Hace un año conocí a una chica en el curro (un pivón para dejarlo claro) y empezamos a salir por iniciativa suya fuera del horario laboral: Concierto, cenas, discoteca, dormir en su casa... Todo a solas. De primeras la chica no me llamaba, especialmente por su personalidad, tampoco era mi tipo físicamente aunque reconozco que la tia era un pepino, pero con el tiempo me empecé a pillar.
Total, pasa el tiempo y en una de las ocasiones le suelto que me mola, que empezaba a verla de otra forma y como algo más que una amiga. Puede que no fuese la mejor de las decisiones, ella estaba en ese momento con un rollo, pero quería quitarme la losa del rechazo asegurado ya que tenía otras candidatas que querían presentarme, aunque ninguna me interesaba porque yo ya estaba encoñado. Obviamente no se lo vio venir, cortocircuitó, soltó la frase "no conoces mi parte mala" y se comportó de forma rara el resto de la tarde. Obviamente era un no encubierto.
Pasaron varios días y volvimos a hablar, estando ella en un rollo pues no parecía querer corresponder, así que marqué distancias y le dije que ahí no quería estar. Pasan un par de semanas, comida del curro terminada, y me invita a salir de fiesta con ella. Borracho acepto, aunque no debería haberlo hecho. La madrugada acabó en pelea, aunque ese mismo día a la tarde nos disculpamos mutuamente.
Pasan dos meses sin dirigirnos la palabra, y ella se acerca de mi con una excusa. Recojo el guante, pero resulta que ahora tiene un novio a distancia al que va a ver (o viene) de vez en cuando. No voy a hacerme el guay, acepté porque albergaba una mínima esperanza de que ocurriese algo. Pasan unas semanas, la situación se vuelve incómoda porque sin haber nada entre nosotros la situación era rara de cojones entre ella, yo y su "novio", y le digo que por el bien de todos, me largo.
Pasa una semana, y por circunstancias acabamos tomando varios compañeros unas copas juntos. Estaba en modo me la pela todo una barbaridad, no le hacía demasiado caso a ella, y en medio de una calle turística hacíamos coñas yo y un compañero sobre las guiris que pasaban. Esto lo destaco porque hizo ella en un par de ocasiones un comentario al respecto, entre reproche con una mezcla de celos. Nos acabamos quedando solos. Nos contamos nuestras mierdas, reímos, lloramos, seguimos bebiendo... Y nos acabamos liando y acostando.
Los días posteriores chateamos ignorando lo sucedido, hasta que viendo que no salía el tema me planto para hablar de ello. "Estaba borracha" "fue una cagada porque esto podría arruinarlo todo" "lamento haberte hecho esto" "te veía como un amigo porque nunca ha habido tonteo" etc. Al principio trato de ser diplomático, pero conforme pasaron los días me llevaron los demonios y comencé a cabrearme por estar jugando con lo que sentía, así que nuevamente me alejé de ella. A las 2 semanas rompió con el novio.
Pasan otros dos meses, y nuevamente se vuelve a acercar tanteando el terreno: Una pregunta suelta de algo del trabajo, una felicitación por mi cumpleaños... Sin darle mucho juego, intento recuperar una relación cordial con ella, pero conforme se le da una mano, coge el brazo.
Este es el contexto. Ahora estamos otra vez como antes de acostarnos. No me he lanzado a nada físicamente porque hace literalmente 5 días que hemos retomado el contacto, pero voy elevando el tono de la conversación a la mínima oportunidad, soltando coñas, lanzándole indirectas. "Parece" haber algo de reacción por su parte, pero lo más destacable es que no parece escandalizarse ni poner un muro, así que sigo en esa dirección.
Por un lado tengo curiosidad por ver donde llega la cosa, porque con ella no había dejado de actuar como amigo hasta ahora. Por otro, tengo cierto miedo de forzar demasiado la máquina y joder una amistad, pero eolianos: Sigo pillado por ella, eso no ha cambiado, sé que en estos temas no suele haber grises y una de las dos partes es la que acaba estallando. Supongo que siempre hay tiempo para lanzar una bomba de humo y escapar si pretende encorsetarme en la friendzone.
Querría leeros, a ver qué opináis sobre el asunto o experiencias que conozcáis.