Quiero comentar mi experiencia con Grammata y sus ebook, concretamente el que yo compré, el Papyre 602, comprado en su sección de Outlet, sección que llaman así, pero que evidentemente debería llamarse “Sección Segunda Mano” porque lo que venden son aparatos usados que se estropean con suma facilidad con el único objetivo de lucrarse con una mala práctica comercial.
Explico mi caso. Me compré hace poco un Papyre, el 602 en la sección Outlet de Grammata, (
http://grammata.es/) precios “competitivos” gracias a ser productos descatalogados, pero que como explicaré, son productos en mal estado y seguramente usados.
El caso es que al poco tiempo de tenerlo, sin sacarlo de casas, muy poco uso y leyendo solo en la cama, de pronto un día el aparato se queda colgado…. No reacciona y de pronto cuando lo hace, resulta que la parte superior de la pantalla ha perdido puntos de tinta electrónica y las letras se ven con menor resolución y algunas apenas se pueden leer.
Me pongo en contacto con Grammata y me piden que les mande el aparato. Se lo mando por correo, ya que está en garantía, y tras 15 días desde la recepción del aparato por parte de Grammata, me dicen que esa avería no la cubre la garantía, así porque ellos lo dicen, y que son 45€ la reparación… Hombre, teniendo en cuenta que el aparato me costó 65€, pues suena un poco a tomadura de pelo.
No puedo entender que un aparato “nuevo” se rompa sin ningún tipo de percance a los pocos meses y que te digan y que tras enviarles el aparato, te digan a los 15 días que no lo cubre la garantía y que para recuperarlo tienes que pagar casi lo mismo que te costó… cuando por poco más hay aparatos nuevos, como en este caso el nuevo Kindle, que es el que me he visto obligado a comprar ya que Grammata persistía en su postura de engañarme a la cara…
Bajo mi punto de vista, el negocio está claro. Te venden como Outlet aparatos de segunda mano, con alto porcentaje de rotura de alguna pieza para luego cobrarte en reparación casi lo mismo que cuesta el aparato y sin dar ninguna sola justificación, porque eso de “Esto no lo cubre la garantía porque yo soy guay y te lo digo” no me vale.
Finalmente, aparte de comprarme el Kidle, lo que he hecho es exigirles que me devuelvan el aparato tal y como les llegó y sin reparar, y posteriormente he reclamado al OMIC y puesto una denuncia para que sea el OMIC y un tribunal Arbitrario quien pueda decidir si esta práctica comercial sucia ejercida por Grammata es sancionable.
Por supuesto, animo a todo el que esté en este mismo caso, a hacer lo mismo.
Un saludo y espero haber ayudado a alguien con mi experiencia.