta la vida de un hombre, Manrique, muy encerrado en sí mismo que era un noble que apreciaba la soledad mucho. Le encantaba la poesía y por ello su carácter solitario le permitía pensar y poder remover su mente. Una noche cálida de verano vio como una mujer se dirigía al monasterio de los Templarios, él la siguió e intentó alcanzarla y hablar con ella, pero a pesar de todos sus intentos no consiguió alcanzarla hasta que llegó a la que él supuso que era su casa. Pero cuando tocó la puerta y preguntó que quién vivía allí, la persona que le abrió le dijo que era la casa de Alonso de Valdecuellos que era el montero mayor del rey y que vivía solo. Pasado un tiempo volvió a verla desde su balcón y la volvió a seguir pero mucho más de cerca y así pudo darse cuenta de que lo que veía era un rayo de luna por el medio del bosque, al que le daba voz el viento que chocaba contra los arboles. Esto llevó a nuestro protagonista en una gran melancolía pensando que la vida era un engaño y el amor era un simple rayo de luna.









[+risas] Al final de esta magnifica leyenda..

¿Manrique recobra o pierde el juicio? ¿que opinas tú? [boing] [looco] ein? ein? ein? ein? ein? ein? [borracho] [borracho] :? :? :? :? :? :?

[angelito] [angelito] perdonaz ahora si esta bien
ninfa escribió:Ésta es una de mis leyendas preferidas junto con la de los ojos verdes tb de Bécquer.

Las leyendas de antes eran geniales. Ideales para contar en medio del campo de noche. :-O


ya me lo imagino...

pero puedes responderme a mi preguinta por favor????? [flipa] [flipa] [flipa] [flipa]
Esto la literatura no es mi fuerte ...
¿pero esa no es el monte de las animas?
Es que creo recordar que el rayo de luna es otra historia ...

Es que al leer lo del rayo de Luna me acuerdo de un
examen que me suspendieron por hacer el siguiente resumen

Un tio que se enamora de una silueta y cuando descubre que no es real se vuelve loco


Normal que me suspendieran pero no puedo evitar ser tan sintetetico
Ya hora que lo pienso parece uno de los clasiscos murápidos
de cruz y raya [angelito]
Efectivamente es el monte de las ánimas...

rojo escribió:Al final de esta magnifica leyenda..¿Manrique recobra o pierde el juicio? ¿que opinas tú?

Por cierto, ¿quien es Manrique...? [comor?]
Rayo de Luna escribió:-¡Es ella, es ella, que lleva alas en los pies y huye como una sombra! -dijo, y se precipitó en su busca, separando con las manos las redes de piedra que se extendían como un tapiz de unos en otros álamos. Llegó, rompiendo por entre la maleza y las plantas parásitas, hasta una especie de rellano que iluminaba la claridad del cielo... ¡Nadie! ¡Ah!... Por aquí, por aquí va -exclamó entonces-. Oigo sus pisadas sobre las hojas secas, y el crujido de su traje, que arrastra por el suelo y roza en los arbustos -y corría, y corría como un loco, de aquí para allá, y no la veía-. Pero siguen sonando sus pisadas -murmuró otra vez-; creo que ha hablado; no hay duda, ha hablado... El viento, que suspira entre las ramas; las hojas, que parece que rezan en voz baja, me han impedido oír lo que ha dicho; pero no hay duda: va por ahí, ha hablado..., ha hablado... ¿En qué idioma? No sé; pero es una lengua extranjera...


Esta es la primera vez que Manrique (cree ver) vé a su amada, tanto es así que asegura que oye sus pisadas, y escucha su voz, aunque en lengua extranjera...

Rayo de Luna escribió:¡Su voz!... Su voz la he oído...; su voz es suave como el rumor del viento en las hojas de los álamos, y su andar acompasado y majestuoso como las cadencias de una música. Y esa mujer, que es hermosa como el más hermoso de mis sueños de adolescente, que piensa como yo pienso, que gusta de lo que yo gusto, que odia lo que yo odio, que es un espíritu hermano de mi espíritu, que es el complemento de mi ser, ¿no se ha de sentir conmovida al encontrarme? ¿No me ha de amar como yo la amaré, como la amo ya, con todas las fuerzas de mi vida, con todas las facultades de mi alma?


En éste parrafo ya son evidentes los apasionados sentimientos que Manrique siente hacia su quimera, además identificándose en plenitud con su amada en todo lo referente a cuerpo y espíritu, y por supuesto sintiéndose amado a su vez por ella (esto es casi una constante en las leyendas de Bécquer, el amor arrebatado y pasional, casi enfermizo).

Rayo de Luna escribió:Había visto flotar un instante y desaparecer el extremo del traje blanco, del traje blanco de la mujer de sus sueños, de la mujer que ya amaba como un loco.

Corre, corre en su busca; llega al sitio en que la ha visto desaparecer; pero al llegar se detiene, fija los espantados ojos en el suelo, permanece un rato inmóvil; un ligero temblor nervioso agita sus miembros, un temblor que va creciendo, que va creciendo, y ofrece los síntomas de una verdadera convulsión, y prorrumpe, al fin, en una carcajada, en una carcajada sonora, estridente, horrible.

Aquella cosa blanca, ligera, flotante, había vuelto a brillar ante sus ojos; pero había brillado a sus pies un instante, no más que un instante.

Era un rayo de luna, un rayo de luna que penetraba a intervalos por entre la verde bóveda de los árboles cuando el viento movía las ramas.


Su amada parace que se le va a descubrir por fin, pero se da cuenta con horror de que su anhelo y su vida quiseran tornarse en una vuelta atrás en el tiempo, ha estado persiguiendo un Rayo de luz, un Rayo de Luna, esquivo y traicionero, una ilusión pasajera, que en sus arrebatos fue incapaz de imaginar, extraordinario momento que nos hace poner los pies en la tierra y bajar de las nubes, oh decepción abrumadora...

Rayode Luna escribió:Habían pasado algunos años. Manrique, sentado en un sitial, junto a la alta chimenea gótica de su castillo, inmóvil casi, y con una mirada vaga e inquieta como la de un idiota, apenas prestaba atención ni a las caricias de su madre ni a los consuelos de sus servidores.

-Tú eres joven, tú eres hermoso -le decía aquélla-. ¿Por qué te consumes en la soledad? ¿Por qué no buscas una mujer a quien ames, y amándote pueda hacerte feliz?

-¡El amor!... El amor es un rayo de luna -murmuraba el joven.

-¿Por qué no despertáis de ese letargo? -le decía uno de sus escuderos-. Os vestís de hierro de pies a cabeza; mandáis desplegar al aire vuestro pendón de rico hombre, y marchamos a la guerra. En la guerra se encuentra la gloria.

-¡La gloria!... La gloria es un rayo de luna.

-¿Queréis que os diga una cantiga, la última que ha compuesto Mosén Arnaldo, el trovador provenzal?

-¡No! ¡No! -exclamó el joven, incorporándose colérico en su sitial-. No quiero nada...; es decir, sí quiero: quiero que me dejéis solo... Cantigas..., mujeres..., glorias..., felicidad..., mentiras todo, fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo, y los amamos y corremos tras ellos, ¿para qué?, ¿para qué? Para encontrar un rayo de luna.

Manrique estaba loco; por lo menos, todo el mundo lo creía así. A mí, por el contrario, se me figura que lo que había hecho era recuperar el juicio.


Final de la leyenda y reflexión, Manrique ha acabado por desdeñar
completamente el amor, la felicidad y demás ensoñaciones, un ser tan visceralmente emocional, representante de sus sueños mas exaltados, en los que da vida a "Ella" caracterizada por el misterio, la poesía, su forma femenina, poseedora de su mas íntimo anhelo, no es mas que... un espejismo, la realidad mas cruel se impone con toda su violencia...

Manrique es un personaje llevado a los extremos por el autor, a mi modo de ver, no esta loco, ni antes ni después de su aventura, pienso que únicamente cambia su percepción hacia lo que le rodea y sobretodo hacia sí mismo.
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